jueves, 26 de septiembre de 2013

Juan de Dukla, Santo


Presbítero, 29 de septiembre
 
Juan de Dukla, Santo
Juan de Dukla, Santo

Presbítero Franciscano

Martirologio Romano: En Lviv, en Polonia (hoy en Ucrania), san Juan de Dukla, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, que vivió una vida oculta y ascética según usanza de los Observantes, con ferviente dedicación pastoral a la cura de almas y fomento de la unidad de los cristianos (1484).

Fecha de canonización: Juan Pablo II lo canonizó en Krosno (Polonia) el 10 de junio de 1997.
Sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores, primero Conventual y luego Observante o Bernardino.

Nació alrededor del año 1414 en Dukla (Polonia), cerca de las fronteras de Eslovaquia y de Ucrania. Después de una breve experiencia de vida eremítica, ingresó en la Custodia de los Frailes Menores de Rusia (Rutenio). Ordenado sacerdote, se dedicó a la predicación y al servicio pastoral en los vastos territorios de las actuales repúblicas de Ucrania, Moldavia y Bielorrusia. Fue guardián de varios conventos, entre ellos el de Krosno, y gobernó la custodia de Leópoli. Perdió la vista varios años antes de morir.

Falleció el 29 de septiembre de 1484 en Leópoli (hoy, Lvov, Ucrania), recitando los salmos penitenciales con sus hermanos. Tras su muerte, su fama de santidad se convirtió muy pronto en culto público en toda la región. Su tumba se encuentra en el convento franciscano de su ciudad natal, Dukla.

Clemente XII confirmó su culto inmemorial el 21 de enero de 1733, y lo proclamó copatrono principal del reino de Polonia y del gran ducado de Lituania el 5 de septiembre de 1739.

El proceso de canonización se interrumpió con la repartición de Polonia, y se reanudó en 1945. Juan Pablo II lo canonizó en Krosno (Polonia) el 10 de junio de 1997.



San Juan de Dukla, religioso presbítero
fecha: 29 de septiembre
n.: 1414 - †: 1484 - país: Ucrania
canonización: Conf. Culto: Clemente XII 21 ene 1733 - C: Juan Pablo II 10 jun 1997
hagiografía: «Franciscanos para cada día» Fr. G. Ferrini O.F.M.
En Lviv, anteriormente en Polonia, san Juan de Dukla, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que vivió una vida oculta y ascética según usanza de los Observantes, con ferviente dedicación pastoral a la cura de almas y fomento de la unidad de los cristianos.

Juan nació en Dukla cerca de los montes Cárpatos en Polonia hacia 1414. De joven ingresó en la Orden de los Hermanos Menores. Ordenado sacerdote se distinguió por su celo y prudencia, tanto que mereció ser colocado en puestos de responsabilidad. Fue varias veces guardián y superior en Krosno y luego en Leópoli, donde también fue custodio de todos los conventos de aquella provincia, particularmente importante dada la vecindad con los territorios ortodoxos y dado el carácter misionero de estos conventos.

En aquellos tiempos los franciscanos polacos estaban unidos con los checos en una sola provincia. Por su inclinación a la vida contemplativa obtuvo de los superiores el permiso de vivir en conventos donde se observaba con mayor rigidez la regla franciscana. En el nuevo ambiente fue pronto uno de los más celosos religiosos, distinguiéndose en la vida de perfección, en el cuidado de las almas y en el trabajo misionero. Sectores especiales de su actividad fueron hasta el fin de su vida el confesionario y el púlpito. Al quedar ciego no pudiendo ya preparar las predicaciones, se servía de un novicio que le leía algunos textos sagrados sobre los cuales se preparaba. Soportó la ceguera y otros males que lo afligían sin lamentarse nunca y mostrando a todos una serenidad franciscana.

Fue fervoroso cumplidor de la regla profesada. Amaba y veneraba el pequeño código franciscano como si fuera el evangelio, lo leía frecuentemente, lo meditaba de continuo, para profundizar siempre más en el espíritu del Seráfico Patriarca. Cuando quedó ciego ya no podía leer la regla franciscana, se la hacía leer de algún novicio. Era llamado por sus cohermanos “Heraldo de la paz y de la unión fraterna”. Aborrecía a los murmuradores y sembradores de cizaña, los amonestaba y corregía. Su vida religiosa estuvo tejida de oración, penitencia y ardiente apostolado.

Había llegado a los 70 años cuando Dios lo quiso premiar con la gloria del cielo. Al sentir vecina la hora de la muerte recibió con edificante piedad los últimos sacramentos mientras los cohermanos lo rodeaban y lo asistían recitando salmos penitenciales, expiró plácidamente, el 29 de septiembre de 1484. En Leópoli su muerte fue llorada por toda la ciudad, los milagros y gracias obtenidas por su intercesión hicieron que se le tributara un culto siempre creciente, que el Papa Clemente XII aprobó el 21 de enero de 1733. En 1739 el mismo papa lo proclamó protector de Polonia y Lituania. SS Juan Pablo II lo canonizó en junio de 1997.

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