jueves, 16 de febrero de 2012

SAN CLAUDIO DE LA COLOMBIERE



15 de febrero

Era más una gracia de Dios, que un acto de mi voluntad, lo que me impulsaba a amar desde pequeño al Sagrado Corazón: lo honraba en mi casa: como aún niño, tenía que encaramarme para depositar flores en su imagen, mi padre, llamó a unos pintores para que la decoraran con dalias y claveles.

Me gastaba el dinero de las propinas en flores para el Corazón de Jesús de la parroquia y en la vacaciones de seminario propagaba la consagración de los hogares a su Divina Majestad, que llegó a hacerse con cierta solemnidad, y en muchas casas. Lo hacíamos así, primero había que conquistar a cada familia, una vez de acuerdo, se reunía toda la familia y el jefe leía la consagración, después el párroco pronunciaba una homilía, y terminaba con un sencillo refrigerio. Fue después cuando conocí las promesas del Divino Corazón a los que propagan su devoción, hechas a Santa Margarita y algunas, las he comprobado cumplidas.

PROMESAS
“Les daré todas las gracias necesarias a su estado. Pondré paz en sus familias. Les consolaré en sus penas. Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre todo, en la hora de la muerte. Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.

Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el Océano infinito de la misericordia. Las almas tibias se volverán fervorosas. Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.

Daré a los sacerdotes el talento de mover los corazones más empedernidos. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, y jamás será borrado de El. Les prometo en el exceso de mi misericordia, que mi amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulgaren por nueve primeros viernes consecutivos, la gracia de la perseverancia final; no morirán sin mi gracia, ni sin la recepción de los santos sacramentos. Mi Corazón será su seguro refugio en aquel momento supremo”.

LA VOCACION
La "llamada" a la vida consagrada es un misterio. El Señor se sirve de caminos inverosímiles para conseguir lo que quiere. A mí nadie me había hablado de sacerdocio, aunque mi familia era cristiana y había dos tíos sacerdotes, y una hermana de mi madre era religiosa de la Congregación de la Pureza. Pero sólo el sacerdote de mi parroquia me sugirió la idea y llegó a madurar. Pero, como decía Claudio de la Colombiere, “los planes que se trazan para servir al Señor nunca se realizan sino a costa de grandes sacrificios", esto yo lo he tenido que experimentar... Claudio ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús en Aviñón a los dieciocho años.

UN NOVICIO CABAL
El Maestro de novicios informó al P. Provincial que Claudio: "era un joven con una prudencia superior a lo que corresponde a su edad. De juicio sólido, de rara piedad y de las más altas virtudes". El año de la tercera Probación hizo el voto de guardar con exactitud todas las Reglas y Constituciones de la Compañía: "Hago el propósito firme de cumplir con toda fidelidad todos los deberes de mi estado y ser fiel al Señor aun en las cosas más mínimas; romper para siempre las cadenas del amor propio; adquirir en poco tiempo los méritos de una vida larga; reparar las irregularidades pasadas; dar a Dios gracias por las infinitas recibidas, y hacer cuanto pueda para ser de Dios sin reserva alguna"...

Ama tiernamente al Corazón de Jesús al que se ha consagrado y a la Virgen Maria cuyo santo Escapulario del Carmen viste desde niño y de la que predicará en Aviñón un famoso sermón que vale por muchos tratados sobre el Escapulario, sacramental de Maria.

CLAUDIO Y MARGARITA
Margarita de Alacoque había recibido especiales luces del cielo... pero se sentía temerosa de si aquello era o no de Dios. Margarita estaba aturdida, desconcertada.

Pero, siendo Dios tan amigo de que sus palabras sean confirmadas por otro hombre, como enseña el doctor San Juan de la Cruz, “es Dios tan amigo que el gobierno y trato del hombre sea también por otro hombre, que las locuciones de Dios ... hasta que pasen por este arcaduz humano de la boca del hombre, no quedan confirmadas, recibió Margarita esta noticia de Dios: "No temas, muy pronto te enviaré a mi amigo y siervo fiel para que guie tus pasos y te ayude en la misión que te voy a encomendar".

Destinado Claudio superior de la Compañía en Paray-le-Monial, donde vivía Margarita, hizo una visita a las visitandinas. Al ver Margarita al nuevo superior jesuita oyó una voz interior que le decía: "Ese es mi amigo fiel que te traigo para que te ayude en la misión que te tengo encomendada"... Poco después le abría "su alma totalmente, tanto lo bueno como lo malo..." Escribió después la Santa: "El padre tuvo que sufrir mucho por mi causa. Decían que yo pretendía engañarle con mis ilusiones, pero él no se preocupaba de las habladurías y no dejó de ayudarme mientras estuvo en la ciudad y no ha dejado nunca de ayudarme"...

PERSECUCION EN INGLATERRA
Fue enviado a Inglaterra y aquí continuó extendiendo con todas sus fuerzas la devoción y consagración de todo el género humano al Sagrado Corazón de Jesús, como el medio más eficaz para que la fe prosperara y se viviera con generosidad. Fue calumniado y metido en la cárcel y hasta condenado a muerte que después le fue conmutada.

REGRESO A PARAY-LE-MONIAL
Cuando Claudio llegó a Paray-le-Monial estaba tan débil que era preciso vestirlo y desvestirlo, porque era incapaz de valerse por sí mismo. En septiembre escribió: “Habiéndome permitido mis fuerzas y el buen tiempo – dice – dar algunos paseos, me sentí aliviado: pero la humedad y las lluvias me volvieron de nuevo al estado en que antes me encontraba.

Desde entonces me incomoda mucho una grande tos y una opresión continua que a tiempos disminuye y a tiempos aumenta. No salgo nada, hablo con dificultad, aunque tengo buen apetito y casi todas las demás señales de buena salud. Todavía no he podido experimentar si este aire me es saludable o no, porque tan sólo puedo respirar el del fuego y el de mi cuarto”. La comunidad la formaba un total de cinco sacerdotes. Alrededor de la fiesta de Todos los Santos se entrevistó con Margarita María. Cada día estaba más convencido de que no podría restablecerse.

VIAJE FRUSTRADO. TENÍA QUE MORIR EN PARAY-LE-MONIAL
Avisado el Padre Provincial de Lyón por carta del doctor Guillermo Billet que lo atendía, Floris La Colombière, hermano de Claudio y arcediano de la iglesia principal de Vienne, se presentó en Paray-le-Monial con un coche cómodo para llevarse al enfermo. La partida debía tener lugar enseguida, el jueves, fiesta de San Francisco de Sales, sin ningún preparativo y sin decir adiós a nadie.

Margarita María mandó a decir al Padre que, si podía, sin contravenir las disposiciones de la obediencia, que no se pusiese en camino. El 15 de febrero der 1682, primer domingo Cuaresma, a las siete de la tarde, murió en Paray-le-Monial- en un vómito de sangre, a los 43 años.

Quedaba sobre la tierra, confortada por su santa muerte, Santa Margarita María. Unas horas después de los funerales decía llena de confianza a una señorita amiga: "Deje ya de afligirse; invóquelo con toda confianza porque él puede socorrernos". Fue beatificado por el papa Pío XI en 1929. El Siervo de Dios Juan Pablo II lo declaró santo en 1992.

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