sábado, 25 de febrero de 2012

La Sagrada Biblia.

Biblia

Para el álbum musical La Biblia, véase La Biblia (álbum).

La Biblia (del griego τα βιβλία, ta biblía, ‘los libros’) es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y el cristianismo. La canonicidad de cada libro varía dependiendo de la tradición adoptada. Según las religiones judía y cristiana, «transmite la palabra de Dios». La Biblia, o al menos parte de ella, se encuentra traducida a 2303 idiomas.1


Etimología

La palabra Biblia se origina, a través del latín, en la expresión griega τὰ βιβλία τὰ ἅγια (ta biblía ta hágia; ‘los libros sagrados’), acuñada por vez primera en el Primer libro de los macabeos 12:9, siendo βιβλία plural de βιβλίον (biblíon, ‘papiro’ o ‘rollo’ y, por extensión, ‘libro’).2 Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos (Βύβλος, Byblos), importante mercado de papiros de la antigüedad.3 No obstante, dado que «Biblos» solo con dificultad podría ser un préstamo del nombre original de dicha ciudad en fenicio, «Gubla», existe la posibilidad de que fuera la ciudad la que recibiera su nombre griego a partir del término que designaba a la planta de papiro, y no al revés.4

Dicha expresión fue empleada por los hebreos helenizados (aquellos que habitaban en ciudades de habla griega) mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús de Nazaret para referirse al Tanaj o Antiguo Testamento. Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto de libros que forman el Antiguo Testamento así como los Evangelios y las cartas apostólicas, es decir, el Nuevo Testamento. Para ese entonces ya era común utilizar únicamente el primer sintagma, τὰ βιβλία, a manera de título.

Ya como un título, se empezó a utilizar en latín biblia sacra (‘los libros sagrados’), sin artículo dado que éste no existía en latín. Sin embargo, al ser Biblia un cultismo en latín, acabó pasando de considerarse un neutro plural a un femenino singular («la sagrada Biblia»), entendiendo ya Biblia como el nombre propio de todo el conjunto. A través del latín se derivó a la gran mayoría de las lenguas modernas.

Historia

La Biblia es una compilación de textos que en un principio eran documentos separados (llamados «libros»), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un periodo muy dilatado y después reunidos para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí la Biblia fue escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (entre el 900 a. C. y el 100 d. C.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces («Canto de Débora») y en las denominadas fuentes "E" (tradición elohísta) y "J" (tradición yahvista) de la Torá (llamada Pentateuco por los cristianos), que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.). El libro completo más antiguo, el de Oseas es también de la misma época. El pueblo judío identifica a la Biblia con el Tanaj, no consintiendo bajo ningún concepto el término Antiguo Testamento y no acepta la validez del llamado Nuevo Testamento, reconociéndose como texto sagrado únicamente al Tanaj.

El canon de la Biblia que conocemos hoy fue sancionado por la Iglesia católica, bajo el pontificado de san Dámaso I, en el Sínodo de Roma del año 382, y esta versión es la que Jerónimo de Estridón tradujo al latín. Dicho canon consta de 73 libros: 46 constitutivos del llamado Antiguo Testamento, incluyendo 7 libros llamados actualmente Deuterocanónicos (Tobit, Judit, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc) ―que han sido impugnados por judíos y protestantes― y 27 del Nuevo Testamento. Fue confirmado en el Concilio de Hipona en el año 393, y ratificado en los Concilios III de Cartago, en el año 397, y IV de Cartago, en el año 419.

Cuando reformadores protestantes lo impugnaron, el canon católico fue nuevamente confirmado por decreto en la cuarta sesión del Concilio de Trento del 8 de abril de 1546. Ninguna de estas decisiones fue reconocida ni asumida por muchos protestantes, surgidos a partir del siglo XVI, ni por distintas denominaciones paraprotestantes, surgidas a partir del siglo XIX. El canon de las Biblias cristianas ortodoxas es aún más amplio que el canon de las Biblias católicas romanas, e incluye el Salmo 151, la Oración de Manasés, el Libro III de Esdras y el Libro III de los Macabeos. En adición a estos, el Libro IV de Esdras y el Libro IV de los Macabeos figuran, así mismo, como apéndices, en muchas importantes versiones y ediciones de la Biblia.

El Antiguo Testamento narra principalmente la historia de los hebreos y el Nuevo Testamento la vida, muerte y resurrección de Jesús, su mensaje y la historia de los primeros cristianos. El Nuevo Testamento fue escrito en lengua griega koiné. En él se cita con frecuencia al Antiguo Testamento de la versión de los Setenta, traducción al griego del Antiguo Testamento realizada en Alejandría (Egipto) en el siglo III a. C.

La Biblia es para los creyentes la palabra de Dios por ser indudable para estos su inspiración divina. Es un libro eminentemente espiritual y habla sobre la historia de la humanidad, su creación, su caída en el pecado y su salvación, que expone cómo el Dios creador se ha relacionado, se relaciona y se relacionará con el ser humano. De igual forma, la Biblia expone los atributos y el carácter de Dios.

Para los creyentes, la Biblia es la principal fuente de fe y doctrina en Cristo. En el siglo XVI los diferentes movimientos de la Reforma Protestante comenzaron a experimentar un alto desgaste en discusiones filosóficas y a separarse unos de otros; para menguar este problema se definió el principio llamado "sola escritura", que significa que solamente la Biblia puede ser considerada fuente de doctrina cristiana. Para la Iglesia Católica Romana, además de la Biblia, también son fuente doctrinal la tradición, las enseñanzas de los Padres de la Iglesia (discípulos de los apóstoles), y decisiones emanadas de concilios. Esta divergencia entre cristianos se intensificó después de 1870, cuando el papa Pío IX declaró que ―como único «sucesor de Pedro», y, consecuentemente, «custodio y depositario de las llaves del Reino de los Cielos»― era infalible en asuntos de fe, moral y doctrina cristiana (dogma de la infalibilidad papal). Mientras que los cristianos protestantes rechazan esta aseveración y consideran como cabeza única de la iglesia a Jesucristo. Para ambas partes esta gran diferencia ya no es considerada tan solo en términos filosóficos o religiosos, sino como designios divinos plasmados y asentados en la Biblia misma.

Para los judíos ortodoxos, por supuesto, el Nuevo Testamento no tiene validez. El rabínico considera como fuente de doctrina el Talmud, mientras los caraítas defienden desde el siglo VIII el Tanaj como única fuente de fe.

Antiguo Testamento y Nuevo Testamento

El canon del Antiguo Testamento cristiano entró en uso en la Septuaginta griega, traducciones y libros originales, y sus diferentes listas de los textos. Además de la Septuaginta, el cristianismo posteriormente añadió diversos escritos que se convertirían en el Nuevo Testamento. Poco diferentes listas de las obras aceptadas siguió desarrollando en la antigüedad. En el siglo IV, varios sínodos fueron elaborando listas de escritos sagrados que fijaban un canon del Antiguo Testamento de entre 46 y 54 distintos documentos y un canon del Nuevo Testamento de 20 a 27, siendo este último el utilizado hasta el día de hoy; el cual fue definido finalmente en el Concilio de Hipona en el año 393. Hacia el año 400, Jerónimo había escrito una edición definitiva de la Biblia en latín (véase la Vulgata), el Canon de la cual, debido en parte a la insistencia del Papa Dámaso, fue hecho coincidir con decisiones de varios de los Sínodos reunidos con anterioridad. Con el beneficio de la retrospectiva se puede decir que estos procesos establecieron de manera eficaz el canon del Nuevo Testamento, aunque hay otros ejemplos de listas canónicas en uso después de este tiempo. Sin embargo, esta lista definitiva de 27 libros no fue legitimada por ningún Concilio ecuménico sino hasta el Concilio de Trento (1545-63).

Durante la Reforma Protestante, algunos reformadores canónicos propusieron diferentes listas de las que se encuentra actualmente en uso en la iglesia de San Pedro de Roma. Aunque no sin debate, véase Antilegomena, la lista de los libros del Nuevo Testamento vendría a seguir siendo el mismo, sin embargo, el Antiguo Testamento los textos presentes en la Septuaginta, pero no está incluido en el canon judío, cayó de favor. En el momento en que vendría a ser eliminado de la mayoría de los cánones protestantes. Por lo tanto, en un contexto católico estos textos se denominan libros deuterocanónicos, mientras que en un contexto protestante que se hace referencia como Apócrifa, la etiqueta se aplica a todos los textos excluidos del canon bíblico que estaban en la Septuaginta. Cabe señalar también, que tanto católicos como protestantes describen algunos otros libros, como el libro de los Hechos de Pedro, como apócrifos.

Por lo tanto, el Antiguo Testamento protestante de hoy tiene 39 libros -el número varía del número de los libros en el Tanaj (aunque no en contenido) a causa de un método diferente de la división, también varía el orden y el nombre de los libros- mientras que la Iglesia Católica Romana reconoce 46 libros como parte del Antiguo Testamento canónico. El libro de Enoc es aceptado en el canon del Antiguo Testamento solo por la iglesia ortodoxa etíope. El término "Escrituras hebreas" es solo sinónimo del Antiguo Testamento protestante, no católico, que contiene las Escrituras hebreas y textos adicionales. En cuanto al canon del Nuevo Testamento, son 27 libros en el canon de la Iglesia Católica Romana, aceptado por la mayoría de las Iglesias de la Reforma. La Iglesia Siria solo acepta 22 libros en su canon. Libros como 1 y 2 de Clemente, el libro de la Alianza, el Octateuco y otros, han sido motivo de disputas, y se encuentran canonizados por parte de otras iglesias Católicas Ortodoxas.

Estructura

Un libro de la Biblia es un grupo establecido de escrituras. Por ejemplo, el libro de Salmos (en hebreo Tehilim o ‘canciones de alabanza’) tiene 150 canciones (151 en la versión de los Setenta), mientras que la Epístola de Judas es una carta de media página.

La Biblia hebrea o Tanaj está dividida en tres secciones: los cinco libros de Moisés (la Ley o Torá), los libros escritos por los profetas hebreos (los Profetas o Nevi'im) y unos libros que no entran en las dos categorías anteriores (las Escrituras o Ketuvim); estos son conocidos como hagiógrafa o simplemente «las Escrituras».

La Biblia judía fue escrita predominantemente en hebreo, pero tiene algunas pequeñas partes que fueron escritas en arameo. En la Biblia cristiana, la Biblia hebrea es llamada Antiguo Testamento, para distinguirla del Nuevo Testamento, que es la parte que narra la vida de Jesús y su predicación, entre otras cosas. El Nuevo Testamento está dividido en los cuatro Evangelios, Historia (Hechos de los Apóstoles), las Cartas a iglesias cristianas por Pablo y otros apóstoles, y el Apocalipsis.

Biblia de Gutenberg.

Las Biblias cristianas contienen la totalidad del Tanaj o Antiguo Testamento, junto con un grupo de textos posteriores cristianos, conocidos como el Nuevo Testamento. Dentro del cristianismo no hay acuerdo completo sobre el número exacto de libros que debe tener (con igual reconocimiento) el Antiguo Testamento, es decir, sobre su canon. Hasta el siglo XVI se mantuvo en Occidente la traducción latina de san Jerónimo conocida como "la Vulgata" (proveniente del latín vulgar) que incorporaba tanto el canon judío como aquellos escritos de la Septuaginta griega. Con la Reforma Protestante, Martín Lutero cuestionó la necesidad de mantener los libros "apócrifos" junto a los del canon judío y los agrupó como un apéndice edificante al final de su traducción al alemán de la Biblia. La Iglesia Católica Romana confirmó, sin embargo, el canon de la Biblia de los Setenta y de la Vulgata en el Concilio de Trento (1545-1563), reconociendo más claramente la canonicidad de algunos escrituras cuestionadas por Lutero, que desde ese mismo siglo comenzaron a ser llamados "Deuterocanónicos" (Concepto introducido por Sixto de Siena). Las iglesias orientales también reconocen plena canonicidad a los deuterocanónicos, agregando también otros libros que se encuentran en códices antiguos, como el Salmo 151, la Oración de Manasés, III y IV Esdras, y III y IV Macabeos. La Iglesia Copta acepta asimismo en su canon el Libro de Enoc y el Libro de los Jubileos. El Nuevo Testamento hace referencia tanto a los libros deuterocanónicos como al Libro de Enoc, y narra los sucesos de la pasión de Cristo de acuerdo con el cómputo asentado en el Libro de los Jubileos. En cuanto al resto de los libros, no hay disputa alguna y todos los grupos cristianos tienen los mismos libros en el Nuevo Testamento de la Biblia.

Cánones bíblicos

La palabra canon significa regla o medida, así que se le llama canon bíblico al conjunto de libros que integran la Biblia según una tradición religiosa concreta, que los considera así "divinamente inspirados" y los distingue de otros textos que no se consideran revelados. Estas diferencias entre las distintas ramas del cristianismo se dan únicamente para el Antiguo Testamento; por ejemplo, según la Iglesia católica son 46 libros, y según la mayoría de iglesias protestantes son 39. En relación al Nuevo Testamento todas tienen el mismo número de libros.

El primer canon es el Pentateuco, el cual se compone de los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio y contiene la "Ley de Dios", que es el conjunto de los 613 preceptos del judaísmo.

Dentro del judaísmo surge disputa sobre el canon correcto. Un grupo religioso, los saduceos, sostiene que solamente conforma el canon de las Escrituras la Torá (‘la Ley’) o Pentateuco (‘cinco libros’), mientras que otros grupos también incluyen los Nevi'im (Profetas) y los Ketuvim (los Escritos). Después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C., el grupo judío predominante fue el de los fariseos, que sí considera al canon como conformado por la Ley, los Profetas y los Escritos. Así, a finales del siglo I el judaísmo estableció en Yamnia (Yavne) como canon de sus libros sagrados aquellos que cumplieran tres requisitos: que hubiera una copia del libro en cuestión que se supiera que fue escrito antes del año 300 a. C. (cuando la helenización llegó a Judea, con los problemas culturales y religiosos subsecuentes, y que pueden leerse en libros como los de los Macabeos o el de Daniel), que dicha copia estuviera escrita en hebreo o cuando menos arameo (no griego, la lengua y cultura invasora) y que tuviera un mensaje considerado como inspirado o dirigido al pueblo de Dios (con lo que también algunos libros que cumplían las dos características anteriores tuvieron que salir del canon).

En tiempos de Jesús de Nazaret es dominante la segunda opinión, la cual es sostenida y transmitida por muchos cristianos hasta tiempos de la Reforma Protestante con la controversia de los libros deuterocanónicos (ver «Estructura», ut supra). Esta controversia probablemente se originó precisamente por el hecho de que el judaísmo había establecido su canon a fines del siglo I, con lo que para ellos ya no estaban presentes aquellos textos que solo se encontrarían en griego (en la versión de la Biblia judía de los Setenta). Estos libros fueron precisamente los que se considerarían, posteriormente, como deuterocanónicos.

La versión judía de la Biblia, llamada el Tanaj, consta de 24 libros, con ciertas diferencias respecto a las Biblias cristianas. Algunas de ellas son:

Actualmente, los libros que no son considerados canónicos por católicos y ortodoxos, reciben el nombre de libros apócrifos; a su vez, esos mismos libros suelen ser denominados pseudoepígrafos por los protestantes, que, habitualmente, respetan también el nombre de Deuterocanónicos (literalmente, "del segundo canon") para aquellos que han recibido reconocimiento canónico de católicos y ortodoxos (en general, son libros escritos originalmente en griego, incluidos en la traducción al griego de la Biblia judía conocida como Septuaginta o de los LXX). No obstante, algunas corrientes protestantes fundamentalistas insisten en conservar el nombre de apócrifos para los libros deuterocanónicos. Con todo, hay que señalar, que los primeros cristianos no usaban la Biblia hebrea, sino que usaban la Septuaginta o de los LXX por cuanto varios de los nuevos cristianos fueron judíos de cultura griega, como por ejemplo, Pablo de Tarso, San Esteban, y los evangelistas San Lucas y San Marcos.

Así pues, las versiones católicas de la Biblia constan de 73 escritos, en tanto que las más de las versiones protestantes solo contienen 66. Sin embargo, las Biblias de los anabaptistas, luteranos, anglicanos y episcopalianos, incluyen los deuterocanónicos, si bien bajo el rubro de "apócrifos"; ya que los consideran "lectura edificante", aun cuando no canónica. Las versiones ortodoxas, por su parte, incluyen 76 libros en total. Además, la Iglesia Copta incluye en su canon del Antiguo Testamento el Libro de Enoc y el Libro de los Jubileos, que no incluye ninguna de las otras corrientes actuales del judeocristianismo, pero que eran libros bastante populares en los tiempos de Cristo; de lo cual han quedado vestigios incluso en los escritos del Nuevo Testamento. La Iglesia Siria reduce el número de libros del canon, pues solo acepta 22 en el Nuevo Testamento.

La Biblia cristiana

La Biblia es un libro usado por todos los cristianos, aun cuando no todos los grupos de cristianos la lean asiduamente. Las Biblias cristianas están constituidas por escritos hebreos, arameos y griegos, que han sido retomados de la Biblia griega, llamada Septuaginta, y del Tanaj hebreo-arameo, y luego reagrupados bajo el nombre de Antiguo Testamento. A estos se ha sumado una tercera serie de escritos griegos cristianos agrupados bajo el nombre de Nuevo Testamento. Distintos grupos cristianos han debatido largamente sobre la inclusión o exclusión de algunos de los libros de ambos testamentos, surgiendo los conceptos de apócrifos y deuterocanónicos para hacer referencia a algunos de estos textos.

La comunidad judía actual reserva la expresión «Biblia cristiana» para identificar solo a los libros que han sido añadidos al Tanaj hebreo-arameo por el judaísmo tardío helenizante alejandrino, y luego por el cristianismo, y evita referirse a su Tanaj con los términos Biblia o Antiguo Testamento. Varias denominaciones cristianas incorporan otros libros en el canon de ambos Testamentos.

El Antiguo Testamento

Artículo principal: Antiguo Testamento

El Antiguo Testamento es la serie de textos sagrados israelitas anteriores a Cristo, y que es aceptada por todos los cristianos como primera parte de las Biblias cristianas. En términos generales, no existe un consenso general entre los diferentes grupos de cristianos sobre si el canon del Antiguo Testamento debe corresponder al de la Biblia griega, con deuterocanónicos, que es lo que plantean las iglesias cristianas ortodoxas y católica romana a través de su historia, o al del Tanaj hebreo, que es lo que plantean los judíos actuales, algunos protestantes, y otros grupos cristianos emanados de estos. Sin embargo, el orden, nombres y particiones de los libros del Antiguo Testamento de las Biblias cristianas, a través de la historia, siguen la usanza griega y no la hebrea. Y, de la misma forma, varía del judaísmo en la interpretación y énfasis. (Véase, por ejemplo, el Libro de Isaías 7:14.). Aparte de los libros propios del texto griego de la Biblia, el canon de la iglesia copta admite otros libros, como el Libro de Enoc y el Libro de los Jubileos.

El Nuevo Testamento

Artículo principal: Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento es una colección de 27 libros, representativos de 5 diferentes géneros literarios judeocristianos: 4 Evangelios, 1 Libro de Hechos, 1 Apocalipsis, y 19 Epístolas (6 epístolas "católicas" o apostólicas, y 13 epístolas paulinas). Una séptima epístola católica ―a saber, la Primera Epístola de Juan―, y una decimocuarta epístola paulina ―concretamente, la Carta a los hebreos―, realmente pertenecen al género ensayístico o doctotratadístico, es decir, se trata de tratados doctrinales, con lo que representan un quinto género de escritos del Nuevo Testamento. La figura protagónica es Jesús de Nazaret, llamado Cristo. Casi todos los cristianos, con algunas excepciones, como el cristianismo gnóstico de los primeros siglos, han venido asumiendo el Nuevo Testamento como un texto sagrado divinamente inspirado. Sin embargo, no hay unidad universal en el canon del Nuevo Testamento. Son 27 libros en el canon de la Iglesia Católica Romana, aceptado por la mayoría de las Iglesias Protestantes. La Iglesia Cristiana Ortodoxa de Siria solo acepta 22 libros en su canon. Libros como el Primer Libro de Clemente y el Segundo Libro de Clemente, el Libro de la Alianza, el Octateuco y otros, han sido motivo de disputas, y son aceptados por parte de otras Iglesias cristianas.

Otros libros referenciados en la Biblia

Dentro del texto bíblico se mencionan algunos libros y epístolas de los cuales no se cuenta con copias reportadas actualmente o solo se conservan fragmentos. Generalmente se les menciona como referencias primarias, escritos de elaboración anterior o como complemento de lo escrito dentro del contexto donde se los menciona. En el caso del Libro de Enoc, éste ha venido siendo tenido por apócrifo por la mayoría de religiones (siendo caso contrario el canon de la iglesia ortodoxa etíope) a pesar de haber sido referenciado en la Biblia y encontrarse en un estado íntegro de contenido.

La siguiente lista parcial muestra algunos de los libros que no están disponibles hoy en día en la mayoría de ediciones bíblicas. Dichos libros son:

Libro Escritura de referencia
El libro del convenio (pacto o alianza) Éxodo 24:7
El libro de las batallas de Yahveh Números 21:14
El libro de Jaser (o libro del justo) Josué 10:13, 2 Samuel 1:18
Un libro guardado delante de Yahveh 1_Samuel 10:25
El libro de los hechos de Salomón 1_Reyes 11:41
El libro del vidente Samuel, el libro del profeta Natán y el libro del vidente Gad 1_Crónicas 29:29
Profecías de Ahías el silonita, y del vidente Iddo 2_Crónicas 9:29
Los libros del profeta Semaías 2_Crónicas 12:15
Las palabras de Jehú 2_Crónicas 20:34
Los hechos de Uzías 2_Crónicas 26:22
Los registros (o actas) de los reyes de Israel 2_Crónicas 33:18
Las palabras de los videntes 2_Crónicas 33:19
Un rollo con la palabra de Yahveh a Jeremías desde los días de Josías Jeremías 36:1-4
Un libro de Jeremías contra de toda la maldad de Babilonia Jeremías 51:60
Un libro de memorias Malaquías 3:16
Una epístola anterior de Pablo a los corintios 1_Corintios 5:9
Otra epístola de Pablo a los efesios Efesios 3:3
La carta de Pablo a los laodicenses Colosenses 4:16
Las profecías de Enoc Judas 1:14

Conservación e integridad de la Biblia

Existen opiniones divididas en cuanto a la afirmación de que gran parte de la Biblia se ha conservado sin cambios importantes hasta nuestros días. Actualmente, la creencia común en casi toda la cristiandad supone la infabilidad y/o inerrancia del texto bíblico, dando por sentado que la Biblia está exenta de todo error, siendo perfecta como palabra de Dios al hombre. Este concepto es similar a la doctrina de la sola scriptura, donde se considera que la Biblia contiene todo lo necesario para la salvación del hombre. En el credo de Nicea se confiesa la creencia de que el Espíritu Santo "ha hablado por medio de los profetas". Este credo ha sido sostenido por los católicos romanos, católicos ortodoxos, anglicanos, luteranos y la mayoría de denominaciones protestantes. Sin embargo, como nota Alister E. McGrath, "los reformadores no vieron conectado el asunto de la inspiración con la absoluta fiabilidad o verdadera inerrancia de los textos bíblicos". Él dice:

"...el desarrollo de las ideas de 'infalibilidad bíblica' o 'inerrancia' dentro del protestantismo pueden ser trazadas a los Estados Unidos a mediados del siglo XIX".5

Los defensores de la idea de que las escrituras bíblicas son fieles y están completas se basan en la cantidad de copias idénticas que, desde tiempos remotos, se ha realizado de las mismas. Los copistas hebreos de las Escrituras, denominados masoretas, que copiaron las Escrituras hebreas entre los siglos VI y X solían contar las letras para evitar errores. El experto en la materia W. H. Green dice sobre las comparaciones entre textos antiguos y modernos lo siguiente:

Se puede decir sin temor a equivocarse que ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta exactitud.

Quienes no están de acuerdo con estas afirmaciones apelan a circunstancias tales como traducciones de un idioma a otro, copiado de manuscritos, opiniones divergentes en dogmas y/o destrucción deliberada y sostienen por tanto que la Biblia no ha llegado como un volumen completo. Hallazgos tales como los manuscritos del Mar Muerto han mostrado que, en gran parte, esto sucedió antes del siglo I de nuestra era, aunque los textos encontrados allí, y los conocidos hasta entonces, parecen presentar cambios menores. En otros casos, libros tales como los Evangelios apócrifos fueron descartados del canon aceptado durante los concilios ecuménicos, como parte de un esfuerzo por mantener la integridad doctrinal. Casos como el del hallazgo del texto completo del Evangelio de Tomás entre los Manuscritos de Nag Hammadi, entre otros textos tomados por heréticos en su momento, evidencian un proceso editorial paulatino en épocas pasadas. Hay otros textos relevantes relacionados con la Biblia "original" como los escritos apócrifos hallados en Egipto y Cisjordania (Qumrán, cerca del Mar Muerto), e incluso en países muy lejanos hacia el Sur y el Oriente. Estos han supuesto una nueva interrogante acerca de si ya estaría completo el canon bíblico, o habría que revisarlo de forma detallada.

Por su parte, el Diccionario de la Biblia para el intérprete (cuyo título original en idioma inglés es The interpreter's dictionary of the Bible), editado en 1962 por George Arthur Buttrick, afirma:

Es seguro decir que no hay UNA SOLA FRASE en el Nuevo Testamento en la que la tradición manuscrita sea completamente uniforme.

Jason David BeDuhn, doctor en estudios comparados de religiones, máster en divinidad, profesor de estudios religiosos, ganador del premio de la Academia Estadounidense de Religión en 2001, afirma:

He puesto en claro que toda traducción de la Biblia ha sido realizada por intereses creados, y que ninguna de las traducciones representa el ideal de un proyecto académico neutral.[cita requerida]

Bart Ehrman, erudito bíblico estadounidense, doctor en divinidad, experto en paleocristianismo y jefe del Departamento de Estudios Religiosos en la Universidad de Carolina del Norte, afirma:

Hay más deficiencias en nuestros manuscritos bíblicos, que palabras hay en el Nuevo Testamento.[cita requerida]

Esto se debe, en palabras de Robert W. Funk, fundador del «Jesus Seminar» a que

Se ha estimado que hay más de 70.000 variantes significativas en los manuscritos griegos del Nuevo Testamento. Tal montaña de variaciones ha sido reducida a un número manejable por las ediciones críticas modernas que ordenan, evalúan y eligen entre la miríada de posibilidades. Las ediciones críticas del Nuevo Testamento griego utilizadas por eruditos son, de hecho, creaciones de los críticos textuales y editores. No son idénticas a ninguno de los manuscritos antiguos sobrevivientes. Son una composición de muchas versiones distintas.[cita requerida]

Arqueología y coincidencias bíblicas

Las investigaciones arqueológicas en la zona donde se desarrollan los hechos narrados en la Biblia tienen como un resultado añadido la comprobación de los hechos, lugares y personajes que aparecen citados en los diferentes libros que componen la Biblia.[cita requerida] Incluso se ha llegado a crear el término de arqueología bíblica para denominar a una parte de la arqueología que se encarga de estudiar los lugares indicados en la Biblia.[cita requerida]

Hay varios casos en que los descubrimientos arqueológicos han señalado congruencias con los hechos o personajes bíblicos. Entre esos descubrimientos se encuentran los siguientes:

  • Rey Sargón II de Asiria. Este personaje que aparece en Isaías 20:1 no pudo ser confirmado hasta que en 1843 se descubrieron las ruinas de su palacio. Se hallaron escritos en los que se relatan las conquistas de las ciudades de Samaria y Asdod que aparecen también relatados en el libro de Isaías.[cita requerida]
  • El sello de Yehujal. En 2005 la arqueóloga Eilat Mazar descubrió un sello de arcilla en el cual se nombraba Yehujal (Jehucal o Jucal) que fue un funcionario judío que es nombrado en el libro de Jeremías.[cita requerida]
  • Hallazgos en Nínive. En las excavaciones realizadas en la antigua ciudad de Nínive, capital de Asiria, se han hallado varias piezas que confirman relatos bíblicos.[cita requerida] En el palacio de Senaquerib hay un bajorrelieve que muestra a las tropas asirias llevando cautivos a los israelitas tras la caída de Laquis, hecho relatado en el Segundo Libro de los Reyes. [cita requerida] En las piezas conocidas como Anales de Senaquerib se relatan los hechos realizados durante el reinado de Ezequías y a este mismo personaje. También es curioso como en el listado de ciudades conquistadas por los asirios no aparece Jerusalén lo cual concuerda con el relato bíblico de que fueron derrotados a sus puertas,[cita requerida] al igual que se relata el asesinato de Senaquerib que están incluidos en el Libro de Isaías.[cita requerida]
  • El Cilindro de Ciro. Se encontró en Sippar cerca de Bagdad, Irak. Narra la conquista de Babilonia por Ciro el Grande. Algunos ven en el relato de Isaías 13:1, 17-19 e Isaías 44:26-45:3 la profecía de la destrucción de Babilonia por Ciro. También en el cilindro se expone la política de Ciro de dejar volver a los pueblos deportados a su tierra de origen, tal y como sucedió con los israelitas.[cita requerida]

La arqueología también ha brindado descubrimientos interesantes en relación a la conformación de los propios textos bíblicos.[cita requerida] Los descubrimientos del Evangelio de Tomás y del Evangelio de Felipe, por ejemplo, reforzaron la Hipótesis de Q.[cita requerida] Eruditos han asegurado que el Evangelio de Tomás es más antiguo que los 4 canónicos y que al igual que Mateo y Lucas, tuvo a Q por fuente documental.[cita requerida] Según esto, los evangelios más antiguos serían colecciones de dichos de Jesús que no narrarían la crucifixión ni la resurrección, sino que se preocuparían por mantener el registro de las enseñanzas del Maestro.[cita requerida]

La Biblia y los distintos idiomas

Los libros bíblicos fueron escritos inicialmente en distintas lenguas, las llamadas lenguas bíblicas (hebreo, arameo y griego helenístico). En distintas épocas históricas fueron traducidos de unas de ellas a otras, y posteriormente a las demás.

Biblia hebrea

Artículo principal: Biblia hebrea

Biblia griega

Artículo principal: Biblia griega

Biblia latina

Artículo principal: Biblia latina

Traducciones de la Biblia al español

Estas son distintas traducciones de la Biblia al idioma español.6

Año Lugar de publicación Obra Autor Notas
1280
Biblia Alfonsina
Traducción de la Vulgata latina al castellano.
1430
Biblia de Alba Moisés Arragel, patrocinada por Luis González de Guzmán, Maestre de la Orden de Calatrava.
1420
«Antiguo Testamento» del rabino Salomón
1420
«Antiguo Testamento» de traductor anónimo
1543 Amberes Nuevo Testamento Francisco de Enzinas
1553 Ferrara, Italia Traducción del «Antiguo Testamento» al castellano
1556 "Venecia" (Ginebra). Nuevo Testamento Juan Pérez de Pineda
1569 Basilea, Suiza La Biblia, conocida como la Biblia del Oso, por aparecer un dibujo de este animal en su portada Casiodoro de Reina Primera traducción completa de la Biblia al español. Al no aceptar la censura previa de su traducción, por parte de Juan Calvino, esta versión no fue bien vista por la teocracia ginebrina. Contenía todos los libros incluidos en la Biblia vulgata latina católica en el orden católico habitual, a veces también llamado orden alejandrino.7

Tiene, como detalle curioso en su portada, y, aparte del dibujo, una cita bíblica escrita en idioma hebreo. La «Biblia del Oso» de 1569, en formato JPG.

1602 Ámsterdam, Países Bajos Biblia, conocida como la Biblia del Cántaro Casiodoro de Reina & Cipriano de Valera Revisión de la "Biblia del Oso", de Casiodoro de Reina, para adaptarla a la ortodoxia de la teocracia ginebrina, por Cipriano de Valera. (En realidad, diferente ordenación de los libros: todos los libros deuterocanónicos fueron puestos aparte del resto de los textos del Viejo Testamento, y algunas de sus notas originales fueron reemplazadas por notas tomadas de la Biblia calvinista francesa.) La «Biblia del Cántaro» de 1602, en formato PDF. Se ha hecho numerosas revisiones posteriores en 1862, 1909, 1960, 1975, 1995 y 2000. La publican actualmente las Sociedades Bíblicas Unidas.
1793
Biblia del padre Felipe Scío de San Miguel Felipe Scío de San Miguel Traducción al castellano de la Vulgata latina.
1893
Versión Moderna Enrique B. Pratt, misionero presbiteriano en Colombia y México. Publicada por la Sociedad Bíblica Estadounidense. Inició este trabajo en Colombia, en el año 1876.
1825 Astorga, León, España Biblia de José Petisco y Félix Torres Amat José Petisco y Félix Torres Amat Traducción al castellano de la Vulgata latina.
1916
Nuevo Testamento, versión hispanoamericana
1928 Concepción, Chile La Sagrada Biblia Guillermo Jünemann Traducción directa literal de ambos Testamentos del griego al castellano. Nuevo Testamento publicado desde ese mismo año. Antiguo Testamento según la Septuaginta, inédito hasta 1992, solo impreso una vez.
1944
Biblia Nácar-Colunga Eloíno Nácar Fúster & Alberto Colunga Cueto Traducción crítica del hebreo, arameo y griego. Reeditada por la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC).
1947
Biblia Bover-Cantera José María Bover & Francisco Cantera Burgos Traducción crítica del hebreo, arameo y griego. Reeditada por la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC).
1948-1951 La Plata (Argentina). Biblia comentada Dr. Juan Straubinger Traducción literal del hebreo, arameo, griego y latín. Reeditada por numerosas editoriales diocesanas de América Latina.
1963 Brooklyn, Nueva York (EE. UU.). Nuevo Testamento, Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. Traducción del inglés por Watch Tower Bible and Tract Society.
1964 Málaga (España) La Santa Biblia Equipo de traductores dirigido por Evaristo Martín Nieto Traducción literal del hebreo, arameo y griego. Editada por Ediciones Paulinas. Hay varias revisiones y ediciones locales posteriores.
1966, traducida al castellano en 1967 París-Bilbao-Madrid Biblia de Jerusalén Equipo de estudiosos de la Escuela Bíblica de Jerusalén Traducción al castellano basada en numerosas fuentes primigenias, y siguiendo los criterios interpretativos de la versión francesa de la Biblia editada por la Escuela Bíblica de Jerusalén. Revisiones en 1975, 1998 y 2009. Biblia de Jerusalén en línea.
1968
Biblia de Editorial Labor
Traducción del italiano publicada por Editorial Labor.
1972
Biblia latinoamericana, edición pastoral para Latinoamérica Traducida por un equipo dirigido por monseñor Ramón Ricciardi y Bernardo Hurault Hay una edición corregida en el año 2004 y la edición 'formadores' con notas ampliadas. Biblia latinoamericana en línea.
1975
Sagrada Biblia Elaborada por los eruditos católicos más destacados de su tiempo a cargo de F. Cantera y M. Iglesias. Versión crítica sobre textos escritos en lenguajes hebreo, arameo y griego, publicada por la Biblioteca de Autores Cristianos en 1975 (3.ª edición en el año 2000, 2.ª impresión en el 2003). Sagrada Biblia en línea.
1975
La Biblia de editorial Herder Publicada bajo la dirección de Serafín de Ausejo para la citada editorial.
1976
Nueva Biblia española Equipo bajo la dirección de Luis Alonso Schökel y Juan Mateos. Traducción directa de los textos originales.
1978-2008 España Biblia interconfesional (Nuevo Testamento) Trabajo conjunto de las Sociedades Bíblicas Unidas, la Biblioteca de Autores Cristianos, y la Casa de la Biblia. Se hizo una revisión completa y se publicó toda la Biblia en el 2008 con el nombre de Biblia, traducción interconfesional (BTI) bajo los auspicios de la Biblioteca de Autores Cristianos, Editorial Verbo Divino, Sociedad Bíblica de España y las Sociedades Bíblicas Unidas.
1979, 1994
Dios habla hoy (DHH) o Versión popular. Traducción realizada por las Sociedades Bíblicas Unidas con la colaboración de eruditos católicos. Es una traducción dinámica (idea por idea) con lenguaje accesible. Hay una edición de estudio con notas históricas y lingüísticas no confesionales elaboradas por eruditos católicos y protestantes (2000). DHH en línea.
1979
La Biblia al día
Una paráfrasis publicada por la Sociedad Bíblica Internacional. Se publicó una revisión en el año 2008 con el nombre de La nueva Biblia al día (NBD).
1980 Argentina El libro del pueblo de Dios Publicada bajo la dirección de Armando Levoratti y A. B. Trusso. El Libro del Pueblo de Dios, versión en línea.
1983
«Nuevo Testamento» de la Universidad de Navarra
Texto bilingüe latín-castellano.
1986
La Biblia de las Américas (LBLA). Publicada por la Fundación Lockman. Existe una versión en español latinoamericano llamada Nueva Biblia de los hispanos, publicada en el 2005. LBLA en línea.
1987 Brooklyn, Nueva York (EE. UU.). Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (TNM). Watchtower Bible And Tract Society of New York, Inc. Una traducción revisada basada en la versión de 1984 en inglés, pero consultando los antiguos textos hebreo y griego. TNM en línea.
1992
Biblia Casa de la Biblia Revisión hecha por un equipo dirigido por Santiago Guijarro y Miguel Salvador. Hay dos ediciones, una para España y otra para Latinoamérica.
1993
Biblia del peregrino Versión realizada por un equipo de traductores dirigido por Luis Alonso Schökel.
1994
Nuevo Testamento, versión Recobro Versión de Living Stream Ministry. La versión recobro sigue, por lo general, el texto griego de Nestle-Aland según consta en Novum testamentum graece (26.ª edición).
1999 Miami, EE. UU. Nueva Versión Internacional (NVI). Equipo compuesto de biblistas de más de 10 países hispanohablantes. Editor: Luciano Jaramillo, biblista colombiano Traducción dinámica de los originales, publicado por la editorial Bíblica (ex Sociedad Bíblica Internacional). NVI en línea.
2000 Bogotá (Colombia). Nuevo Testamento, traducción de Pedro Ortiz P. Pedro Ortiz, sacerdote católico colombiano Publicada por Ediciones San Pablo.
2000
Nuevo Testamento, La palabra de Dios para todos (PDT). Traducción realizada por el Centro Mundial de Traducción de la Biblia. Versión en español latinoamericano usada por organizaciones como Club Bíblico que trabajan en prisiones, hospitales, ministerios infantiles y juveniles, nuevos conversos y recién alfabetizados. La Biblia completa se publicó en el 2005.
2001
La Biblia de América Adaptada por un equipo de expertos mexicanos, colombianos y argentinos dirigido por Santiago García por encargo de la Casa de la Biblia. Redactada en los giros idiomáticos del español propio de América Latina.
2001
Biblia textual de la Sociedad Bíblica Iberoamericana. Corrección de la versión Reina-Valera, valiéndose de la base textual de la que hoy se dispone, para lograr acercarse a la restauración del texto original. El Nuevo Testamento se publicó en el 2001 y en el 2009 se publicó la Biblia completa
2003
Biblia, traducción en lenguaje actual (TLA). Sociedades Bíblicas Unidas.
2005, 2011
La palabra de Dios para todos (PDT). Centro Mundial de Traducción de la Biblia. El editor de esta versión es el lingüista Rafael Serrano. Versión en español latinoamericano. El Nuevo Testamento se publicó en el año 2000 y la Biblia completa en el 2005. Se han hecho revisiones en el 2008 y en el 2011. Centro Mundial de Traducción de la Biblia, y BibleGateway.com.
2004 Navarra, España Sagrada Biblia. Facultad de Teología de la Universidad de Navarra (EUNSA).
2007 Shelbyville, TN, EE. UU. Santa Biblia Valera 1602 Purificada Publicada por Sembrador de la Semilla Incorruptible.
2008 Nashville, TN, EE. UU. La nueva Biblia al día (NBD). Sociedad Bíblica Internacional Esta nueva Biblia8 combina la sencillez y la claridad tradicional de la Biblia al día con la fidelidad al texto original.
2009 EE. UU. Evangelio de Juan en la versión Reina Valera contemporánea (RVC). Sociedades Bíblicas Unidas. Es una revisión de la Reina Valera en español latinoamericano.
2009 EE. UU. Nueva Traducción Viviente (NTV). Tyndale House Publishers. El editor de esta versión es el lingüista Rafael Serrano. Traducción al español latinoamericano siguiendo los criterios y filosofía de la New Living Translation (NLT). El evangelio de Juan se publicó en el 2008, el Nuevo Testamento para nuevos creyentes en el 2009, y la Biblia completa en español se publicó en 2010.
2009 EE. UU. Santa Biblia: Reina-Valera 2009 Fue preparada y revisada por un equipo de traductores, Autoridades Generales, Setentas de Área, eruditos de la Biblia y miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Esta labor se llevó a cabo bajo la dirección de la Primera Presidencia y del Quórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y se basa en la edición Reina-Valera de 1909. Antiguo Testamento en línea, Nuevo Testamento en línea.
2010 España La Palabra Auspiciada por la Sociedad Bíblica de España.

Datos relevantes

  • El número de palabras de la Biblia varía ―según la versión y el idioma― entre 773 6929 y 783 137.10
  • La Biblia cristiana ortodoxa consta de 1347 capítulos; la católica romana, de 1329, y la protestante, de 1189, 260 de los cuales constituyen el Nuevo Testamento.
  • El libro que aparece como último en la Biblia es el Apocalipsis de Juan, pero en realidad el último en ser escrito fue el Evangelio de Juan.
  • El capítulo más corto de la Biblia es el «Salmo 117» (solo 2 versículos), y el capítulo más largo es el «Salmo 119» (176 versículos).
  • El libro más corto de la Biblia es el Segundo Libro de Juan (13 versículos), seguido por el Tercer Libro de Juan (15 versículos), el Libro de Abdías (21 versículos) y el Libro de Judas (25 versículos).
  • Los versículos más cortos de la Biblia son Éxodo 20:13 («No matarás»), Éxodo 20:15 («No robarás»), y Juan 11:35 («Jesús lloró»); el más largo es Esther 8:9 («El día veintitrés del mes tercero, que es el mes de siván, fueron convocados los escribanos del rey. Siguiendo las instrucciones de Mardoqueo, redactaron un documento dirigido a los judíos, a la vez que a los sátrapas, a los gobernadores y a los jefes de las ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Etiopía, a cada provincia en su escritura y a cada pueblo en su lengua; a los judíos, también en su propia escritura y lengua»).
  • La Biblia aún sigue siendo el libro más vendido de todos los tiempos y el más traducido.
  • Durante varios siglos la iglesia católica exigió, antes de publicar traducciones de la Biblia en diversos idiomas, que tales traducciones fuesen aprobadas por las autoridades eclesiásticas competentes, de ahí que durante los oficios religiosos solo se oía su lectura en latín, costumbre que se mantuvo bastantes siglos después de que esta lengua dejara de usarse y en regiones donde de hecho nunca se habló.

Véase también

Referencias

  1. La Biblia en 2303 idiomas.
  2. «βίβλος». Diccionario Manual Griego: griego clásico - español. Vox: Spes. 1996.
    βίβλος ου ἡ corteza de papiro; hoja o tira de ella; escrito; libro; documento, carta; división de una obra.
  3. Μπαμπινιώτης, Γ. (2005). «βιβλίο» (en griego moderno). Λεξικό της Νέας Ελληνικής Γλώσσας (2.ª edición). Atenas: Κέντρο Λεξικολογίας. p. 362.
    < αρχ βιβλίον < βυβλίον [...] < βύβλος, από το όνομα τής φοινικικής πόλεως Βύβλου, από όπου εισαγόταν ο κατεργασμένος πάπυρος. Το ίδιο το Βύβλος είναι σημιτ. προέλ. (πρ. εβρ. Gébāl «περιοχή, σύνορο»), το δε αρχικό Β- (αντί του αναμενομένου Γ-) ίσως οφείλεται σε αφομοίωση. < gr. ant. βιβλίον < βυβλίον [...] < βύβλος, del nombre de la ciudad fenicia Biblos, de la cual procedían productos de papiro. El propio Biblos es de origen semítico (cónfer el hebreo gébāl, ‘región, frontera’), debiéndose quizás la B- inicial (en lugar de la G- esperada) a asimilación.
  4. Chantraine, Pierre (1968). «βύβλος» (en francés). Dictionnaire étymologique de la lange grecque. 1 (Α-Δ). París: Klincksiek.
    On a répété que βύβλος est purement et simplement le nom de la ville phénicienne de Byblos d'où le papyrus était importé [...] La principale difficulté réside dans le fait que le nom, phénic. Gbl, akk. Gublu, hébr. Gɘbāl, fournirait difficilement un emprunt βύβλος; on observe aussi que l'adj. βύβλινος «en fibre de papyrus» est déjà dit pour un câble chez Hom. Aussi a-t-on pensé qu'il a existé un nom βύβλος «plante de papyrus», d'origine d'ailleurs obscure [...].
  5. McGrath, Alister E., Christian theology: an introduction. [1994]. Oxford: Blackwell Publishers, tercera edición, 2001. pág. 176.
  6. Comfort, Philip; Rafael Serrano (2008). El origen de la Biblia. Madrid: Ed. Trotta. pp. 352 pp. ISBN 978-1-4143-1718-2.
  7. «Historia de la impresión de la “Biblia” en español».
  8. NVD (La nueva Biblia al día).
  9. Número de palabras en la Biblia en versión desconocida, según un analista anónimo citado en Introduction to the literary history of the Bible del Dr. James Townley, citado en WorldInvisible.com.
  10. Número de palabras en la Biblia en inglés, versión del rey Jacobo, según Agards-Bible-Timeline.com.

Bibliografía

Enlaces externos


LA BIBLIA

Los cristianos decimos que tenemos un "libro sagrado" que llamamos LA BÍBLIA. En realidad no se trata de un libro, sino de una BIBLIOTECA compuesta por 73 libros. Los libros están organizados y se agrupan en 2 grandes secciones: Antiguo y Nuevo Testamento. Compartimos el Antiguo Testamento con el judaísmo. El Nuevo Testamento es el grupo de libros exclusivamente cristianos.



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