"No hay árbol sano que dé fruto podrido, ni árbol
podrido que dé fruto sano.
Por los frutos
distinguís cada árbol.
No se cosechan higos de
las zarzas ni se vendimian uvas de los espinos.
El hombre bueno saca cosas buenas de su
tesoro interior bueno; el malo saca lo malo de su
tesoro malo, porque de lo que rebosa el corazón
habla la boca.
¿Por qué me invocáis, si no hacéis
lo que os digo?
Lc 6, 43-46
QUE DIOS TE BENDIGA
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