La adversidad hace que algunas personas se quiebren, pero ayuda a otros a romper récords.
Recuerda que la fe que mueve montañas siempre conlleva un pico
Si tu estás yendo rumbo a tus sueños o metas es probable que te hayas encontrado con gigantes en el camino que no te dejan avanzar. Los gigantes tienen nombres como miedo, duda, u otro nombre. ¿Cómo se llaman los gigantes con los cuáles luchas? Vivimos en mundo donde la mayoría te dice, o no te lo dicen pero lo puedes escuchar muchas veces:
“NO SE PUEDE”
Es un mundo totalmente negativo, un mundo totalmente incrédulo, un mundo que ha perdido las ganas de soñar, de avanzar, conquistar. Lo común es escuchar: Tú matrimonio no se va a salvar, no hay esperanzas, divórciate. Tú negocio no va a prosperar, olvídate de eso y ciérralo. Tú no vas poder obtener ese empleo, no estás capacitado para ello. Tú no vas a poder pagar esas deudas, suicídate…En fin el mundo (familiares, amigos, jefes,..) te dice NO SE PUEDE, NO INSISTAS MAS. ¿Te has encontrado con ese tipo de personas? ¿Las conoce?
Hay una historia en la Biblia, específicamente en Números 13 cuando Moisés envía a 12 espías a Canaán (La tierra prometida), resulta que 10 de ellos hablaron un buen informe pero vieron muchos imposibles, y solamente 2 de ellos Josué y Caleb pensaron que si se podía alcanzar la tierra prometida. Ahora la tierra prometida representa tus sueños, ¿Cómo los estás viendo? ¿Estás viendo gigantes? ¿Estás viendo posibilidades o imposibilidades? ¿Piensas que no se puede? ¿Qué nos estás capacitado para hacerlo realidad? Si sigues leyendo el capitulo 14 te vas a encontrar a un Josué y Caleb completamente comprometidos con su misión y visión, y Josué hace una declaración sorprendente: “Los gigantes ya son pan comido”. Expresión Positiva en Tiempo Presente.¿Cómo son tus declaraciones?
¿Son tus sueños pan comido? ¿O tus sueños están siendo comidos por la adversidad?
“Los obstáculos no pueden aplastarme: cada obstáculo proporciona una resolución firme”. Leonardo Da Vinci
¿La adversidad te debilita o te pone fuerte?
Hay un poder positivo en la adversidad. Cuesta creer ese poder pero la adversidad forma tu carácter y prueba a ver de que estás hecho. Tanto el oro como el diamante necesitan ser procesados por fuego. Santiago en la Biblia dice que nos gocemos cuando nos hallemos en diversas pruebas, y esa son las adversidades, las pruebas de la vida. Evitar la prueba o la adversidad es evitar la vida. Para celebrar grandes triunfos hay que tener momentos difíciles. Recuerdas cuando saliste bien de una prueba difícil. ¿Cómo te sentiste?
Leía la historia en internet de Bethany Hamilton, una surfista profesional que a la edad de 13 años en el 2003 sobrevivió a los ataques de un tiburón bastante grande que le arrancó parte de su brazo izquierdo, provocándole una hemorragia que le hizo perder el 60% de su sangre. Logró recuperarse de su accidente y recobró la normalidad en un breve plazo de tiempo. Sólo unos meses después, en enero de 2004, decidió volver a la competición y se inscribió en un torneo local. Uno de los organizadores le ofreció a la joven empezar la prueba con cinco minutos de ventaja sobre el resto de participantes en compensación por su amputación.
Hamilton rehusó la ayuda y pidió que la trataran como a una más. Contra todo pronóstico, finalizó la prueba en quinta posición, algo que le sirvió como aliciente para afrontar retos deportivos de mayor envergadura. En agosto de ese mismo año, logró la primera posición en la categoría Open Woman de los Campeonatos Nacionales de la NSSA. Un año más tarde destronó a la campeona nacional. Ésta es una historia de superación de una joven que volvió a sentirse segura cabalgando las olas a pesar de su amputación. Interesante que en cada una de sus conferencias y en cada oportunidad que tiene para aparecer en los medios cita la Biblia, y es autora del libro “Soul Surfer”. No se dejó vencer por la adversidad.
La adversidad no tiene formas, ni tamaños, no mira la raza, la religión, el status económico, tiene muchos nombres: dificultades, barreras, obstáculos, contratiempos, crisis, fracaso o sufrimiento… ¿Qué problemas estás enfrentando que no te permiten elevarte?
Ante la adversidad debes preguntarte ¿Qué puedo aprender? ¿Qué lección me está queriendo enseñar Dios? ¿Qué oportunidades veo? ¿Qué bendición viene? ¿Cómo puedo transformar esta adversidad en algo productivo y valioso? Mi manera de interpretar la adversidad me ayudará a construir mi futuro. Dios te puede ayudar a interpretar la adversidad y afrontarlos con una actitud positiva.
“El confort y la prosperidad nunca han enriquecido el mundo tanto como la ha hecho la adversidad”
No le temas a la adversidad. Elévate!
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