Hoy, 2 de febrero, conmemoramos a Santa JUANA de LESTONNAC, Fundadora.
SANTA JUANA DE LESTONNAC (1556-1640) nació en Burdeos, Francia. Su padre era católico devoto, pero su madre era calvinista; debido a esto, la infancia de Juana estuvo marcada por la pugna religiosa entre sus progenitores.
Se vuelve muy devota de la Virgen María. Con la ayuda de su padre y de su tío, el filósofo Miguel de Montaigne, se aparta de sus familiares protestantes y recibe educación jesuita.
Su padre la desposa con un noble francés, a quien le da siete hijos en 24 años de matrimonio. Finalmente, al verse viuda y con su progenie encaminada por el mundo, en 1597 decide enclaustrarse con las monjas fuldenses de Toulouse.
Ya como novicia, sus compañeras se percatan de su débil estado de salud, y la superiora le ordena regresar a su castillo. Antes de partir, sin embargo, debido a las rigurosas penitencias a las que se había sometido, Juana sufre visiones y siente que la Virgen le habla.
De vuelta en su terruño, e inspirada en su experiencia mística, decide fundar la Compañía de María, a semejanza de la Compañía de Jesús, lo cual consigue en 1608. En 1610 hizo sus votos solemnes.
A pesar de que tuvo dificultades en que su orden fuera reconocida, y de que no la favoreció en nada el clima político de la época, finalmente logró consolidar su obra de formar religiosas para consagrarse a la gente pobre y a la educación de las niñas. Su legado se ha extendido a nivel internacional.
SANTA JUANA DE LESTONNAC nos enseña la importancia de la educación de las mujeres.
SANTA JUANA DE LESTONNAC (1556-1640) nació en Burdeos, Francia. Su padre era católico devoto, pero su madre era calvinista; debido a esto, la infancia de Juana estuvo marcada por la pugna religiosa entre sus progenitores.
Se vuelve muy devota de la Virgen María. Con la ayuda de su padre y de su tío, el filósofo Miguel de Montaigne, se aparta de sus familiares protestantes y recibe educación jesuita.
Su padre la desposa con un noble francés, a quien le da siete hijos en 24 años de matrimonio. Finalmente, al verse viuda y con su progenie encaminada por el mundo, en 1597 decide enclaustrarse con las monjas fuldenses de Toulouse.
Ya como novicia, sus compañeras se percatan de su débil estado de salud, y la superiora le ordena regresar a su castillo. Antes de partir, sin embargo, debido a las rigurosas penitencias a las que se había sometido, Juana sufre visiones y siente que la Virgen le habla.
De vuelta en su terruño, e inspirada en su experiencia mística, decide fundar la Compañía de María, a semejanza de la Compañía de Jesús, lo cual consigue en 1608. En 1610 hizo sus votos solemnes.
A pesar de que tuvo dificultades en que su orden fuera reconocida, y de que no la favoreció en nada el clima político de la época, finalmente logró consolidar su obra de formar religiosas para consagrarse a la gente pobre y a la educación de las niñas. Su legado se ha extendido a nivel internacional.
SANTA JUANA DE LESTONNAC nos enseña la importancia de la educación de las mujeres.
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