martes, 14 de febrero de 2012

La verdad de tu secreto





La claridad del día, muere en el umbral de la penumbra,
y cobran vida los luminosos faroles de la calzada ,
se visten de dudas y celos mis pensamientos,
al saber que como ayer, hoy también, llegarás de madrugada.

Abres la puerta sigilosamente, evadiendo ruidos,
y a pasa lento, te arrimas, para ver si estoy dormida,
un recóndito suspiro da certeza a tu suerte, y te duerme,
mientras yo me debato con la traición no asumida.

Minuto a minuto, la noche me tortura con preguntas,
deseando ser espía de tus sueños, donde tu silencio veto,
y transmutar en huella en el sendero de tus mimosas juntas,
para confirmar más allá de mi miedo, la verdad de tu secreto.

Infinita me parece, la pronta llegada del albor
a pasos de cogerte acosando los claros de la luna,
al instante que florecen los botones del pudor
y brotan con más fuerzas las raíces de mis dudas.

Cómplices tus ojos, me miran con ternura,
y me susurras al oído palabras de falsa miel
enmudezco los reproches fingiendo estar dormida,
y destilan tus caricias perfume de otra piel.

Juegas a engañarme que me amas y yo me dejo,
maquillando tus mentiras, convencido que te creo,
y estrangulando la verdad, en muda paz la dejo,
esquivando la soledad, que sin ti, a mi lado veo.

Mustia mi juventud, se reseca el manantial
y apagas la sed, en aguas nuevas y fresquillas,
más siempre vuelves, porque soy tu catedral,
aunque gimas cada noche en disímiles capillas.

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