sábado, 18 de febrero de 2012

José (patriarca)

Este artículo trata sobre José, hijo de Jacob. Para el padre terrenal de Jesús, véase José de Nazaret.
José
Nacimiento c. 1840 a.C.
Fallecimiento c. 1780 a.C.
Venerado en Judaísmo
Cristianismo
Islam

Según el relato del libro del Génesis, José fue uno de los doce hijos de Jacob. Su madre fue Raquel.


Libro del Génesis

José es el undécimo hijo de los doce hijos de Jacob y ancestro de dos de las doce tribus de Israel. Su madre Raquel era la mujer amada por Jacob, por esta razón era el más querido por su padre lo que produjo la envidia de sus hermanos. Además, tenía sueños en los que aparecía alzado por encima de éstos, prediciendo lo que iba a suceder en el futuro. Por ser el favorito y quien quería Jacob que fuese su sucesor, le elaboró una túnica de colores que lo distinguía, lo que enfureció aún más a sus hermanos, que buscaban la ocasión para vengarse. Un día sus hermanos llevaron a sus animales a pastar en un lugar lejano a sus tiendas. Al pasar el tiempo y ver que no regresaban, Jacob envió a José a buscarlos y ver que se encontrasen bien. Sus hermanos, al ver desde lejos que venía José, planearon matarlo. Rubén, el mayor, intentó convencerlos de que no era buena idea. Cuando llegó lo tiraron a un pozo de agua vacío y lo tuvieron atrapado hasta decidir qué hacer con él. Al otro día pasó por esos lugares una caravana de mercenarios que se dirigían a Egipto y sus hermanos lo vendieron como esclavo. De regreso con Jacob, le mintieron diciendo que habían encontrado su túnica, la cual habían mojado con sangre de cordero para hacer creer a Jacob que fue atacado por una bestia del bosque que lo mató. Jacob lloró la muerte de su hijo querido sin consuelo. De esta manera José sale de Canaán (Israel) y llega a Egipto.

Vida en Egipto

José y la mujer de Putifar, pintura de Antonio María Esquivel en 1854.

Allí fue vendido y llevado a la casa de Potifar. Éste, al ver que José sabía leer y manejaba los números (enseñado por su padre), le confió la administración de su casa y se convirtió en la mano derecha de Potifar. En sus tiempos como esclavo trabajaba mucho y siempre confiando en Dios que algún día iba a regresarlo a sus tierras con sus padres y sus hermanos. Con el trabajo de esclavo José se convirtió en un joven fornido, y la esposa de Potifar, que se quedaba en la casa cuando este salía, se fijó en él e intentó seducirle. Un día llamó a José a su habitación y trató de tener relaciones con él, pero él se resistió recordando las enseñanzas de rectitud que su padre siempre le enseñó, además de estar consciente que sería una falta ante Dios y salió de la habitación dejando en las manos de la señora su manto. Al no lograr su objetivo, y sabiendo que José podría denunciar su adulterio, la esposa de Potifar lo acusó de intentar aprovecharse de ella, mostrando su manto como prueba. Potifar dudó de esto, pues conocía a José y sabía que era incapaz de ello, pero por otro lado su esposa insistía en que lo matase, así que Potifar decide enviar a José a la cárcel.

Interpretación de los sueños del copero y del panadero

En la cárcel José se encontró con el copero y el panadero del Faraón, quienes fueron a parar allí acusados de robar una copa de oro perteneciente al Faraón. Ambos habían tenido sueños muy misteriosos, y José les pidió que se los contasen porque él podía descifrar qué significaban.

El copero le contó: "Soñé que tenía ante mí una vid con tres sarmientos, que estaban como echando brotes, subían y florecían y maduraban sus racimos. Tenía en mis manos la copa del faraón, y tomando los racimos, los exprimía en la copa del faraón y la puse en sus manos". José le respondió que los tres sarmientos representaban tres días, y que al cabo de ese tiempo el copero sería declarado inocente y volvería a servir al Faraón. José le pidió además al copero que le hablase de él al faraón para que fuese liberado y pudiese volver a su patria.

Viendo el panadero que José había dado una respuesta favorable al copero, le pidió que también le interpretara su sueño y le dijo: "En mi sueño voy caminando con tres canastillas llenas de pan blanco. En el canastillo de encima había toda clase de pastas de las que hacen para el Faraón los reposteros, y las aves se las comían del canastillo que llevaba sobre mi cabeza". José contestó que las tres canastillas simbolizaban tres días, al cabo de los cuales el Faraón decapitaría al panadero, lo colgaría de un árbol y los pájaros picotearían su cuerpo.

Todo se cumplió según lo predicho por José: al tercer día, que era el del cumpleaños del Faraón, dio éste un banquete a todos sus servidores; se acordó entonces del copero y del panadero, y decidió restablecer al primero en su puesto y condenar a muerte al segundo. Sin embargo, al verse libre, el copero se olvidó de José.

Interpretación de los sueños del faraón

Al cabo de dos años, el faraón soñó que se encontraba a la orilla del Nilo, y del agua salían siete vacas gordas y hermosas que se pusieron a pacer en la orilla, pero entonces salieron del agua otras siete vacas, feas y flacas, que devoraron a las primeras. El faraón despertó, y al volver a dormirse soñó que de una caña de trigo brotaban siete espigas hermosas y llenas de grano, pero tras ellas brotaban otras siete espigas, vacías y quemadas por el viento del desierto, que devoraron a las primeras. Al día siguiente, el faraón se encontraba nervioso y atormentado por sus sueños, pero por más que preguntaba a sus adivinos y a todos los sabios de Egipto, ninguno sabía cómo interpretarlos.

El copero se acordó entonces de José y le contó al faraón lo ocurrido en la cárcel. Así pues, el faraón mandó llamar a José a su presencia. Cuando sacaron a éste de la cárcel, le cortaron el pelo y le dieron ropas nuevas antes de presentarse ante el faraón. Éste le dijo: "He tenido un sueño y no hay quien me lo interprete, y he oído hablar de ti, que en cuanto oyes un sueño lo interpretas". José respondió a su vez: "No yo; Dios será el que dé una respuesta favorable al faraón". El faraón dijo entonces a José: "Éste es mi sueño: estaba yo en la ribera del río, y vi subir del río siete vacas gordas y hermosas, que se pusieron a pacer en la verdura de la orilla, y he aquí que detrás de ellas suben otras siete vacas, malas, feas y flacas, como no las he visto de malas en toda la tierra de Egipto, y las vacas malas y feas se comieron a las primeras siete vacas gordas, que entraron en su vientre sin que se conociera que había entrado, pues el aspecto de aquéllas siguió siendo tan malo como al principio. Y me desperté. Vi también en sueños que salían de una misma caña siete espigas granadas y hermosas, y que salían después de ellas siete espigas malas, secas y quemadas del viento solano, y las siete espigas secas devoraron a las siete hermosas. Se lo he contado a los adivinos, y no ha habido quien me lo explique".

José dijo al faraón: "El sueño del faraón es uno solo. Dios ha dado a conocer al faraón lo que va a hacer. Las siete vacas hermosas son siete años, y las siete espigas hermosas son siete años; el sueño es uno solo. Las siete vacas flacas y malas que subían detrás de las otras son otros siete años, y las siete espigas secas y quemadas del viento solano son siete años de hambre. Es lo que he dicho al faraón, que Dios le ha mostrado lo que hará. Vendrán siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto, y detrás de ellos vendrán siete años de escasez, que harán que se olvide toda la abundancia en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. No se conocerá la abundancia en la tierra a causa de la escasez, porque ésta será muy grande. Cuanto a la repetición del sueño al faraón por dos veces, es que el suceso está firmemente decretado por Dios y que Dios se apresurará a hacerlo. Ahora, pues, busque el faraón un hombre inteligente y sabio, y póngalo al frente de la tierra de Egipto. Nombre el faraón intendentes, que visiten la tierra y recojan el quinto de la cosecha de la tierra de Egipto en los años de abundancia; reúnan el producto de los años buenos que van a venir, y hagan acopio de trigo a disposición del faraón, para mantenimiento de las ciudades, y consérvenlo para que sirva a la tierra de reserva para los siete años de hambre que vendrán sobre Egipto, y no perezca de hambre la tierra".

Todos parecieron conformes con las palabras de José, y el propio faraón, impresionado por ello, dijo: "Tú serás quien gobierne mi casa, y todo mi pueblo te obedecerá; sólo por el trono seré mayor que tú". Dicho esto, el faraón se quitó su anillo y se lo puso a José, mandó que lo vistieran con ropas blancas de lino, puso en su cuello un collar de oro y ordenó que, cuando José montase sobre el segundo de los carros del faraón, se gritase ante él la expresión de reverencia Abrek y que se le llamase Zafnat Paneaj, que significa aproximadamente "Dios habló y él vino a la vida". Finalmente, el faraón le entregó por esposa a Asenat, hija de Putifar.

Pasó el tiempo, y antes de que llegasen los años de escasez José tuvo dos hijos varones con su esposa Asenet. Llamó al mayor Manasés, pues se dijo "Dios me ha hecho olvidar todas mis penas y toda la casa de mi padre", y al menor Efraím, pues decía: "Dios me ha dado fruto en la tierra de mi aflicción", pero jamás olvidó a su padre y hermanos, y nunca perdió la esperanza de volver a verlos.

Reencuentro con sus hermanos y su padre

José se presenta a sus hermanos, de Peter von Cornelius.

Al acabar los siete años de abundancia en Egipto, llegó el hambre, y el pueblo clamaba al faraón, que les decía que fueran a José e hiciesen lo que él dijera. Mucha gente fue a comprarle trigo a José, no sólo de Egipto sino también de otras tierras.

El hambre también golpeó las tierras de Canaán, y específicamente también Beerseba donde estaba Jacob con su gente. Enterados de que en Egipto había trigo, envió a sus diez hijos mayores a Egipto dejando a Benjamín, el menor de todos, a su lado. Los diez hermanos llegaron hasta la corte del Faraón para pedir ayuda, y se presentaron ante José, al que no reconocieron porque estaba muy cambiado y además vestía a la moda egipcia.

Pero José sí los reconoció a ellos, pero disimuló y les preguntó de dónde venían. Sus hermanos le contestaron que venían de Canaán para comprar alimentos, pero José les dijo: "Ustedes son ladrones y espías que vienen a ver los silos para robar", ellos consternados le contestaron que son todos hermanos, hijos de Jacob. José le dijo: “como un hombre puede ser tan ricos en hijos” y ellos le dijeron que en realidad eran 11 y no 10, pero su hijo menor quedó junto a su padre, José le dijo que se llevarían alimento pero para probar lo que ellos decían tenían que volver y traer al hijo menor, Benjamín, con ellos y mientras tanto hizo quedar a uno de ellos. Cuando regresaron con Jacob, este se puso muy triste por el hijo que quedó en Egipto pero les dijo que no iban a volver con Benjamín porque ya había perdido a José y no soportaría perder a Benjamín, el único hijo de Raquel que le quedaba (Raquel murió al tener a Benjamín por eso eran los dos únicos hijos de ella). Pero la sequía y escasez continuó y tuvieron que volver a Egipto pero esta vez con Benjamín, caso contrario iban a morir todos pero de hambre. Al llegar, José se alegró porque iba a ver a su hermano menor después de mucho tiempo, entonces ordenó que los hicieran pasar a un comedor y los acomodó de mayor a menor. Cuando ellos observaron que estaban ordenados se sorprendieron y José sin darse a conocer aun, les dijo que pudo adivinar gracias a su copa que tenía poderes. Ellos comieron y bebieron todos contentos y cuando llego la hora de irse saludaron y ya tenían sus animales cargados de comida, entonces saludaron y se fueron, pero José había colocado la copa en la bolsa que pertenecía a Benjamín para probarlos si habían cambiado, cuando estaban saliendo de la ciudad los soldados alcanzaron a estos y le dijeron según había ordenado José: “¿Así devuelven los favores del gobernador? Robando su copa”, ellos sorprendidos le dijeron: “Si alguno de nosotros tiene la copa, puede apresarlo y quedarse con él, pues ninguno de nosotros es un ladrón” y al revisar las bolsas encontraron la copa en la que pertenecía a Benjamín, entonces los soldados le dijeron: "pueden los demás irse, solo se quedará el ladrón de la copa” ninguno de sus hermanos quiso aceptar esto y tuvieron que llevarlos a todos frente a José, estando él al frente de ellos les dijo: “¿Por qué defienden a su hermano ladrón? Déjenlo aquí en la cárcel y vuelvan con su padre” inmediatamente los hermanos forzaron con los soldados que estaban a su lado y les quitaron las lanzas y apuntando contra ellos y contra José le dijeron: “Preferimos morir que ver sufrir nuevamente a nuestro padre, ya le ocasionamos el dolor de la pérdida de su hijo querido como para soportar otra vez ese dolor y culpa”. Entonces José viendo que ya habían cambiado y que estaban dispuestos a dar la vida por su hermano les dijo rompiendo en llanto: “¡¡Hermanos!! ¿Acaso no me reconocen? Soy su hermano José, a quien vendieron como esclavo” sus hermanos se alegraron pero a la vez se entristecieron porque pensaban que no los iba a perdonar, entonces José le dijo: “No se preocupen que todo fue obra de Dios, era necesario que yo venga a Egipto para que nuestro pueblo Israel sobreviva en este tiempo de escasez y hambruna”. Al enterarse el Faraón de lo sucedido mandó a decir a José: “has de traer a tu padre y su pueblo que yo les daré tierras para que vivan en Egipto en agradecimiento por lo que has hecho por nosotros”. Volvieron sus hermanos y contaron todo a Jacob y colmado de alegría partieron a Egipto. Al encontrase Jacob le dijo: “agradezco infinitamente a Dios porque me ha dado por segunda vez a mi hijo querido, Él obra de manera misteriosa”. José le dijo que se quedara a vivir sus últimos años con ellos y también todo su pueblo. Él aceptó con la condición de que sus restos fuesen llevados nuevamente cuando el pueblo regrese a “Canaan, La tierra prometida”. Y así fue, muchos años después cuando salió de Egipto el pueblo de Israel guiados por Moisés, llevaron sus restos y los de José.

Jacob y su familia vivieron entonces en el tierra de Gosén, un lugar destinado al pastoreo del ganado en el Alto Egipto y despreciada por los mismos egipcios, muy cerca de las ciudad de Pi-Ramsés o Ramesés tam bién llamada Avaris ciudad que fuera la capital de las dinastías hicsas (siglo XVII a. C.) en Egipto, era la sede de los reyes hicsos del segundo periodo intermedio de Egipto.

José falleció de ciento diez años de edad, y los descendientes de Jacob se multiplicaron en dichas tierras, aparentemente estuvieron 430 años en Egipto, y ascendió Faraón que no conocía a José y ordenó la esclavitud de los hebreos, cuya explosión demográfica preocupó a la clase gobernante egipcia y fueron sometidos a una brutal opresión dictando leyes acerca de la natalidad que implicaba la muerte de todo bebé varón. Uno de ellos sería rescatado por la esposa de Faraón, Moisés descendiente del linaje de Levi hermano de José, quien escribiría un nuevo episodio de la historia del pueblo judío.

Paralelos biográficos

José tiene un notable paralelo con otro personaje bíblico, el profeta Daniel. Así mismo, los aspectos dramáticos de su vida, (entregado por sus hermanos y luego encumbrado a una gran posición) prefiguran a Jesucristo.

Existen otros personajes históricos que, viniendo de los orígenes más humildes y de la periferia de grandes imperios, han conseguido encumbrarse hasta las más altas posiciones (por ejemplo, Estilicón), por lo que no es imposible que esta narración tenga una base histórica, aunque se encuentre muy desfigurada.

Enlaces externos

José y la esclavitud en Egipto

José biznieto de Abraham, nieto de Isaac, hijo de Jacob tenia 11 hermanos más Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Gad, Dan, Aser, Neptalí y Benjamín. Siendo los 12 biznietos de Abraham eran los herederos de la promesa de Dios. Ellos llegarían a ser los jefes de las 12 tribus de Israel, del pueblo elegido por Dios del que nacería el Mesías prometido.

De todos los hijos de Jacob José era el preferido por su padre y ninguno de los dos hacia nada para por ocultarlo. Jacob lo vestía de manera distinta a la de sus hermanos pues le mando hacer una túnica de colores como símbolo de distinción. Su trato con el era también diferente.

La razón de esta diferencia no la entendían sus hermanos pues José no era el primogénito ni el más fuerte de hecho era el penúltimo (o sea 11° de 12) y el más presumido de todos.

José disfrutaba mucho de contarle sus sueños a sus hermanos donde todo giraba entorno a el y su grandeza .José soñaba en que los astros ,el sol, la luna y las estrellas se inclinaban ante él y otras cosas por el estilo , bastante ridículas a los ojos de sus hermanos. Esto provocó grandes sentimientos de celos y envidia en sus hermanos quienes lo llamaban “EL SOÑADOR” .Tenia tanta envidia y rabia hacia el que un día los hermanos de José salieron a pasear los ovejas, y Jacob ordeno a José ir a ver a sus hermanos y traerle noticias de estos.

Viéndolo venir de lejos, alegre y despreocupado a los hermanos les ganó el collera y la envidia planearon matarlo. Al oír esto Rubén dijo que mejor lo aventaran a un pozo vacío, a las demás hermanos les agrado mas esa idea que la anterior . Al llagar José los hermanos lo agarraron lo desnudaron y lo aventaron al pozo húmedo, frío ,resbaloso y oscuro.

Esa hubiera sido la tumba de José de no ser porque sus hermanos al regresar a casa vieron una caravana de Ismaelitas que traficaba esclavos y Judá propuso que lo vendieran en lugar de dejarlo en ese pozo los hermanos aceptaron así que los traficantes sacaron a José de ese horrible pozo y lo llevaron como esclavo a Egipto donde lo compro Putifar el faraón. Así José vivió varios años como esclavo del faraón hasta que a la mujer del faraón se enamoro de el y como José no le respondió (pues decía que era era una falta de respeto a Dios) ella le dijo a el faraón que José había intentado abusar de ella (lo cual no era cierto).El faraón enfureció tanto que lo mando a prisión.

Dios le dio a José el don de las relaciones publicas no tardo mucho en hacerse amigo del jefe de la prisión .

Paso siento tiempo ,el panadero y el coopero ofendieron a su señor también llagaron a prisión unos días después los dos tuvieron cada uno un sueño el coopero

“He soñado que tengo enfrente de mi una vid, en la que había tres sarmientos; echó brotes, floreció y maduraron las uvas en los racimos. Yo tenia en la mano la copa del faraón ;tome los racimos, los exprimí en ella y la puse en su mano”.Y José dijo “Los tres racismos significan tres días; al cabo de tres días, el faraón te sacara de la cárcel y te repondrá en tu cargo, y volverás a poner la copa del faraón en su mano como solías hacer cuando eras su coopero .Solo te pido te acuerdes de mi cuando te valla bien”.

El panadero mayor dijo a José: También yo he soñado que llevaba tres canastillas de pastas sobre mi cabeza. En la canastilla de encima había toda clase de repostería para el faraón pero las aves del cielo se lo comían del mismo canastillo que yo llevaba sobre la cabeza”.Y José dijo: Los tres canastillos son tres días .Dentro de tres días el faraón te sacara de la cárcel y te hará colgar de una horca, y las aves comerán tu carne.

Y en efecto a los tres días colgaron de la horca al panadero y el coopero fue repuesto en su cargo.

Dos años después el faraón tuvo un sueño se encontraba de pie junto al Nilo, y vio que del Nilo venían siete vacas hermosas y gordas que se pusieron a patear en los juncos que estaban en la orilla. Detrás de ellas subieron siete vacas feas y flacas que se comieron a las vacas hermosas y gordas.

José le dijo que ese sueño significaban siete años de abundancia y siete años de sequía y su consejo fue que durante las siete años de abundancia cosecharan la quinta parte de las cosechas de Egipto. Así lo hicieron y Egipto no sufrió hambre durante los siete años de sequía, pero la sequía era tan grande que pronto afecto mas allá de Egipto hasta llegar donde vivía la familia de José Jacob al no tener que comer y enterarse que en Egipto vendían comida mando a 10 de sus hijos a comprarla ellos se presentaron ante José sin Saber que era el. José al darse cuenta que eran sus hermanos les puso varias pruebas para ver si habían cambiando lo cual sucedió. Los hermanos regresan a casa de Jacob con la buena noticia que José esta vivo y quiere que Jacob y toda su descendencia se muden a Egipto lo cual hicieron.

Jacob padre de José muere en Gosen a la edad de 147 años, y José muere a los 110 años. Antes de morir profetizo que Israel regresaría a la tierra prometida de Canáan.



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