domingo, 5 de febrero de 2012

Eustaquio, Santo



Biografía, 20 de septiembre
Eustaquio, Santo
Eustaquio, Santo

Septiembre 20


Etimológicamente significa “cargado de bellas espigas”. Viene de la lengua griega.

Cuando uno toma conciencia de que está hecho para el Señor, todo lo mira bajo el prisma de su amor.

El joven Eustaquio vivió entre los años 98-117. Sin duda alguna, al estudiar su personalidad, uno cae en la cuenta de que era el general más joven y apreciado en todo el imperio romano.

Pero no sentía feliz. Un día, al ir de caza, logró algo que esperaba desde hacía tiempo: su conversión al cristianismo y la huida de los dioses falsos que presentaba el imperio romano.

Un ciervo, al que se perseguía, se volvió y le dio la cara, vio una cruz en el bosque y eso le bastó para abrazar la vida de los creyentes en Cristo el Señor.

Al mismo tiempo, su mujer Teopista recibió la visita de un ángel y se convirtió también al cristianismo.

Al día siguiente, estaban tan felices que le comunicaron la idea de la conversión a sus dos hijos, y recibieron el bautismo.

Diez días después volvió el ciervo a avisarle a Eustaquio que rezara mucho porque el demonio iba a atacarle duramente.

En una semana todos sus esclavos murieron de peste juntamente con sus ganados.

Los bandidos llegaron e incendiaron su castillo y le robaron todo el dinero. También le atacaron a él y a toda su familia. Visto lo cual se embarcó para Egipto.

Fueron vendidos a un mercader de esclavos. El trabajó como granjero, su mujer como portera de un albergue y sus dos hijos como recaderos de boutique. Al entrar como emperador Trajano, buscó al general Eustaquio. Lo encontraron y ahuyentó a los enemigos de la frontera.

Había que celebrar la victoria. Y con ella el culto a los dioses. No quisieron tomar parte y, sin más , le dieron muerte a toda su familia.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

Eustaquio (Eustacio) de Antioquía, Santo


Eustaquio (Eustacio) de Antioquía, SantoObispoMartirologio Romano: Conmemoración de san Eustacio, obispo de Antioquía, el
cual, célebre por su doctrina, fue desterrado a Trajanópolis, en
Tracia, en tiempo del emperador arriano Constancio, a causa de
su fe católica, y allí descansó en el Señor (c. 338).

San Eustaquio nació en Side, en Panfilia.
Según afirma San Atanasio, confeso ante los perseguidores la fe
de Cristo.

Era un hombre sabio, elocuente
y virtuoso. Elegido obispo de Beroea, en Siria, atrajo sobre
sí las miradas de la Iglesia. Más tarde, fue trasladado
a la sede de Antioquía, que sólo cedía en dignidad
a las de Roma y Alejandría y era la tercera
del mundo. Poco después de ocuparla, asistió al Concilio de
Nicea, donde fue acogido con grandes honores y se distinguió
por su oposición al arrianismo.

En medio
de sus trabajos por los otros, no olvidó que la
verdadera caridad empieza por sí mismo y trabajó ante todo
por su propia santificación.

Pero no por
cuidar de su jardín guardaba para él toda el agua
de la gracia, sino que la dejaba correr también por
los huertos de sus prójimos a fin de que llevase
la fecundidad por doquier.

En las diócesis
que estaba encargado de gobernar, distribuyó hombres capaces de instruir
y sostener a los fieles.

El santo
se alarmó al enterarse de que Eusebio, el obispo de
Cesárea, favorecía la nueva herejía (se trataba del Eusebio conocido
como "el padre de la historia eclesiástica").


La desconfianza que mostró San Eustaquio por la doctrina de
ése y otros obispos, así como su acusación en el
sentido de que habían alterado el Credo de Nicea, provocaron
contra él las iras de los arríanos, quienes consiguieron deponerlo
hacia el año 330.

Antes
de salir de Antioquía el pastor congregó a su grey
y la exhortó a mantenerse fiel a la verdadera doctrina.
La exhortación fue tan eficaz que se formó un grupo
de "eustacianos" para preservar la pureza de la fe y
negar el reconocimiento a todos los obispos que enviasen los
arríanos. Desgraciadamente, esta lealtad degeneró más tarde en sectarismo contra
los prelados ortodoxos.

San Eustaquio fue desterrado
con algunos sacerdotes y diáconos a Trajanópolis de Tracia. No
sabemos con exactitud el sitio ni la fecha de su
muerte. La mayoría de sus copiosos escritos se perdió.


Entre las obras suyas que se conservan, la
principal es una disquisición contra Orígenes, en la que critica
los poderes de la pitonisa de Endor (1 Re. 28:7-23).
Sozomeno recomienda las obras de San Eustaquio por su estilo
y contenido. Pero nada muestra mejor la virtud del santo
que la paciencia con que sobrellevó las acusaciones calumniosas que
se le hicieron en cosas de importancia y, después, la
deposición y el destierro.

San Eustaquio fue
más grande en la desgracia de lo que había sido
cuando sus virtudes brillaban pacíficamente en el gobierno de su
sede.

Su nombre aparece en el canon
de las misas siria y maronita.


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