jueves, 22 de septiembre de 2011

¿TODAS LAS RELIGIONES SON IGUALES?



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«En el mundo globalizado es decisivo el diálogo entre culturas y religiones; ahora bien, este diálogo no debe caer en el sincretismo que pone al mismo nivel todo tipo de valores o creencias, fundiéndolos entre sí..... es necesario un diálogo exigente y profundo entre culturas y religiones, pero no para nivelarlas todas en un sincretismo empobrecedor, sino para permitir que se desarrollen en un respeto recíproco y que trabajen, cada una según su carisma propio, a favor del bien común» - Benedicto XVI, 30, Marzo, 2007.


Somos capaces de encontrar la verdad.
Nuestra fe se opone a la resignación que considera al ser humano incapaz de la verdad
Benedicto XVI
, Mariazell, 8,IX,07. Fuente VIS

El impulso hacia la fe cristiana, el comienzo de la Iglesia de Jesucristo, fue posible porque existían en Israel personas que no se contentaban con lo acostumbrado, sino que miraban lejos buscando algo más grande" y "ya que su corazón esperaba, pudieron reconocer en Jesús a aquel enviado por Dios".

Necesitamos este corazón inquieto y abierto. Es el núcleo de la peregrinación. Tampoco hoy nos basta ser y pensar como hacen los demás. El proyecto de nuestra vida va más allá. Nos hace falta (...) ese Dios que nos ha mostrado su rostro y ha abierto su corazón: Jesucristo. Efectivamente hay grandes personalidades en la historia que han tenido experiencias bellas y conmovedoras de Dios. Son, sin embargo, experiencias humanas, con sus humanas limitaciones. Sólo El es Dios y por eso sólo Él es el puente, que pone en contacto inmediato a Dios con el ser humano".

Si nosotros llamamos a Cristo "único mediador de la salvación válido para todos", esto no significa en absoluto desprecio de las otras religiones ni absolutismo soberbio de nuestro pensamiento, sino solamente ser conquistados por Aquel que nos ha llegado dentro y colmado de dones para que nosotros pudiéramos hacer lo mismo con los demás.

De hecho nuestra fe se opone decididamente a la resignación, que considera al ser humano incapaz de la verdad, como si ésta fuera demasiado grande para él. Esta resignación frente a la verdad es el núcleo de la crisis de Occidente, de Europa. Si para el ser humano no existe una verdad, en el fondo no puede distinguir entre el bien y el mal. Y entonces los grandes y maravillosos descubrimientos de la ciencia se hacen ambiguos: pueden abrir perspectivas importantes (...) para (...) el ser humano, pero también (...) transformarse en una terrible amenaza".

Necesitamos la verdad. Pero ciertamente, a raíz de nuestra historia, tenemos miedo de que la fe en la verdad comporte la intolerancia. Si este miedo, que tiene sus buenas razones históricas, se apodera de nosotros, ha llegado la hora de mirar a Jesús como lo vemos aquí en el santuario de Mariazell. Como niño en brazos de su madre (...) y como crucificado. Estas dos imágenes (...) nos dicen: la verdad no se afirma mediante un poder externo, (...) se concede al hombre sólo mediante el poder interior de ser verdadera. La verdad se muestra en el amor.

Y a la petición "¡Muéstranos a Jesús!", "María responde presentándolo en primer lugar como un niño. Dios se hizo pequeño por nosotros, (...) no viene con la fuerza exterior, sino con la impotencia de su amor que constituye su fuerza".

El niño Jesús nos recuerda naturalmente a todos los niños del mundo. (...) Europa se ha vuelto pobre de niños: queremos todo para nosotros y, quizá, no nos fiamos demasiado del futuro. Pero la tierra estará privada del futuro solamente cuando se apaguen las fuerzas del corazón y de la razón iluminada por el corazón, cuando el rostro de Dios no resplandezca sobre la tierra. Donde hay Dios hay futuro".

Después, indicando el crucifijo, el Papa afirmó: "Dios no ha redimido al mundo con la espada, sino con la cruz. Jesús, moribundo, se extiende (...) en un gesto de abrazo, con el que nos quiere atraer hacia sí".

"¡Mirar a Cristo!". Si lo hacemos nos damos cuenta de que el cristianismo es algo más y algo distinto de un sistema moral, de una serie de mandatos y leyes. Es el don de una amistad que perdura en la vida y la muerte (...) y lleva en sí una gran fuerza moral que necesitamos tanto frente a los retos de nuestra época. Si con Cristo y su Iglesia releemos de nuevo el Decálogo del Sinaí (...) nos damos cuenta de que es (...) "ante todo un sí a un Dios que nos ama y nos guía (...) y sin embargo nos deja nuestra libertad entera (los tres primeros mandamientos). Es un sí a la familia (cuarto mandamiento), a la vida (quinto mandamiento), a un amor responsable (sexto mandamiento), a la responsabilidad social y a la justicia (séptimo mandamiento), a la verdad (octavo mandamiento), al respeto de los otros y de lo que les pertenece (noveno y décimo mandamientos). En virtud de la fuerza de nuestra amistad con el Dios vivo, vivimos este múltiple sí y al mismo tiempo lo llevamos como indicador de nuestro recorrido en el mundo".

PV-AUSTRIA/HOMILIA/MARIAZELL VIS 070908 (1150)


"SEMILLAS DE VERDAD" EN LAS RELIGIONES NO CRISTIANAS
Papa Juan Pablo II, Audiencia General del 9 de septiembre, 1998

"Las ´semillas de verdad´ son efecto del Espíritu de verdad que actúa más allá de los confines visibles del Cuerpo Místico y que sopla donde quiere".

"En todas las auténticas experiencias religiosas, la manifestación más característica es la oración. (...) Toda auténtica oración es suscitada por el Espíritu Santo, quien está misteriosamente presente en el corazón de cada hombre".

"A través de la práctica de lo que es bueno en sus propias tradiciones religiosas, y siguiendo los dictados de su conciencia, los miembros de las otras religiones responden positivamente a la invitación de Dios y reciben la salvación en Jesucristo, aunque no lo reconozcan como su Salvador".

El comportamiento de la Iglesia y de los cristianos con respecto a las otras religiones se caracteriza por "el sincero respeto, la profunda simpatía, y también, cuando es posible y oportuno, la cordial colaboración. Esto no significa olvidar que Jesucristo es el único Mediador y Salvador del género humano. Y tampoco atenuar el impulso misionero al que estamos obligados en obediencia al mandato del Señor resucitado: ¨Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

Esta actitud de respeto y diálogo, concluyó Juan Pablo II, "constituye un debido reconocimiento de las ¨semillas del Verbo¨ y de los ¨gemidos del Espíritu¨. Y prepara el anuncio del Evangelio "en espera de los tiempos dispuestos por la misericordia del Señor".

-Vatican Information Services, AG/ESPIRITU:RELIGIONES/... VIS 980909 (290)


LOS CATÓLICOS DEBEN REDESCUBRIR LA «RELIGIÓN VERDADERA»
Intervención del cardenal Ratzinger en la Sorbona de París PARIS, 9 dic. 1999 (ZENIT).

«Dos mil años, ¿después de qué?». Este fue el provocador tema de un simposio de tres días, del 25 al 27 de noviembre, organizado por la Universidad Sorbona de París, en el que fue invitado el Cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe. El encuentro sirvió para constatar que en estos días de transición hacia el 2000 se habla mucho de «efecto 2000», pero pocos se preguntan sobre el nacimiento de Jesús, el auténtico motivo de estas celebraciones.

Como el mismo diario «Le Monde», explicó, se trataba de reflexionar «sobre la figura de Cristo y de su enseñanza en el templo del racionalismo fundado por la II República».

La intervención del Cardenal Ratzinger suscitó un interés inesperado, hasta el punto de que el suplemento dominical de ese diario parisino abrió la portada con la transcripción íntegra del purpurado bávaro. El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe afrontó las grandes cuestiones que plantea el cristianismo a la mentalidad laicista, respondiendo a preguntas como «si se puede aplicar la noción de verdad a la religión católica o, dicho de otra manera, si el hombre puede conocer la verdad propiamente dicha sobre Dios y todo lo divino».

El cristianismo, recuerda Ratzinger, «tiene la pretensión de la verdad». Pero esto ha provocado poco a poco en los ambientes filosóficos y científicos progresivas oleadas de escepticismo, cuando no de hostilidad: «La teoría de la evolución parece haber superado la doctrina de la creación, los conocimientos acerca del origen del hombre superado la doctrina del pecado original». Con el fin de la metafísica, se ha hecho fácil «reducir los contenidos cristianos a un discurso simbólico, no atribuirles más verdad que la de los mitos de la historia de las religiones, y mirarlos como un modo más de experiencia religiosa, que debe considerarse humildemente al lado de los demás». En definitiva, concluyó, se corre el riesgo, insidioso y difuso, de la homologación de confesiones religiosas, rebajando el nivel de todas.

Afrontando claramente este reto intelectual, el Cardenal Ratzinger sugirió una reflexión lanzando una mirada a los orígenes del cristianismo. «La fuerza que transformó el cristianismo en una religión mundial consistió en su síntesis entre razón, fe y vida; es precisamente esta síntesis la que se expresa con la breve fórmula religión verdadera».

El auténtico desafío de los católicos de fin de milenio, según el purpurado, consiste en seguir convencidos en la profesión de esta religión verdadera en un momento caracterizado por el relativismo y la tentación del sincretismo. «El compromiso del católico por devolver a la expresión "religión verdadera" consistirá en hacer coincidir amor y razón como pilares fundamentales de lo real: la razón auténtica es el amor y el amor es la razón auténtica. En su unidad son el fundamento auténtico y el fin de todo lo real».

Fuente: Zenit ZS99120901
ZENIT es una excelente agencia internacional de información. Visite su página http://www.zenit.org


El verdadero diálogo religioso

«La mejor manera para avanzar es el diálogo auténtico entre cristianos y musulmanes, basado en la verdad e inspirado por el sincero deseo de conocernos mejor mutuamente, respetando las diferencias y reconociendo lo que tenemos en común». Benedicto XVI, Turquía, 28 Nov.06

Sobre la coherencia en el diálogo
Llaria Morali, teóloga católica Fuente: Zenit

Recuerdo que el año pasado, en el momento del intercambio con la asamblea, una persona del público me preguntó si al menos podía aceptar que Mahoma fue el último de los profetas y el más grande. Dirigiéndome a un público compuesto de musulmanes, antes de responder, le pregunté a mi vez: «Si yo hiciera una pregunta análoga sobre Jesucristo, por ejemplo pidiendo a un profesor musulmán que admita al menos que Jesucristo es tan grande como Mahoma, ¿considerarían que es un buen musulmán si, por complacerme, me diera la razón? Ustedes preferirían --creo yo-- que fuera coherente con su fe incluso a costa de disgustarme con su respuesta. Pienso que ustedes quieren de mí una respuesta como mujer católica y no apreciarían una respuesta de componenda para complacerles. No me considerarían una buena cristiana católica. Por ello les respondo como cualquier católico debería responder: con sinceridad y serenidad».

Recuerdo que este razonamiento tocó cuerdas profundas en mis colegas musulmanes que me manifestaron un gran aprecio por la sinceridad y transparencia demostrada, y también por mi valor al darles una respuesta que ciertamente no era totalmente aceptable para un musulmán.

Un profesor me dijo: «doctora Morali, nosotros queremos dialogar con católicos de verdad, no con católicos a medias, aunque esto sea ciertamente bastante más difícil. Siga así, por favor».

¿TODAS LAS RELIGIONES SON IGUALES?
Padre Jordi Rivero

Podemos decir que todas las religiones tienen elementos de la verdad.
Es el mismo Dios a quien los musulmanes llaman "Alá", los judíos "Yahveh" y los cristianos "Padre". La adoración de todos es grata a Dios siempre que nazca de un corazón sincero y humilde. Además, todas estas religiones tienen en común muchas verdades referentes a Dios, el hombre, el bien y el mal y nuestro destino eterno.

La Iglesia católica defiende la libertad religiosa de todos, busca el diálogo y la colaboración entre las religiones. Ciertamente, nadie debe ser forzado a creer. Pese a los errores cometidos por algunos en el pasado, la gran mayoría de los misioneros fueron respetuosos de la libertad de conciencia. No es justo olvidarse de eso.

El catecismo enseña: "nadie debe estar obligado contra su voluntad a abrazar la fe. En efecto, el acto de fe es voluntario por su propia naturaleza" CIC # 160. Pero el respeto y la tolerancia no deben conducir al relativismo. Dios nos ha revelado la verdad sobre si mismo y sobre sus designios para los hombres y estas verdades son necesarias para la plena realización del hombre y su salvación.

Dios viene a nuestro encuentro
El hombre siempre ha buscado a Dios. Buscar es bueno y necesario, pero siempre limitado. El hombre por si solo no logra llegar a Dios. Su religión está llena de torceduras y cegueras causadas por el pecado. Pero Dios no nos ha abandonado. Comenzó a preparar a la humanidad con Abraham y, en la plenitud de los tiempos, Dios mismo se ha dado a conocer plenamente en Su Hijo Jesucristo.

Quien encuentra a Cristo es como quien caminaba en la oscuridad con una vela. Cuando salió el sol todo quedó iluminado y su camino se hizo rápido y seguro. Ahora es capaz de ver toda la hermosura del paisaje que antes permanecía en penumbras. Igualmente, cuando aparece Jesucristo el alma queda iluminada por una luz inefable de la verdad divina.

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. -Juan 3,16

Jesús nos revela con su vida y sus palabras el infinito amor de Dios por cada uno de nosotros. El Espíritu Santo nos comunica este amor y nuestra vida es profundamente transformada y santificada. ¡descubrimos que no solo existe un Dios sino que somos sus hijos, capaces de participar en su vida divina! Esta gracia que experimentamos tiene un efecto transformador manifiesto en nuestro cambio de vida. Somos liberados de las ataduras del pecado que antes nos dominaban. El encuentro con Cristo nos capacita para una vida nueva. Esta realidad es testimoniada en la historia a través de los santos. "Por sus frutos los conoceréis" -Mateo 7,16.

San Pablo nos relata su experiencia:

A mí, el menor de todos los santos, me fue concedida esta gracia: la de anunciar a los gentiles la inescrutable riqueza de Cristo, y esclarecer cómo se ha dispensado el Misterio escondido desde siglos en Dios, Creador de todas las cosas, para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a las Potestades en los cielos, mediante la Iglesia, conforme al previo designio eterno que realizó en Cristo Jesús, Señor nuestro, quien, mediante la fe en él, nos da valor para llegarnos confiadamente a Dios. -Ef 3,8-12.

...al Misterio escondido desde siglos y generaciones, y manifestado ahora a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria, al cual nosotros anunciamos, amonestando e instruyendo a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de presentarlos a todos perfectos en Cristo. Por esto precisamente me afano, luchando con la fuerza de Cristo que actúa poderosamente en mí. -Colosenses 1,26-29

¿Todas las religiones son iguales?
La idea de que todas las religiones son iguales se asocia con apertura y de tolerancia. Pero primero hay que preguntarse: ¿es VERDAD que todas son iguales?, ¿Es Jesucristo tan solo un maestro mas, un camino entre muchos válidos caminos?.

A los que defienden el relativismo les pregunto: ¿Por qué no practican el relativismo cuando necesitan atención médica?. En caso de requerir una operación, para ser consecuentes con el relativismo, deberían decir: "no me importa quien me haga la cirugía, sea un brujo, un carnicero, un aprendiz o un cirujano con experiencia. Todos son iguales". En realidad no somos tan "flexibles" ni "abiertos" para las cosas que verdaderamente valoramos. ¿Acaso no tenemos cuidado de escoger lo mejor para nosotros y nuestros seres queridos?. Para eso tenemos inteligencia. Lo triste es que nos interesa mas la verdad sobre las cosas materiales que las espirituales, ponemos mas atención al cuerpo que al alma.

Quien considere a Cristo tan solo como uno mas de tantos que han hablado de Dios no le conoce. El mismo dijo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida"

Díceles él (Jesús): «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. -Mateo 16,15-17

Pedro fue escogido por Jesús para ser el primer Papa. Hasta el fin de los tiempos la Iglesia, encabezada en la tierra por el Papa, vicario de Cristo, enseñara siempre la plenitud de la verdad en su magisterio.

Muchas religiones comparten algunas verdades. Pero no debemos conformarnos con algunas verdades cuando podemos conocer a aquel que ES la verdad y fuente de toda la verdad: Jesucristo. Cristo revela la plenitud de la verdad en su propia persona. El es Emmanuel, Dios con nosotros. El fundó una Iglesia y le prometió estar siempre en ella. Le prometió la asistencia perenne del Espíritu Santo para garantizar que su magisterio contenga siempre toda la verdad y solo la verdad. Quien ha recibido este tesoro tiene una obligación por caridad de compartirlo.


Un ejemplo. En vísperas de la visita del Papa a Nigeria, Marzo 1998, se dio la siguiente noticia en los periódicos de la nación:

Nigeria, treinta personas de la tribu de urhobo fueron sacrificadas a los dioses por una etnia rival, los ijawa, en un sangriento ritual celebrado en el Sur del país.

Las víctimas - 11 hombres, 10 mujeres y 9 niños - fueron masacradas en una ceremonia que tuvo lugar en un Santuario de Oboro, en el Estado de Bayelsa.

Tiro Agbudje, quien logró escapar con vida junto a su hijo pequeño, viajaba en una embarcación fluvial con un grupo de personas de su tribu que se dirigía a una población vecina para dar el último adiós a un miembro enfermo de la comunidad. De repente, el grupo fue atacado por los ijawa quienes les obligaron a acompañarles hasta su poblado.

En el camino, Agbudje logró huir con el hijo, sin embargo, según afirma, pudo ver la inmolación de sus compañeros bajo la estatua de una divinidad femenina como conclusión de un ritual celebrado por el sumo sacerdote. En esta región tienen lugar frecuentemente enfrentamientos étnicos. Las autoridades han anunciado el envío a la zona del rito macabro de un destacamento de la policía para evitar crímenes de este tipo que podrían tener resonancia mundial en caso de que sucedieran durante la visita del Papa al país.

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Alguno dirá que también los cristianos se matan unos a otros y cometen toda clase de crímenes. Pero hay una diferencia fundamental. Cuando un cristiano asesina no lo hace por ser cristiano sino por ser mal cristiano. No comete el delito porque lo mande su religión. Lo que la fe católica enseña está claramente expuesto en su magisterio y se fundamenta en amor a Dios y amor al prójimo, incluso a los enemigos.

Utilicemos una analogía: Quien se cubre con un paraguas no se moja aunque camine en la lluvia; de la misma manera quien cierra su corazón a la gracia no se santifica ni da buen fruto aunque esté en la Iglesia.

No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. -Mateo 7,21

Todos los hombres tienden al mal. Los Cristianos no somos mejores por nosotros mismos. Si manifestamos una vida superior es por gracia de Dios, la gloria es de Jesucristo.

Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros. -II Corintios 4,7

El bien supremo es Cristo, quien vino para todos y nos mando comunicar su Evangelio a todos. Solo en El podremos todos vivir plenamente como verdaderos hijos de Dios. Todos tienen derecho a conocer a Jesucristo y hemos de hacer todo lo posible para que todos puedan encontrarlo. El Cristianismo no es para un grupo étnico sino para todos.

Muchas veces los nuevos conversos al cristianismo nos dan ejemplo.

Un ejemplo:

ONITSHA, 19 marzo, 1998 (ZENIT).

Uno de los capítulos más sugestivos de la epopeya misionera en Nigeria es la leyenda de los reyes cristianos: hombres potentes y temidos que renunciaron a muchas prerrogativas para seguir a Cristo. En la región «ibo» (sudeste de Nigeria), el más famoso fue el rey Idigo de Agulcri quien, en 1891, después de haber renunciado a todos sus fetiches y a seis de sus siete mujeres, se fue a vivir con misioneros en una aldea de leprosos, antiguos esclavos, y de ancianas acusadas de hechicería.Otro ejemplo es el rey Nigeriano Nzedegwu II quién fue entrevistado por Zenit.

- Nzedegwu II: Quise que quedara claro que yo quería ser un rey cristiano y que, por consiguiente, cumpliría sólo con las funciones compatibles con mi fe, es decir: no aceptaría el título de gran sacerdote ni ofrecería sacrificios a los espíritus. Mi funeral debería ser cristiano.

- ¿Cuál es la diferencia entre el funeral de un rey cristiano y el de un rey pagano?

- Nzedegwu II: La muerte de un rey pagano va acompañada del sacrificio de sus concubinas y de sus siervos, que quedan enterrados en la tumba con él.

A mi muerte no se derramará sangre, el arzobispo será el primero en ser informado y se ocupará del rito fúnebre.

- La gran mayoría de los «ibos» es cristiana, pero entre sus súbditos hay también paganos. ¿Cómo se comporta con ellos?

- Nzedegwu II: A veces vienen a pedirme animales para sacrificarlos en su santuario, pero me opongo a entregárselos vivos. Si quieren, los mato yo aquí, en mi casa, y luego se los entrego. Les invito a rezar conmigo, pero no me asocio de ningún modo a los sacrificios a los espíritus.

- Como el padre Tansi, también Su Majestad ha tenido que renunciar a muchas cosas para seguir a Jesús. ¿Ha sido difícil?

- Nzedegwu II: No he sido yo quien ha hecho todo esto, mi fe es obra de Dios. Ahora puedo hablar a Dios en mi lengua y estoy seguro que comprende lo que le digo. Hay un ángel de la guarda que vigila sobre mí. Los paganos temen a los espíritus y les ofrecen sacrificios continuamente. Yo sé que Jesús se sacrificó por mí, y lo único que tengo que hacer es rezar.

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Bien comprendieron estos reyes que Cristo es EL CAMINO y no meramente un camino más.

Quien busca encuentra
"Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá" -Mateo 7,8.

A medida que descubrimos la verdad somos capaces de hacer mejores decisiones. Apremia, por lo tanto, esmerarse en conocer la verdad y no conformarse con cualquier cosa. Buscar la verdad requiere mucho esfuerzo y honestidad.

Debemos respetar la conciencia de todos pero eso no significa que dejemos de compartir el tesoro que hemos recibido. Jesús vino para salvar a toda la humanidad y llevar a todos a una nueva relación con Dios. "Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación." -Marcos 16,15.

No hacemos ningún bien pretendiendo que todo es igual. Esa actitud es frecuentemente un escape para eximirnos de nuestra responsabilidad y una falta de amor a nuestros hermanos que buscan la verdad.


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