viernes, 30 de septiembre de 2011

Santa Humbelina

13 de febrero, día de Santa Humbelina

Hoy, 13 de febrero, conmemoramos a Santa HUMBELINA, Religiosa.

SANTA HUMBELINA (1092-1147) nació en Borgoña, Francia, en el castillo de Fontaines-les-Dijon, donde sus padres eran los señores del castillo.

Ella fue la cuarta de siete hermanos, todos ellos varones. Junto con ellos recibió una amplia educación, pero lo principal fue que sus padres predicaban con el ejemplo.

Su familia era muy piadosa y cercana a la vida religiosa. De hecho, uno de sus hermanos, con el que mejor amistad llevó, se convirtió en San Bernardo, uno de los Doctores de la Iglesia.

Humbelina era una persona muy alegre, y su buen humor era celebrado por quienes la conocían. Solía tener charlas profundas de religión con su padre, y más tarde con el que fue su noble marido, Guido de Marcy.

Toda su vida su preocupación principal era cómo servir mejor a Dios. En una charla con su esposo, ambos deciden dedicar el resto de sus vidas a servir en un convento. Él ingresa al de Císter, y Humbelina al de Jully, donde ya se encontraban su cuñada Isabel, quien era la abadesa, y su sobrina Adelina.

Al morir Isabel, Santa Humbelina es quien hereda el cargo. Se le recuerda por el amor y la prudencia con la que cumplió su cometido. Antes de que Dios llamara a Humbelina a su seno, su hermano San Bernardo le predijo que alcanzaría la santidad. Y así fue, en 1871, canonizada por el papa Pío IX.

SANTA HUMBELINA nos enseña el valor de la alegría para servir mejor a Dios.
Humbelina, Beata
Abadesa, 12 de febrero

Humbelina, Beata
Humbelina, Beata

Abadesa

Martirologio Romano: En el monasterio de July, en la región de Troyes, en Francia, beata Humbelina, priora, la cual, convertida por su hermano san Bernardo de una vida mundana, con el consentimiento de su marido abrazó la vida monástica (1136).

Etimología: Humbelinda = Aquella que guía a los suyos, es de origen germánico.

Fecha de beatificación: Culto confirmado por el Papa Clemente XIII el año 1763.
Modernamente, para crecer como persona creyente, es muy importante adherirse a un grupo. Este te ayuda mucho a madurar en tu camino de fe, y te alienta cuando te hace falta. Todos necesitamos sentirnos seres vivos. Y el grupo te impulsa justamente a eso.

Fue una religiosa del siglo XII. Su familia vivía tan profundamente la vida cristiana que todos fueron religiosos o religiosas.

Cuando detrás, en el fondo y enfrente de una persona se encuentra una familia a carta cabal, es normal que en ese ambiente reine la concordia y el afán por escalar la meta más importante de esta vida: la santidad.

Al hablar un día con su padre acerca de su vocación religiosa, éste le dijo: Mira la nieve que hay sobre el Monte Jura. Es muy bella la panorámica. Es cierto. Pero lo que más importa es que esa nieve se convertirá en el agua que riegue estas tierras.

Sin ella, todo sería u desierto en el que no crece nada.

Los monjes encerrados en los monasterios parecen inútiles, pero son la fuente de la que mana el bien espiritual para todos los demás.

Otra vez preguntaba Humbelina: ¿Cómo servir mejor a Dios?
Entonces habló con prudencia y alegría a su marido acerca de su propósito de meterse a monja.

Y sin dudarlo mucho, se marchó al convento de Jully, en que ya estaban su cuñada Isabel y su sobrina Adelina.

A la muerte de Isabel, fue ella quien ocupó el cargo de abadesa del monasterio.
Había una sana competición. La más sana que existe: luchar por ver quién es mejor y más santo o santa.

Su hermano san Bernardo le dijo un día que preveía que iba a ser santa. Cuando le llegó el momento final, fueron sus hermanos a verla pasar a la casa del padre.

Su culto fue confirmado en 1763.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

Etimológicamente significa “la que da sombra”. Viene de la lengua latina.

Modernamente, para crecer como persona creyente, es muy importante adherirse a un grupo. Este te ayuda mucho a madurar en tu camino de fe, y te alienta cuando te hace falta. Todos necesitamos sentirnos seres vivos. Y el grupo te impulsa justamente a eso.

Fue una religiosa del siglo XII. Su familia vivía tan profundamente la vida cristiana que todos fueron religiosos o religiosas.

Cuando detrás, en el fondo y enfrente de una persona se encuentra una familia a carta cabal, es normal que en ese ambiente reine la concordia y el afán por escalar la meta más importante de esta vida: la santidad.

Al hablar un día con su padre acerca de su vocación religiosa, éste le dijo: Mira la nieve que hay sobre el Monte Jura. Es muy bella la panorámica. Es cierto. Pero lo que más importa es que esa nieve se convertirá en el agua que riegue estas tierras.

Sin ella, todo sería u desierto en el que no crece nada.

Los monjes encerrados en los monasterios parecen inútiles, pero son la fuente de la que mana el bien espiritual para todos los demás.

Otra vez preguntaba Humbelina: ¿Cómo servir mejor a Dios?

Entonces habló con prudencia y alegría a su marido acerca de su propósito de meterse a monja.

Y sin dudarlo mucho, se marchó al convento de Jully, en que ya estaban su cuñada Isabel y su sobrina Adelina.

A la muerte de Isabel, fue ella quien ocupó el cargo de abadesa del monasterio.

Había una sana competición. La más sana que existe: luchar por ver quién es mejor y más santo o santa

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Su hermano san Bernardo le dijo un día que preveía que iba a ser santa. Cuando le llegó el momento final, fueron sus hermanos a verla pasar a la casa del padre.


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