jueves, 11 de agosto de 2011

Mariología


MARIA MADRE DE DIOS

Todos los privilegios y todos los títulos, la gloria, los honores de la santa Virgen María tienen su fundamento y justificación en su privilegio central que es su maternidad divina, y sus privilegios son o premisa o consecuencia de ese privilegio central, por ejemplo: concebida sin la culpa original (inmaculada) porque iba a ser la Madre de Dios, llevada a los cielos en cuerpo y alma (asunción) porque es Madre de Dios, dispensadora de todas las gracias, porque es Madre de Dios, siempre virgen (antes del parto, en el parto y perpetuamente después del parto), etc..., por que es Madre de Dios.


Introducción

En Cristo los privilegios y las perfecciones de la humanidad tienen su razón y fundamento en la unión hipostática; en la santa Virgen María tienen su razón y fundamento en su unión espiritual y física con su Hijo Jesucristo.

Precisamente por su íntima unión espiritual y física con el Hijo, la Santa Virgen tiene un lugar singular y exclusivo en el proyecto de la economía de la Redención...

El Verbo eterno no tomó su naturaleza humana mediante una nueva creación, sino por su generación humana. Siempre que se habla de la Encarnación del Verbo, en la Sagrada Escritura y en la enseñanza de los Padres de la Iglesia, se habla a la vez, de la "Mujer" de la cual tomó la humana naturaleza. Porque el Verbo tuvo nacimiento terrenal de la Virgen María, ella tiene personalmente una relación objetiva en el designio divino de la Salvación; y por su relación personal con el divino Redentor, ella está en el Credo: "nacido de María la Virgen". Por su relación personal con el Hijo Jesucristo, tenemos una doctrina mariológica teológico-dogmática, cosa que no se da para ningún otro santo; y ¿por qué? Sencillamente porque los demás santos tienen, con respecto a nuestra salvación, una relación no personal, sino meramente funcional.

Es necesario, para una mejor comprensión, tener presente aquí lo que usted estudió, es decir, los tres ordenes que existen en el plan de Dios: el orden natural, el orden sobrenatural y el orden hipostático, ¿qué significa esto? Significa que una persona todavía no bautizada está a nivel meramente natural, esto es, tiene solamente los dones debidos a su naturaleza humana (inteligencia, voluntad, memoria, alma, una cabeza, dos piernas, dos ojos, etc...), cuando recibe el sacramento del Bautismo, entonces es elevado al orden sobrenatural porque se le participa de la vida sobrenatural, la vida de la gracia, la vida divina; somos partícipes de la naturaleza divina (Cf. 2 Pedro 1, 4), y entonces recibimos la filiación divina adoptiva que es una modificación real intrínseca en fuerza de la cual podemos hablar de una verdadera regeneración, es decir, de un verdadero nacimiento a la vida divina (nacidos de Dios ), de una semejanza de naturaleza con Dios y de una manera especial con la Persona divina del Hijo (hijos en el Hijo). La santa Virgen María está en estos dos ordenes por su naturaleza humana (orden natural) y por su plenitud de gracia (orden sobrenatural) y de manera absoluta, pero ella por su maternidad divina, por ser la verdadera Madre del Verbo divino fue elevada al orden hipostático, claro está, de una manera relativa, porque el orden hipostático absoluto es exclusivamente de Cristo, porque solamente en El subsisten las dos naturalezas (la humana y la divina) bajo la hipóstasis de la única persona divina del Verbo; pero la santa Virgen es verdadera Madre de esa única persona que tiene inseparablemente las dos naturalezas, así que Ella tiene con el Verbo una relación personal, objetiva, real, esencial (como ya dijimos); Ella es Madre de esta única persona en la línea de la naturaleza humana (la divina no puede tener madre), así que Ella tiene con la persona del Verbo encarnado esa relación intrínseca, directa e inevitable que existe entre una madre y su propio hijo.

La gracia santificante la eleva al orden sobrenatural otorgándole la gracia de la adopción filial; la gracia de la maternidad divina la eleva al orden hipostático con la finalidad de suministrar al Verbo eterno la naturaleza humana y dar al mundo el Salvador; esto da a María un lugar único e inaccesible en el plan de la Redención; y una dignidad personal que ninguna otra mujer podría alcanzar.

Solamente la Santa Virgen puede estar a ese nivel; y por eso el estudio de la mariología es un estudio teológico-dogmático.


María Madre de Dios
En sentido verdadero y propio
Es de fe

Como ya dijimos, en Cristo Jesús los privilegios y las perfecciones de la humanidad tienen su razón y su origen en la unión hipostática; también las grandezas de María tienen su fundamento en esta unión, y le han sido concedidas en fuerza de esa unión. Es por ello que ponemos al vértice de la Mariología el privilegio que primero deriva de esa unión, esto es, la Maternidad divina, luego se tratará de los demás privilegios que de ése derivan o que son premisas o consecuencia, privilegios de gracia (p. Ej.: su inmaculada concepción), de honores (p. Ej.: su perpetua virginidad; su culto de hiperdulía); de gloria (p. Ej.: su asunción a los cielos en cuerpo y alma; reina de los Santos y de los Ángeles).

Así que el privilegio primero, central y fundamental es ser verdadera Madre de Dios; y en este hecho de la Maternidad divina se fundamentan todos los privilegios de María.

Es preciso notar y tenerlo bien presente que el nacimiento del Verbo de una mujer y de una mujer virgen no debe ser considerado una necesidad de parte de Dios; no hay motivos de estricta necesidad, porque no se puede hablar de necesidad en las obras de Dios ad extra; fue, pues, un acto libre de la divina sabiduría, por cuantos argumentos de convivencia se pueden encontrar y aducir, y de facto, la tradición de la Iglesia y la Escolástica los encontraron y los expusieron. Sin embargo, podía Dios, es cierto, tomar carne, en la que fuera mediador entre Dios y los hombres, de otra parte y no de la estirpe de aquel Adán que con su pecado encadenó al género humano, como antes creó al mismo Adán sin precedencia de estirpe. Pudo, pues, crear un hombre de esta o aquella manera, y en él vencer al vencedor del primer Adán; pero Dios juzgó más conveniente...

En pocas palabras, Dios habría podido salvar al mundo en tantas maneras, su infinita sabiduría y su omnipotencia podía encontrar muchos medios... de facto decreto que aconteciera así...

"Usted sabe que el pecado es el único límite a la actividad divina; y por ello, el Hijo de Dios no podía encarnarse siguiendo un camino moralmente no bueno o con alguna mediación culpable".


Ninguna obra humana, y por ende de suyo finita, podía merecer la Encarnación; nadie tenía mérito para exigirla o poder para realizarla.

Por tanto, cuando decimos que la Santa Virgen María "mereció llevar" al Salvador del mundo. Por ejemplo, rezamos o cantamos en nuestra Liturgia en lengua latina la Antífona Regina caeli: "Regina caeli, laetare, allelluia/ quia quem meruisti portare, allelluia/ resurrexit sicut dixit, allelluia..." (Alégrate, o Reina del Cielo, porque ha resucitado Aquel a Quien tú has merecido llevar en tu seno...), no es en el sentido que ella haya merecido ex condigno (en estricta justicia) que el mismo Señor de todos se encarnara, sino que en virtud de la gracia que le fue dada obtuvo un tan alto grado de pureza y de santidad que fue juzgada digna (de congruo) de poder ser la Madre de Dios.


Escritura

Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo y nació de la Virgen María.

Isaías profetizó: "Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel" (7, 14); esta profecía se realizó en María que habiendo concebido virginalmente, dio a luz a Jesús, el Emmanuel, así atestigua san Mateo: "La generación de Jesús fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le darás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados". Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved que la Virgen concebirá y dará a luz, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros" (1, 18-23).

"Por lo pronto, tomamos aquí el texto de Isaías y de Mateo para demostrar que María es la verdadera Madre de Jesús; y por lo mismo tomamos los siguientes, luego a su debido tiempo y lugar, los retomaremos para demostrar otros privilegios de María, por ejemplo, su perpetua virginidad".

"Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo" (Mt 1, 16).

El Ángel dijo a María: "vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús" (Lc 1, 31).

"Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva" (Gal. 4, 4-5).

En el Evangelio María es llamada, ordinariamente, y repetidas veces, "Madre de Jesús" o simplemente "Madre suya" (de El) (Cf. p. ej.: Mt 1, 18; 2, 11; 13, 55; Mc ·, 31-32; 6, 3; Lc 2, 33-34. 48; Jn 2, 1; 19,26; Hch. 1, 14).

El hecho de que Jesús no llame a María con el nombre de "madre", sino de "mujer". "Jesús le responde: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora" (Jn 2, 4; ), "Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: <>" (19, 26), no es prueba de que El le niegue la cualidad de madre, como algunos ( v. gr. Docetas) quisieran deducir citando el texto de Mateo: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" (12, 48). Muy significativamente el mismo san Juan en los dos textos citados, no dice "María", sino que le da el glorioso título de "Madre de Jesús", título con que los primeros cristianos veneraban a la santa Virgen. Los dos textos (Caná y María a los pies de la cruz) dicen el papel trascendente que tendrá "su Madre" en la Iglesia. Cuando Jesús dice: "Todavía no ha llegado mi hora" (Jn 2,4), se refiere no a la hora de empezar a hacer milagros, pues efectivamente hace él los milagros, sino se refiere a su muerte y glorificación; y María está a un lado de su Hijo en la obra de la Redención. Así que cuando Jesús, estando crucificado, se dirige a su madre, llamándola "Mujer" y entregándola al discípulo, no está hablando como individuo particular, sino como Redentor universal, y entonces en el plano mesiánico no la llama "madre" porque con eso expresaría simplemente su piedad filial, sino que le dice "Mujer", porque estamos en el plano mesiánico, y María, su Madre, está en relación con la "Mujer" del Génesis (Cf. Gn. 2-3). Cristo es el Nuevo Adán y María la Nueva Eva, Madre de la humanidad redimida; y si sobre el Calvario es proclamada madre de la humanidad redimida, en Caná es y actúa como Madre solícita y poderosa intercesora en favor de sus hijos, los creyentes, dispensadora de las gracias de su Hijo Dios.

Y a propósito del texto de Mateo 12, 48, Jesús, a la pregunta: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?", Declara que su madre y sus hermanos son todos los que cumplan la voluntad de su Padre celestial (Cf. vv. 49-50). Podemos citar algunos otros textos evangélicos.

En pocas palabras decimos que a Jesús el Padre le encomendó la misión de la Redención de la humanidad; El es el Mesías, el Enviado del Padre, y todo lo hace y todo lo dice conforme al plano y a la voluntad del Padre; ahora bien, El antepone el plano mesiánico al plano humano en donde está su madre y sus parientes en la línea humano-temporal; no niega ni rechaza su parentesco, mucho menos a su madre, sino que podemos decir que por razones pedagógicas, no quiere debilitar de una manera u otra su misión divina con consideraciones de parentesco; y quiere que todos entiendan esto. Como Mesías depende solamente del padre celestial y se pone por encima de todo afecto natural.

Además, el Señor Jesús funda la familia sobrenatural cuyos vínculos no son ya los de la sangre, sino los vínculos de la fe y de amor. "A todos los que la recibieron (la Palabra) les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios" (Jn 1,12-13). "El que no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu" (Jn3, 5-6).

"Tú estás proclamando dichosa a mi madre terrenal, pero yo te digo que ella es dichosa, ciertamente, por ser mi madre en el sentido natural, histórico y fisiológico, pero es todavía más dichosa por ser mi Madre en el sentido espiritual, porque Ella, antes de ser mi madre terrenal y corporalmente, fue la humilde esclava del Señor, creyó, escuchó la Palabra, se abrió a la Palabra, la guardó en su corazón y la vivió; hizo la voluntad de Dios. Dichosa porque ha creído que se cumpliría todo lo dicho a Ella por el Señor" (Cf. Lc 1, 38. 48; 2, 51).

Esta claro, pues, que María es la verdadera madre de Jesús; ahora bien, Jesús el verdadero y eterno Hijo del Padre, verdadero Dios como el Padre y el Espíritu Santo. "En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios... Y la palabra se hizo carne y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad" (Jn 1, 1. 14).


Magisterio

La verdad de la maternidad divina de María objetivamente profesada por la Iglesia desde los Evangelios, como acabamos de ver, y expresada por la misma en su Símbolo de los Apóstoles, cuya primera formulación encontramos ya en la segunda mitad del II siglo. "Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, nacido de María Virgen". (Cf. Ds 10ss.) El título formal de Madre de Dios (Qeot`koV - Dei Genetrix- < la que dio a luz a Dios>) aparecerá más tarde, como veremos en el párrafo de la tradición.

Al negar Arrio la divinidad del Señor Jesús, consecuentemente se negaba la maternidad divina de María; si Jesús no era Dios, María no era madre de Dios. El Concilio de Nicea (325) condenó la herejía arriana y definió la divinidad del Señor Jesús. (Cf. DS 125-126).


A) Concilio de Éfeso (431, III ecuménico)


Nestorio afirmaba que en Cristo hay dos personas y que el Logos habita en el hombre Jesús como en un templo, negaba así la verdadera maternidad divina de María; Ella no sería Madre de Dios, sino que sería madre de Cristo en quien Dios habitó, sería portadora de Dios que estaba en el hombre Jesús; entonces si el Verbo no nació de María, Ella no es Madre de Dios, sino madre de un hombre (Vnqrwpot`koV, "Cristot`koV").

Intervino la Iglesia con el Concilio de Efeso , profesó y defendió la verdad de la maternidad divina de María y condenó la herejía nestoriana. "Si alguien no confiesa que el Emmanuel sea verdadero Dios (Qeon einai katV alZqeian ton WmmanuZl) y por consecuencia niega que la santa virgen sea madre de Dios (qeot`kon thn Vgian parqXnon)... sea anatema (Cf. DS 252).

"Porque no decimos que la naturaleza del Verbo se hizo carne mediante una transformación; ni que se transformó en un hombre completo compuesto de alma y cuerpo. Lo que afirmamos más bien es que el Verbo, habiendo unido personalmente (kaq bp`stasin ) consigo una carne animada con un alma racional, es hombre de modo inefable e incomprensible y fue llamado hijo del hombre. Y esto, no por voluntad o benevolencia solamente, ni solamente por la asunción de un personaje (prosfpou). Y que las naturalezas unidas en una auténtica unidad son distintas; pero un solo Cristo e Hijo en las dos. No que se suprima por la unión la diferencia de naturaleza, sino que el encuentro de la divinidad con la humanidad en esta inefable y misteriosa unidad nos ofrece un solo Señor y Cristo e Hijo...

Porque no es que primero naciera de la santa Virgen un hombre corriente y después descendiera sobre él el Verbo. Lo que decimos es que unido desde el seno materno (a la naturaleza humana), se sometió a un nacimiento carnal, como quiera que hacía suyo el nacimiento de su propia carne... por eso ni dudaron (los Santos Padres) en llamar madre de Dios a la santa Virgen (qeot`kon eipein tºn Vgian parqXnon), no porque la naturaleza del Verbo o su divinidad tomara de la santa Virgen el principio de su ser, sino por que de ella se formó aquel sagrado cuerpo animado de una alma racional y al que se unió personalmente (kaq bp`stasin) el Logos que se dice engendrado según la carne" .

En el DS 250-251. El padre que más estruenamente defendió contra Nestorio la divina maternidad de María y que tuvo un papel de primer plano en el Concilio de Efeso, fue San Cirilo de Alejandría. El pueblo de Efeso tenía un amor y una devoción, y tan grandes, hacia la Virgen Madre de Dios que cuando escuchó la sentencia pronunciada por los Padre del Concilio, estallo en un inmenso júbilo, y los aclamó con grande y alegre efusión de ánimo, acompañándolos aquella noche con antorchas encendidas hasta sus moradas. También el pueblo de Roma, cuando llegaron las decisiones del Concilio el día de Navidad, celebró con grandes manifestaciones de regocijo y universal alegría, los acuerdos relativos a la Madre de Dios. Al parecer, fue en aquella ocasión cuando se añadió a la salutación angélica del Ave María, la segunda parte que empieza: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros... Un año antes del Concilio de Efeso (Junio-Septiembre 431) el Pontífice Romano, Celestino I (423-432), había ya condenado la herejía de Nestorio.

"En la Encíclica Lux Veritatis el Papa Pío XI escribió con ocasión del XV centenario del Concilio de Efeso que proclamó la divina maternidad de María; recuerda el histórico acontecimiento, explica brevemente el dogma afirmado por el Concilio: la divina maternidad de María, repite que en María, Madre de Dios y Madre nuestra está puesta la esperanza de los individuos y de toda la Iglesia, e invoca su intercesión para el regreso de los hermanos separados".

En Jesucristo única es la Persona, y ésta es la divina, y entonces todos deben reconocer y venerar a la Bienaventurada Virgen María, como verdadera Madre de Dios.


B) Concilio de Calcedonia (451, IV ecuménico)


El Concilio de Calcedonia al expresar la dualidad de naturalezas en Cristo en la unicidad de la Persona del Verbo encarnado, condenado a los monofisitas y a los nestorianos, repite la verdad de la divina maternidad de María.

"Siguiendo, pues, a los santos Padres, enseñamos unánimemente que hay que confesar a un solo Hijo y Señor nuestro Jesucristo: perfecto en la divinidad, y perfecto en la humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente hombre con alma racional y cuerpo; consustancial con el Padre en cuanto a la divinidad, y consustancial con nosotros en cuanto a la humanidad, en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado (Hb 4, 15); nacido del Padre (Xk tou patroV gennhqXnta kata thn qe`thta) antes de todos los siglos según la divinidad; y por nosotros y por nuestra salvación, nacido en los últimos tiempos de María la Virgen, la Madre de Dios, según la humanidad (ek MariaV thV parqXnou thV qeot`kou kata thn Vnqrwp`thta). (Cf. DS 301).

Que se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único en dos naturalezas (en dbo fbsesin?? no? ek dbo fbsesin) (en , no ek ), sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación; la diferencia de naturalezas en ningún modo queda suprimida por la unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas y confluyen en un solo sujeto (pr`swpon? ) y en una sola persona (bp`stasin ?). No partido o dividido en dos personas, sino que uno solo y el mismo, es Hijo unigénito Dios Verbo, Señor Jesucristo, como ya de antiguo lo enseñaron de él los profetas, como nos lo ha enseñado el mismo Jesucristo y como nos lo ha transmitido el símbolo de los Padres.

Habiendo, pues, redactado esta fórmula con toda exactitud y esmero en todos sus detalles, definió el santo Concilio ecuménico que a nadie sea lícito profesar otra fe distinta, ni siquiera escribirla, componerla, sentirla o enseñarla a los demás.


C) Concilio Constantinopolitano II ( Vº ecuménico, mayo- junio 553)


El verbo de Dios se encarnó de la santa gloriosa Madre de Dios y siempre Virgen María, y de ella nació (sarkwqXntoV ek thV VgiaV end`xou qeot`kou kai aeiparqXnou MariaV, kai genehqXntoV ex authV). La santa gloriosa siempre virgen (aeiparqXnon) María es en sentido propio (kbriwV? ) y verdaderamente (kata alºqeian? ) Madre de Dios (qeot`kon ?); si alguien niega esto, queda excomulgado.


D) Concilio Lateranense (octubre 649, no ecuménico)


"Si alguno no confiesa, de acuerdo con los santos Padre, en un sentido propio y verdadero (proprie et secundum veritatem), que la santa y siempre virgen e inmaculada María es propia y verdaderamente (specialiter et veraciter) Madre de Dios, como quiera que propia y verdaderamente concibió sin semen, por obra del Espíritu Santo, al mismo Dios-Verbo que nació del Padre antes de todos los siglos; y que lo dio a luz sin corrupción, permaneciendo su virginidad indisoluble, aun después del parto, sea condenado.


E) Concilio Constantinopolitano III (VIº ecuménico, noviembre 680- septiembre 681)


El Señor nuestro Jesucristo, nuestro verdadero Dios, engendrado del Padre antes de todos los siglos, en los últimos tomó, por obra del Espíritu Santo, nació, según la humanidad, de la Virgen María (ek MariaV thV parqXnou) propia y verdaderamente Madre de Dios (thV kuriwV kai kata alºqeian qeot`kou ?).

Después del Concilio de Efeso y de Calcedonia el Magisterio repite la doctrina de la divina maternidad de María, dándole mayor relieve al subrayarla con terminología reforzadora. (LG 52).


F) Concilio Vaticano II (8 octubre de 1962 - diciembre de 1965, ecuménico XXI)

Los fieles, unidos a Cristo cabeza y en comunión con todos los santos, "deben venerar también la memoria en primer lugar de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo".

La Virgen María, que al anuncio del ángel, recibió al Verbo de Dios en su alma y en su cuerpo y dio la Vida al mundo, es reconocida y venerada como verdadera Madre de Dios y del Redentor. Redimida de modo eminente, en previsión de los méritos de su Hijo, y unida a El con un vínculo estrecho e indisoluble, está enriquecida con la suma prerrogativa y dignidad de ser Madre de Dios Hijo, y por eso hija predilecta del Padre y sagrario del Espíritu Santo.

"María, ensalzada, por gracia de Dios, después de su Hijo, por encima de todos los ángeles, por ser madre santísima de Dios, que tomó parte en los misterios de Cristo, es justamente honrada por la Iglesia con un culto especial. Y, ciertamente, desde los tiempos más antiguos, la Santísima Virgen es venerada con el título de "Madre de Dios", a cuyo amparo los fieles suplicantes se acogen en todos sus peligros y necesidades. Por este motivo, principalmente a partir del Concilio de Efeso, ha crecido maravillosamente el culto del pueblo de Dios hacia María en veneración y en amor, en la invocación e imitación..."(L. G. 66).

Tradición


La Regula Fidei católica es el Magisterio, la Escritura y la Tradición. La Sagrada Escritura, que es el alma de la Teología y la tradición constituyen el depósito sagrado de la palabra de Dios, confiado a la Iglesia; y ésta por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente y lo explica fielmente. "Las palabras de los Santos Padres atestiguan la presencia viva de esta tradición, cuyas riquezas van pasando a la práctica y a la vida de la Iglesia que cree y ora". Así que la tradición, la Escritura y el Magisterio de la Iglesia, según el plan prudente de Dios, están unidos y ligados, de modo que ninguno puede subsistir sin los otros, porque están bajo la acción del único Espíritu Santo, por quien la voz viva del Evangelio resuena en la Iglesia, y por ella en el mundo entero. (Cf. D. V. 8. 10)

El cristiano se nutre también fructuosamente del estudio de los Santos Padres y Doctores y de los otros monumentos de la tradición, cuya contribución a la transmisión fiel y al desarrollo de cada una de las verdades de la revelación, hay que explicar a las personas en la enseñanza de la teología dogmática. (Cf. P. O. 19; O. T. 16)

La Iglesia apela a la Tradición, cuyos testigos vivos son los Santos Padres, como argumento fundamental, cuando se trata de dirimir cuestiones de la fe, en nuestro caso, la divina maternidad de María. "Siguiendo, pues, a los Santos Padres, enseñamos..." (DS 301).

Cuando San Cirilo de Alejandría contra Nestorio apelaba a la Tradición diciendo que los Santos Padres no dudaron de llamar a la santa Virgen Madre de Dios (qeot`kon eipein thn agian parqXnon? ), objetivamente tenía razón, en cuanto la verdad de la divina maternidad de María está aceptada, profesada y defendida desde los principios; por ejemplo, el término "theotókos", está ya en germen en san Ignacio de Antioquia cuando dice que nuestro Dios Jesucristo fue llevado por María en su seno... (S, Ignacio de Antioquia, Carta a los Efesios 18,2).


Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre. "Dios se mostró hecho hombre". Cristo es la Palabra (l`goV) de Dios. "Antes de los siglos estaba junto al Padre y se manifestó al fin de los tiempos"; engendrado y no engendrado (gennhtoV kai VgXnnhtoV), carnal y espiritual (sarkikoV kai pneumatik`V) que por nosotros se hizo visible (di hmaV orat`V), impasible (VpaqºV) que por nosotros se hizo pasible (di hmaV paqet`V) Hijo del hombre e hijo de Dios (bioV Vnqrñpou kai bioV qeou ). En la carne hecho Dios, en la muerte vida verdadera (en sarki gen`menoV qeoV, en qanVtç zwh Vlhqinº). Murió y resucitó verdaderamente clavado en favor nuestro en la carne (alhqwV... kaqhlomXnoV bper hmwn en sarki) y levanta la bandera por los siglos por medio de su resurrección (dia thV anastVsewV). Yo glorifico a Jesucristo Dios (doxVzw Iesoun Xriston Qe`n) y permitidme ser imitador de la pasión de mi Dios (tou pVqouV tou Qeou mou). Hijo de Dios y de la Virgen María (ek MariaV kai ek qeou), antes pasible y luego impasible (prwton paqhtoV kai t`te apaqºV), nuestro Señor (IhsouV XristoV ` kbrioV ºmwn) hijo de Dios, nacido verdaderamente de una Virgen (mioV Qeou...gegennhmXnoV alhqwV ek parqXnou??)

Para san Ignacio Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre; su cristología es clara; Dios verdadero y hombre verdadero y Señor nuestro; el Hijo de Dios y Dios verdadero nació verdaderamente de la Virgen María, (San Ignacio contra los gnósticos docetas sostiene la realidad de la humanidad de Jesús y para ello, usa el término "sárx" (carne) para expresar que Cristo no era apariencia como andaban diciendo los docetas), y entonces la Virgen María es verdadera Madre de Dios, aunque no se usa el término formal "theot`kos".

También en san Justino, encontramos objetivamente el término "theotokos". El Hijo de Dios, que se llama Jesús, siendo Verbo del Padre, se hizo hombre por designio de Dios Padre y nació de una Virgen, y ésta Virgen es María. Jesucristo es eterno; Hijo de Dios; preexistente como Dios; es Dios; nuestro Señor y Maestro; es Dios y hay que adorarle; por designio del Padre nació de la Virgen hecho carne; El es eterno aunque vino para nacer hombre de la Virgen María; concebido por obra del Espíritu Santo en seno virginal de María; nació en Belén de María; crucificado y resucitado.

Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre, Hijo de Dios e Hijo e María, y entonces María es verdadera Madre de Dios.

Para san Ireneo en la lucha contra los Gnósticos herejes profesa y defiende que Jesucristo es el Hijo de Dios hecho hombre; Hijo único de Dios, Verbo del Padre, nuestro Señor uno solo y el mismo; el Verbo de Dios se hizo carne; Hijo de Dios e Hijo del hombre; el Verbo de Dios se hizo del hombre; como sólo El tuvo aquella generación esclarecida que procede del Altísimo Padre, así también sólo El tuvo aquella generación singular procedente de la Virgen y esta Virgen, sin dejar de ser virgen, dio a luz un Hijo, "Dios-con-nosotros"; el Verbo de Dios con justo título ha recibido de María, todavía virgen, esta generación que es la recapitulación de Adán; el Hijo de Dios se hizo verdadero hombre recibiendo la carne de María.


Está claro, pues, que también por san Ireneo la Virgen María es verdadera Madre de Dios, aunque no encontramos el término formal "theotokos".

Tertuliano también para defender la realidad de la encarnación del Verbo de Dios contra los Docetas, sostiene que el Verbo de Dios nació de una Virgen.

La norma de la fe es absolutamente una, sola, inmutable, irreformable: creer en un solo Dios todopoderoso, creador del mundo, y en Jesucristo, su Hijo nacido de la Virgen.

Este divino rayo de luz, como había sido profetizado con anterioridad, habiendo descendido a una virgen y habiéndose hecho carne humana en su seno, nació, siendo a la vez hombre y Dios. La señal del nacimiento sería nacer de un virgen hombre y Dios, hijo del hombre e hijo de Dios.

Jesucristo, el Hijo de Dios, nació de María Virgen por el Espíritu Santo. "Te damos gracias, OH Dios, por tu Hijo bienamado, Jesucristo, que nos enviaste en estos últimos tiempos como salvador, redentor y mensajero de tu designio. El es tu Verbo inseparable, por quien has creado todo, el cual, tu beneplácito, enviaste desde el cielo en el seno de una virgen y, habiendo sido concebido, se encarnó y manifestó como tu Hijo, nacido del Espíritu Santo y de la Virgen". (Cf. HIPOLITO DE ROMA, Tradición Apostólica, 4.21).

Pero ya con Orígenes (+ 254/5) aparece el término formal qeot`koV (Dei genetrix, Deipara y por lo tanto Mater Dei ), que se hará famoso y común, sea en el Magisterio sea en la tradición. (Se dice que fue Orígenes que acuñó y primero usó el término qeot`koV; como quiera este término ya existe y es de uso común en la segunda mitad del III siglo, y nació en ambiente alejandrino).

El Hijo unigénito de Dios, por razón de nuestros pecados, ha bajado del cielo a la tierra, haciéndose hombre semejante a nosotros en el padecer y naciendo de la Virgen María y del Espíritu Santo. El hacerse hombre se realizó no en apariencia o imaginariamente, sino con toda verdad. Cristo no pasó por la Virgen, como por un canal, sino que verdaderamente tomó carne de ella y en verdad fue por ella alimentado con su leche; como nosotros comió y como nosotros bebió. En efecto, si la encarnación hubiera sido una simple apariencia, hubiera resultado también aparente la salvación. Dio testimonio el Padre desde el cielo, y dio también el Espíritu Santo... testificó el arcángel Gabriel al anunciar a María; testificó la Virgen Madre de Dios.

En el seno de María se hizo niño aquel (el Verbo) que es igual al Padre desde la eternidad (ab aeterno). La Virgen María es Madre de Dios (Dei Mater) sin perder su virginidad (servata virginitate). En el útero de la Virgen María el Verbo se hizo perfecto hombre permaneciendo perfecto Dios (remanens Deus perfectus).

Nuestro Señor Jesucristo tomó verdadero cuerpo de la Madre de Dios María (ek thV qeot`kou MariaV)?.

Si nuestro Señor Jesucristo es Dios, es Madre de Dios la Virgen María que lo dio a luz "Me extraña, en gran manera, que haya alguien que tenga duda alguna de si la Santísima Virgen ha de ser llamada Madre de Dios. En efecto, si nuestro Señor Jesucristo es Dios, ¿por qué razón la Santísima Virgen, que lo dio a luz, no ha de ser llamada Madre de Dios? Esta es la fe que nos transmitieron los discípulos del Señor, aunque no emplearon esta misma expresión.

La Virgen María no ha engendrado una naturaleza abstracta, sin subsistencia, sino una persona concreta, Jesucristo, el Hombre Dios, porque el ser concebido por una mujer es una persona, la relación de madre a hijo es relación de persona a persona. Yo le pregunto a usted, Pedro, y usted es una persona, ¿quién es su madre? Y me contesta indicándome a esa mujer, a esa persona, doña María.

Ahora bien, doña María engendró a una persona, un yo, Pedro, y Pedro está compuesto de alma y cuerpo, su madre proporcionó la materia, el cuerpo, no el alma que fue creada e infundida por Dios en el primer instante de su concepción, y así nació una persona humana; doña María es verdadera madre de Pedro-persona, aunque no fue ella que "engendró" su alma de él. Mi madre no me dio el alma, que fue creada por Dios, ni me dio la personalidad que supone esta creación, sin embargo, concibió y dio a luz a un hijo, a un hombre entero, compuesto de alma y cuerpo, dio a luz a mi que soy una persona, pues la persona subsiste en el compuesto humano.

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1 - MARÍA - misterio del Amor hermoso; pensamiento; pintura Romegialli 1768


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Acuérdate, oh piadosísima Virgen María... Biblia y María en las Escrituras; Ave


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Akathistos - finales siglo V; albores primeros cristianos, pintura del 174ca


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Alegría - 1º sacerdotal, Santos hablan a Sacerdotes, pastores del pueblo


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Amar - 1º como María a Jesús; ámense como Yo os he amado; dar y darse


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Amen - 1º Fiat, Sí, genoito, Iglesia primitiva, Anunciación, Verbo encarnado


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Anunciación - 1º Asunción: entendiendo el arte católico, ilustrar 2 mundos


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Anunciación - 2º Amén, hágase, Verbo Encarnado


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Aparición - 1º re-conocidas; ¿Se apareció Jesús resucitado a su Madre?


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Apóstol - 1º dignidad sacerdotal; misa, modo de predicar; celo misionero


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Asunción - 1º Santísima Virgen; Reina elevada al cielo; alegría de ángeles


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Asunción - 2º Tu corazón es mi Corazón; dogma; sueño o muerte de María


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Asunción - 3º la tradición: Romano el cantor; Basilio; Sofronio; Germán Andrés


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Asunción - 4º tradición Ambrosio, Epifanio, Timoteo, Germán, pseudo Melitón


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Asunción - 5º Benedicto PP. XVI; Virgen, elevada a Jerusalén celestial


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Asunción - 6º Santísima Virgen, definición dogmática, contenido del dogma


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Betancourt - 1º Ingrid Betancourt qué dijo al ser liberada? Lourdes Montes A.


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Biblia - 1º símbolos bíblicos aplicados a María, Buena Nueva mariológica


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Bienaventurada - 1º Nacimiento Virginal de Cristo; y Antiguo Testamento


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Bienaventurada - 2º Virgen en la historia de la salvación; riquza doctrina


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Biografías - 1º de María: manipulación tergiversación maniobras contra la Fe


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Carmen - 1º Nuestra Señora del Carmen; sacrificio sobre el Monte Carmelo


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Chiquinquirá - Itatí; María, modelo guía en fe; textos antiguos; Cruz Matará


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Cinco primeros sábados - 1º devoción pedida Ntra Señora Fátima desagravio


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Cinco primeros sábados - 2º desagraviar, reparación y desagravio; Fátima


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Citas - 1º pensamientos: testimonio, alegar, invocación mención alusión loas


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Concebida - 1º sin pecado: Virgen perpetua ante partum, in partu aut post


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Concebido - 1º por obra del Espíritu Santo y nacido de María Virgen.


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Concepción - 1º concebir a Cristo: No temas María; y texto iglesia primitiva


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Coplas - 1º cancionero, poesía, verso, estrofa, canción, poesía, odas loas


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Corazón - 1º humano de María; ¿Cómo era la sonrisa de María? sin mancha


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Corazón - 2º Inmaculado de María; nociones, veneración, liturgias, historia


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Corazón - 3º Inmaculado de María; Fátima promesa de la Virgen, salvación


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Creador - 1º Virgen María procreadora del Creador; maternidad Martín Lutero


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Culto - 1º presencia de María en el misterio de la liturgia; su unión virginal


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Culto - 2 verdades del culto a María; Inmaculada llena Gracia; Joaquón Ana


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Devoción - 1º caminando con fe en María; pensamientos; iglesia 356 Roma;


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Devoción - 2º Virgen María Madre, Luis Mª Grignon de Monfort, Calvino Lutero


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Diosa - 1º milagros para todos; o culto a Astarté, diosa de la fecundidad


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Doctrina - 1º elegidos jehovistas contra virginidad mariana, dinero, empresa


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Don - 1º Santa María, Madre de Dios; vida humana, don precioso de Dios.-


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Éfeso - 1º sandalias del pescador; Madre de Dios de la unidad; barca Pedro


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Encarnado - 1º et incarnatus est de Spiritu Sancto, Ratzinger; joya estuche


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Encíclica - 1º «Mes de Mayo» en honor de la Reina del Cielo, por toda la tierra


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Engendrar - 1º María modelo guía en la fe; Madre de Dios en San Agustín


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Escritura - 1º María en la Biblia; Magníficat celebra obra de Dios; orar rezar


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Espíritu Santo - 1º en María e Iglesia; Madre de Dios aclamada Theotokos


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Fe - 1º Santa María; Virgen María e iglesias protestantes; Madre de unidad


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Filiación - 1º divina: fuente de vida espiritual; Virginidad de María salvífica


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Filiación - 2º Jesucristo, Hijo de Dios, María Madre de Cristo rostro de Iglesia


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Florilegio - 1º mariano, María de la O, puerta cielo; no fue estéril ni impura


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Fruto - 1º Él ha dado abundante,1108 - 59 Amadeo de Lausana Suiza, notas


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Guadalupe - 1º Nuestra Señora; San Juan Diego en la cumbre del Tepeyac


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Igual - 1º a María, nos espera Dios en alegría; Acordaos, ¡oh piadosísima


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Inmaculada - 1º Historia dogma Inmaculada Concepción; verdad dogmática


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Inmaculada - 2º Purísima Concepción de María - 150 años; apetito celestial


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Inmaculada - 3º Concepción; llena de Gracia; qué es gracia santificante?


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Inmaculada - 4º Juan Pablo II, hecho hijo de María, irradiante belleza


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Inmaculada - 5º Benedicto PP. XVI. 2006; dogma Asunción Encarnación;


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Inmaculada - 6º santidad, Asunta al cielo; poema Corcoba Herrero; piropos


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Inmaculada - 7º Concepción concebida sin pecado original; B. Soubirous


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Inmaculado - 1º Corazón de María: sagrada Escritura, patrística, Fátima


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Islam - 1º Virgen María, modelo al musulmán; mahometismo María quién es?


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Kolbe - 1º Eficacia de María docilidad; Hexiquio de Jerusalén, casa de David


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Lourdes - 1º - 6.800 curaciones extraordinarias y 67 milagros reconocidos


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Lourdes - 2º curaciones milagrosas, Bernardita gruta Massabielle; inválidos


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Lourdes - 3º hechos históricos: Carlomagno y las flores del emir - islam


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Luján - 1º Ntra. Señora de Luján - Argentina, Santuario, memoria doc. Vat.


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Lutero - 1º Calvino, Helvidius, protestantismo dijeron sobre María; Pablo


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Macarena - 1º Virgen y Reina de Sevilla - poemas, Manuel Machado


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Madre - 1º Theotokos maternidad divina de María, y corazón de la Iglesia


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Magnificat - 1º anima mea dominum; La concepción de la mujer según.-


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Magníficat - 2º alma espíritu, mi Salvador me felicitarán; proclama grandeza


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María - 10º Auxiliadora de los Cristianos; significado del nombre de María


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María - 11º cooperadora en la Redención, corredentora, Encarnación


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María - 12º Esposa del Espíritu, Madre de Dios, madre de los hombres


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María - 13º Bienaventurada siempre; Iglesia e intercesión; llena de gracia


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María - 14º Textos antiguos Inmaculada Concepción; en origen de la Iglesia


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María - 15º júbilo universal; que vuestro gozo sea completo; Dios es alegría


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María - 16º ejemplo de esfuerzo por Dios; mujer alegre, feliz ha creído.


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María - 17º olvido de sí en favor del mundo; humildad materna, Magnificat


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María - 1º en los Padres de la Iglesia - Ambrio, Agustín, Ireneo, Cirilo, León


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María - 2º en los Padres de la Iglesia - Teodoreto, Ambrosio, Luis M. Grignion


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María - 3º en los Padres de la Iglesia; Madre de la Iglesia; Encarnación Dios


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María - 4º en Cirilo de Alejandría Egipto - 376 + 444 el Rosario y Letanías.-


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María - 5º Virginidad perpetua: Contra Elvidio - por S. Jerónimo año 383 ca.


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María - 6º primicia nueva creación- texto 660- protoevangelio y Juan Pablo II


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María - 7º Rosa Mystica; Pierina Gilli Montichiari, (Brescia) norte de Italia.


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María - 8º ama con su espada de dolor en el misterio cruz y la resurrección


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María - 9º y sacerdote 'pastor bueno', en medio de lobos, ovejas de Pedro


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Mariología - 1º mejores textos sobre la Virgen María; protoevangelio Santiago


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Mariología - 2º mejores textos sobre la Virgen; de la Iglesia griega;Akathistos


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Mariología - 3º mejores textos sobre la Virgen; de Iglesia Latina hasta sc. XI


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Mariología - 4º mejores textos sobre la Virgen; de Iglesia Latina hasta sc. XII


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Mariología - 5º mejores textos sobre la Virgen; de Iglesia Latina hasta sc.XIII


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Mariología - De la Madre del Redentor - 1º verdades transmitidas revelación


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Mariología - De la Madre del Redentor - 2º valor dogmático fe divina católica


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Mariología - De la Madre del Redentor - 3º corredentora? aún sin consenso


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Maternidad - 1º designio de Dios; Maria Knotenlöserin,Virgen de los Nudos


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Maternidad - 2º física y real, Madre por la fe, Theotokos, hospitalidad divina


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Medalla - 1º Virgen de la Medalla Milagrosa; Santa Catalina Labouré;


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Mediadora - 1º junto la Cruz; mediadora todas las gracias; Stabat Mater


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Mediadora - 2º intercesión celestial de la Madre de la divina gracia y socorro


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Milagrosa - 1º Catalina Labouré; Salus Infirmorum; textos liturgia oriental


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Misa - 1º cambiado sacerdocio cambia la Ley; sacerdocio ministerial


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Misterio - 1º Sorprendentes hallazgos en imagen Virgen de Coromoto Venezuela


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Mujer - 1º valor misterio de Mujer Nueva; misterio de Cristo; Rosa fecunda


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Natividad - 1º de la Santísima Virgen; Pbro. Marcelo Gallardo IVE;


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Natividad - 2º de la Santísima Virgen; María testigo del misterio


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Nombre - 1º María, taller de José Nazaret, Virgen es auxilio abrigo socorro


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Orar - 1º Joyas del arte amar, Maestro Eckhart; Corazón de Cristo; Oxirrinco


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Orar - 2º Oraciones a María de los Padres, autores antiguos: Santiago Sarug


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Pensamientos - 1º marianos; Y dormición de la Madre de Dios; murió María


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Reformadores - 1º Protestantes y la Virgen María; José Miguel Arráiz;


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Reina - 1º de la paz; Rosa del cielo; continenecia, virginidad y celibato.


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Reina - 2º Salve Regina Jordán de Sajonia 1185+1237; Reina de la paz.


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Reina - 3º María Reina; Madre de la Iglesia y nuestra; maternidad católica


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Reina - 4º ¿Por qué es Reina? AD CAELI REGINAM, su Realeza histórica


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Ricos - 1º Inmensamente ricos por María; homilía S. Basilio 370 ca. perfección


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Rogar - 1º alabar entonar elogiar celebrar la Obra de Dios en María; latin


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Rosa - 1º María Reina Virgen Inmaculada; Madre elevada; Iglesia peregrina


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Rosario - 1º Meditar con María misterios del Rosario; Ave, Jacopone da Todi


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Rosario - 2º Sra Santo Rosario, historia, magisterio teología, orar repetitivo


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Sacerdocio - 1º sexualidad e historia matrimonio; tomado entre los hombres


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Sacerdocio - 2º y Biblia-oir a María; buen pastor; su Fe: Amen Fiat Ave Salve


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Sacerdote - 1º Identidad mariana sacerdotal y peligros de democratización


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Sacerdote - 2º ordinatio sacerdotales; carta apostólica 1994; desafíos milenio


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Sapia - 1º Daniel Sapia protestante anticatólico y la veneración a María Virgen


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Silencio - 1º de María; claustro contemplación; opinión pública; Dios te salve


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Tota pulchra - 1º es Maria et macula originalis non est in te; Bernardo Claraval


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Virgen - 1º Esposa, María madre es verdadero compendio del Evangelio


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Virginidad - 1º Todo en María es Gracia; sectas evangélicos deturpaciones


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Virginidad - 2º de María; Matrimonio y virginidad;



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Dogmas Marianos

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