μετανοῖεν, metanoien
Muchas personas nos preguntan sobre la palabra Metanoia. Literalmente,
esta es una palabra Griega que significa “cambio de mente”.
No obstante el sentido pleno es algo más. En el Nuevo Testamento,
la palabra metanoia a menudo es traducida como “arrepentimiento”.
Pero esta clase del arrepentimiento no es sobre una pena o
culpa o vergüenza; esta palabra implica tomar una decisión de
girar, afrontar una nueva dirección. Dar vuelta hacia la luz.
Esta maravillosa explicación nos fue dada por un amigo:
Imagine que usted está de pie en un círculo de gente.
En el centro del círculo hay una fuente de luz. Pero en vez
de mirar el centro y la luz, usted está de pie con su espalda
a la luz, mirando hacia fuera. Cuando usted para de esta forma,
volviéndose lejos de la luz, todo lo que usted puede ver es
su propia sombra. Usted no puede ver la luz. Usted sólo
puede examinar su sombra. Usted no puede ver a los demás
en el círculo con usted. Por lo que usted puede ver, usted está
desconectado y solo en la oscuridad. Ahora imagine que usted
gira para dar la cara a la luz
que está en el centro del círculo. Cuando usted se da vuelta hacia
la luz, usted ya no ve
sólo la oscuridad. Cuando usted da vuelta hacia la luz, su sombra
está detrás de usted.
Cuando usted da vuelta hacia la luz, usted puede ver ahora a la
otra gente que está de pie con usted. Usted puede ver que la luz
brilla en cada uno y que usted está todo relacionado en su
resplandor. Tomar la decisión de girar, para dar vuelta lejos
de la sombra, para dar la cara a la luz: esto es metanoia.
La Conversión cristiana
El proceso de conversión del cristiano, es una metamorfosis
del hombre viejo al nuevo hombre. Como dice Jesús: En la Biblia
se habla muy claramente y puntualmente sobre aquello del
“vino viejo y el vino nuevo”. Como nos dice Jesús, a nadie
se le ocurriría echar, por ejemplo “vino nuevo en odre viejo”,
por la sencilla razón de que los odres viejos se romperían.
Por lo tanto, que para el vino nuevo se requieren odres nuevos.
También nos dice el Señor Jesús que a nadie se le ocurriría
remendar o poner remiendos en ropa vieja con pedazos,
dijéramos, de ropa nueva. En otras palabras, romper un
traje nuevo para remendar uno viejo, eso es ridículo,
¿no es verdad? Del mismo modo también esta
nueva enseñanza es como el vino nuevo que necesita
un odre nuevo. ¿Cuál es este odre? ¡Nuestra mente!
Una mente que sin Cristo anda manchada con el pecado.
Si no despedimos las formas obsoletas de razonar o pensar,
si persistimos pensando en las prácticas que antes
teníamos, francamente estamos perdiendo el tiempo. Se
precisa cambiar la manera de pensar o razonar. Se necesita
odre nuevo para vino nuevo.
La metanoia ocurre cuando nos entregamos por completo
a las instrucciones de Jesucristo, haciendo nuestro todo aquello
que se dice en los Santos Evangelios. Esta también es una
de las formas en las que podemos entender la enseñanza de
“convertirnos” como niños nuevamente para recibir la palabra como avidez.
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