*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Querido amor:
Tengo que decirte algo.
Te echo tanto de menos que no me hallo en mi cuerpo.
Es tan larga tu ausencia, que necesito gritar tu nombre para sentir que estoy vivo, que no he muerto.
Quiero que vuelvas.
Necesito contarte cómo me afecta que no estés cerca.
Pienso en ti y me cuesta respirar.
Extraño tanto tus manos acariciando mi piel,
y esa humedad de tu boca saboreando mi cuerpo, que mis días son eternos esperando tu regreso, y mis noches,
¿qué decirte de mis noches?.
Se han convertido en un prolongado desvelo.
¿Acaso es tarde para un nuevo comienzo?.
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