ES GARANTÍA DE LA PRESENCIA DE JESÚS
25 de mayo
El Espíritu Santo, llamado también el Espíritu del Padre, Espíritu santificador, Espíritu de fortaleza y de paz, etc., se derrama aún hoy sobre toda la Iglesia.
Dos amigos sienten gozo al encontrarse, pero luego tienen que separarse. Su alegría depende de cierta circunstancia y de cierto lugar. El Espíritu Santo, al contrario, se comunica con su gozo en todo tiempo y en todo lugar.
Hay que rezar para que muchas almas lo acojan: las almas tibias, las que están dominadas por otro espíritu y las que abrigan odio en su corazón.
Examinémonos para reconocer que hay en nuestros pensamientos y sentimientos que aún no haya acogido al Espíritu Santo.
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