Hoy, 22 de mayo, conmemoramos a Santa RITA de CASIA, Mística.
SANTA RITA DE CASIA (¿1370?-1447) nació en el pueblo de Roccaporena, cerca de Casia, en Perugia, Italia, en el seno de una familia encabezada por un padre muy autoritario.
Santa Rita, cuyo nombre seglar probablemente haya sido Margarita Lotti, mostró desde muy pequeña claros signos de vocación religiosa. Pero como una de sus principales virtudes fue la obediencia, obedeció a sus padres cuando por la fuerza la casaron con un hombre por demás violento y pendenciero.
Santa Rita supo padecer su destino con abnegación y resignación, sufriendo y rezando por la salvación del alma de su marido, que en los 18 que duró su matrimonio había matado a más de mil personas.
Llegó el día en que él se arrepintió gracias a la santidad de su esposa, y dejó de hacer el mal. Sin embargo, durante largo tiempo había cultivado incontables enemigos, y un día cayó asesinado bajo las manos de uno de ellos.
La reacción de los hijos fue salir para vengar la muerte de su padre, y por más que Santa Rita intentó detenerlos, le resultó imposible. Ella se dijo entonces que preferiría que los jóvenes murieran, antes que ella verlos matar. Un misterioso designio se lo concedió, y Santa Rita se quedó sola.
En 1402 intentó ingresar al convento de las agustinas de Casia, pero fue rechazada varias veces. La tradición cuenta que una noche se le aparecieron los tres santos de su devoción: San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás Tolentino, los cuales la condujeron hasta la iglesia del convento, tras lo cual fue aceptada.
A partir de entonces Santa Rita llevó una vida de extrema renuncia y penitencia. Sus visiones místicas se le presentaron eventualmente durante el resto de su vida, pero en 1432 tuvo la experiencia máxima.
Mientras se encontraba rezando en éxtasis, una de las espinas de la corona de Jesús se le clavó en la frente, y la herida purulenta quedó abierta los siguientes quince años, hasta el fallecimiento de la santa.
Poco después de la muerte de Santa Rita de Casia empezaron a ocurrir varios milagros cerca de su tumba, el más pintoresco de los cuales es el florecimiento de rosas en pleno invierno. Diez años más tarde, su cadáver incorrupto fue trasladado a la sacristía del convento. En la actualidad se encuentra en una sacristía construida ex profeso en 1937, la cual es un concurrido sitio de peregrinación.
A Santa Rita de Casia se le considera la Abogada de los Casos Imposibles. Fue beatificada por el papa Urbano VIII en 1627, y canonizada por León XIII en 1900.
SANTA RITA DE CASIA nos enseña que con la fe en Dios por delante, los imposibles no existen.
SANTA RITA DE CASIA (¿1370?-1447) nació en el pueblo de Roccaporena, cerca de Casia, en Perugia, Italia, en el seno de una familia encabezada por un padre muy autoritario.
Santa Rita, cuyo nombre seglar probablemente haya sido Margarita Lotti, mostró desde muy pequeña claros signos de vocación religiosa. Pero como una de sus principales virtudes fue la obediencia, obedeció a sus padres cuando por la fuerza la casaron con un hombre por demás violento y pendenciero.
Santa Rita supo padecer su destino con abnegación y resignación, sufriendo y rezando por la salvación del alma de su marido, que en los 18 que duró su matrimonio había matado a más de mil personas.
Llegó el día en que él se arrepintió gracias a la santidad de su esposa, y dejó de hacer el mal. Sin embargo, durante largo tiempo había cultivado incontables enemigos, y un día cayó asesinado bajo las manos de uno de ellos.
La reacción de los hijos fue salir para vengar la muerte de su padre, y por más que Santa Rita intentó detenerlos, le resultó imposible. Ella se dijo entonces que preferiría que los jóvenes murieran, antes que ella verlos matar. Un misterioso designio se lo concedió, y Santa Rita se quedó sola.
En 1402 intentó ingresar al convento de las agustinas de Casia, pero fue rechazada varias veces. La tradición cuenta que una noche se le aparecieron los tres santos de su devoción: San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás Tolentino, los cuales la condujeron hasta la iglesia del convento, tras lo cual fue aceptada.
A partir de entonces Santa Rita llevó una vida de extrema renuncia y penitencia. Sus visiones místicas se le presentaron eventualmente durante el resto de su vida, pero en 1432 tuvo la experiencia máxima.
Mientras se encontraba rezando en éxtasis, una de las espinas de la corona de Jesús se le clavó en la frente, y la herida purulenta quedó abierta los siguientes quince años, hasta el fallecimiento de la santa.
Poco después de la muerte de Santa Rita de Casia empezaron a ocurrir varios milagros cerca de su tumba, el más pintoresco de los cuales es el florecimiento de rosas en pleno invierno. Diez años más tarde, su cadáver incorrupto fue trasladado a la sacristía del convento. En la actualidad se encuentra en una sacristía construida ex profeso en 1937, la cual es un concurrido sitio de peregrinación.
A Santa Rita de Casia se le considera la Abogada de los Casos Imposibles. Fue beatificada por el papa Urbano VIII en 1627, y canonizada por León XIII en 1900.
SANTA RITA DE CASIA nos enseña que con la fe en Dios por delante, los imposibles no existen.
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