miércoles, 17 de diciembre de 2014

Nazareth




Autor: Luis Girol Martinez

La tarde,
está enviando tinieblas,
recelosa de su marcha.

El Niño Jesús
juega, juega...
jugando estaba en la plaza.

En el taller,
San José puso fin a su jornada.

La virgen
-alma de armiño-
borda y ora, borda y canta.

El Niño Jesús
ya no juega:
mirando está en lontananza.

¿Qué divisará Jesús
que su mirada se apaga?
¿Acaso ve ya la cruz?...

El Niño Jesús ha vuelto
a los juegos de la infancia;
y... juega... juega que juega en la plaza.

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