Te invitamos a rezar esta oración para agradecer
a Dios por el Año Nuevo
Se acerca el fin del 2014 y el mundo entero se prepara para recibir
el nuevo año con fiestas y fuegos artificiales, pero muchos olvidan
de celebrarlo con Dios, dueño de la vida y el tiempo. Por ello te
compartimos esta oración para rezarla junto con tu familia
y amigos antes de la medianoche del 31 de diciembre.
Se recomienda estar alrededor del nacimiento o pesebre.
Juntos comienzan diciendo: “En el nombre del Padre…”
Luego se hace la siguiente oración:
“Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy
y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias por todo
aquello que recibí de TI.
Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol,
por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar
y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con
ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses
amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más
cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron
su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que
compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor, hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir sin entusiasmo.
También por la oración que poco a poco fui aplazando
y que hasta ahora vengo a presentarte.
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios,
nuevamente te pido perdón.
A pocos minutos de iniciar un nuevo año, detengo mi vida
ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento
estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza
y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas
partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras
mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi
espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso. Amén.”
Para terminar, los participantes se agarran de las manos
y rezan un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Luego, entre todos, se dan un abrazo diciendo: “la paz sea contigo”.
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