Hoy, 30 de diciembre, conmemoramos a San FÉLIX I, 26º Papa.
SAN FÉLIX I (¿210?-274) nació en Roma.
De lo poco que sabemos acerca de la vida de este papa, consta en el Liber Pontificalis que fue hijo de un hombre llamado Constantino.
Tras la muerte del papa San Dionisio, San Félix I fue electo como 26º papa el 5 de enero de 269.
Fue el autor de una importante epístola dogmática sobre la unidad de la persona de Cristo conteniendo sus dos naturalezas, humana y divina.
Con el apoyo del emperador Aureliano, San Félix I dio su venia a Pablo de Samosata en la disputa teológica por la que había sido depuesto como obispo de Antioquía.
A San Félix I se le atribuye un decreto para que las misas se celebraran sobre las tumbas de los mártires, e inicia la costumbre de que éstos sean enterrados bajo el altar mayor de las iglesias.
Se trata de una práctica sacramental importante que establecía los usos de la Iglesia en aquellos primeros inicios.
Debido a una confusión histórica, durante mucho tiempo se creyó que el papa San Félix I había fallecido como mártir, pues es lo que asientan las actas del Concilio de Éfeso, del año 431.
No obstante, en el siglo veinte se descubrió un error de transcripción en el que se copió iun, o sea junio, en vez de ian, o sea enero, lo cual lo había referido a otro mártir del mismo nombre.
San Félix I falleció en Roma el penúltimo día de 274. Fue sucedido por el papa San Eutiquiano.
SAN FÉLIX I nos ofrece un ejemplo de la fervorosa actividad de los primeros papas.
SAN FÉLIX I (¿210?-274) nació en Roma.
De lo poco que sabemos acerca de la vida de este papa, consta en el Liber Pontificalis que fue hijo de un hombre llamado Constantino.
Tras la muerte del papa San Dionisio, San Félix I fue electo como 26º papa el 5 de enero de 269.
Fue el autor de una importante epístola dogmática sobre la unidad de la persona de Cristo conteniendo sus dos naturalezas, humana y divina.
Con el apoyo del emperador Aureliano, San Félix I dio su venia a Pablo de Samosata en la disputa teológica por la que había sido depuesto como obispo de Antioquía.
A San Félix I se le atribuye un decreto para que las misas se celebraran sobre las tumbas de los mártires, e inicia la costumbre de que éstos sean enterrados bajo el altar mayor de las iglesias.
Se trata de una práctica sacramental importante que establecía los usos de la Iglesia en aquellos primeros inicios.
Debido a una confusión histórica, durante mucho tiempo se creyó que el papa San Félix I había fallecido como mártir, pues es lo que asientan las actas del Concilio de Éfeso, del año 431.
No obstante, en el siglo veinte se descubrió un error de transcripción en el que se copió iun, o sea junio, en vez de ian, o sea enero, lo cual lo había referido a otro mártir del mismo nombre.
San Félix I falleció en Roma el penúltimo día de 274. Fue sucedido por el papa San Eutiquiano.
SAN FÉLIX I nos ofrece un ejemplo de la fervorosa actividad de los primeros papas.
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