Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios 5,2a.21-33
Maridos amen a sus esposas
Hermanos: Vivan amados, como cristo, que nos amó y se entregó por nosotros.
Respétense unos a otros, por reverencia a Cristo: que las mujeres respeten a sus maridos, como si se tratara del Señor, por que el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza y salvador de la Iglesia, que su cuerpo. Por lo tanto, así como la Iglesia es dócil a Cristo, así también las mujeres sean dóciles a sus maridos en todo.
Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a su iglesia y se entregó por ella para santificarla, purificándola con el agua y la palabra, pues él quería presentársela a sí mismo toda resplandeciente, sin mancha ni arruga ni c osa semejante, si no santa e inmaculada.
Así los maridos deben amar a sus esposas, como cuerpo suyo que son .El que ama a su esposa sea ama a sí mismo, pues nadie jamás ha odiado a su propio cuerpo, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, por que somos miembros de su cuerpo.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola cosa. Este es un gran misterio y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.
En una palabra, que cada uno de ustedes ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido. Palabra de Dios.
Palabra de Dios
*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
jueves, 3 de noviembre de 2011
Maridos amen a sus esposas
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