jueves, 11 de diciembre de 2014

Vivir católico

Soportar a los demás. 

Ya nos dice San Juan Bosco en una de sus citas que: “La caridad todo lo soporta, de donde se deduce que no tendrá jamás verdadera caridad el que no quiere soportar los defectos ajenos.”
Por eso, y porque soportar los defectos ajenos es también una obra de misericordia, tenemos que tratar de soportar a los hermanos, especialmente en estos tiempos en que nos acercamos a las fiestas de fin de año, donde debemos convivir quizás con personas que no vemos hace tiempo, y que se nos hace difícil soportarlas por diversos motivos, quizás todos justos, pero que debemos tratar de vencer la repugnancia para convivir pacíficamente con todos.
Es cierto que hay personas que hacen ejercitar la paciencia a más no poder. Pero todavía no estamos en el Cielo, sino en la Tierra, y debemos hacer el esfuerzo de estar en paz con todos y ayudarles a que encuentren la salvación.
Nunca es demasiado tarde para que una persona cambie y vuelva al buen camino. El ejemplo de ello lo vemos en el Buen Ladrón, que sólo se convierte a último momento.
Quizás Dios esté esperando un acto nuestro, una oración, para hacer que tal o cual persona retorne a Él.
Pensemos estas cosas en estos tiempos en que nos cuesta más el compartir, y pensemos también en Jesús, que tuvo que convivir y tratar como “amigo” incluso a Judas Iscariote, el traidor.

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