viernes, 5 de diciembre de 2014

Salmo 25 (24): Oración en el peligro

 

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SALMO 25 (24): oración de petición y súplica
De David.
[Alef] A ti, Señor, elevo mi alma,
2 [Bet] Dios mío, yo pongo en ti mi confianza;
¡que no tenga que avergonzarme
ni se rían de mí mis enemigos!
3 [Guímel] Ninguno de los que esperan en ti
tendrá que avergonzarse:
se avergonzarán los que traicionan en vano.
4 [Dálet] Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame tus senderos.
5 [He] Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador,
[Vau]. y yo espero en ti todo el día.
6 [Zain] Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor,
porque son eternos.
7 [Jet] No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud:
por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad.
8 [Tet] El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados;
9 [Iod] él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres.
10 [Caf] Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,
para los que observan los preceptos de su alianza.
11 [Lámed] ¡Por el honor de tu Nombre, Señor,
perdona mi culpa, aunque es muy grande!
12 [Mem] ¿Hay alguien que teme al Señor?
El le indicará el camino que debe elegir:
13 [Nun] su alma descansará feliz
y su descendencia poseerá la tierra.
14 [Sámec] El Señor da su amistad a los que lo temen
y les hace conocer su alianza.
15 [Ain] Mis ojos están siempre fijos en el Señor,
porque él sacará mis pies de la trampa.
16 [Pe] Mírame, Señor, y ten piedad de mí,
porque estoy solo y afligido:
17 [Sade] alivia las angustias de mi corazón,
y sácame de mis tribulaciones.
18 [Qof] Mira mi aflicción y mis fatigas,
y perdona todos mis pecados.
19 [Res] Mira qué numerosos son mis enemigos
y qué violento es el odio que me tienen.
20 [Sin] Defiende mi vida y líbrame:
que no me avergüence de haber confiado en ti;
21 [Tau] la integridad y la rectitud me protegen,
porque yo espero en ti, Señor.
22 Salva, Dios mío, a Israel
de todas sus angustias.

Comentario del Salmo


He aquí un salmo que es considerado como uno de los más hermosos modelos de oración en el Antiguo Testamento. En él se va alternando la plegaria con la meditación y la confianza con la humildad profunda. Es una colección de pequeñas oraciones muy hermosas. Se pide la protección de Dios recordándole que somos sus amigos y que si los enemigos de nuestra alma nos vencen, ello redundará también en mal de la causa de Dios.
En medio de la soledad y la aflicción (v. 16), el salmista apela confiadamente a la misericordia divina (v. 6). Su petición se fundamenta en una serie de reflexiones sobre la bondad del Señor, que enseña su camino a los pecadores y a los humildes (vs. 8-9). El artificio “alfabético” -frecuente en los Salmos de tono sapiencial- hace que las ideas se sucedan con bastante libertad, sin una conexión demasiado evidente.
“Veinte peticiones suplicantes” … hechas a Dios, para implorar: el don de fidelidad a la Alianza y el perdón de las infidelidades a la Alianza… Jesús nos salva, nos perdona.. Habló de si mismo como el “camino hacia el Padre”: en este salmo se hala cuatro veces “de los caminos de Dios”, dos veces “de las sendas de Dios”, dos veces se le pide que “nos guíe”… La fidelidad a Dios, la fe, es una sabiduría, superior, un modo de vida, un camino de felicidad. No dejemos de meditar en esta bella imagen de la “senda”: es necesario avanzar … Caminar … “por la senda de Dios”.
No sólo se piden bienes materiales, sino sobre todo luz para conocer la voluntad de Dios, fuerza para seguirla y perdón de los pecados. Este himno es un hermoso acto de contricción. Aquí hay frases que todos queremos repetir y hacerlas nuestras: No te acuerdes de los pecados ni de las maldades de mi juventud”“Por el honor de tu nombre, Señor, perdona mis culpas que son muchas, etc…
Al rezar esta oración le pedimos al Señor que no se fije tanto en las maldades que hemos cometido sino en nuestra absoluta miseria y debilidad y en su gran misericordia. Es un salmo que invita a la meditación sosegada y a la humildad y confianza en Dios.

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