domingo, 14 de diciembre de 2014

La navidad tiempo precioso de preservación y salvación.


Navidad0
Estamos experimentando el adviento, la espera del salvador, del mesías, ¿pero que acaso Cristo Jesús no vino hace 2000 años?, ¿qué ya no se dio la salvación?, ¿por qué celebrar algo que ya sucedió?; se recibe una gran cantidad de información a favor y en contra del festejo navideño de los católicos, a unos no les causa ningún efecto pero a otros los hacen dudar de su fe poniéndolos en conflictos.
La salvación.
Primeramente debemos asentar: “la salvación es un hecho consumado”, “ya se dio”; entre los años 24 al 30 del primer siglo d. C. se consuma la salvación de la humanidad, pues se hace universal y no nacionalista (solo para el judío); el evangelio según San Mateo en su ideal teológico, da claras muestras de tener un tinte netamente judío Mt 10:6 vayan más bien a las ovejas descarriadas de la Casa de Israel, el evangelista precisa la acción de los lideres al impedir que se tome la salvación por parte del pueblo: Mt 23:13 ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el reino de los cielos! ¡No entran ni dejan entrar a los que lo intentan!
El pueblo de Israel siempre tiene en su mente aquel momento en que Dios los liberó del yugo egipcio, Moisés como su baluarte que los condujo a esa liberación y en la actualidad guardan fielmente desde sus raíces el Sabbath, empezando hacerlo desde el viernes por la tarde. ¿Usted no celebraría el nacimiento de quién nos salvó?, ¿aquel que despeño al pecado?, ¿no celebraría la liberación de su alma?
Celebración de la navidad en el catolicismo.
La iglesia celebra el nacimiento de Jesús el día 25 de diciembre, ciertamente bíblicamente no hay indicios de su nacimiento en día exacto, ni mucho menos que se haya asentado cronológicamente que el 25 de diciembre nació Jesús, sin embargo bíblicamente sí se cita contundentemente el nacimiento de Cristo Jesús, los evangelios sinópticos son claros en su nacimiento: cfr. Lc 2, 1-20; Mt 1, 18-25, (uno judaizante y el otro gentil), entonces… ¿la fecha afecta el significado de la navidad?, ¿por qué esa andanada de artículos, de información tratando de echar por la borda la celebración de la navidad en los católicos?; hay en el mundo tantos intereses que no tienen una sana intención, no hay una intención religiosa honesta, otros más tratan en sus artículos dar a conocer novedades para sus lectores aumentando su preferencia, unos más tratan de dejar a los católicos como ignorantes que sería en el último que caso, algo desleal, funesto.
¿Por qué celebramos la navidad o el adviento si no nació el día 25 de diciembre?
Adviento.
Todo el evangelio anuncia la llegada del mesías, el adviento es lo que representa: esa preparación para recibirlo, Jesús va anunciando el estar listos , atentos, a no dormirse, a estar vigilantes, comprometiéndose a no dejar pasar la salvación, muchos en la actualidad han tomado ya la salvación y se esfuerzan día a día a vivir dignamente como verdaderos católicos, esa espera para muchos puede ser la respuesta de su conversión a Dios y a vivir con intensidad su fe, la opción de la salvación es personal y el estar atentos representa la oportunidad de tomar las promesas de salvación, como diría aquel condenado: “yo también soy hijo de Dios”.
Preservar el adviento es vital para recibir a Cristo en la vida del hombre, preservar permite que nuestras futuras generaciones tengan la oportunidad de recibir la salvación: Mt 28:19 Vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos, bautícenlos consagrándolos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Un poco de historia para profundizar.
A raíz de que la iglesia cristiana se organiza institucionalmente y religiosamente tras el edicto de Milán promulgado por parte de Constantino, donde se le permite el libre culto, no solo para el cristianismo sino a varias profesiones de fe orientales y más, sin persecuciones para externar su fe, deciden fijar la fecha del nacimiento del salvador el día 25 de diciembre.

Edicto de Milán Constantino y Licinio año 313
Habiéndonos reunido felizmente en Milán tanto yo, Constantino Augusto, como yo, Licinio Augusto, y habiendo tratado sobre todo lo relativo al bienestar y a la seguridad públicas, juzgamos oportuno regular, en primer lugar, entre los demás asuntos que, según nosotros, beneficiarán a la mayoría, lo relativo a la reverencia debida a la divinidad; a saber: conceder a los cristianos y a todos los demás la facultad de practicar libremente la religión que cada uno desease con la finalidad de que todo lo que hay de divino en la sede celestial se mostrase favorable y propicio tanto a nosotros como a todos los que están bajo nuestra autoridad. Así, pues, con criterio sano y recto, hemos creído oportuno tomar la decisión de no rehusar a nadie en absoluto este derecho, bien haya orientado su espíritu a la religión de los cristianos, bien a cualquier otra religión que cada uno crea la más apropiada para sí, con el fin de que la suprema divinidad, a quien rendimos culto por propia iniciativa, pueda prestamos en toda circunstancia su favor y benevolencia acostumbradas. Por lo cual, conviene que tu excelencia sepa que nos ha parecido bien que sean suprimidas todas las restricciones contenidas en circulares anteriores dirigidas a tus negociados referentes al nombre de los cristianos, y que obviamente resultaban desafortunadas y extrañas a nuestra clemencia, y que desde ahora todos los que desean observar la religión de los cristianos lo pueden hacer libremente y sin obstáculo, sin inquietud ni molestia. Hemos creído oportuno poner en conocimiento de tu diligencia esta disposición en todos sus extremos, para que sepas que hemos concedido a los cristianos incondicional y absoluta facultad para practicar su religión.
Al constatar que les hemos otorgado esto, debe entender tu excelencia que también a los demás se les ha concedido licencia incondicional para observar su religión en orden a la conservación de la paz en nuestros días, de modo que cada cual tenga libre facultad de practicar el culto que desee. Hemos actuado así para no dar la apariencia de mantener la más mínima restricción con algún culto o alguna religión.
Lactancio, Sobre la muerte de los perseguidores, 48.
Traducción de R. Teja.

¿Por qué el día 25 de diciembre y no otro día?
Muchos argumentan que Constantino el grande y el Papa Julio I querían cristianizar la fiesta pagana de los “saturnales”, a lo largo del imperio romano esta fiesta era la más popular (seis siglos de festejos arraigados); la iglesia como una unidad ya celebraba el nacimiento de Cristo Jesús el día 6 de enero (el día de la epifanía) pero en oriente ya se celebraba en las fechas del 20 de mayo, el 20 de abril o 17 de noviembre, la iglesia con la libertad dada por Constantino de libre profesión de fe, convoca a reunión a la iglesia dispersa en los tres continentes (Asía, Europa y África) y debe de quedar bien entendido que Constantino no fundó la iglesia católica, es una falsedad que han inventado para desprestigio del catolicismo, pues la iglesia ya existía, la iglesia reunida decide cambiar la fecha al 25 de diciembre, ¿cuál sería el verdadero motivo de ello?, ¡no se sabe con exactitud!, el problema radica en que en el racionamiento y en su limitado entendimiento los hombres argumentan fines que ni históricamente, ni cronológicamente no están citados o asentados textualmente, son hipótesis, teorías y claro es bueno tener idea de ellas, más aún, tratar una principal para la fe católica nos parece adecuado:
Jesús la luz del mundo.
El 25 de diciembre el imperio romano celebraba la fiesta: “Natalis Invicti,” del Sol que nace, un sol resplandeciente, según comentaristas es el día en que el sol alcanza su más grande culmen, brillando tan alto para entrar en las fechas del invierno. En la enseñanza de la iglesia evangelizadora quería que se supiera que Cristo Jesús es la luz del mundo, una luz que ha superado las tinieblas, que ningún dios que tenía el imperio era capaz de brillar en la verdad, en la vida y que se trazaba un camino de seguir a Cristo para renunciar a sus dioses y cultos de la mitra, por ello la iglesia decreta: en año 336, en la Depositio Martyrum filocaliana, se cita la celebración de la Navidad de Cristo en 25 de diciembre (VII Callan).
¿Pero por qué dicen que era para quitar o erradicar las fiestas paganas?
Jesús en su gran pedagogía nos deja claramente una enseñanza profunda en la doctrina de la joven iglesia. Jesús utiliza símbolos y signos ya establecidos para puntualizar el nuevo significado en los cristianos, por ejemplo: la pascua no para conmemorar la salida de Egipto sino para celebrar la nueva alianza; utiliza pentecostés no para honrar a su misma palabra sino para enviar al Espíritu santo, llenar de poder, ungir y fundar su iglesia; utiliza parte de la ley para asentar lo que decía la ley y lo que ahora él decía. Tomando como base este aspecto la iglesia celebraba ya el 25 de abril, el cortejo que iba al puente Milvio por un cortejo cristiano que iba al Vaticano, para celebrar la misa en el sepulcro del Apóstol. De igual manera ahora el 25 de diciembre lo que busca es superar a simples festejos paganos que por muy importantes que sean para el pagano, ahora debe de ser más trascendente el festejo del nacimiento de la salvación y que quedase grabada en la mente de los cristianos; quizá le parezca grotesco sin embargo observe:
  • Jesús supera a Moisés.
  • Supera al sacerdocio judío.
  • Supera a los profetas.
  • Supera a los maestros de Israel.
  • Da plenitud a la ley.
  • Él es el agua viva.
  • Él es el pan de vida.
  • Él es la resurrección.
  • Él es la luz del mundo.
  • Él es el buen pastor.
  • Es la vid verdadera.
  • Es el yugo suave.
  • Es la puerta.
Hay tantos elementos que Cristo Jesús utiliza, de los cuales la iglesia no duda en superar esa luz del sol del 25 de dicembre, Zacarías el piadoso sacerdote del grupo de Abías, uno de los 24 grupos en que se dividían los sacerdotes en tiempo de Jesús, inspirado por el espíritu santo proclama:
Lc 1:78-79: Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará desde lo alto un amanecer que ilumina a los que habitan en tinieblas y en sombras de muerte, que endereza nuestros pasos por un camino de paz.
¿Cuál es la polémica?
¡No hay polémica!, muchos creen haber descubierto el hilo negro, creen iluminar con estas objeciones al entendimiento humano, como queriendo abrir los ojos del mundo y lo que hacen es verse como “necios”, creen que la iglesia es ignorante; sí usted no cree en la navidad no la celebre, sí piensa que santa Claus es su insignia de la navidad pues ponga al gordito rojo en su sala, sí el árbol de la navidad le parece inadecuado no lo ponga, sí lo hace adelante.
Los creyentes en Cristo Jesús, los católicos celebramos como una unidad está fecha del 25 de diciembre y es principalmente con una cena familiar, regalos de amor y cariño, reunión en hogares donde los hermanos nos externamos un abrazó, nos perdonamos y disculpamos sabiendo que Cristo entra a nuestro hogar para erradicar las tinieblas, despertar a los dormidos, resucitar a los muertos, perdonar a los pecadores y tantas cosas que nos dice la navidad.
Acciones a preservar.
Celebre este 25 de diciembre seguro de que Dios no le reprocha tal acción, tenga confianza de que ha escuchado sus plegarias, canticos navideños y tenga bien sabido que Dios se hace presente en medio de su hogar, que Jesús el arca perfecta le invita a la conversión en todo momento, Jesús esperanza vuelta realidad para usted, Jesús respuesta de Dios para el hombre, concientice: “no comete usted ningún error, ni sacrilegio en la celebración de la navidad.
Los judíos no celebran el año nuevo el 31 de diciembre para el 1 de enero y esto no los hace menos creyentes, ni menos religiosos; los testigos de Jehová celebran el Sabbath sin ser judíos y no les quita su religiosidad, muchos cristianos que no profesan la fe católica no aceptar los sacramentos, se confiesan entre ellos, no creyendo cometer un error, esa es su fe, los masones se sienten los arquitectos del mundo y muchos no los rechazan, lo toman como normal de cualquier grupo y no pasa nada. El católico no se debe de avergonzar, está dentro de los lineamientos de la santa tradición de nuestra iglesia y bíblicamente celebra la llegada de la salvación.
Celebre con su familia la navidad, arrulle al niño Dios, celebre la eucaristía, comparta los tamalitos, ponches, lo que usted pueda porque Jesús esta con usted, en cada posada se recuerda aquel día que San José y nuestra madre santísima iba de lugar en lugar buscando un lugar digno para el nacimiento de Cristo Jesús, su hogar es digno, su tradición igual de bella, cante el aleluya, viva el colorido que Dios da a la navidad solo por amor, enseñe a sus hijos amar a Dios, vivir en Cristo Jesús, a vivir como miembro de la iglesia, a disfrutar su bautismo como hijo de Dios y sobre todo déjese llevar por el Espíritu santo, él no se equivoca, recuerde: usted es católico, quién le contradice no es católico y no tiene los mismos intereses de salvación.

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