domingo, 14 de diciembre de 2014

DOMINGO III DE ADVIENTO-B: VIVAN SIEMPRE ALEGRES


mariaÉste es llamado el domingo de la alegría, porque toda la Palabra de Dios nos invita a a alegría que viene de Dios. La lectura de Isaías nos presenta primero al Ungido por el Espíritu Santo, Cristo, que viene a proclamar el Evangelio, que significa buena nnoticia, y a preginar un año de gracia del Señor, es decir, un tiempo especial de abundancia de los dones de Dios que nos trae la paz, el consuelo, el descanso, la libertad.
Presenta a Jerusalén que desborda de gozo en el Señor y se adorna como una novia para recibir a su esposo, Cristo. El salmo responsorial nos trasmite la alegría de María la Virgen en su cántico cuando dice: “mi espíritu se llena de júbilo en Dios mi salvador·, y también “Dichosa me dirán todas las generaciones” ¿por qué? Porque Dios puso los ojos en la humildad de su sierva. La alegría de María no viene de la posesión de los bienes materiales sino de haber sido tomada en cuenta por Dios para ser parte del misterio de la salvación. Y San Pablo dice a los Tesalonicenses: Estén siempre alegres, dando gracias en toda ocasión. Nos enseña a ser alegres a la vez que agradecidos.
La alegría es una característica del cristianismo por más que muchos cristianos y cristianas no nos esforcemos por mostrar el rostro alegre del Evangelio que es buena noticia, y las buenas noticias alegran el corazón, traen la dicha, son importantes. La mejor Noticia es que Dios está en medio de nosotros y viene a liberarnos de nuestros pecados, soledades, rencores, ,miedos y angustias. Que viene a hacernos libres y a participarnos del gozo eterno de su Reino el cual empezamos a gozar ya en esta vida cuando renunciamos a todo para seguirlo a El. San Pablo también aconseja alejarse de todo mal, abstenerse del pecado para poder presentarnos irreprochable hasta la llegada del Señor. Es el mismo consejo de hace dos domingos a los Corintios y del apóstol San Pedro el domingo pasado. Si la Paabra insiste es que es importante: hay que guardar nuestro cuerpo, alma y espíritu sin reproche para el día que nos encontremos con Dios.
bauY el Evangelio según San Juan nos trae la figura de Juan el Bautista, quien es interrogado por los enviados de los sacedotes: ¿Quién eres, qué dices de ti mismo?, le preguntan los enviados. Y él responde: Yo no soy el Mesías, soy la voz que clama en el desierto. Tiene una clara conciencia de su identidad. No es protagónico, no quiere suplantar el lugar de Cristo. Esa pregunta deberían hacérnosla a todos los cristianos y si nadie nos la pregunta,, pues deberíamos preguntarnos a nostros mismos. ¿Qué soy, cuál es mi misión, qué puedo decir de mí mismo como cristiano, de mi misión? Muchos cristianos no saben que tienen una misión particular que deben predicr el Evangleio de palabra y de obra, que el Señor los llama a ser productivos y a trabajar en su viña. ¿Qué hacees por el Señor? ¿Cuás es tu misión como cristiano? ¿Cuál es tu misión específica en ti Iglesia, en tu parroquia? Juan Bautista tenía la madurez y humildad suficiente par colocarse en el lugar justo: el que da testimonio de Jesús, que ya está en medio de nosotros, También los cirstianos debemos ser tesgios de la Luz, que es Jesucristo, y que está en medio de nosotros esperando ser descubierto para iluminar nuestro camino.

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