martes, 2 de diciembre de 2014

Algunas claves del discurso del Papa en el Parlamento Europeo


Algunas ideas fuerza en la intervención del Papa 






He aquí lo que me parece son algunas ideas fuerza en la intervención del Papa en el Parlamento Europeo.
 
1. Mensaje de esperanza
 
2. Impresión general de cansancio y de envejecimiento, de una Europa anciana que ya no es fértil ni vivaz.
 
3. La dimensión trascendente de la vida, el rumbo esencial: construir juntos la Europa que no gire en torno a la economía sino a la sacralidad de la persona humana.
 
a. Una trascendencia que conduce a la innata i capacidad del ser humano de distinguir el bien del mal, esa "brújula inscrita en nuestros corazones y que Dios ha impreso en el universo creado", mirando al hombre "no como un absoluto, sino como un ser relacional" para superar el drama de la soledad en que viven ya tantas personas.
 
4. Cultura integral de la vida. 
El economicismo que convierte a las personas en elementos de producción o de consumo hasta que, cuando la vida ya no sirve a dicho mecanismo, se la descarta sin tantos reparos, como en el caso de los enfermos terminales, de los ancianos abandonados y sin atenciones, o de los niños asesinados antes de nacer (esta última expresión fue modificada en la versión oral del discurso).
 
5. Estilos de vida un tanto egoístas, caracterizados por una opulencia insostenible y a menudo indiferente respecto al mundo circunstante, y sobre todo a los más pobres.
 
6. Derechos humanos. Un mensaje dirigido a rescatar la pérdida antropología del ser humano de noción cristiana.
 
a. La dignidad inherente al ser humano trascendente es la base de la defensa de los derechos humanos.
 
b. Al tiempo que aplaudía la Unión Europea, hace esfuerzos en su favor, pero persisten demasiadas situaciones en las que los seres humanos son tratados como objetos, de los cuales se puede programar la concepción, la configuración y la utilidad, y que después pueden ser desechados cuando ya no sirven, por ser débiles, enfermos o ancianos.
 
c. Señaló dos errores que conducen a una mala comprensión de los derechos humanos y a su mal uso:
i. La tendencia hacia una reivindicación siempre más amplia de los derechos individuales, que esconde una concepción de persona humana desligada de todo contexto social y antropológico.
ii. El concepto de derecho ya no se asocia al de deber.
 
d. Profundizar en una cultura de los derechos humanos que pueda unir sabiamente la dimensión individual, o mejor, personal, con la del bien común.
 
7. Política. Junto al proceso de ampliación de la Unión Europea, ha ido creciendo la desconfianza de los ciudadanos respecto a instituciones consideradas distantes.
 
a. Los parlamentarios, están llamados también a una gran misión. Preocuparse de la fragilidad de los pueblos y de las personas. Cuidar la fragilidad quiere decir fuerza y ternura, lucha y fecundidad, en medio de un modelo funcionalista y privatista que conduce inexorablemente a la "cultura del descarte.
 
b. Servir a la democracia con hechos pues, si no, se corre el riesgo de vivir en el reino de la idea, de la mera palabra, de la imagen, del sofisma.
 
c. Es necesario evitar que la democracia sea desplazada ante las presiones de intereses multinacionales no universales, que la hacen más débil y la trasforman en sistemas uniformadores de poder financiero al servicio de imperios desconocidos. Este es un reto que hoy la historia nos ofrece.
 
d. Ecología humana. "El respeto por la naturaleza nos recuerda que el hombre mismo es parte fundamental de ella. Junto a una ecología ambiental, se necesita una ecología humana, hecha del respeto de la persona, que hoy he querido recordar dirigiéndome a ustedes".
 
8. Preocupación por el desempleo. Es hora de favorecer las políticas de empleo, pero es necesario sobre todo volver a dar dignidad al trabajo, garantizando también las condiciones necesarias para su desarrollo. Apeló a buscar nuevos modos para conjugar la flexibilidad del mercado con la necesaria estabilidad y seguridad de las perspectivas laborales.
 
9. Familia y educación
. "Invertir en la persona humana", empezando por la educación, a partir de la familia, célula fundamental y elemento precioso de toda sociedad. La familia unida, fértil e indisoluble trae consigo los elementos fundamentales para dar esperanza al futuro.
 
10. Raíces cristianas de Europa. Una Europa capaz de apreciar las propias raíces religiosas, sabiendo aprovechar su riqueza y potencialidad, puede ser también más fácilmente inmune a tantos extremismos que se expanden en el mundo actual, también por el gran vacío en el ámbito de los ideales, como lo vemos en el así llamado Occidente, porque es precisamente este olvido de Dios, en lugar de su glorificación, lo que engendra la violencia.
 
a. La identidad de Europa. La identidad cultural de Europa, en la que se basa su fuerza, es la que permitirá jugar un papel frente a los conflictos y frente al terrorismo internacional.
 
11. Persecución religiosa e indiferencia. Denunció las numerosas injusticias y persecuciones que sufren cotidianamente las minorías religiosas, y particularmente cristianas. Comunidades y personas que son objeto de crueles violencias: expulsadas de sus propias casas y patrias; vendidas como esclavas; asesinadas, decapitadas, crucificadas y quemadas vivas, bajo el vergonzoso y cómplice silencio de tantos.
 
12. Inmigración. Es igualmente necesario afrontar juntos la cuestión migratoria. No se puede tolerar que el mar Mediterráneo se convierta en un gran cementerio. En las barcazas que llegan cotidianamente a las costas europeas hay hombres y mujeres que necesitan acogida y ayuda.
 
a. Acogida a los inmigrantes con políticas correctas, valientes y concretas emisoras en lugar de políticas de interés. Es necesario actuar sobre las causas y no solamente sobre los efectos.
 
b. Hacer frente a las problemáticas asociadas a la inmigración si es capaz de proponer con claridad su propia identidad cultural y poner en práctica legislaciones adecuadas que tutelen los derechos de los europeos.
 
13. A modo de conclusión, a los eurodiputados. Ha llegado la hora de construir juntos la Europa que no gire en torno a la economía, sino a la sacralidad de la persona humana, de los valores inalienables; la Europa que abrace con valentía su pasado, y mire con confianza su futuro para vivir plenamente y con esperanza su presente. Ha llegado el momento de abandonar la idea de una Europa atemorizada y replegada sobre sí misma, para suscitar y promover una Europa protagonista, transmisora de ciencia, arte, música, valores humanos y también de fe. La Europa que contempla el cielo y persigue ideales; la Europa que mira, defiende y tutela al hombre; la Europa que camina sobre la tierra segura y firme, precioso punto de referencia para toda la humanidad.

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