lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Por qué y a qué va el Papa Francisco a Albania, el domingo 21 de septiembre?


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¿Por qué y a qué va el Papa Francisco a Albania, el domingo 21 de septiembre?
 También en este otoño, Francisco viajará al Parlamento europeo en Estrasburgo y a Turquía

Poco hay que imaginar o que deducir sobre las razones de este nuevo viaje apostólico de Francisco. Él mismo lo ha explicado en dos ocasiones. La primera fue el domingo 15 de junio, cuando al final del rezo del ángelus, hizo, por sorpresa, el anuncio de esta visita, del siguiente modo: «Hoy quiero anunciar que, aceptando la invitación de los obispos y de las autoridades civiles albanesas, pienso ir a Tirana el domingo 21 de septiembre. Con este breve viaje deseo confirmar en la fe a la Iglesia en Albania y testimoniar mi aliento y mi amor a un país que sufrió mucho a consecuencia de las ideologías del pasado».
En la rueda de prensa de su vuelo de regreso a Roma desde Corea, el lunes 18 de agosto, Francisco fue preguntado por su agenda viajera, que comenzó a glosar refiriéndose a la etapa en Albania. Estas fueron las palabras del Santo Padre:
«Algunos dicen que el estilo del Papa es comenzar todas las cosas por la periferia. Pero no, ¿por qué voy a Albania? Por dos motivos importantes. En primer lugar, porque han conseguido formar un gobierno –pensemos en los Balcanes–, un gobierno de unidad nacional formado por musulmanes, ortodoxos y católicos, con un consejo interreligioso que es muy positivo y equilibrado. Y funciona y están bien integrados. La presencia del Papa es para decir a todos los pueblos: “La colaboración es posible”. Lo considero como un verdadero apoyo a ese noble pueblo. Y el otro motivo: si miramos a la historia de Albania, desde el punto de vista religioso fue el único país comunista que recogió el ateísmo práctico en su Constitución. Ir a Misa era inconstitucional. Y además, me decía uno de los ministros que en aquel tiempo se destruyeron –no quisiera equivocarme en la cifra– 1.820 iglesias. ¡Destruidas! Ortodoxas, católicas… Otras iglesias se convirtieron en cines, teatros, salones de baile… Sentí que tenía que ir: está cerca, en un día se hace».
Otoño viajero para el Papa, empezando por Albania
Apenas un mes después de su espléndido viaje a Corea del Sur y mientras se espera la inmediata confirmación de una visita a Turquía, los días 29 y 30 de noviembre, amén del viaje al Parlamento europeo en Estrasburgo, el 25 de noviembre, y Sri Lanka y Filipinas se preparan para recibir al Papa a mitad de enero próximo, Francisco se desplaza este domingo 21 de septiembre a Albania, la vecina, olvidada, martirizada y empobrecida Albania. Este será su cuarto viaje internacional en año y medio de pontificado.
«Esperamos al Papa con sentimientos de gratitud. Nuestra Iglesia está bien enraizada en el territorio y ha permanecido profundamente ligada a la gente a lo largo de la historia, y dado que es una Iglesia pequeña, siempre ha visto a Roma con afecto, viviendo así su vocación a la catolicidad».
Es monseñor Rrok Mirdita, arzobispo de Tirana. Es en una entrevista en Radio Vaticana ante el viaje del Papa Francisco a este país europeo, tan martirizado, y donde, a pesar de todo, «nuestra gente  -prosigue el prelado- ha vivido la pertenencia a la Iglesia Universal a través de la comunión con el Sucesor de Pedro y la fidelidad a él; incluso en los momentos en los que el Sucesor de Pedro y la Iglesia Universal eran considerados enemigos en la patria. Pienso en la larga persecución religiosa bajo el régimen comunista, pero también en otros momentos del pasado. Ahora es el Sucesor de Pedro quien nos mira y viene a encontrarse con nosotros, para confirmarnos en la fe y para rendir homenaje al martirio y al sufrimiento de los católicos, pero no sólo a ellos. La Iglesia en Albania lo espera con alegría y afecto, pero también las demás religiones y los no creyentes tienen gran estima y aprecio por nosotros».
Albania, entre los Balcanes y el Mediterráneo, en el oeste de Europa, se extiende a lo largo de 28.748 kilómetros cuadrados. Su capital, Tirana, cuenta con unos seiscientos mil habitantes.
«Juntos con Dios, hacia la esperanza que no defrauda»
«Juntos con Dios, hacia la esperanza que no defrauda» es el lema de la visita apostólica. En la frase, surgen ya tres ideas, tres objetivos claros del viaje. En primer lugar el «juntos» potencia la necesidad de que el catolicismo se fortalezca desde la unidad, la comunión y la comunidad. La alusión expresa a Dios resulta especialmente significativa para un país al que durante cuatro décadas el comunismo, de matriz soviética, hizo del ateísmo religión oficial y proscribió y prohibió el nombre de Dios. La referencia final a la frase paulina (Carta a los Romanos, 5, 5) que de la esperanza en el Dios de los cristianos no defrauda, no decepciona, es una llamada, en efecto, a la esperanza dirigida al país más pobre de Europa (su PIP per cápita es de 3.716 dólares y, por ejemplo, el de Corea es de 34.776 dólares, algo superior al de España) y cuya economía, con todo, empieza ahora a remontar. Es también la esperanza de que Albania pueda vivir en la paz, en la libertad y en la prosperidad tan deseadas y buscadas durante siglos. Albania logró en 1912 la independencia del Imperio Otomano; en la segunda guerra mundial fue anexionado por Italia; y tras esta, el comunismo tiranizó el país hasta 1991.
Precisamente, recién recuperada la libertad, el Papa San Juan Pablo II visitó Albania el 25 de abril de 1993 y, ordenando cuatro obispos reconstituyó la jerarquía eclesiástica. La madre beata Teresa de Calcutanació en Skopie, entonces territorio albanés –actualmente macedonio- el 26 de agosto de 1910. Su figura, al que homenajeará Francisco durante su intensa jornada en Albania, es toda una referencia para el país entero, más allá, incluso, de credos religiosos. ¿Podría  el Papa anunciar en Albania su canonización? Es una pregunta, solo una pregunta…
Catorce intensas horas
Este domingo 21 de septiembre, pues, el Santo Padre saldrá a las 7:30 horas  en avión del aeropuerto romano de Fiumicino y será acogido oficialmente en el aeródromo «Madre Teresa» de Tirana a las 9 horas, donde le estará esperando el primer ministro de Albania, Edi Rama. Desde allí se desplazará al palacio presidencial para efectuar una visita de cortesía al presidente de la República de Albania, Bujar Nishani,finalizada la cual se encontrará con las autoridades del país, y a las 10 horas pronunciará su primer discurso en Albania.
Posteriormente, a las 11 horas, Francisco celebrará la santa misa y rezará el ángelus dominical, con sus correspondientes homilía y alocución en la Plaza Madre Teresa. Desde allí se trasladará a la nunciatura apostólica para almorzar con los obispos albaneses y los miembros del séquito papal. A las 16 horas, pronunciará un discurso ante los jefes de otras religiones y denominaciones cristianas en la Universidad Católica Nuestra Señora del Buen Consejo. A las 17 horas celebrará las vísperas con los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y miembros de los movimientos laicos albaneses en la catedral de Tirana. Está prevista una nueva homilía.  A continuación, a las 18:30 horas irá al Centro Betania para visitar a los niños allí acogidos y a diversas personas procedentes de otros centros caritativos de Albania y pronunciará un nuevo discurso, el sexto y último de la visita.
A las 19:45 horas, el Papa se despedirá de Albania y emprenderá el regreso a Roma a las 20 horas. La llegada al aeropuerto de Ciampino está prevista a las 21:30 horas.
La Iglesia en Albania
Desde 2008, el nuncio apostólico es el arzobispo y diplomático aragonés Ramiro Moliner Inglés (1941), quien, con anterioridad, fue nuncio, sucesivamente, en Papua Nueva Guinea e Islas Salomón, Guatemala y Etiopía, Yibuti y Somalia.
                Algo más de medio millón (517.000 personas), de los cerca de tres millones trescientos mil albaneses, son católicos, el 15,91% de la población.  El 25% son cristianos ortodoxos y el 60% son musulmanes. Con todo, el ateísmo y agnosticismo crece, preocupantemente, entre los jóvenes y Albania es el país más joven de Europa.
Las diócesis católicas en Albania son seis, las parroquias, 124, y hay también otros 25 centros pastorales. Los obispos son ocho, hay 54 sacerdotes y 93 sacerdotes religiosos. El número total de sacerdotes asciende, pues, a 147. Hay dos diáconos permanentes, 16 religiosos no sacerdotes, 478 religiosas, 36 misioneros laicos y 331 catequistas. Los seminaristas son 68: 15 en el seminario menor y 53 mayores.
La Iglesia católica en Albania sirve 54 escuelas infantiles y de educación primaria, 14 de estudios medios y secundarios y 5 de estudios superiores y universitarios, en las que se educan, respectivamente, 6.349, 2.114 y 2.382 alumnos, en total casi once mil estudiantes.
Asimismo en Albania hay ocho hospitales católicos, 29 ambulatorios, 16 residencias de ancianos, 16 orfanatos, 3 centros de familia y vida y otros dos centros polivalentes.
¿Y cómo es la vida en Albania, su sociedad, su Iglesia, sus religiones? ¿Qué puede aportar a Europa y a la Iglesia? Responde de nuevo el arzobispo de Tirana, monseñor Rrok Mirdita«Albania es una periferia de Europa, pero nuestro país es rico de otros valores. Tenemos la población más joven del continente, a pesar de los flujos migratorios, tenemos una familia aún fuerte, en la que los ancianos son respetados, escuchados y atendidos. Tenemos una preciosa convivencia pacífica entre las religiones y, a pesar del trauma de la dictadura y el gran sufrimiento del pasado reciente, no hemos caído en la trampa de una nueva lucha de clases y hemos mantenido la paz social. Se puede decir que el Papa Francisco entra en el continente europeo a través del encuentro con un pueblo necesitado, que ha sufrido mucho, pero que también tiene mucho que dar a Europa».

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