Introducción
En este día tan especial, celebramos la Conmemoración de los Fieles Difuntos.
La Iglesia, que como Madre solícita recuerda cada día a sus hijas amadas, las benditas Ánimas del Purgatorio, hoy quiere orar por ellas con mayor intensidad.
Dice el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica:
“Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte, una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del Cielo” (1).
La existencia del Purgatorio es dogma de fe que, como todos los demás, tiene su sólido fundamento en las Santas Escrituras.
Ofrezcamos pues esta Eucaristía pidiendo por el eterno descanso de las almas de todos los difuntos, seguras ya de su salvación (Cf. Supra), pero privadas aún de la contemplación de la gloria de Dios.
Liturgia de la Palabra
Proponemos una introducción general, la cual puede usarse libremente para cualquiera de las tres Misas sugeridas para hoy. A continuación, puntualizamos las citas de algunas de las lecturas de estas Misas de difuntos:
Única introducción: Apoc. 21, 1-5a. 6b-7; I Cor. 15, 51-57; Jn. 11, 17-27; I Cor. 15, 20-23; Lc. 24, 1-8; Sab. 4, 7-15; Rom. 5, 5-11; Jn. 14, 1-6.
La liturgia de este día de difuntos nos invita a contemplar el misterio de la muerte terrena. Si por el pecado de nuestros primeros padres, ella entró en el mundo, por el Sacrificio de Cristo, dejó de ser la última palabra en la vida de los hombres.
San José libera Almas del Purgatorio |
Oración de los fieles
R. Dales, Señor, el descanso eterno
O bien:
R. Dios de la Vida, escúchanos
-Por el gozo eterno de las más olvidadas Almas del Purgatorio, a las que la Iglesia ama entrañablemente. Oremos.
-Por la almas de los Romanos Pontífices difuntos. Oremos.
-Por las almas de los hermanos no católicos, que durante su vida negaron la existencia del Purgatorio. Oremos.
-Por las almas de los niños a los que se les arrebató el derecho de nacer, o por las de aquellos que murieron sin el bautismo. Oremos.
-Por las almas de aquellos a quienes la ley civil, (arrogándose un derecho que no tiene), ha autorizado la eutanasia. Oremos.
-Por las almas de los que han sido o serán condenados a la pena capital. Oremos.
-Por las almas de los que se han quitado la vida. Oremos.
-Por la eterna salvación de los que han muerto o morirán hoy. Oremos.
Ofertorio
Que así como las ofrendas de pan y vino son presentadas en el Altar, de la misma manera sean presentadas ante el trono de Dios las almas de los difuntos.
Comunión
Jesús Eucaristía es Manjar de Vida eterna. Alimentémonos de Él, y no seremos presa de lo poderes de la muerte.
Comunión espiritual
Jesús, Vida y esperanza de las almas, habita en mi corazón. Acepta, Señor, los frutos de esta comunión espiritual en sufragio por todos los difuntos, especialmente por aquellos a los que estoy más obligado a pedir.
Despedida
Comprometidos con nuestra vida en la Tierra, y con la esperanza de llegar algún día al Hogar del Cielo, concluimos la celebración.
Notas
1. Cf. n. 1030.
35° aniversario de la Solemne Misa de Inicio de su Pontificado.
Juan Pablo y el entonces cardenal J. Ratzinger (22/10/78) |
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