La ciudad de León Guanajuato vivió un acontecimiento bello en la catedral de la ciudad, el Excelentísimo Arzobispo de la Arquidiócesisdon Alfonso Cortés ha ordenado a dos Diáconos más que fortalecen el sacerdocio por gracia de Jesús; Iván Josué Ponce Hernández y Emmanuel Salvador Ayala Chávez son los diáconos que durante un año van a estar en Roma para seguir su formación adecuadamente y posteriormente recibir el sacramento del sacerdocio.
Jesús, responde en los momentos más difíciles eligiendo sacerdotes para su Iglesia, aun con todo lo que puede haber alrededor de ataques, de denigración hacía la persona del sacerdote, Cristo Jesús da la vocación a Iván Josué y Emmanuel Salvador y con ello el pueblo católico festeja este acontecimiento.
Se maravilla uno porque verdaderamente el sacerdocio es toda una elección de Cristo, nosotros conocemos a Emmanuel Salvador, sus padres que desde su evangelización y su conversión diaria a Cristo, han participado duro para que Cristo sea conocido y hoy reciben un premio grandioso: con la ordenación como Diácono de su hijo.
La Iglesia en Roma se esfuerza para que los sacerdotes jóvenes vayan lo mejor preparado pastoralmente como amantes de Cristo a través de su sagrada escritura, así lo hemos visto y constatado en este último tiempo con los sacerdotes jóvenes a quienes tratamos y que nos causan una gran alegría y esperanza; la palabra de Dios debe de ser el baluarte para sus vidas y la acción pastoral la meta para interactuar con el pueblo de Dios.
La fiesta por la ordenación de los diáconos se dio en el auditorio Juan Pablo II de la parroquia de San Pío X, pero la mejor fiesta es la que se celebraba en el cielo por Cristo y su Iglesia; jóvenes llenos de vida que entregan su vida a nuestro Señor Jesús.
No cabe duda que aquellas palabras en el evangelio de Mateo 28, 18-20 se cumplen, no hay explicación solo ver el gran misterio de Dios para dar en Cristo la fortaleza y asistencia a su pueblo con sacerdotes y solo nos queda bendecir este momento y celebrar con La Iglesia esperando su ordenación como sacerdotes.
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