HIMNO
Adoremos,
reverentes,
Al
Señor Sacramentado,
Cante
el rito del presente,
superior
al del pasado.
Nuestros
ojos lo contemplan.
Con
filial, humilde fe.
Gloria
al Padre, gloria al Hijo
y al
Espíritu Santo
Al
Dios Santo, uno y trino
alabanza
y bendición.
Suba
al cielo en testimonio,
el
incienso del amor. Amén
Adoración
Al Santísimo Sacramento,
para celebrar en comunidad
con motivaciones del Documento de Aparecida
hagamos
A.- PREPARACIÓN DE LA ADORACIÓN
Materiales:
·
Hojas de canto
·
Custodia
Ambientación:
·
Es
necesario poner las bancas o sillas de frente al altar y no alrededor. La idea
es poder mirar y contemplar al Santísimo Sacramento.
·
Conviene
que las luces de la capilla estén bajas para destacar la custodia y los cirios encendidos sobre el altar.
Personas:
·
Un animador(a)
·
Celebrante.
B.- DESARROLLO DE LA ADORACIÓN
HIMNO: Cristo
ayer y Cristo hoy
SALUDO Y PALABRAS DEL CELEBRANTE
V/ La gracia y la Paz
del Señor Jesucristo esté con todos ustedes
R/ Y con tu Espíritu
Nos hemos reunidos
porque queremos contemplar a Jesús en la Eucaristía y pedirle a él en esta mañana que nos
ayude a ser los discípulos misioneros que nuestra Iglesia necesita.
Discípulos
misioneros centrados en la
Eucaristía , que se dejan iluminar por la Palabra del Señor,
viviendo la espiritualidad del Buen Samaritano
y acogiendo la invitación de nuestro Maestro, el Señor Jesús, de ir y
anunciar la Buena
Noticia de la
Salvación a nuestro Pueblo para que en Él tenga vida. Adoremos a Jesús el Señor, en su presencia
Eucarística.
EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO
Se lleva al altar la Hostia Consagrada
para ser expuesta en la
Custodia.
CANTO: Señor te Adoramos
MOTIVACIÓN: La alegría que hemos recibido en el encuentro con
Jesucristo, a quien reconocemos como el Hijo de Dios encarnado y redentor,
deseamos que llegue a todos los hombres y mujeres heridos por las adversidades;
deseamos que la alegría de la buena noticia del Reino de Dios, de Jesucristo
vencedor del pecado y de la muerte, llegue a todos cuantos yacen al borde del
camino, pidiendo limosna y compasión (cf. Lc 10, 29-37; 18, 25-43). La alegría del
discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado
por la violencia y el odio. La alegría del discípulo no es un sentimiento de
bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fe, que serena el corazón y
capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios. Conocer a Jesús es el
mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros
es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra
palabra y obras es nuestro gozo.
(D.A.
29)
SILENCIO
CANTO: Te adoramos Señor
El discípulo
misionero, es aquél que ha hecho de la Eucaristía el centro de su vida.
1 Cor 11,23-26 / De la Carta de San Pablo a los Corintios
Porque
yo recibí del Señor lo que os transmití: que el Señor Jesús, la noche en que
era entregado, tomó pan, dando gracias, lo partió y dijo: “Este es mi cuerpo
que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.” Asimismo tomó el cáliz
después de cenar, diciendo: “Esta copa es la nueva Alianza de mi
sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo
en memoria mía.” Pues cada vez
que comáis este pan y bebáis de este cáliz, anunciáis la muerte del Señor,
hasta que venga.
Palabra
de Dios.
SILENCIO
ORACIÓN
CANTO: Oh Cristo
Señor Jesús
Lector 1: del
Documento de Aparecida
Encontramos a
Jesucristo, de modo admirable, en la Sagrada Liturgia.
Al vivirla, celebrando el misterio pascual, los discípulos de
Cristo penetran más en los misterios del Reino y expresan de modo sacramental
su vocación de discípulos y misioneros. La Constitución sobre la Sagrada Liturgia
del Vaticano II nos muestra el lugar y la función de la liturgia en el
seguimiento de Cristo, en la acción misionera de los cristianos, en la vida
nueva en Cristo, y en la vida de nuestros pueblos en Él.
SILENCIO
ORACIÓN
CANTO: Ven Oh Santo Espíritu
El discípulo misionero también hace de la palabra
de Dios luz para sus pasos
2 Cor. 4,1-9 / De la Carta de San Pablo a los
Corintios
Por esto,
misericordiosamente investidos de este ministerio, no desfallecemos. Antes
bien, hemos repudiado el silencio vergonzoso no procediendo con astucia, ni
falseando la Palabra
de Dios; al contrario, mediante la manifestación de la verdad nos recomendamos
a nosotros mismos a toda conciencia humana delante de Dios. Y si
todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden, para los incrédulos, cuyo entendimiento cegó
el dios de este mundo para impedir que vean brillar el resplandor del Evangelio
de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios. No nos predicamos a nosotros
mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por
Jesús. Pues el mismo Dios que dijo: De las tinieblas brille la luz,
ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de
la gloria de Dios que está en la faz de Cristo. Pero llevamos este tesoro en recipientes de
barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de
nosotros. Atribulados en
todo, mas no aplastados; perplejos, mas no desesperados; perseguidos,
mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados.
Palabra de Dios.
SILENCIO
CANTO: Alaben al Señor
Lector 2: Del Documento de
Aparecida
Se hace, pues, necesario proponer a los fieles la Palabra de Dios como don del Padre para el
encuentro con Jesucristo vivo, camino de “auténtica conversión y de renovada
comunión y solidaridad”. Esta propuesta será mediación de encuentro con el
Señor si se presenta la
Palabra revelada, contenida en la Escritura , como fuente
de evangelización. Los discípulos de Jesús anhelan nutrirse con el Pan de la Palabra : quieren acceder a
la interpretación adecuada de los textos bíblicos, a emplearlos como mediación
de diálogo con Jesucristo, y a que sean alma de la propia evangelización y del
anuncio de Jesús a todos. Por esto, la importancia de una “pastoral bíblica”,
entendida como animación bíblica de la pastoral, que sea escuela de
interpretación o conocimiento de la
Palabra , de comunión con Jesús u oración con la Palabra , y de
evangelización inculturada o de proclamación de la Palabra. Esto exige,
por parte de obispos, presbíteros, diáconos y ministros laicos de la Palabra , un acercamiento a
la Sagrada Escritura
que no sea sólo intelectual e instrumental, sino con un corazón “hambriento de
oír la Palabra
del Señor” (Am 8,11).
SILENCIO
ORACIÓN
CANTO:
Tengo sed de
Ti
El discípulo
misionero acoge la invitación de su Señor y sale para hacer discípulos de
Jesucristo y Bautizarlos en el Nombre del Padre y del Hijo
Mt. 28,16-20 / Del Evangelio de San Mateo
Por su parte, los
once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Y al verle le adoraron; algunos
sin embargo dudaron. Jesús se
acercó a ellos y les habló así: « Me ha sido dado todo poder en el cielo y en
la tierra. Id, pues, y haced
discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo, y
enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo. »
Palabra de Dios.
SILENCIO
CANTO: Cristo Jesús, fuego de
abraza
Lector 3: Del Documento de Aparecida
En el encuentro con Cristo queremos expresar
la alegría de ser discípulos del Señor y de haber sido enviados con el tesoro
del Evangelio. Ser cristiano no es una
carga sino un don: Dios Padre nos a bendecido en Jesucristo su Hijo, salvador
del mundo. (D.A. 28)
Anunciamos a nuestros pueblos que Dios nos
ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre, que está cerca con el
poder salvador y liberador de su Reino, que nos acompaña en la tribulación, que
alienta incesantemente nuestra esperanza en medio de todas las pruebas. Los
cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad y no profetas
de desventuras (D.A. 30)
En la generosidad de los misioneros se
manifiesta la generosidad de Dios, en la gratuidad de los apóstoles aparece la
gratuidad del Evangelio. (D.A. 31)
SILENCIO
ORACIÓN
CANTO: De noche iremos de noche
El discípulo
misionero vive en la
Espiritualidad del Buen Samaritano
Lc.
10,25-37 /Del Evangelio de San Lucas
Se
levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: « Maestro, ¿que he de hacer
para tener en herencia vida eterna? » El le dijo: « ¿Qué está escrito en la Ley ? ¿Cómo lees? » Respondió: « Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu
prójimo como a ti mismo. » Díjole entonces: « Bien has respondido. Haz
eso y vivirás. » Pero él,
queriendo justificarse, dijo a Jesús: « Y ¿quién es mi prójimo? » Jesús respondió: « Bajaba un hombre de Jerusalén
a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y
golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un
sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel
sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó
junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en
ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una
posada y cuidó de él. Al día
siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de
él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva." ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo
del que cayó en manos de los salteadores? » El dijo: « El que practicó la misericordia con
él. » Díjole Jesús: « Vete y haz tú lo mismo. »
Palabra
de Dios
SILENCIO
CANTO: Misericordias
Lector 4: Del Documento de Aparecida
Nuestra fe proclama que “Jesucristo es el rostro humano de Dios y el
rostro divino del hombre”. Por eso “la opción preferencial por los pobres está
implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por
nosotros, para enriquecernos con su pobreza. Esta opción nace de nuestra fe en
Jesucristo, el Dios hecho hombre, que se ha hecho nuestro hermano (cf. Hb 2,
11-12). Ella, sin embargo, no es ni exclusiva, ni excluyente.
Si esta opción está implícita en la fe cristológica, los cristianos como
discípulos y misioneros estamos llamados a contemplar en los rostros sufrientes
de nuestros hermanos, el rostro de Cristo que nos llama a servirlo en ellos:
“Los rostros sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo”. Ellos
interpelan el núcleo del obrar de la
Iglesia , de la pastoral y de nuestras actitudes cristianas.
Todo lo que tenga que ver con Cristo, tiene que ver con los pobres y todo lo
relacionado con los pobres reclama a Jesucristo: “Cuanto lo hicieron con uno de
estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron” (Mt 25, 40). Juan Pablo
II destacó que este texto bíblico “ilumina el misterio de Cristo”. Porque en
Cristo el grande se hizo pequeño, el fuerte se hizo frágil, el rico se hizo
pobre. (D.A. 392, 393)
SILENCIO
ORACIÓN
CANTO
HIMNO
Adoremos,
reverentes,
Al
Señor Sacramentado,
Cante
el rito del presente,
superior
al del pasado.
Nuestros
ojos lo contemplan.
Con
filial, humilde fe.
Gloria
al Padre, gloria al Hijo
y al
Espíritu Santo
Al
Dios Santo, uno y trino
alabanza
y bendición.
Suba
al cielo en testimonio,
el
incienso del amor. Amén
ORACIÓN
V/ Les
diste Pan del cielo
R/ Que contiene en sí todo deleite
Oremos:
Dios,
que bajo este sacramento admirable
nos
dejaste el memorial de tu Pasión:
Te
pedimos nos concedas venerar de tal modo
los
sagrados misterios de tu Cuerpo y de su Sangre,
que
experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención.
Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/ Amén
Alabanzas de Desagravio
Bendito
seas Dios.
Bendito
sea su Santo Nombre…
Bendito
sea Jesucristo, Verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito
sea el nombre de Jesús.
Bendito
sea su Sagrado Corazón.
Bendita
sea su Preciosa Sangre.
Bendito
sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar
Bendito
sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita
sea la incomparable
Madre de Dios, la Santísima Virgen
María.
Bendita
sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito
sea San José su casto Esposo.
Bendito
sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
O bien:
V/ Señor de
la Paz
R/ Bendito
seas Señor
Jesucristo,
verdadero Dios
Pan
vivo bajado del cielo
Hijo
revelador del Padre
Luz
del mundo
Cabeza
del Cuerpo de la Iglesia
Maestro
único
Pastor
único
Pastor
bueno que das la vida por nosotros
Sacerdote
eterno
Rey
de las naciones
Señor
de los señores
Ascendido
a los cielos
Sentado
a la derecha del Padre
Sumo
sacerdote de los bienes futuros.
RESERVA
CANTO: Venid Exultemos
No hay comentarios:
Publicar un comentario