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|  |  | Paulina von Mallinckrodt, Beata |  
Fundadora de laMartirologio  Romano: En Paderborn, en Alemania, beata Paulina von Mallinckrodt, virgen,  fundadora de las Hermanas de la Caridad Cristiana, para atender  a los niños pobres y ciegos y auxiliar a los  enfermos y pobres (1881).Congregación de las Hermanas de la Caridad Cristiana
 Etimológicamente: Paulihna = Aquella de pequeño  tamaño, es de origen latino.
  Paulina  von Mallinckrodt nace el 3 de junio de 1817 en  Minden, Westfalia. Es la mayor de los hijos de Detmar  von Mallinckrodt, de religión protestante y alto funcionario de gobierno  del estado de Prusia y de su esposa, la baronesa  Bernardine von Hartmann, de religión católica, originaria de Paderborn. 
 Desde  pequeña absorbe con avidez la formación cristiana que le imparte  su madre, con amor. De ella hereda una fe profunda,  un gran amor a Dios y a los pobres y  una férrea adhesión a la Iglesia católica y a sus  pastores. Herencia paterna son la firmeza de carácter, los sólidos  principios, el respeto hacia los demás y el cumplimiento de  la palabra empeñada.
 
 Parte de su niñez y juventud pasa  Paulina en Aquisgrán, adonde fue trasladado su padre. Por la  temprana muerte de su madre, Paulina, cuando sólo cuenta 17  años de edad, toma en sus manos la dirección de  su casa y la educación de sus hermanos menores Jorge  y Hermann y de la pequeña Berta. Cumpliendo su tarea  a plena satisfacción de su padre, encuentra tiempo y medios  para ponerse al servicio de tantos pobres que por los  cambios técnicos, económicos y sociales de su siglo, sufren de  miserias materiales y espirituales. En Aquisgrán, con sus amigas, cuida  enfermos, niños y jóvenes.
 
 A los 18 años recibe el  sacramento de la Confirmación y se hace habitual en ella  la Misa diaria. Un poco más tarde su confesor le  permite la comunión diaria, algo infrecuente en esa época. Fruto  de la Confirmación es también la decisión de Paulina de  consagrar su vida entera al servicio de Dios.
 
 Cuando su  padre se retira del servicio estatal y se instala con  su familia en Paderborn, prosigue Paulina su actividad caritativa. Invita  y entusiasma a señoras y jóvenes a colaborar en el  cuidado de enfermos pobres; pero ante todo le parece necesaria  la educación e instrucción de los niños pobres.
 
 Funda para  ellos una guardería y acoge niños ciegos para cuidarlos e  instruirlos. Impulsada por la fuerza de la gracia, organiza la  Liga Femenina para el cuidado de los enfermos pobres. Luego  funda un jardín de infantes para atender a los niños  de las madres que deben trabajar fuera de su hogar  para ganar el sustento diario de la familia. La fundación  de este kindergarten en 1840 fue una idea novedosa y  de avanzada para proteger y dar un ambiente de contención  y afecto a estos niños que no podían ser cuidados  por sus madres.
 
 Llega hasta las chozas de los pobres para  aliviar sus miserias; los ayuda, consuela, exhorta y ora con  los enfermos, sin temer ni la suciedad ni los contagios,  sino por el contrario, lo afronta todo con una sonrisa  dedicando gran parte de su vida en un incansable servicio  en favor de los que sufren. "Nunca he encontrado a  una persona como ella; es difícil describir la imagen tan  atrayente y emotiva de su vivir en Dios" escribe en  una carta su prima Bertha von Hartmann.
 
 En 1842 poco después  de la muerte del señor von Mallinckrodt, le confían a  Paulina el cuidado de unos niños ciegos muy pobres. Ella  los atiende con la exquisita afabilidad que la caracteriza. Y  como Dios sabe guiar todo según sus planes, son los  niños ciegos los que darán origen a la Congregación, porque  a Paulina la admiten en distintas congregaciones religiosas pero no  así a los ciegos. Paulina pide una vez más consejo  a Monseñor Antonio Claessen quien después de escucharla atentamente y  de hacer mucha oración le hace ver que ella está  llamada por Dios a fundar una Congregación. Y obtenida la  aprobación del Obispo de Paderborn Monseñor Francisco Drepper, el 21  de agosto de 1849 funda la Congregación de las Hermanas  de la Caridad Cristiana, Hijas de la Bienaventurada Virgen María  de la Inmaculada Concepción con tres compañeras más. Pronto se  abren otros campos de actividad: hogares para niños y escuelas.
 
 Bendecida  por la Iglesia, la Congregación florece y se extiende rápidamente  en Alemania; pero como toda obra grata a Dios, debe  ser probada por el sufrimiento; la prueba no tarda en  llegar. El Canciller von Bismark emprende en 1871 una dura  lucha contra la Iglesia católica. Una tras otra ve la  Madre Paulina cómo se van cerrando y expropiando las casas  de la Congregación en Alemania.
 
 Con su profundo espíritu de  fe la Madre Paulina ve la mano de Dios en  esta persecución religiosa. Las casas de la joven Congregación fueron  confiscadas, las Hermanas expulsadas, la fundación parecía llegar a su  fin. Pero justamente así produjo frutos, se extendió por Estados  Unidos y América Latina.
 
 En la misma época de las persecuciones  en Alemania llegan muchos pedidos de Hermanas desde Estados Unidos  y Sudamérica para enseñar a los niños inmigrantes alemanes. Paulina  respondió enviando pequeños grupos de Hermanas a Nueva Orleans en  1873.
 
 En los siguientes meses se enviaron más grupos de  religiosas a los Estados Unidos y ella misma hizo dos  largos viajes a América para constatar en persona las necesidades  del Nuevo Mundo, donde fundó al poco tiempo una Casa  Madre en Wilkesbarre, Pennsylvania. Desde entonces las Hermanas abrieron además  casas en las arquidiócesis de Baltimore, Chicago, Cincinnati, New York,  Philadelphia, St. Louis, y St. Paul, y en la diócesis  de Albany, Belleville, Brooklyn, Detroit, Harrisburg, Newark, Sioux City y  Syracuse.
 
 En noviembre de 1874 arriban las primeras religiosas a  la diócesis de Ancud, en Chile, solicitadas por Monseñor Francisco  de Paula Solar. De allí partirían unos años más tarde  hacia el Río de la Plata, en 1883 a Melo,  Uruguay, y en 1905 a Buenos Aires, Argentina.
 
 A fines de  década de 1870 la persecución religiosa terminó en Alemania y  las Hermanas pudieron volver desde Bélgica a su patria donde  prosiguieron con su obra. La Comunidad había crecido en integrantes  y en misiones durante los años de opresión. La Madre  Paulina volvió a Paderborn después de su viaje a América  en 1880. A los pocos meses, ante el dolor de  las Hermanas, la Madre Paulina enfermó gravemente de neumonía y  murió el 30 de abril de 1881.
 
 S.S. Juan Pablo II  la beatificó el 14 de Abril de 1985.
 
Beata Paulina von Mallinckrodt, virgen y fundadora 
fecha: 30 de abriln.: 1817 - †: 1881 - país:  Alemania
 canonización:  B: Juan Pablo II 14 abr 1985
 hagiografía: Congregación
 
En Paderborn, en Alemania, beata Paulina von Mallinckrodt, virgen, fundadora de la Congregación de Hermanas de la Caridad Cristiana, para atender a los niños pobres y ciegos y auxiliar a los enfermos y menesterosos. 
 
 
Paulina von Mallinckrodt nació el 3 de junio de 1817 en Minden, Alemania. Sus padres, miembros de nobles familias alemanas, fueron el Consejero de Estado Detmar von Mallinckrodt y la Baronesa Bernardina von Hartmann. Desde pequeña, Paulina dio muestras de relevantes cualidades que se acrecentaron por la influencia ejemplar de la vida hogareña, y la de su maestra Luisa Hensel.
 
Cuando aún era muy joven sintió el llamado de la vocación religiosa, aunque debería superar enormes dificultades antes de ver realizado su anhelo. El 21 de agosto de 1849, día de su toma de hábito en la Iglesia de Busdorf, en Paderborn, Alemania, funda la «Congregación de las Hermanas de la Caridad Cristiana, Hijas de la Bienaventurada Virgen María de la Inmaculada Concepción», cumpliendo así la voluntad de Dios, que le inspiraba fundar un nuevo Instituto en la Iglesia. El 4 de noviembre de 1850, se consagró al Señor por medio de los votos religiosos.
 
Los rasgos característicos de su espiritualidad son: gran amor a Cristo Eucarístico, devoción e imitación a María Inmaculada, alegre servicio a los niños, enfermos y desvalidos. 
 
La vida de la nueva Congregación no fue fácil. En 1870, se inicia en Alemania un período de hostigamiento hacia la Iglesia Católica, a través del Kulturkampf, conjunto de leyes dictadas por el Ministro Prusiano de Culto que tendían a vigorizar la influencia del estado frente a la Iglesia. En este ambiente de inestabilidad e incertidumbre en que vivían las Hermanas de la Caridad Cristiana, la Madre Paulina mantuvo su fe inquebrantable en la Divina Providencia, y las dificultades fueron el incentivo para expandir la obra de su congregación a tierras americanas, y fue así como en 1874 se fundó en Ancud, Chile, la primera casa de la Congregación en esa región, extendiéndose su labor a otras partes del país en corto tiempo. 
 
Después de una treintena de años dedicados a la Obra apostólica, Madre Paulina entrega su alma al Todopoderoso en Paderborn, el 30 de abril de 1881. Fue beatificada por SS Juan Pablo II el 14 de abril de 1985.
 
fuente: Congregación |  | 
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