jueves, 15 de septiembre de 2011

Nuestra Señora de los Dolores



15 de Setiembre

Por dos veces durante el año, la Iglesia conmemora los dolores de la Santísima Virgen que es el de la Semana de la Pasión y también hoy, 15 de setiembre.

La primera de estas conmemoraciones es la más antigua, puesto que se instituyó en Colonia y en otras partes de Europa en el siglo XV y cuando la festividad se extendió por toda la Iglesia, en 1727, con el nombre de los Siete Dolores, se mantuvo la referencia original de la Misa y del oficio de la Crucifixión del Señor.

En la Edad Media había una devoción popular por los cinco gozos de la Virgen Madre, y por la misma época se complementó esa devoción con otra fiesta en honor a sus cinco dolores durante la Pasión. Más adelante, las penas de la Virgen María aumentaron a siete, y no sólo comprendieron su marcha hacia el Calvario, sino su vida entera. A los frailes servitas, que desde su fundación tuvieron particular devoción por los sufrimientos de María, se les autorizó para que celebraran una festividad en memoria de los Siete Dolores, el tercer domingo de setiembre de todos los años.


Nra. Señora de los Dolores
Nra. Sra. de los Dolores
Foto de Manuel Gomariz,
De la revista "Redoble",año 2000

NTRA. SRA. DE LOS DOLORES
HELLÍN (Albacete) - España

Aportado por G.N.

La advocación de Ntra. Sra. de los Dolores está muy arraigada en toda la zona levantina, siendo popularmente conocida con el sobrenombre de "La Dolorosa" y vinculándose principalmente a las celebraciones de Semana Santa. En Hellín surge esta devoción a finales del siglo XVIII, cuando se encarga a Salzillo una talla de la Virgen para ser incluida en los desfiles pasionales de la ciudad. La escultura sigue el modelo que ya se venía desarrollando en toda la Región Murciana: una imagen de vestir que representa a María camino del Calvario, con los brazos extendidos y un puñal atravesando su pecho.

En 1882 se funda la Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores, época en la que prolifera la creación de este tipo de hermandades y asociaciones pasionales, alcanzando desde un primer momento gran popularidad y renombre entre la población hellinera. La talla empezó a ser venerada desde su llegada a la ciudad en una hermosa capilla de la Iglesia Arciprestal de Santa María de la Asunción, gran templo gótico ubicado en el centro del casco histórico. Por desgracia, casi todas las imágenes religiosas que poseía la ciudad se perdieron durante la Guerra Civil, incluida La Dolorosa. Resulta significativo que sea la de esta Virgen una de las primeras esculturas que se restituyen al terminar la contienda, señal de la enorme adoración que ya se le profesaba. Federico Collaut Valera realizó la réplica, tan hermosa como la tallada por Salzillo, constituyendo actualmente junto a la Virgen del Rosario (patrona de Hellín) la imagen mariana más venerada de la ciudad.

Como se ha dicho, el culto a Ntra. Sra. de los Dolores está íntimamente ligado a la Semana Santa, celebraciones que en Hellín están declaradas de Interés Turístico Nacional tanto por las procesiones como por sus famosas tamboradas. En estas fechas La Dolorosa adquiere especial protagonismo, se organizan numerosos actos en su honor y es procesionada a hombros por las calles hellineras acompañada siempre por infinidad de penitentes. Desfila el Viernes de Dolores (día de su festividad, en la llamada "Procesión de las Antorchas"), el Miércoles Santo por la noche, la mañana de Viernes Santo (cerrando la "Procesión del Calvario") y el Domingo de Resurrección.

Mención especial merecen algunos de los momentos protagonizados por Ntra. Sra. de los Dolores durante estas procesiones. Uno de ellos es su llegada al Calvario el Viernes Santo, donde se interpreta el tradicional Motete (antiguo cántico dedicado a La Dolorosa hellinera) para luego iniciar la bajada desde este monte hasta la ciudad. Otro es el jubiloso encuentro que se produce entre la Virgen y la imagen del Resucitado en la plaza de la Feria, momento en el que se le quita el puñal que atraviesa su pecho. Por último, también el Domingo de Resurrección, la solemne entrada del trono de La Dolorosa al templo arciprestal constituye todo un broche de oro a las celebraciones pasionales de la ciudad.


NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

Corona de los 7 dolores . Novena


[Piedad (detalle) de Miguel Angel. Escultura]
Piedad (detalle) de Miguel Angel. 1498-1499
San Pedro del Vaticano, Roma.
AVEMARÍA DOLOROSA

Dios te salve, María, llena eres de dolores; Jesús crucificado está contigo; digna eres de llorada y compadecida entre todas las mujeres, y digno es de ser llorado y compadecido Jesús, fruto bendito de tu vientre.

Santa María, Madre del Crucificado, da lágrimas a nosotros crucificadores de tu Hijo, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


A LA VIRGEN DE LOS DOLORES


Señora y Madre nuestra: tu estabas serena y fuerte junto a la cruz de Jesús. Ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo.

Lo perdías, en cierto sentido, porque El tenía que estar en las cosas del Padre, pero lo ganabas porque se convertía en Redentor del mundo, en el Amigo que da la vida por sus amigos.

María, ¡qué hermoso es escuchar desde la cruz las palabras de Jesús: "Ahí tienes a tu hijo", "ahí tienes a tu Madre".

¡Qué bueno si te recibimos en nuestra casa como Juan! Queremos llevarte siempre a nuestra casa. Nuestra casa es el lugar donde vivimos. Pero nuestra casa es sobre todo el corazón, donde mora la Trinidad Santísima. Amén.

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PLEGARIA A LA VIRGEN
EN CUARESMA

Dame tu mano, María, la de las tocas moradas; clávame tus siete espadas en esta carne baldía.

Quiero ir contigo en la impía tarde negra y amarilla.

Aquí, en mi torpe mejilla, quiero ver si se retrata esa lividez de plata, esa lágrima que brilla.

¿Dónde está ya el mediodía luminoso en que Gabriel, desde el marco del dintel, te saludó: "Ave, María"? Virgen ya de la agonía, tu Hijo es el que cruza ahí.

Déjame hacer junto a ti este augusto itinerario.

Para ir al monte Calvario cítame en Getsemaní.

A ti doncella graciosa, hoy maestra de dolores, playa de los pecadores, nido en que el alma reposa, a ti te ofrezco, pulcra rosa, las jornadas de esta vía.

A ti, Madre, a quién quería cumplir mi humilde promesa.

A ti, celestial princesa, Virgen sagrada María. Amén.

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HIMNO DE VÍSPERAS
A LA VIRGEN DE LOS DOLORES

¡Ay dolor, dolor, dolor,
por mi hijo y mi Señor!

Yo soy aquella María
del linaje de David:
¡Oíd, hermano, oíd
la gran desventura mía!

A mí me dijo Gabriel
que el Señor era conmigo,
y me dejó sin abrigo
más amarga que la hiel.
Díjome que era bendita
entre todas las nacidas,
y soy de las doloridas
la más triste y afligida.

Decid, hombres que corréis
por la vía mundanal,
decidme si visto habéis

[Estampa de la Virgen de los Dolores]

igual dolor que mi mal.

Y vosotras que tenéis
padres, hijos y maridos,
ayudadme con mis gemidos,
si es que mejor no podéis.

Llore conmigo la gente,
alegres y atribulados,
por lavar los pecados
mataron a un Inocente.
¡Mataron a mi Señor,
mi redentor verdadero!
¡Cuitada!, ¿cómo no muero
con tan extremo dolor?

Señora, santa María,
déjame llorar contigo,
pues muere Dios y mi amigo,
y muerta esta mi alegría.


Nuestra Señora de los Dolores
Bajo el título de la Virgen de la Soledad o de los Dolores se venera a María en muchos lugares, 15 de septiembre
Nuestra Señora de los Dolores
Nuestra Señora de los Dolores

Memoria

Memoria de Nuestra Señora de los Dolores, que de pie junto a la cruz de Jesús, su Hijo, estuvo íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora. Fue la nueva Eva, que por su admirable obediencia contribuyó a la vida, al contrario de lo que hizo la primera mujer, que por su desobediencia trajo la muerte.

Los Evangelios muestran a la Virgen Santísima presente, con inmenso amor y dolor de Madre, junto a la cruz en el momento de la muerte redentora de su Hijo, uniéndose a sus padecimientos y mereciendo por ello el título de Corredentora.

La representación pictórica e iconográfica de la Virgen Dolorosa mueve el corazón de los creyentes a justipreciar el valor de la redención y a descubrir mejor la malicia del pecado.

Bajo el título de la Virgen de la Soledad o de los Dolores se venera a María en muchos lugares.


Un poco de historia

Bajo el título de la Virgen de la Soledad o de los Dolores se venera a María en muchos lugares. La fiesta de nuestra Señora de los Dolores se celebra el 15 de septiembre y recordamos en ella los sufrimientos por los que pasó María a lo largo de su vida, por haber aceptado ser la Madre del Salvador.

Este día se acompaña a María en su experiencia de un muy profundo dolor, el dolor de una madre que ve a su amado Hijo incomprendido, acusado, abandonado por los temerosos apóstoles, flagelado por los soldados romanos, coronado con espinas, escupido, abofeteado, caminando descalzo debajo de un madero astilloso y muy pesado hacia el monte Calvario, donde finalmente presenció la agonía de su muerte en una cruz, clavado de pies y manos.

María saca su fortaleza de la oración y de la confianza en que la Voluntad de Dios es lo mejor para nosotros, aunque nosotros no la comprendamos.

Es Ella quien, con su compañía, su fortaleza y su fe, nos da fuerza en los momentos de dolor, en los sufrimientos diarios. Pidámosle la gracia de sufrir unidos a Jesucristo, en nuestro corazón, para así unir los sacrificios de nuestra vida a los de Ella y comprender que, en el dolor, somos más parecidos a Cristo y somos capaces de amarlo con mayor intensidad.

¿Que nos enseña la Virgen de los Dolores?

La imagen de la Virgen Dolorosa nos enseña a tener fortaleza ante los sufrimientos de la vida. Encontremos en Ella una compañía y una fuerza para dar sentido a los propios sufri-mientos.

Cuida tu fe:

Algunos te dirán que Dios no es bueno porque permite el dolor y el sufrimiento en las personas. El sufrimiento humano es parte de la naturaleza del hombre, es algo inevitable en la vida, y Jesús nos ha enseñado, con su propio sufrimiento, que el dolor tiene valor de salvación. Lo importante es el sentido que nosotros le demos.

Debemos ser fuertes ante el dolor y ofrecerlo a Dios por la salvación de las almas. De este modo podremos convertir el sufrimiento en sacrificio (sacrum-facere = hacer algo sagrado). Esto nos ayudará a amar más a Dios y, además, llevaremos a muchas almas al Cielo, uniendo nuestro sacrificio al de Cristo.

Oración:

María, tú que has pasado por un dolor tan grande y un sufrimiento tan profundo, ayúdanos a seguir tu ejemplo ante las dificultades de nuestra propia vida.


Sermones Marianos de:

Los sietes dolores

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