viernes, 8 de junio de 2012

Los patriarcas

ABRAHAM             ISAAC                JACOB


Convendría antes de empezar tener una visión general del marco geográfico en el que se desarrollan los acontecimientos que se van a narrar. Cfr. El “Creciente fértil”: Mesopotamia, Egipto y Canaán.
- La Biblia sitúa el fundamento y origen del pueblo hebreo es un hecho esencialmente sobrenatural: la vocación de Abraham. Según el texto Bíblico la familia de Abraham era de Ur de Caldea (hoy Tell-Mugeyir). Por diversas razones políticas, sociales y económicas los terahitas se trasladaron a Haran (hoy Eski-Harran). Allí fue donde Dios llamó a Abraham pidiéndole que abandonase su tierra, la casa de sus padres y se encaminase a un lugar que Él le mostraría, donde haría nacer de él una gran nación.
Abraham se pone en marcha apoyado en la promesa de Dios: «bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que maldigan» (Gen 12,3), y entreviendo una luz de su misión universal: «en ti serán benditas todas las naciones de la tierra» (Gen 12,3). Efectivamente, la historia de Abraham hay que describirla teniendo presente, en su origen y formación, las reiteradas intervenciones por parte de Dios, que da vida al seno estéril de la esposa, elige a quien le place y usa continuamente de misericordia acordándose de su Alianza.
- Dios reitera las bendiciones de Abraham a su hijo: Isaac, el hijo de la promesa.
- Isaac se casa con Rebeca y tiene como hijos a Esaú y Jacob.
- Jacob suplantará a su hermano Esaú recibiendo la bendición paterna, tras lo cual huye a casa de Labán, hermano de Rebeca en Haran, en donde se une a Lía y Raquel; de éstas y de sus dos esclavas (Zilpá y Bilhá) tiene 11 hijos. Después de 20 años vuelve a la tierra de Canaán. Y tras un combate misterioso con Dios en Fanuel, junto a un vado de Yabboq, donde Jacob recibe el nombre de Israel (Gen 32,22-27), se reconciliará con su hermano Esaú. En Efratah muere Raquel poco después de dar a luz a Benjamín, el hijo 12º y último de Jacob. Jacob se instala en Hebrón.
- En este escenario tuvieron lugar las insidias contra José, uno de los hijos de Jacob-Israel, el cual, vendido por sus hermanos a los ismaelitas, es conducido a Egipto. José por haber sabido interpretar los sueños al Faraón es elevado al alto cargo de lugarteniente del mismo en todo el reino. Después, hay una gran carestía en el país de Canaán y los hijos de Jacob bajan a Egipto; allí José les invita a quedarse trayendo a su padre.
De este modo los 12 Patriarcas vienen a Egipto donde habitaron en la tierra de Gessen. Antes de morir, Jacob vaticina a sus 12 hijos la suerte de sus tribus que son: Isacar, Judá, Leví, Rubén, Simeón y Zebulón (hijos de Lía); José y Benjamín (hijos de Raquel); Gad y Aser (hijos de Zilpá), y Dan y Neftalí (hijos de Bilhá). Judá es alabado entre sus hermanos y se le asegura la supremacía sobre los demás, con palabras de hondo sentido mesiánico (Gen 49,8-12).
- Los restos de Jacob fueron enterrados en la gruta de Macpela que había comprado Abraham para tener sepultura de su propiedad.
Desde el punto de vista histórico-arqueológico resultan interesantes los siguientes enlaces:

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