lunes, 17 de noviembre de 2014

San Odón.-

San Odón se hizo muy conocido y querido por ser el Superior del más célebre Monasterio de su tiempo, el de Cluny, y porque tuvo bajo su dirección más de mil monjes en diversos Conventos.
Debido a fuertes dolores de cabeza que el Santo padeció cuando era joven, tanto él como su padre le pidieron a Dios Celestial mejoría para la dolencia, a lo que el Padre accedió de inmediato, sanándolo de todo mal que lo aquejaba.
Un día leyó las Reglas que San Benito hizo para sus Monasterios, y se dio cuenta de que él estaba muy lejos de la santidad. Entonces, pidió ser admitido como monje en un Convento benedictino.
En el año 910 se fundó el famoso Monasterio benedictino de Cluny en Francia, y el Fundador lo llevó como ayudante. Después de la muerte de este último, Odón fue nombrado Superior del inmenso Monasterio.
Al principio, San Odón se dedicaba más al estudio que a la oración. Sin embargo, en una visión contempló que su alma era como un vaso muy hermoso, pero lleno de serpientes.
Con esto comprendió que si no se dedicaba totalmente a la oración y a la meditación, no sería agradable a Dios. Desde ese instante, su vida fue un orar continuo, fervoroso, un meditar constante en temas religiosos.
Odón insistía muchísimo en que se rezaran con gran fervor los Salmos y en que se observara silencio en el Convento. Fue formando monjes tan piadosos, que con ellos logró fundar otros 15 Monasterios más.

Murió el 19 de noviembre del año 942. San Odón contribuyó inmensamente al resurgimiento del espíritu religioso.

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