El Papa Francisco a Turquía: itinerario y cinco claves. El viaje es de viernes 28 al domingo 30 de noviembre
El Papa saldrá el viernes 28 a las 9 de la mañana del aeropuerto de Roma Fiumicino y llegará al aeropuerto de Esemboga de Ankara a las 13 horas. Desde allí irá a visitar el Mausoleo de Kemal Ataturk y acto seguido se dirigirá al Palacio Presidencial donde se encontrará al presidente de la República y pronunciará un discurso ante las diversas autoridades. Después será la entrevista con el primer ministro y posteriormente visitará al presidente de Asuntos Religiosos en el Diyanet.
Al día siguiente, el sábado 29, Francisco partirá en avión hasta Estambul donde visitará el museo de Santa Sofía (la antigua basílica cristiana, sede primada de la Iglesia oriental) la mezquita Sultan Ahmet (la ”mezquita azul”) y la catedral católica del Espíritu Santo donde celebrará una misa. Más tarde, durante una ceremonia ecuménica rezará en la iglesia patriarcal de San Jorge y en el palacio patriarcal encontrará de manera privada a Su Santidad Bartolomé I.
El domingo 30 el Santo Padre celebrará una misa en privado en la sede de la Delegación Apostólica en Estambul, la misma que ocupara Roncalli (Juan XXIII) de 1934 a 1944. En la iglesia patriarcal de San Jorge asistirá a la divina liturgia y pronunciará un discurso, al que seguirán la bendición ecuménica y la firma de una declaración conjunta con el patriarca Bartolomé. Ya por la tarde, desde el aeropuerto de Estambul, regresará a Roma. Se prevé su llegada al aeropuerto de Fiumicino a las 18:40 horas del domingo 30 de noviembre.
CINCO CLAVES
1.- Nuevo impulso a la unidad de los cristianos: Del 28 al 30 de noviembre, el Romano Pontífice se desplaza a Turquía, en un viaje de marcado carácter ecuménico ya que el patrón principal del patriarcado ecuménico ortodoxo de Constantinopla es el apóstol San Andrés, cuya fiesta es el 30 de noviembre. Francisco, Pedro, pues, visitará a Bartolomé, Andrés, en su sede, después que este haya visitado al primero en Roma en dos ocasiones (el 19 de marzo de 2013 para la misa de inicio de ministerio apostólico petrino de Francisco y el 8 de junio pasado para la invocación por la paz, junto a los presidentes de Israel y de Palestina) más el encuentro de ambos en Jerusalén del pasado 25 de mayo. Francisco (1936) es el Obispo de Roma desde el 13 de marzo de 2013 y Bartolomé I (1940) el Patriarca de Constantinopla desdeel 2 de noviembre de 1991.
En el final del Imperio Romano, la antigua ciudad de Constantinopla (hoy, Estambul y en Estambul), adquirió una notabilísima relevancia. Fue “bautizada” con el nombre del Emperador Constantino el Grande (272-337), por deseo de este, y en ella se estableció la segunda sede episcopal principal de la Iglesia, la autodenominada “segunda Roma”.
En el año 1054, tras décadas y hasta siglos de enconamiento, se produjo la ruptura entre el Oriente y el Occidente cristiano. Es he llamado “Cisma de Oriente”, el primer gran desgarrón en la cristiandad, que todavía perdura hoy, rubricado con las firmas del Papa León IX (este había muerto ya cuando la ruptura se cristalizó el 16 de julio de 1054, pero su firma estaba ya estampada en el documento que portó a Constantinopla el legado pontificio o “apocrisiario”, cardenal Humberto de Silva Cándida) y el Patriarca Miguel Cerulario. En 1964, Roma, a través del Papa Pablo VI, y Constantinopla, mediante el Patriarca Atenágoras I, levantaron las respectivas excomuniones y nació un nuevo clima de fraternidad y cooperación entre ambas Iglesias.
A lo largo de este medio siglo, las relaciones entre Roma y Constantinopla se han desarrollado por esperanzadores caminos de fraternidad, oración y cooperación crecientes, sobre todo en lo afectivo, en el respeto y el conocimiento recíprocos. Y también ha habido avances significativos en el diálogo interreligioso, con una gran convergencia, como lo demostró la llamada Declaración de Rávena de 2007, sobre el ejercicio del primado petrino en el primer milenio del cristianismo. Precisamente, este tema –el primado jurisdiccional del Obispo de Roma, en que cree y profesa la Iglesia católica, ante el primado honorífico que sí y solo admite la Ortodoxia- es el punto único –e importantísimo, eso sí- de divergencia doctrinal entre ambas.
Muy singularmente ejemplares y alentadoras han sido y son las relaciones entre los obispos de Roma –Pablo VI (+1978), Juan Pablo II (1978-2005), Benedicto XVI (2005-2013) y Francisco- y los patriarcas de Constantinopla –Atenágoras I (+1972), Demetrio I (1972-1991) y desde 1991, Bartolomé I- desde 1964. De hecho, desde entonces, papas y patriarcas se han visitado en sus sedes recíprocamente. Así, Pablo VI viajó a Constantinopla del 25 al 26 de julio de 1967; Juan Pablo II lo hizo del 28 al 30 de noviembre de 1979; Benedicto XVI, del 28 de noviembre al 1 de diciembre de 2006; y Francisco lo hace del 28 al 30 de noviembre de 2014.
Además, siempre hay alta representación institucional oficial católica en Constantinopla para la fiesta de San Andrés y ortodoxa en Roma para la fiesta de San Pedro y San Pablo.
Además, siempre hay alta representación institucional oficial católica en Constantinopla para la fiesta de San Andrés y ortodoxa en Roma para la fiesta de San Pedro y San Pablo.
2.- Fomentar el diálogo interreligioso: No cabe duda tampoco de que el viaje papal a Turquía tiene otras expectativas. La primera de ella el encuentro y diálogo interreligiosos, habida cuenta de que la inmensa mayoría de la población turca es musulmana por los cuatro costados (el 99,6% de su población profesa la religión de Mahoma), con algo más de cien mil cristianos, repartidos en numerosas confesiones, la mayoritaria, algo más de la mitad son Los armenios apostólicos y los protestantes unos diez mil a lo sumo.
3.- Un nuevo servicio a la causa de la paz: Asimismo el Papa Francisco realiza este periplo de cara al servicio de la paz, dado que Turquía, encrucijada y puente entre Oriente y Occidente, entre Europa y Asia, se halla en los umbrales del siempre convulso Oriente Medio y del territorio del denominado Califato Islámico, del sur de Siria y norte de Irak, que tantos quebrantos está ocasionando a los derechos humanos, entre ellos, muy singularmente al derecho a la libertad religiosa.
4.- Visita a un país emblemático y estratégico: Turquía es un país soberano transcontinental ubicado en Asia y Europa que se extiende por toda la península de Anatolia y Tracia en la zona de los Balcanes. Limita al noreste con Georgia, al este con Armenia, Irán y Azerbaiyán, al norte con el mar Negro, al noroeste con Bulgaria y Grecia, al oeste con el mar Egeo, al sur con Siria y el mar Mediterráneo y al sureste con Irak. La separación entre Anatolia y Tracia está formada por el mar de Mármara y los estrechos de Turquía (el Bósforo y los Dardanelos), que sirven para delimitar la frontera entre Asia y Europa, por lo que se considera a Turquía como transcontinental.
Debido a su posición estratégica, ubicándose entre Europa y Asia así como entre tres mares, Turquía ha sido una encrucijada histórica entre las culturas y civilizaciones orientales y occidentales. Su territorio ha sido el hogar de varias grandes civilizaciones y el lugar en el que muchas batallas entre las mismas tuvieron lugar a lo largo de la historia. El país influye en la zona comprendida entre la Unión Europea en el oeste y Asia Central en el este, Rusia en el norte y Oriente Medio en el sur, por lo que ha adquirido cada vez más importancia estratégica.
Turquía es una república democrática, secular (oficial, teóricamente…), unitaria y constitucional, cuyo sistema político fue establecido en 1923 bajo el liderazgo de Mustafa Kemal Atatürk, tras la caída del Imperio otomano como consecuencia de la Primera Guerra Mundial. Desde entonces, Turquía se ha relacionado cada vez más con Occidente a través de la afiliación a organizaciones como el Consejo de Europa (1949), la OTAN (1952), la OCDE (1961), la OSCE (1973) y el G-20 (1999). Turquía comenzó las negociaciones para la adhesión plena a la Unión Europea en 2005, después de haber sido miembro asociado desde 1963, y habiendo llegado a un acuerdo de unión aduanera en 1995. Mientras tanto, Turquía ha seguido fomentando estrechas relaciones políticas y económicas con el mundo islámico, especialmente con los estados de Oriente Medio, Asia Central y Asia Oriental. Por su ubicación estratégica es clasificada como potencia de ámbito regional por políticos y economistas de todo el mundo.
Desde agosto, el presidente de la República es Recep Tayyip Erdoğan (1954), quien había sido primer ministro desde 2003. La fuerte – carismática para algunos, polémica para otros- personalidad de Erdogan y sus indisimuladas actitudes autocráticas y confesionalistas islámicas marcan desde hace más de una década la vida política y social en Turquía..
Fue Atatúrk quien estableció, en el centro del país, la capital en Ankara, desplazándola de la histórica y bellísima Estambul, ya en territorio europeo.
Turquía es el país número 17 en cuanto a población y el mismo número en relación al PIB con10.576 dólares de renta per cápita.
5.- Visita a la Iglesia local: 0,07% de católicos en Turquía, cuna del cristianismo
Turquía tiene una superficie de 774.815 km2 y una población de 76.140.000 habitantes de los que 53.000 son católicos -el 0,07% de la población-, cifra en aumento y porcentaje en descenso dado que hace ocho años, cuando Benedicto XVI visitó el país, había unos treinta y dos mil católicos, que suponían el 0,15% de la población.
La Iglesia católica en Turquía cuenta con 7 circunscripciones eclesiásticas, 54 parroquias y 13 centros pastorales. Realizan las tareas de apostolado 6 obispos, 58 sacerdotes, los religiosos son 7 y las religiosas 54; los diáconos permanentes 2. Hay 2 miembros laicos de Institutos seculares, 7 misioneros laicos y 68 catequistas. Los seminaristas mayores son 4.
Asimismo, la Iglesia Católica cuenta en Turquía con 23 centros educativos de escuela materna, primaria, inferior y secundaria, además de 6 centros de educación especial. Existen también 3 hospitales, 2 ambulatorios y 5 casas para ancianos y minusválidos.
Asimismo, la Iglesia Católica cuenta en Turquía con 23 centros educativos de escuela materna, primaria, inferior y secundaria, además de 6 centros de educación especial. Existen también 3 hospitales, 2 ambulatorios y 5 casas para ancianos y minusválidos.
Y todo esto, a pesar de que el actual territorio de Turquía bien puede ser denominado la “segunda Tierra Santa” del cristianismo. Y si de Tierra Santa (la de los actuales Estados de Israel y Palestina) se ha dicho y con razón que es el “Quinto Evangelio”, del territorio de la actual Turquía podríamos decir que fue el “Segundo Libro de los Hechos de los Apóstoles” y la auténtica cuna de la Iglesia naciente.
Aquí los seguidores de Jesucristo empezaron a ser llamados cristianos. Aquí moraron en exilio, según la tradición, la Virgen María y el evangelista San Juan. Aquí, San Pedro, tuvo, en Antioquía, su primera sede. Aquí, San Pablo, no solo nació, sino que recorrió, con el Evangelio en la mano, en la palabra y en el corazón, recorrió todos sus caminos de tierra y de mar y fundó sus primeras comunidades. Aquí tuvieron lugar los primeros Concilios, tan fundamentales para el dogma y la vida y desarrollo de la Iglesia. Aquí evangelizaron y derramaron su sangre, fecunda semilla de vida cristiandad, San Ignacio de Antioquía, San Policarpo de Esmirna y otros tantos santos y mártires conocidos y anónimos, como quizás el más reciente de ellos, el obispo Luigi Padovose, el capuchino italiano asesinado en junio de 2010, que era entonces vicario apostólico de Anatolia y presidente de la Conferencia Episcopal Turca.
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