martes, 11 de noviembre de 2014

Juan Pablo II, el profeta y el sínodo


Viendo el sínodo a través de su lente





Es providencial que el primer día “oficial como santo” de San Juan Pablo II, Octubre 22, fue tras el Sínodo 2014 de la Familia.
Juan Pablo fue un profeta en el matrimonio y la familia. Él supo exactamente la importancia de la enseñanza de la Iglesia sobre el  matrimonio, y él estará orando fuertemente para que esa enseñanza pueda  transformar el mundo.
Aquí tenemos cinco de las enseñanzas proféticas sobre la familia  del Papa que son aún más relevantes hoy que cuando él las mencionó.
1.-Destruye a la familia y destruirás la civilización.
Dijo Juan Pablo II: “Conforme la familia avanza, avanza la nación y avanza todo el mundo en el que nosotros vivimos”.
Para Juan Pablo II, todo depende de la familia. En la familia es donde nosotros aprendimos la fe. En la familia es donde aprendimos a amar. En la familia es donde aprendemos la cultura de nuestra nación.
Para Juan Pablo II la familia no es solo el fundamento de la sociedad - es el pegamento que sujeta todo junto.
En su Centesimus Annus, él escribió que “El individuo de hoy está frecuentemente asfixiado entre dos extremos representados por el Estado y el mercado.”  Es fundamental  para las familias que “fortalezcan la estructura de la sociedad, prevenir a la sociedad de llegar a ser un anónimo y una masa impersonal, como con frecuencia,  desafortunadamente, pasa.”
Para un burócrata, somos un número de seguridad social. Para un comerciante somos un signo monetario.  Somos de un valor y dignidad infinita, para ser amados incondicionalmente – pero solamente en  nuestras familias llega a ser cercano que nos traten de esa manera.
2.-Nuestros cuerpos tienen un significado.
Dijo Juan Pablo II: “Las familias serán las primeras víctimas del mal que ellos han notado con indiferencia y no han hecho más.
La nueva moda hoy es reinventarnos radicalmente nosotros mismos sin referencia a imagen de quien  somos hechos.  Pero San Juan Pablo II tuvo  un profundo entendimiento del peligro  representado por negativas para tomar   al hombre como es encontrado.
Su “Teología del Cuerpo” vio pistas grabadas por Dios en nuestros cuerpos que muestran la enorme importancia del matrimonio y la familia. Básicamente la “Teología del Cuerpo “de Juan Pablo  es el reconocimiento que somos hechos uno para el otro – hombre para mujer y viceversa.
Su “significado del cuerpo nupcial” describe no solamente la compatibilidad sexual de un hombre y una mujer sino también el  complemento  emocional y psicológica de aquellos que fueron hechos “para no estar solos.”
Solamente siendo honestos con nuestros cuerpos  podemos “llegar a ser quien somos,” en su  frase memorable.
3.-Anticoncepción  cambia las relaciones para lo peor.
Dijo Juan Pablo II: “Las dos dimensiones de una unión conyugal, la unitiva y la procreativa, no pueden ser separadas artificialmente sin dañar la verdad más profunda del acto conyugal por el mismo.”
Los resultados de la revolución anticonceptiva ha sido devastadora para las familias. Pensadores como Mary Eberstadt (http://www.national review.com/articles/309934/pill-buzz-kill-interview) y Janet Smith (http://www.catholiceducation.org/articles/sexuality/se0002.html)  han  hecho un excelente trabajo en mostrarnos como esto ha llevado al divorcio, aborto, y un montón de otros males.
Refiere a una razón: más sexo es reducido a recreación por un lado, o una urgencia física por el otro lado, menos comunicación  a las necesidades reales de parejas. Con frecuencia en un lenguaje cándido, San Juan Pablo vio especialmente la importancia de “el momento en que un hombre y una mujer, unidos “en una carne’, pueden llegar a ser padres.”
En ese momento, él dijo, “La dos dimensiones de unión conyugal, la unitiva y la procreativa, no pueden ser separadas artificialmente sin dañar la verdad profunda del acto conyugal por si mismo.”
4.-Testigo de la vida familiar es un llamado básico para la Nueva Evangelización.
Dijo San Juan Pablo II: “Para dar testimonio del valor inestimable de la indisolubilidad y fidelidad del matrimonio es una de las tareas más preciosas y urgentes de parejas cristianas en nuestros tiempos.
La mayor respuesta de las preguntas y preocupaciones del mundo acerca del matrimonio y la familia, dijo San Juan Pablo II, Papa, fue ver esto testimoniado y vivido por católicos.
Él usó la palabra “testigo” 40 veces en su documento innovador sobre la familia en el mundo moderno.
El único camino para “ganar” en matrimonio y familia es un camino duro. Nadie seguirá a la Iglesia enseñando a menos que cada uno de nosotros llegue a ser un testigo genuino,” un “testigo creíble”, un “testigo de amor,” un “testigo de fe”- un  “testigo de una vida vivida en conformidad  con las leyes divinas en todos sus aspectos.”
5.-Amenazas a la familia son tan urgentes como amenazas para  la paz.
“Al principio del milenio, que inició con los terribles ataques de Septiembre 11,2001…uno no puede rezar el Rosario sin sentirse atrapado en un claro compromiso de promover la paz,” dijo San Juan Pablo II, entonces añadió, “Una necesidad similar para el compromiso y oraciones surge en relación a otro tema crítico contemporáneo: la familia.”
Fue cuando Juan Pablo II hizo ese llamado urgente a mi propia familia, el cual había sido irregular al rezar el rosario, empezaron  a hacerlo sincero. Este Octubre, el mes del rosario, es un buen tiempo para redoblar nuestros esfuerzos.
San Juan Pablo fue de hecho un profeta: pierde a la familia y pierdes identidad personal, amor real de pareja y solidaridad, el amor que sostiene a la sociedad junta.
Pierde a la familia y pierdes todo.
Cardenal George Pell de Australia dijo al cerrar el Sínodo, no estamos en peligro de perder nuestra rica enseñanza de la familia. “Nuestra tarea es pedirle a la gente una pausa, rezar, y toma un suspiro.”
San Juan Pablo II, nos junta en esta plegaria. Ayudémonos para ser valiosos testigos de las grandes e  importantes  verdades de la familia que ustedes expresaron tan elocuentemente – y tan urgentemente.

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