miércoles, 24 de septiembre de 2014

No cierres tu Corazón



Existen en la tierra materiales sumamente duros. El diamante, la calcita, 
cierta variedad de cuarzo y el granate, a los que las herramientas más 
sofisticadas sólo pueden cortar escasos milímetros por minuto. 
Pero, puede existir algo mucho más duro que esos minerales: El corazón 
humano, y no sólo de las personas inconversas sino también de las cristianas. 
Nosotros podemos endurecer nuestro corazón en algún aspecto de nuestra 
vida; cuando no queremos ceder y nos obstinamos en algún comportamiento 
aún cuando sabemos muy bien que se opone a la voluntad de nuestro Dios. 
Por eso, el Señor hoy nos habla y nos invita a no endurecer nuestro corazón. 
La Biblia nos cuenta de Faraón y lo mucho que él sufrió por su necedad. Dios 
lo castigó grande y gravemente, pero él nunca quiso quebrantarse. 
Nosotros haremos bien si hacemos nuestras estas enseñanzas de la Palabra 
de Dios para que cuando oigamos la voz del Señor no endurezcamos nuestro 
corazón, pues esta es la voluntad de nuestro Rey y Señor. 
Pero, ¿Que pasaría si endurecemos nuestro corazón? Por lo tanto mas allá de todo nuestro razonamiento existe una respuesta y te la obsequio en esta bella imagen

No hay comentarios: