El monograma del nombre de Jesús, se encuentra ya en los primeros siglos cristianos, y tiene su origen en la abreviatura griega del nombre de IHSOYS. De donde resultó un IHS . El significado más conocida es la de “Iesus Hominum Salvator“, y también la de “In Hoc Signo”, Ignacio de Loyola lo usó en su Sigillum Praepositi Societatis Iesu.
San Bernardo insistió mucho en la devoción al Santo Nombre de Jesús;
La raíz hebrea יה (iud + hey: IáH) se considera una forma abreviada del “tetragrammaton”. La palabra más antigua para alabarle en todos los idiomas es aleluyah (Hallelu-YaH: “alabad a Yah”), palabra que se utiliza en el hebreo original sin traducir.
El nombre de Iehosuá en arameo o en hebreo significa YAHVE TRAE SALVACIÓN. Las mismas cuatro letras del tetragrama iod he vau he se transforman en Jesús, con el simple agregado de una shin hebraica al medio, quedando iod he shin vau he , y ya tenemos a Yahvé como salvador, que es precisamente el centro del mensaje de Isaías.
En esta imagen de la Santa Capilla del Pilar la S está oculta por el velo, por lo que aparecen solo la IH de Yah. El valor numerológico de este Nombre es 10 + 5 = 15.
También me recuerdan los 15 cánticos graduales o “salmos de ascensión” que son los que van desde el salmo 120 al salmo 134. Esto se relaciona con los 15 peldaños que había que subir para llegar al pórtico del Templo, donde cantaban estos salmos. Una forma de simbolizar la idea de progresar gradualmente en las obras, de modo que el que las sube, puede hacer suyas las palabras: “Olvidando lo que queda detrás mío, me lanzo hacia lo que está delante”.
Pues ese nombre que le fue revelado a la Virgen por el ángel Gabriel durante la Anunciación es ni más ni menos que el Nombre propio de la Divinidad, es decir, por paradójico que esto suene, una expresión manifiesta en la que el Nombre inefable, impronunciable e inaccesible se revela directamente a los hombres en la medida en que éstos sean capaces de reconocerlo.
Veamos: en primer lugar, la veneración del Santo Nombre de Cristo tiene su fundamento, como no podría ser de otro modo, en las Sagradas Escrituras mismas.
y le dio el Nombre que está sobre todo nombre,
para que al nombre de Jesús,
se doble toda rodilla
en el cielo, en la tierra y en los abismos,
y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre:
'Jesucristo es el Señor'."
(Filipenses 2: 9-11)
Nombre de Jesús en una piedra de las ruinas de San Ignacio Mini guaranies.
"El Espíritu escribe el nombre de Jesús en letras de fuego en el corazón de sus elegidos."
Un monje de la Iglesia de Oriente
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