Oh Dios, fuente de la sabiduría,
principio supremo de todas las cosas.
Derrama tu luz en mi
inteligencia
y aleja de ella las tinieblas
del pecado y de la ignorancia.
Concédeme penetración para entender,
memoria para retener, método para aprender,
lucidez para interpretar y expresarme.
Ayuda el comienzo de mi trabajo,
dirige su progreso, corona su fin,
por Cristo nuestro
Señor.
Amén.
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