El Bautismo Católico; Los pasos para convertirse a la Fe Católica Tradicional; Los pasos para los que están dejando la Nueva Misa; y el Bautismo Católico condicional
Por qué el Bautismo es necesario para la salvación
EL CONTENIDO DE ESTA PÁGINA: - LOS PASOS PARA CONVERTIRSE A LA FE CATÓLICA TRADICIONAL – LA PROFESIÓN DE FE PARA LOS CONVERSOS DEL CONCILIO DE TRENTO – LOS PASOS QUE DEBEN TOMAR LOS QUE ESTÁN DEJANDO LA NUEVA MISA – LA FORMAS DEL BAUTISMO CATÓLICO Y DEL BAUTISMO CATÓLICO CONDICIONAL CON SU EXPLICACION
En realidad son muy simples los pasos que uno debe tomar para convertirse a la Fe Católica tradicional. Aunque será un poco diferente dependiendo si uno haya recibido el Bautismo o no. Por favor consulte este artículo atentamente.
Si no ha recibido el Bautismo, los pasos para convertirse a la Fe Católica tradicional son los siguientes:
1) Conocer y creer el Catecismo básico (es decir, las enseñanzas fundamentales) de la Fe Católica Romana tradicional. (Recomendamos el Catecismo del Padre Ripalda). Simultáneamente se debe inmediatamente comenzar a rezar el Santo Rosario diariamente. Si no sabe cómo, consulte la sección de nuestro sitio web: Cómo rezar el Santo Rosario.
2) Conserve la fe en todos los dogmas tradicionales de la Iglesia y las correctas posiciones católicas contra la secta post-Vaticano II (demostradas con detalle en nuestras publicaciones escritas y audiovisuales, etc.), incluyendo, por ejemplo, la firme creencia en el dogma fuera de la Iglesia no hay salvación (sin excepción), en la Santísima Trinidad, en la Encarnación, en el Papado, en la infalibilidad Papal, en la necesidad del Bautismo en agua, en la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo con su Cuerpo, Sangre, Alma, y Divinidad en la Santa Eucaristía, etc.
3) Después de haber conocido el Catecismo básico (que no durará mucho tiempo en conocer), y después de estar firmemente convencido en creer en todas las enseñanzas tradicionales de la Iglesia Católica, pida recibir el Bautismo de agua. No hay razón alguna en demorar este acto (ver Hechos 8, 36-37) si ya ha cumplido con el primer y segundo paso. Normalmente, el Bautismo es conferido por un sacerdote católico en su parroquia o capilla local, sin embargo, como estamos en la Gran Apostasía y casi en todos lados no hay ningún verdadero sacerdote católico tradicional, probablemente tenga que ser un laico quien se lo confiera de acuerdo a disposiciones de la Iglesia. El Concilio de Florencia (ver abajo) declaró que cualquiera puede administrar válidamente el Bautismo a quién sea, incluso hasta un no creyente puede bautizar en peligro de muerte si tiene la “intención de hacer lo que hace la Iglesia”. Por lo tanto, si usted tiene un amigo firmemente católico y en caso de que no tenga uno, si llegará a tener a un miembro familiar suyo no católico o a un amigo que podría bautizar de un modo fiable con la intención adecuada, entonces esa persona podría administrar válidamente el Bautismo usando la forma indicada más abajo. La confesión no es necesaria para alguien que nunca ha recibido el Bautismo porque el Bautismo borra el pecado original y todos los pecados actuales cometidos desde la edad del uso de razón. No obstante, después del Bautismo, uno debe acostumbrarse a confesarse por lo menos una vez al mes con un sacerdote [tradicional] que haya sido ordenado en el rito tradicional de Ordenación [y que no sea hereje notoria y públicamente, salvo en peligro de muerte ya que recibe para ese caso jurisdicción suplida o delegada]. Y si usted comete un pecado mortal después del Bautismo – esperemos que no ocurra – entonces debe ir a confesarse lo antes posible. Con respecto qué hacer antes de confesarse, tome nota a continuación de las siguientes directrices.
4) Haga la profesión de fe del Concilio de Trento para los conversos, que se encuentra abajo. Si hay una secta específica a la que pertenecía, agregue al final de la profesión que también rechaza a esa secta herética.
Para los que han recibido el Bautismo, es un poco diferente:
1) Conocer y creer el Catecismo básico (es decir, las enseñanzas fundamentales) de la Fe Católica Romana tradicional. (Recomendamos el Catecismo del Padre Ripalda). Simultáneamente se debe inmediatamente comenzar a rezar el Santo Rosario diariamente. Si no sabe cómo, consulte la sección de nuestro sitio web: Cómo rezar el Santo Rosario.
2) Conserve la fe en todos los dogmas tradicionales de la Iglesia y las correctas posiciones católicas contra la secta post-Vaticano II (demostradas con detalle en nuestras publicaciones escritas y audiovisuales, etc.), incluyendo, por ejemplo, la firme creencia en el dogma fuera de la Iglesia no hay salvación (sin excepción) y en la necesidad del Bautismo en agua, etc.
3) Haga la profesión de fe del Concilio de Trento para los conversos, que se encuentra abajo. Si hay una secta específica a la que pertenecía, agregue al final de la profesión que también rechaza a esa secta herética.
4) Después de haber realizado los tres últimos pasos, debe hacer una confesión general a un sacerdote ordenado en el rito tradicional de Ordenación, tomando en cuenta las explicaciones dadas en el artículo que va a continuación: ¿Dónde ir a Misa o a confesarse en estos días? En la antedicha confesión usted mencionará todos los pecados mortales que se haya cometido después del Bautismo, incluyendo el haber abrazado cualquier secta o falsa religión o por haber propagado una falsa secta o una falsa religión. También puede contactarnos para conocer si hay algún sacerdote en su región que pueda oír válidamente su confesión. Un sacerdote “católico” de una iglesia de rito oriental (no hablamos de los “ortodoxos” cismáticos orientales) casi siempre viene siendo una buena opción para confesarse. Estas iglesias son catalogadas comúnmente en las guías telefónicas como “católicos bizantinos” o “católicos ucranianos” bajo el nombre de “iglesias católicas”. Si se confirma que el sacerdote de una de estas iglesias fue ordenado en el rito oriental, entonces por lo menos sería una opción para recibir la confesión ya que ese sacerdote fue ordenado válidamente en un rito tradicional de Ordenación [aprobado por la Iglesia Católica Romana tradicional]. Sin embargo, usted no puede apoyar financieramente a la capilla [o iglesia] ni al sacerdote porque ellos admiten el Vaticano II y a los antipapas post-Vaticano II. Si usted no puede encontrar a otro sacerdote ordenado válidamente para que oiga su confesión, entonces usted puede acudir a un sacerdote del Novus Ordo que haya ordenado en el rito tradicional de Ordenación (antes de 1968), y siempre y cuando el sacerdote le diga la formula correcta de absolución: “Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, y siempre y cuando usted no lo apoye, como hemos explicado en el artículo citado más arriba.
Para los que no están seguros si fueron bautizados, el orden es:
1) Conocer y creer el Catecismo básico (es decir, las enseñanzas fundamentales) de la Fe Católica Romana tradicional. (Recomendamos el Catecismo del Padre Ripalda). Simultáneamente se debe inmediatamente comenzar a rezar el Santo Rosario diariamente. Si no sabe cómo, consulte la sección de nuestro sitio web: Cómo rezar el Santo Rosario.
2) Conserve la fe en todos los dogmas tradicionales de la Iglesia y las correctas posiciones católicas contra la secta post-Vaticano II (demostradas con detalle en nuestras publicaciones escritas y audiovisuales, etc.), incluyendo, por ejemplo, la firme creencia en el dogma fuera de la Iglesia no hay salvación (sin excepción) y en la necesidad del Bautismo en agua, etc.
3) Haga la profesión de fe del Concilio de Trento para los conversos, que se encuentra abajo. Si hay una secta específica a la que pertenecía, agregue al final de la profesión que también rechaza a esa secta herética.
4) Que alguien realice un Bautismo condicional usando la forma condicional del Bautismo dado abajo. Esto se debe hacer si usted tiene alguna duda razonable de la validez de su Bautismo. 5) Después de haber recibido el Bautismo condicional, haga una confesión general mencionando todos sus pecados mortales que haya cometido después de haber recibido o no posiblemente su primer Bautismo válido.
Para las personas que están dejando la Nueva Misa o que están dejando de pertenecer a la falsa Iglesia del Vaticano II, también necesitan confesar (a un sacerdote ordenado válidamente, ver arriba) que asistieron en el pasado a un culto no católico y por cuánto tiempo lo hizo. En cuanto a dónde puede hacer esta confesión, consulte este artículo: ¿Dónde ir a Misa o a confesarse en estos días? Si participó en otras actividades de la Nueva Misa (p. ej., fue un ministro laico de la “comunión”, se vistió inmodestamente [impureza], etc.) o aceptó el falso ecumenismo o renegó de algún otro dogma, toda estas cosas deben ser mencionadas en su confesión. Esto debe ser hecho antes de recibir la Comunión en una Misa tradicional para no cometer un sacrilegio (si es que hay en su región una Misa válida aceptable donde pueda asistir). Los que están dejando la Nueva Misa y que están dejando de pertenecer a la falsa Iglesia del Vaticano II deben también hacer esa misma profesión de fe del Concilio de Trento.
El Bautismo y el Bautismo Condicional: La forma válida del Bautismo es: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
Si hay alguna duda sobre la validez de su Bautismo, la formula condicional del nuevo Bautismo es: “Si estáis bautizado, yo no os bautizo otra vez, pero si no estáis aún bautizado [vertiendo agua sobre la cabeza, asegurándose de que toque la piel], entonces yo os bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Dado a que casi no hay verdaderos sacerdotes católicos en todos los países, se puede tener a un amigo católico que realice el Bautismo condicional, y así usted puede administrar el Bautismo a sus propios hijos, impidiendo a que mueran sin el Bautismo.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Exultate Deo”, 1439: “Pero, en caso de necesidad, no sólo puede bautizar el sacerdote o el diácono, sino también un laico y una mujer y hasta un pagano y hereje, con tal de que guarde la forma de la Iglesia y tenga intención de hacer lo que hace la Iglesia”. (Denz. 696)
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