DISCURSOS DEL PAPA FRANCISCO EN LA JMJ 2013
Discurso completo del Santo Padre Francisco durante la ceremonia de bienvenida.
Señora Presidente, distinguidas autoridades, hermanos y amigos
En su amorosa providencia, Dios ha querido que el primer viaje internacional de mi pontificado me ofreciera la oportunidad de volver a la amada América Latina, concretamente a Brasil, nación que se precia de sus estrechos lazos con la Sede Apostólica y de sus profundos sentimientos de fe y amistad que siempre la han mantenido unida de una manera especial al Sucesor de Pedro. Doy gracias por esta benevolencia divina. He aprendido que, para tener acceso al pueblo brasileño, hay que entrar por el portal de su inmenso corazón; permítanme, pues, que llame suavemente a esa puerta. Pido permiso para entrar y pasar esta semana con ustedes. No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo. Vengo en su nombre para alimentar la llama de amor fraterno que arde en todo corazón; y deseo que llegue a todos y a cada uno mi saludo: «La paz de Cristo esté con ustedes». Saludo con deferencia a la señora Presidenta y a los distinguidos miembros de su gobierno. Agradezco su generosa acogida y las palabras con las que ha querido manifestar la alegría de los brasileños por mi presencia en su país. Saludo también al Señor Gobernador de este Estado, que amablemente nos acoge en el Palacio del Gobierno, y al alcalde de Río de Janeiro, así como a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditados ante el gobierno brasileño, a las demás autoridades presentes y a todos los que han trabajado para hacer posible esta visita. Quisiera decir unas palabras de afecto a mis hermanos obispos, a quienes incumbe la tarea de guiar a la grey de Dios en este inmenso país, y a sus queridas Iglesias particulares. Con esta visita, deseo continuar con la misión pastoral propia del Obispo de Roma de confirmar a sus hermanos en la fe en Cristo, alentarlos a dar testimonio de las razones de la esperanza que brota de él, y animarles a ofrecer a todos las riquezas inagotables de su amor. Como es sabido, el principal motivo de mi presencia en Brasil va más allá de sus fronteras. En efecto, he venido para la Jornada Mundial de la Juventud. Para encontrarme con jóvenes venidos de todas las partes del mundo, atraídos por los brazos abiertos de Cristo Redentor. Quieren encontrar un refugio en su abrazo, justo cerca de su corazón, volver a escuchar su llamada clara y potente: «Vayan y hagan discípulos a todas las naciones». Estos jóvenes provienen de diversos continentes, hablan idiomas diferentes, pertenecen a distintas culturas y, sin embargo, encuentran en Cristo las respuestas a sus más altas y comunes aspiraciones, y pueden saciar el hambre de una verdad clara y de un genuino amor que los una por encima de cualquier diferencia. Cristo les ofrece espacio, sabiendo que no puede haber energía más poderosa que esa que brota del corazón de los jóvenes cuando son seducidos por la experiencia de la amistad con él. Cristo tiene confianza en los jóvenes y les confía el futuro de su propia misión: « Vayan y hagan discípulos»; vayan más allá de las fronteras de lo humanamente posible, y creen un mundo de hermanos y hermanas. Pero también los jóvenes tienen confianza en Cristo: no tienen miedo de arriesgar con él la única vida que tienen, porque saben que no serán defraudados. Al comenzar mi visita a Brasil, soy muy consciente de que, dirigiéndome a los jóvenes, hablo también a sus familias, sus comunidades eclesiales y nacionales de origen, a las sociedades en las que viven, a los hombres y mujeres de los que depende en gran medida el futuro de estas nuevas generaciones. Es común entre ustedes oír decir a los padres: «Los hijos son la pupila de nuestros ojos». ¡Qué hermosa es esta expresión de la sabiduría brasileña, que aplica a los jóvenes la imagen de la pupila de los ojos, la abertura por la que entra la luz en nosotros, regalándonos el milagro de la vista! ¿Qué sería de nosotros si no cuidáramos nuestros ojos? ¿Cómo podríamos avanzar? Mi esperanza es que, en esta semana, cada uno de nosotros se deje interpelar por esta pregunta provocadora. La juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo y, por tanto, nos impone grandes retos. Nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio; eso significa tutelar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo; darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida; garantizarle seguridad y educación para que llegue a ser lo que puede ser; transmitirle valores duraderos por los que valga la pena vivir; asegurarle un horizonte trascendente que responda a su sed de auténtica felicidad, suscitando en él la creatividad del bien; entregarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana; despertar en él las mejores potencialidades para que sea protagonista de su propio porvenir, y corresponsable del destino de todos. Con estas actitudes, precedemos hoy al futuro que entra por la ventana de los jóvenes. Al concluir, ruego a todos la gentileza de la atención y, si es posible, la empatía necesaria para establecer un diálogo entre amigos. En este momento, los brazos del Papa se alargan para abrazar a toda la nación brasileña, en el complejo de su riqueza humana, cultural y religiosa. Que desde la Amazonia hasta la pampa, desde las regiones áridas al Pantanal, desde los pequeños pueblos hasta las metrópolis, nadie se sienta excluido del afecto del Papa. Pasado mañana, si Dios quiere, tengo la intención de recordar a todos ante Nuestra Señora de Aparecida, invocando su maternal protección sobre sus hogares y familias. Y, ya desde ahora, los bendigo a todos. Gracias por la bienvenida
¡Oh Padre! enviaste a Tu Hijo Eterno para salvar al mundo y elegiste hombres y mujeres para que, por Él, con Él y en Él proclamaran la Buena Noticia a todas las naciones. Concede las gracias necesarias para que brille en el rostro de todos los jóvenes la alegría de ser, por la fuerza del Espíritu, los evangelizadores que la Iglesia necesita en el Tercer Milenio.
¡Oh Cristo! Redentor de la humanidad, Tu imagen de brazos abiertos en la cumbre del Corcovado acoge a todos los pueblos. En Tu ofrecimiento pascual, nos condujiste por medio del Espíritu Santo al encuentro filial con el Padre. Los jóvenes, que se alimentan de la Eucaristía, Te oyen en la Palabra y Te encuentran en el hermano, necesitan Tu infinita misericordia para recorrer los caminos del mundo como discípulos misioneros de la nueva evangelización.
¡Oh Espíritu Santo! Amor del Padre y del Hijo, con el esplendor de Tu Verdad y con el fuego de Tu amor, envía Tu Luz sobre todos los jóvenes para que, impulsados por la Jornada Mundial de la Juventud, lleven a los cuatros rincones del mundo la fe, la esperanza y la caridad, convirtiéndose en grandes constructores de la cultura de la vida y de la paz y los protagonistas de un nuevo mundo.
¡Amén!
El Papa Francisco ha decidido conceder la indulgencia plenaria a los participantes de la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, que además, se confiesen, comulguen y recen una oración por las intenciones del Papa. Aquellos que, legitimamente, no puedan asistir al evento también podrán obtener la indulgencia plenaria si realizan lo siguiente:
- participar espiritualmente de las actividades del encuentro, mientras éstas tienen lugar, siguiéndolas a través de los medios de comunicación.
- confesarse
- comulgar
- rezar una oración por las intenciones del Papa.
Se concede la indulgencia parcial a los fieles, en cualquier lugar en el que se encuentren durante dicho encuentro, si realizan los siguiente:
- rezar a Dios con ánimo contrito, concluyendo con la oración oficial de la Jornada Mundial de la Juventud
- invocar a la Bienaventurada Virgen María, Reina de Brasil, bajo el título de "Nuestra Señora de la Concepción Aparecida", además de a los otros patronos e intercesores del mismo encuentro, para que impulsen a los jóvenes a que se refuercen en la fe
- confesarse
- comulgar
- rezar una oración por las intenciones del Papa.
La indulgencia podrá ser obtenida también en sufragio de difuntos..
En su amorosa providencia, Dios ha querido que el primer viaje internacional de mi pontificado me ofreciera la oportunidad de volver a la amada América Latina, concretamente a Brasil, nación que se precia de sus estrechos lazos con la Sede Apostólica y de sus profundos sentimientos de fe y amistad que siempre la han mantenido unida de una manera especial al Sucesor de Pedro. Doy gracias por esta benevolencia divina. He aprendido que, para tener acceso al pueblo brasileño, hay que entrar por el portal de su inmenso corazón; permítanme, pues, que llame suavemente a esa puerta. Pido permiso para entrar y pasar esta semana con ustedes. No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo. Vengo en su nombre para alimentar la llama de amor fraterno que arde en todo corazón; y deseo que llegue a todos y a cada uno mi saludo: «La paz de Cristo esté con ustedes». Saludo con deferencia a la señora Presidenta y a los distinguidos miembros de su gobierno. Agradezco su generosa acogida y las palabras con las que ha querido manifestar la alegría de los brasileños por mi presencia en su país. Saludo también al Señor Gobernador de este Estado, que amablemente nos acoge en el Palacio del Gobierno, y al alcalde de Río de Janeiro, así como a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditados ante el gobierno brasileño, a las demás autoridades presentes y a todos los que han trabajado para hacer posible esta visita. Quisiera decir unas palabras de afecto a mis hermanos obispos, a quienes incumbe la tarea de guiar a la grey de Dios en este inmenso país, y a sus queridas Iglesias particulares. Con esta visita, deseo continuar con la misión pastoral propia del Obispo de Roma de confirmar a sus hermanos en la fe en Cristo, alentarlos a dar testimonio de las razones de la esperanza que brota de él, y animarles a ofrecer a todos las riquezas inagotables de su amor. Como es sabido, el principal motivo de mi presencia en Brasil va más allá de sus fronteras. En efecto, he venido para la Jornada Mundial de la Juventud. Para encontrarme con jóvenes venidos de todas las partes del mundo, atraídos por los brazos abiertos de Cristo Redentor. Quieren encontrar un refugio en su abrazo, justo cerca de su corazón, volver a escuchar su llamada clara y potente: «Vayan y hagan discípulos a todas las naciones». Estos jóvenes provienen de diversos continentes, hablan idiomas diferentes, pertenecen a distintas culturas y, sin embargo, encuentran en Cristo las respuestas a sus más altas y comunes aspiraciones, y pueden saciar el hambre de una verdad clara y de un genuino amor que los una por encima de cualquier diferencia. Cristo les ofrece espacio, sabiendo que no puede haber energía más poderosa que esa que brota del corazón de los jóvenes cuando son seducidos por la experiencia de la amistad con él. Cristo tiene confianza en los jóvenes y les confía el futuro de su propia misión: « Vayan y hagan discípulos»; vayan más allá de las fronteras de lo humanamente posible, y creen un mundo de hermanos y hermanas. Pero también los jóvenes tienen confianza en Cristo: no tienen miedo de arriesgar con él la única vida que tienen, porque saben que no serán defraudados. Al comenzar mi visita a Brasil, soy muy consciente de que, dirigiéndome a los jóvenes, hablo también a sus familias, sus comunidades eclesiales y nacionales de origen, a las sociedades en las que viven, a los hombres y mujeres de los que depende en gran medida el futuro de estas nuevas generaciones. Es común entre ustedes oír decir a los padres: «Los hijos son la pupila de nuestros ojos». ¡Qué hermosa es esta expresión de la sabiduría brasileña, que aplica a los jóvenes la imagen de la pupila de los ojos, la abertura por la que entra la luz en nosotros, regalándonos el milagro de la vista! ¿Qué sería de nosotros si no cuidáramos nuestros ojos? ¿Cómo podríamos avanzar? Mi esperanza es que, en esta semana, cada uno de nosotros se deje interpelar por esta pregunta provocadora. La juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo y, por tanto, nos impone grandes retos. Nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio; eso significa tutelar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo; darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida; garantizarle seguridad y educación para que llegue a ser lo que puede ser; transmitirle valores duraderos por los que valga la pena vivir; asegurarle un horizonte trascendente que responda a su sed de auténtica felicidad, suscitando en él la creatividad del bien; entregarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana; despertar en él las mejores potencialidades para que sea protagonista de su propio porvenir, y corresponsable del destino de todos. Con estas actitudes, precedemos hoy al futuro que entra por la ventana de los jóvenes. Al concluir, ruego a todos la gentileza de la atención y, si es posible, la empatía necesaria para establecer un diálogo entre amigos. En este momento, los brazos del Papa se alargan para abrazar a toda la nación brasileña, en el complejo de su riqueza humana, cultural y religiosa. Que desde la Amazonia hasta la pampa, desde las regiones áridas al Pantanal, desde los pequeños pueblos hasta las metrópolis, nadie se sienta excluido del afecto del Papa. Pasado mañana, si Dios quiere, tengo la intención de recordar a todos ante Nuestra Señora de Aparecida, invocando su maternal protección sobre sus hogares y familias. Y, ya desde ahora, los bendigo a todos. Gracias por la bienvenida
AGENDA DEL PAPA FRANCISCO EN LA JMJ 2013
Las horas que van a ver a continuación corresponden a la hora local en Río de Janeiro (hay una diferencia horaria de 5 horas entre Río de Janeiro y Roma).
Lunes 22:
03.45: Salida del aeropuerto de Roma Ciampino, hacia Río de Janeiro.
16.00 : Acogida oficial en el aeropuerto internacional Galeão/Antonio Carlos Jobim de Río de Janeiro.
17.00: Ceremonia de bienvenida en los Jardines del Palacio Guanabara. Discurso del Santo Padre.
17.40: Visita de cortesía a la presidenta de la República, Dilma Rousseff, en el Palacio Guanabara. Después, el Papa se retira a descansar a la Residencia de Sumaré.
03.45: Salida del aeropuerto de Roma Ciampino, hacia Río de Janeiro.
16.00 : Acogida oficial en el aeropuerto internacional Galeão/Antonio Carlos Jobim de Río de Janeiro.
17.00: Ceremonia de bienvenida en los Jardines del Palacio Guanabara. Discurso del Santo Padre.
17.40: Visita de cortesía a la presidenta de la República, Dilma Rousseff, en el Palacio Guanabara. Después, el Papa se retira a descansar a la Residencia de Sumaré.
Martes 23
El Papa Francisco descansará en la Residencia de Sumaré y se adaptará al nuevo horario
Miércoles 24:
08.15: Salida en helicóptero desde Sumaré al Santuario de Nuestra Señora de la Concepción de Aparecida.
09.30: Llegada al helipuerto del Santuario.
10.00: Veneración de la imagen de la Virgen en la Sala de los 12 Apóstoles del Santuario de Aparecida.
10.30: Santa Misa en la Basílica del Santuario de Aparecida. Homilía del Santo Padre.
13.00: Almuerzo con el séquito papal, los obispos de la Provincia y los seminaristas, en el Seminario Bon Jesús de Aparecida.
16.10: Salida en helicóptero desde el helipuerto del Santuario, hacia Río de Janeiro.
17.25: Llegada al aeropuerto Santos Dumont (III Comar) de Río de Janeiro.
18.30: Visita al Hospital São Francisco de Assis na Providência – VOT. Discurso del Santo Padre.
Jueves 25:
07.30: Santa Misa privada en la Residencia de Sumaré.
09.45: Entrega de la Llave de la Ciudad al Papa y bendición de la bandera olímpica en el Palacio de la Ciudad.
11.00: Visita a la Comunidad de Varginha (Manguinhos). Discurso del Santo Padre.
18.00: Fiesta de acogida de los jóvenes en el paseo marítimo de Copacabana. Saludo y discurso del Santo Padre.
Viernes 26:
07.30: Santa Misa privada en la Residencia de Sumaré.
10.00: Confesiones de algunos jóvenes participantes en la JMJ, en el Parque de la Quinta da Boa Vista.
11.30: Breve encuentro con algunos jóvenes reclusos.
12.00: Rezo del Angelus desde el balcón central del Palacio Arzobispal St. Joaquim. Palabras del Santo Padre.
12.15: Saludo al Comité Organizador de la JMJ y a los benefactores, en el Palacio Arzobispal.
13.00: Almuerzo con los jóvenes en el Palacio Arzobispal.
18.00: Via Crucis con los jóvenes en el paseo marítimo de Copacabana. Discurso del Santo Padre.
Sábado 27:
09.00: Santa Misa con los obispos de la JMJ y con los sacerdotes, religiosos y seminaristas, en la Catedral de San Sebastián. Homilía del Santo Padre.
11.30: Encuentro con las autoridades políticas de Brasil, en el Teatro Municipal de Río de Janeiro. Discurso del Santo Padre.
13.30: Almuerzo con los cardenales brasileños, la presidencia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasill, los obispos de la Región y el séquito papal, en el Gran Refectorio del Centro de Estudios de Sumaré.
19.30: Vigilia de oración con los jóvenes, en el Campus Fidei de Guaratiba. Discurso del Santo Padre.
Domingo 28:
10.00: Santa Misa por la XXVIII JMJ, en el Campus Fidei de Guaratiba. Homilía del Santo Padre. Después, rezo del Angelus y palabras del Santo Padre.
14.00: Almuerzo con el séquito papal en el Refectorio del Centro de Estudios de Sumaré.
16.00: Encuentro con el Comité de Coordinación del CELAM, en el Centro de Estudios de Sumaré. Discurso del Santo Padre.
16.40: Despedida de la Residencia de Sumaré.
17.30: Encuentro con los voluntarios de la JMJ, en el Pabellón 5 del Rio Centro. Discurso del Santo Padre.
18.30: Ceremonia de despedida en el aeropuerto internacional Galeão/Antonio Carlos Jobim. Discurso del Santo Padre.
19.00: Salida en el avión hacia Roma.
Lunes 29:
06:30: Llegada al aeropuerto de Roma Ciampino (11:30 hora de Roma)
08.15: Salida en helicóptero desde Sumaré al Santuario de Nuestra Señora de la Concepción de Aparecida.
09.30: Llegada al helipuerto del Santuario.
10.00: Veneración de la imagen de la Virgen en la Sala de los 12 Apóstoles del Santuario de Aparecida.
10.30: Santa Misa en la Basílica del Santuario de Aparecida. Homilía del Santo Padre.
13.00: Almuerzo con el séquito papal, los obispos de la Provincia y los seminaristas, en el Seminario Bon Jesús de Aparecida.
16.10: Salida en helicóptero desde el helipuerto del Santuario, hacia Río de Janeiro.
17.25: Llegada al aeropuerto Santos Dumont (III Comar) de Río de Janeiro.
18.30: Visita al Hospital São Francisco de Assis na Providência – VOT. Discurso del Santo Padre.
Jueves 25:
07.30: Santa Misa privada en la Residencia de Sumaré.
09.45: Entrega de la Llave de la Ciudad al Papa y bendición de la bandera olímpica en el Palacio de la Ciudad.
11.00: Visita a la Comunidad de Varginha (Manguinhos). Discurso del Santo Padre.
18.00: Fiesta de acogida de los jóvenes en el paseo marítimo de Copacabana. Saludo y discurso del Santo Padre.
Viernes 26:
07.30: Santa Misa privada en la Residencia de Sumaré.
10.00: Confesiones de algunos jóvenes participantes en la JMJ, en el Parque de la Quinta da Boa Vista.
11.30: Breve encuentro con algunos jóvenes reclusos.
12.00: Rezo del Angelus desde el balcón central del Palacio Arzobispal St. Joaquim. Palabras del Santo Padre.
12.15: Saludo al Comité Organizador de la JMJ y a los benefactores, en el Palacio Arzobispal.
13.00: Almuerzo con los jóvenes en el Palacio Arzobispal.
18.00: Via Crucis con los jóvenes en el paseo marítimo de Copacabana. Discurso del Santo Padre.
Sábado 27:
09.00: Santa Misa con los obispos de la JMJ y con los sacerdotes, religiosos y seminaristas, en la Catedral de San Sebastián. Homilía del Santo Padre.
11.30: Encuentro con las autoridades políticas de Brasil, en el Teatro Municipal de Río de Janeiro. Discurso del Santo Padre.
13.30: Almuerzo con los cardenales brasileños, la presidencia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasill, los obispos de la Región y el séquito papal, en el Gran Refectorio del Centro de Estudios de Sumaré.
19.30: Vigilia de oración con los jóvenes, en el Campus Fidei de Guaratiba. Discurso del Santo Padre.
Domingo 28:
10.00: Santa Misa por la XXVIII JMJ, en el Campus Fidei de Guaratiba. Homilía del Santo Padre. Después, rezo del Angelus y palabras del Santo Padre.
14.00: Almuerzo con el séquito papal en el Refectorio del Centro de Estudios de Sumaré.
16.00: Encuentro con el Comité de Coordinación del CELAM, en el Centro de Estudios de Sumaré. Discurso del Santo Padre.
16.40: Despedida de la Residencia de Sumaré.
17.30: Encuentro con los voluntarios de la JMJ, en el Pabellón 5 del Rio Centro. Discurso del Santo Padre.
18.30: Ceremonia de despedida en el aeropuerto internacional Galeão/Antonio Carlos Jobim. Discurso del Santo Padre.
19.00: Salida en el avión hacia Roma.
Lunes 29:
06:30: Llegada al aeropuerto de Roma Ciampino (11:30 hora de Roma)
EXPLICACIÓN DEL LOGO DE LA JMJ 2013
El logotipo oficial de la Jornada Mundial de la Juventud 2013, que se realizará en Río de Janeiro (Brasil) del 23 al 28 de julio, exhibe como figura destacada en el centro a Jesucristo, en la figura del Cristo Redentor, símbolo de la ciudad que acogerá el evento.
El logo es obra del joven Gustavo Huguenin, de 25 años de edad, originario de la ciudad de Cantagalo.
En el logo, la imagen de Jesús se relaciona con el lema de la JMJ, "Id y haced discípulos en todas las naciones", extraído del Evangelio de San Mateo. Todos los elementos del símbolo de la JMJ forman la imagen de un corazón, que hace referencia al hombre interior y, en esta composición, recuerda a los discípulos, que poseen a Jesús en sus corazones.
Sobre el hecho de que su logo fuese escogido, Huguenin expresó "mi eterna gratitud a Dios por la realización de este sueño, un día impensable y ahora real. Estoy extremadamente feliz por ser un joven que puede proclamar a todo el mundo la alegría de formar parte de la Santa Iglesia Católica".
El joven asiste a la parroquia del Santísimo Sacramento en la diócesis de Nova Friburgo. Estudió diseño gráfico en el Instituto Federal Fluminense (IFF), y trabaja de manera independiente como diseñador.
El logo muestra además los brazos del Cristo Redentor excediendo los límites del corazón, a manera de un abrazo de Dios a los jóvenes. Según los organizadores, representa también la acogida del pueblo brasileño, con un corazón generoso y hospitalario.
La parte superior de la figura del corazón, con el fondo de color verde, fue inspirada en la forma del cerro Pan de Azúcar. La cruz contenida en esta sección refuerza el sentido cristiano del territorio brasileño.
El azul de la parte inferior del corazón representa el litoral de Río de Janeiro, mientras que el verde y el amarillo completan los colores patrios de la bandera nacional de Brasil.
El logo es obra del joven Gustavo Huguenin, de 25 años de edad, originario de la ciudad de Cantagalo.
En el logo, la imagen de Jesús se relaciona con el lema de la JMJ, "Id y haced discípulos en todas las naciones", extraído del Evangelio de San Mateo. Todos los elementos del símbolo de la JMJ forman la imagen de un corazón, que hace referencia al hombre interior y, en esta composición, recuerda a los discípulos, que poseen a Jesús en sus corazones.
Sobre el hecho de que su logo fuese escogido, Huguenin expresó "mi eterna gratitud a Dios por la realización de este sueño, un día impensable y ahora real. Estoy extremadamente feliz por ser un joven que puede proclamar a todo el mundo la alegría de formar parte de la Santa Iglesia Católica".
El joven asiste a la parroquia del Santísimo Sacramento en la diócesis de Nova Friburgo. Estudió diseño gráfico en el Instituto Federal Fluminense (IFF), y trabaja de manera independiente como diseñador.
El logo muestra además los brazos del Cristo Redentor excediendo los límites del corazón, a manera de un abrazo de Dios a los jóvenes. Según los organizadores, representa también la acogida del pueblo brasileño, con un corazón generoso y hospitalario.
La parte superior de la figura del corazón, con el fondo de color verde, fue inspirada en la forma del cerro Pan de Azúcar. La cruz contenida en esta sección refuerza el sentido cristiano del territorio brasileño.
El azul de la parte inferior del corazón representa el litoral de Río de Janeiro, mientras que el verde y el amarillo completan los colores patrios de la bandera nacional de Brasil.
El lema será el mandato de Jesús: “Id y haced discípulos a todos los pueblos”.
La gigantesca estatua de Cristo Redentor en el Corcovado acogerá un abrazo simbólico a los jóvenes de todo el mundo en la próxima edición de la Jornada Mundial de la Juventud”, un año antes de lo previsto para evitar cruces de programación con la Copa Mundial de Fútbol que tendrá lugar en Brasil en 2014.
Brasil, por cierto, es el país con más católicos del mundo.
La gigantesca estatua de Cristo Redentor en el Corcovado acogerá un abrazo simbólico a los jóvenes de todo el mundo en la próxima edición de la Jornada Mundial de la Juventud”, un año antes de lo previsto para evitar cruces de programación con la Copa Mundial de Fútbol que tendrá lugar en Brasil en 2014.
Brasil, por cierto, es el país con más católicos del mundo.
La Jornada Mundial de la Juventud Río 2013 ha nombrado a sus 5 patrones y 13 intercesores. La primera es Nuestra Señora de Aparecida, la patrona de Brasil. A su basílica peregrinan cada año más de 10 millones de personas. Benedicto XVI la visitó en 2007 en su primer viaje a América Latina.
También es patrón San Sebastián. Fue soldado del emperador romano Diocleciano y dejó el ejército porque perseguían a los cristianos. Murió mártir en el año 288.
El tercero de los patronos es Fray Galvao. En 2007, Benedicto XVI convirtió a este franciscano en el primer santo de Brasil.
También será patrona de la JMJ Río 2013, Santa Teresa de Lisieux. Esta monja francesa es patrona de las misiones desde 1927.
El Beato Juan Pablo II será el quinto de los patronos. En 1984 creó las Jornadas Mundiales de la Juventud y es considerado “el Papa de los jóvenes”.
Además, la JMJ de Río tendrá 13 intercesores. Son Santa Rosa de Lima, la primera santa de América; el Beato Pier Giorgo Frassati, un joven italiano que dio su vida a los más pobres; la Beata Chiara Luce Badano, quien ofreció su cáncer por la salvación de los demás; el Beato francés Federico Ozanam, padre de familia que fue un ejemplo de católico en la sociedad de su tiempo.
También serán intercesores el Beato brasileño Adílio Daronch, asesinado con 16 años por ser cristiano; Santa Teresa de los Andes, carmelita descalza chilena; el Beato José de Anchieta, que predicó por todo Brasil en el siglo XVI; el Beato Isidoro Bakanja, asesinado a latigazos en el Congo por ser cristiano; la Beata Irmã Dulce, monja brasileña que entregó su vida a los enfermos y a los más pobres en la ciudad brasileña de Salvador de Bahía.
Otros intercesores de esta JMJ serán San Jorge, soldado del Imperio Romano que en la época de Diocleciano se convirtió al cristianismo y fue torturado y decapitado; la Beata Laura Vicuña, quien ofreció su enfermedad por la conversión de su madre; San Andrés Kim, primer sacerdote coreano, martirizado en 1846; y la Beata Albertina Berkenbrock, una niña brasileña asesinada a los 12 años por negarse a mantener relaciones sexuales.
También es patrón San Sebastián. Fue soldado del emperador romano Diocleciano y dejó el ejército porque perseguían a los cristianos. Murió mártir en el año 288.
El tercero de los patronos es Fray Galvao. En 2007, Benedicto XVI convirtió a este franciscano en el primer santo de Brasil.
También será patrona de la JMJ Río 2013, Santa Teresa de Lisieux. Esta monja francesa es patrona de las misiones desde 1927.
El Beato Juan Pablo II será el quinto de los patronos. En 1984 creó las Jornadas Mundiales de la Juventud y es considerado “el Papa de los jóvenes”.
Además, la JMJ de Río tendrá 13 intercesores. Son Santa Rosa de Lima, la primera santa de América; el Beato Pier Giorgo Frassati, un joven italiano que dio su vida a los más pobres; la Beata Chiara Luce Badano, quien ofreció su cáncer por la salvación de los demás; el Beato francés Federico Ozanam, padre de familia que fue un ejemplo de católico en la sociedad de su tiempo.
También serán intercesores el Beato brasileño Adílio Daronch, asesinado con 16 años por ser cristiano; Santa Teresa de los Andes, carmelita descalza chilena; el Beato José de Anchieta, que predicó por todo Brasil en el siglo XVI; el Beato Isidoro Bakanja, asesinado a latigazos en el Congo por ser cristiano; la Beata Irmã Dulce, monja brasileña que entregó su vida a los enfermos y a los más pobres en la ciudad brasileña de Salvador de Bahía.
Otros intercesores de esta JMJ serán San Jorge, soldado del Imperio Romano que en la época de Diocleciano se convirtió al cristianismo y fue torturado y decapitado; la Beata Laura Vicuña, quien ofreció su enfermedad por la conversión de su madre; San Andrés Kim, primer sacerdote coreano, martirizado en 1846; y la Beata Albertina Berkenbrock, una niña brasileña asesinada a los 12 años por negarse a mantener relaciones sexuales.
Por otra parte, los organizadores de la JMJ de Río anunciaron que durante el evento se exhibirá una ampolla que preserva sangre del Beato Juan Pablo II.
El P. Arnaldo Rodriguez, uno de los responsables del sector de Preparación Pastoral del Comité Organizador Local (COL), señaló que el relicario que contiene la ampolla con la sangre del Beato, fundador de las Jornadas Mundiales de la Juventud, llegará a Brasil el 7 de julio, y permanecerá ahí hasta el 13 de octubre.
La reliquia, indicó el sacerdote, “quedará expuesta para su veneración en la catedral de Río de Janeiro. Estamos preparando también un trabajo pastoral post-jornada para aprovechar su presencia aquí”.
El Comité Organizador Local también está gestionando que lleguen a Brasil las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones de la Iglesia; del Beato Pier Giorgo Frassati, un terciario dominico glorificado por su humildad, su servicio a los pobres y su militancia apostólica; de la Beata Chiara Luce Badano, laica del Movimiento de los Focolares que llevó con entereza y testimonio la enfermedad que terminó con su vida; y del Beato Federico Ozanam, fundador de la Sociedad de Conferencias de San Vicente de Paúl, reconocido por su apologética en la escuela y la universidad..
El P. Arnaldo Rodriguez, uno de los responsables del sector de Preparación Pastoral del Comité Organizador Local (COL), señaló que el relicario que contiene la ampolla con la sangre del Beato, fundador de las Jornadas Mundiales de la Juventud, llegará a Brasil el 7 de julio, y permanecerá ahí hasta el 13 de octubre.
La reliquia, indicó el sacerdote, “quedará expuesta para su veneración en la catedral de Río de Janeiro. Estamos preparando también un trabajo pastoral post-jornada para aprovechar su presencia aquí”.
El Comité Organizador Local también está gestionando que lleguen a Brasil las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones de la Iglesia; del Beato Pier Giorgo Frassati, un terciario dominico glorificado por su humildad, su servicio a los pobres y su militancia apostólica; de la Beata Chiara Luce Badano, laica del Movimiento de los Focolares que llevó con entereza y testimonio la enfermedad que terminó con su vida; y del Beato Federico Ozanam, fundador de la Sociedad de Conferencias de San Vicente de Paúl, reconocido por su apologética en la escuela y la universidad..
ORACIÓN OFICIAL DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD
¡Oh Padre! enviaste a Tu Hijo Eterno para salvar al mundo y elegiste hombres y mujeres para que, por Él, con Él y en Él proclamaran la Buena Noticia a todas las naciones. Concede las gracias necesarias para que brille en el rostro de todos los jóvenes la alegría de ser, por la fuerza del Espíritu, los evangelizadores que la Iglesia necesita en el Tercer Milenio.
¡Oh Cristo! Redentor de la humanidad, Tu imagen de brazos abiertos en la cumbre del Corcovado acoge a todos los pueblos. En Tu ofrecimiento pascual, nos condujiste por medio del Espíritu Santo al encuentro filial con el Padre. Los jóvenes, que se alimentan de la Eucaristía, Te oyen en la Palabra y Te encuentran en el hermano, necesitan Tu infinita misericordia para recorrer los caminos del mundo como discípulos misioneros de la nueva evangelización.
¡Oh Espíritu Santo! Amor del Padre y del Hijo, con el esplendor de Tu Verdad y con el fuego de Tu amor, envía Tu Luz sobre todos los jóvenes para que, impulsados por la Jornada Mundial de la Juventud, lleven a los cuatros rincones del mundo la fe, la esperanza y la caridad, convirtiéndose en grandes constructores de la cultura de la vida y de la paz y los protagonistas de un nuevo mundo.
¡Amén!
INDULGENCIAS DURANTE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD
El Papa Francisco ha decidido conceder la indulgencia plenaria a los participantes de la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, que además, se confiesen, comulguen y recen una oración por las intenciones del Papa. Aquellos que, legitimamente, no puedan asistir al evento también podrán obtener la indulgencia plenaria si realizan lo siguiente:
- participar espiritualmente de las actividades del encuentro, mientras éstas tienen lugar, siguiéndolas a través de los medios de comunicación.
- confesarse
- comulgar
- rezar una oración por las intenciones del Papa.
Se concede la indulgencia parcial a los fieles, en cualquier lugar en el que se encuentren durante dicho encuentro, si realizan los siguiente:
- rezar a Dios con ánimo contrito, concluyendo con la oración oficial de la Jornada Mundial de la Juventud
- invocar a la Bienaventurada Virgen María, Reina de Brasil, bajo el título de "Nuestra Señora de la Concepción Aparecida", además de a los otros patronos e intercesores del mismo encuentro, para que impulsen a los jóvenes a que se refuercen en la fe
- confesarse
- comulgar
- rezar una oración por las intenciones del Papa.
La indulgencia podrá ser obtenida también en sufragio de difuntos..
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