miércoles, 14 de septiembre de 2011

San Sebastián, Mártir 20 de Enero


Sebastián, hijo de familia militar y noble, era oriundo de Narbona, pero se había educado en Milán. Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana. Era respetado por todos y apreciado por el emperador, que desconocía su cualidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios idolátricos. Además, como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de Cristo. Esta situación no podía durar mucho, y fue denunciado al emperador Maximino quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo.

El santo escogió la milicia de Cristo; desairado el Emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe. Enfurecido Maximino, lo condenó a morir asaeteado: los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Se presentó con valentía ante el Emperador, desconcertado porque lo daba por muerto, y el santo le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos. Maximino mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y tiraron su cuerpo en un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.

El culto a San Sebastián es muy antiguo; es invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión, y además es llamado además el Apolo cristiano ya que es uno de los santos más reproducidos por el arte en general.

Oración

Atiende, oh Dios Todopoderoso, a nuestra debilidad, y pues nos oprime el peso de nuestros pecados, alívianos de él, por la intercesión del bienaventurado mártir san Sebastián. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.


Era el favorito del emperador Dioclesiano y capitán de su guardia imperial.
Generoso y bizarro en su conducta, afable y cortés en las palabras y el trato, tan abnegado respecto de sí mismo, como solícito cuando se trataba de sus semejantes; se había ganado la simpatía de todos los que lo trataban. Nadie dudaba de su lealtad al emperador, pero sabían que era cristiano.
Usaba la autoridad que tenía para favorecer a los cristianos en plena persecución contra ellos.
Aprovechaba todas las ocasiones posibles para anunciar a Jesús, así logra que se convierta a la fe a Nicostrato, oficial del juez Criomacio, a Claudio, alcalde de la cárcel y a 64 presos paganos, a otro Cromacio, vicario del prefecto a toda su familia y esclavos( 400 que fueron bautizados y puestos en libertad).
El emperador Maximiano, hombre tosco, sin educación alguna se entera y tomó las creencias de Sebastián como la más negra traición y le ordena sacrificar a los dioses y ante la negativa manda asaetearlo, en el parque, atado a un árbol, despojado de los distintivos de la milicia.
Lo dejan, dándolo por muerto atado al tronco, lleno de flechas, derramando sangre. Irene, viuda del mártir Cástulo lo halla vivo, lo lleva en secreto a su casa y lo cura.
El se presenta ante el Emperador que cree que resucitó y allí lo condena a ser apaleado en el circo. Tiraron su cadáver en un albañal, donde se arrojaban las inmundicias de la ciudad. Milagrosamente se recupera su cuerpo y es enterrado en las catacumbas . Era el año 288

Identificativo principal :
desvestido, atado y lleno de flechas que lo atraviesan ( por la forma en que murió). A veces aparece vestido con la palma de los mártires.

Identificativo secundario
joven, mirando al cielo y por detrás la ciudad de Roma

Fecha litúrgica: 20 de enero

Milagros
Estando ya muerto Sebastián se aparece a una mujer llamada Lucina y le revela el lugar donde estaba su cuerpo y le manda que lo enterrase en las catacumbas a los pies de San Pedro y san Pablo.

¿Qué nos enseña la vida de este santo?

A dar testimonio de nuestra fe en Jesucristo en nuestras acciones y con nuestras palabras.
¿Cuántos han conocido a Jesús a través tuyo como lo hizo Sebastián?

A no temer a los poderes de este mundo y estar dispuesto a dar la vida por Nuestro Señor antes que renegar de sus creencias.
¿Te callas tu condición de cristiano según el ambiente en que estés?


sagradoweb

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