jueves, 8 de septiembre de 2011

EL ARMA MÁS PODEROSA





LA ORACIÓN




Definición de oración: La oración es comunión con Dios. Toma diferentes formas pero básicamente ocurre cuando un hombre habla con Dios y Dios habla con el hombre. La oración es descrita como:

Invocación del nombre del Señor: Génesis 12:8.
Clamor a Dios: Salmos 27:7, 34:6.
Acercarse a Dios: Salmos 73:28, Hebreos 10:22.
Buscar : Salmos 5:3
Levantar el alma: Salmos 25:1.
Levantar el corazón: Lamentaciones 3:41.
Derramar el corazón: Salmos 62:8.
Derramar el alma: I Samuel 1:15.
Clamar al cielo: 2Crónicas 32:20.
Implorar al Señor: Éxodo 32:11.
Buscar a Dios: Job 8:5.
Buscar el rostro del Señor: Salmos 27:8.
Hacer súplicas: Job 8:5, Jeremías 36:7.

La vida de oración de Jesús. La oración fue una estrategia importante del Señor Jesús.

Jesús hizo de la oración una prioridad:

Oró en cualquier momento del día o de la noche: Lucas 6:12-13
Tuvo prioridad sobre el comer: Juan 4:31-32.
Tuvo prioridad sobre los negocios: Juan 4:31-32.

La oración acompañó cada evento de importancia:

En Su bautismo: Lucas 3:21-22.
Durante su primer viaje ministerial: Marcos 1:35, Lucas 5:16.
Antes de la elección de los discípulos: Lucas 6:12-13.
Antes y después de la alimentación de los 5.000: Mateo 14:19, 23; Marcos 6:41, 46; Juan 6:11, 14-15.
Después de la alimentación de los 4.000: Mateo 15:36; Marcos 8:6,7.
Antes de la confesión de Pedro: Lucas 9:18.
Antes de la transfiguración: Lucas 9:28, 29.
Al regreso de los 70: Mateo 11:25; Lucas 10:21.
En la tumba de Lázaro: Juan 11:41-42
En la bendición de los niños: Mateo 19:13.
A la llegada de ciertos griegos: Juan 12:27-28.
Ante de la hora de Su mayor angustia: Mateo 26:26-27; Marcos 14:22-23; Lucas 22:17-19.
Por Pedro: Lucas 22:32.
Por la venida del Espíritu Santo: Juan 14:1-6.
En el camino a Emaús: Lucas 24:30-31.
Antes de Su ascensión: Lucas 24:50-53.
Por Sus seguidores: Juan 17.

La oración que Jesús enseñó está registrada en Mateo 6:9-13.

Tipos de oración:

Pablo exhorta a los creyentes a orar siempre con “toda oración” (Efesios 6:18). Otra traducción de la Biblia dice “orando con todo tipo de oración” (traducción Goodpseed). Esto se refiere a los varios niveles y tipos de oración.

Niveles de oración:

Hay tres niveles de intensidad en la oración: Pedir, buscar, y golpear:

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá, porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mateo 7:7-8).

Pedir es el primer nivel de oración. Es simplemente presentar un pedido a Dios y recibir una inmediata respuesta. En orden a recibir, la condición es pedir:

“... pero no tienes lo que deseas, porque no pides” (Santiago 4:2).

Tenemos la poderosa arma espiritual de la oración, pero muchos no la usan. Ellos no piden, y por causa de esto no reciben.

Buscar es un nivel más profundo de oración. Este es el nivel de oración en el que las respuestas no son tan inmediatas como en el nivel de pedir. Los 120 se reunieron en el aposento alto donde “continuaron” en oración como un ejemplo de buscar. Estos hombres y mujeres buscaban el cumplimiento de la promesa del Espíritu Santo y continuaron “buscando” hasta que la respuesta vino (Hechos 1-2).

Golpear es aún un nivel más profundo. Es oración persistente cuando las respuestas se retrasan en llegar. Es ilustrado por la parábola de Jesús dicha en Lucas 11:5-10. el nivel de golpear es el nivel más intenso de la guerra espiritual en oración. Esta ilustrado por la persistencia de Daniel que continuo golpeando a pesar del hecho que no veía resultados visibles ya que Satanás estorbaba en la respuesta de Dios (Daniel 10).

Tipos de oración:

Hay varios tipos de oración ilustrados en el modelo de oración dado por el Señor (Mateo 6:9-13). Los tipos de oración incluye:

1. Alabanza y adoración:

Entras en la presencia de Dios con alabanza y adoración:

“Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza.¡Alabadlo, bendecid su nombre!” (Salmos 100:4).

Adoración es rendir honra y devoción. Alabanza es acción de gracias y una declaración de gratitud no sólo por lo que Dios ha hecho sino por lo que Él es. Has de adorar a Dios en espíritu y verdad:

“Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren. Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren” (Juan 4:23-24).

La alabanza y la adoración pueden ser con:

Cantos: Salmos 9:2,11; 40:3; Marcos 14;26
Alabanza audible: Salmos 103:1.
Con alegría: Salmos 47:1.
Levantamiento de manos. Salmos 63:4; 134:2; 1 Timoteo 2:8.
Aplausos: Salmos 47:1.
Instrumentos musicales: Salmos 150:3-5.
Puestas en pie: 2 Crónicas 20:19
Postración: Salmos 95:6.
Arrodillamiento: Salmos 95:6.
Acostamiento: Salmo 149:5.

El guerrero de Dios en el mundo del espíritu es mostrado con...

“Exalten a Dios con sus gargantas y con espadas de dos filos en sus manos” (Salmos 149:6).

2. Compromiso:

Ésta es oración comprometiendo tu vida y voluntad a Dios. Incluye oraciones de consagración y dedicación.

3. Petición:

Las oraciones de petición son pedidos. Los pedidos deben ser hechos conforme a la voluntad de Dios revelada en Su Palabra escrita. Las peticiones pueden estar en el nivel de pedir, buscar o golpear. Súplica es otra palabra para éste tipo de oración. La palabra súplica significa “implorar a Dios o apelar ardientemente a Él por una necesidad”.

4. Arrepentimiento y confesión:

Una oración de confesión es arrepentirse y pedir perdón por el pecado:

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

5. Intercesión:

Intercesión es oración por otros. Un intercesor es aquél que toma el lugar de otro o pide por el caso de otro. La Biblia registra que en un tiempo Dios miró a la tierra y vio que no había intercesor:

“Vio que no había nadie y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo salvó su brazo y lo afirmó su misma justicia” (Isaías 59:16).

Cuando Dios vio que no había intercesor Él suplió la necesidad. Él envió a Jesús:

Pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5).

“...Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros” (Romanos 8:34).

“Por eso puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.“ (Hebreos 7:25).

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Pero si alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el justo” (1 Juan 2:1).

Un abogado en una corte de justicia es un asistente legal o un consejero que pide por la causa de otro. La intercesión en la guerra espiritual es orar a Dios a favor de otra persona. Algunas veces esta intercesión es con entendimiento. Intercedes en tu propia lengua nativa:

“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que tienen autoridad...” (1 Timoteo 2:1-2).

En otras ocasiones, la intercesión es hecha por el Espíritu Santo. Puede ser con gemidos resultantes de una pesada carga espiritual. Puede ser en una lengua desconocida. Puede ser intercesión por otro o el Espíritu Santo intercediendo por ti. Cuando esto sucede, el Espíritu Santo habla por medio de ti orando directamente a Dios y conforme a la voluntad de Dios. Tú no entiendes este tipo de intercesión:

“De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8:26).

Este es el nivel más profundo de oración intercesora y el más efectivo en la guerra espiritual.

El modelo de oración:

Durante el ministerio terrenal de Jesús Sus discípulos una vez vinieron a Él con un pedido interesante:

“... uno de sus discípulos le dijo: —Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos” (Lucas 11:1).

Los discípulos no preguntaron sobre cómo predicar o realizar milagros. No buscaron lecciones sobre cómo construir relaciones más duraderas. No inquirieron sobre la sanidad física. Pidieron que se les enseñara cómo orar.

¿Qué produjo este deseo? Fue el efecto visible de la oración en la vida y ministerio de Jesús. Los discípulos habían presenciado los poderosos resultados de esta estrategia espiritual en acción.

Lee el modelo de oración y observa los varios tipos de oración que hemos discutido:

Padre nuestro que estás en el cielo, (Alabanza y adoración)
Santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Hágase tu voluntad, como en el cielo,
así también en la tierra. (Compromiso)
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. (Petición)
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros
Perdonamos a nuestros deudores. (Confesión e intercesión)
Y no nos dejes caer en tentación, (Petición)
Mas líbranos del mal
Porque tuyo es el reino, y el poder, (Alabanza y adoración)
Y la gloria, por todos los siglos. Amén.
(Mateo 6:9-13).


CÓMO ORAR:

Busca cada una de las siguientes referencias en tu Biblia para aprender cómo debes orar:

La oración es para ser hecha a Dios: Salmos 5:2
La repetición vana está prohibida: Mateo 6:7; Daniel 6:10; Lucas 11:5-13; 18:1-8.
Pecas al negarte orar por otros: 1 Samuel 12:23.
Orar con entendimiento (en una lengua conocida): Efesios 6:18.
Orar en el Espíritu: Romanos 8:26; Judas 20.
Orar conforme a la voluntad de Dios: 1 Juan 5:14-15.
Orar en secreto: Mateo 6:6.
Se busca más calidad que cantidad. La oración no es exitosa a causa del “mucho hablar”: Mateo 6:7.
Orar siempre: Lucas 21:36; Efesios 6:18.
Orar continuamente: Romanos 12:12.
Orar sin cesar: 1 Tesalonicenses 5:17.
Ora al Padre en el nombre de Jesús: Juan 15:16.
Con una actitud atenta: 1 Pedro 4:7.
Conforme al ejemplo del modelo de oración: Mateo 6:9-13.
Orar con un espíritu perdonador: Marcos 11:25.
Orar con humildad: Mateo 6:7.
Algunas veces se acompaña la oración con el ayuno: Mateo 17:21.
Orar fervientemente: Santiago 5:16; Colosenses 4:12.
Orar con sumisión a Dios: Lucas 22:42.




Por qué debes orar:

Por la paz de Jerusalén: Salmos 122:6.
Obreros en la cosecha: Mateo 9:38.
Que no entres en tentación: Lucas 22:40-46.
Por aquellos que te maldicen y vituperan (tus enemigos): Lucas 6:28.
Por todos los santos (los hijos de Dios -Todos-): Efesios 6:18.
El enfermo: Santiago 5:14.
Unos por otros (llevando las cargas de otros): Santiago 5:16.
Por todos los hombres, reyes, y aquellos en autoridad: 1 Timoteo 2:1-4.
Por las necesidades diarias: Mateo 6:11.
Por sabiduría: Santiago 1:5.
Por sanidad: Santiago 5:14-15.
Por perdón: Mateo 6:12.
Para que se haga la voluntad de Dios y que Su reino sea establecido: Mateo 6:10.
Por ayuda en la aflicción: Santiago 5:13.

ORAR LAS PROMESAS:

“Pedís, pero no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (Santiago 4:3).

Dios responde a la oración conforme a Sus promesas. Cuando no pides sobre la base de estas promesas, tu oración no es respondida. Es similar a la manera en la que un padre se relaciona con sus hijos. Ningún padre se compromete en darle a sus jóvenes cualquier cosa que quieran o pidan. Él deja claro que hará ciertas cosas y no otras. Dentro de estos límites el padre responde los pedidos de sus hijos.

De la misma manera es con Dios. Él ha dado promesas y ellas constituyen la base apropiada para la oración. Aprendamos qué Dios ha prometido y oremos conforme a las promesas de Dios. Una manera de hacer esto es ir por la Biblia y marcar todas las promesas que Dios ha hecho. Usa tu Biblia en la medida que oras y basa tus oraciones sobre estas promesas.

OBSTÁCULOS A LA ORACIÓN:

Pecado de cualquier tipo: Isaías 59:1-2; Salmos 66:18; Isaías 1:15; Proverbios 28:9.
Ídolos en el corazón: Ezequiel 14:1-3.
Un espíritu no perdonador: Marcos 11:25; Mateo 5:23.
Egoísmo, motivos equivocados: Proverbios 21:13; Santiago 4:3.
Hambre de poder, oraciones manipuladoras: Santiago 4:2-3.
Malos tratos de la pareja matrimonial: 1 Pedro 3:7.
Auto justificación: Lucas 18:10-14.
Incredulidad: Santiago 1:6-7.
No permanecer en Cristo y en Su Palabra: Juan 15:7.
Falta de compasión: Proverbios 21:13.
Hipocresía, orgullo, repeticiones sin sentido: Mateo 6:5; Job 35:12-13.
Por no pedir conforme a la voluntad de Dios: Santiago 4:2-3.
Por no pedir en el nombre de Jesús: Juan 16:24.
Estorbos de demonios satánicos: Daniel 10:10-13; Efesios 6:12.
Por no buscar primero el Reino: es solamente cuando buscas el Reino de Dios que se te prometen las “otras cosas”: Mateo 6:33.
Dios tiene un propósito mayor al negar tu pedido: 2 Corintios 12:8-9.
Cuando no sabes orar como debes, la oración es obstaculizada. Este es el por qué es importante permitirle al Espíritu Santo orar a través de ti: Romanos 8:26.

CUÁNDO NO ORAR:

Es importante aprender a esperar delante del Señor en oración por Su guía y dirección antes de actuar. Pero es igualmente importante saber cuándo no orar. Cuando Dios te llama a la acción, debes actuar, no continuar orando.

Por ejemplo, las aguas amargas de Mara cuando Moisés clamó al Señor, Dios le mostró exactamente qué hacer para endulzar las aguas. No había necesidad de esperar adicionalmente en el Señor en oración. Moisés había de actuar sobre la base de los que Dios le había revelado. Lo mismo fue cierto de Josué cuando ora en motivo de la terrible derrota de Israel en Hai. Dios reveló que había pecado entre el pueblo de Israel. El le dijo a Josué...

“—¡Levántate! ¿Por qué te postras así sobre tu rostro? Israel ha pecado... Levántate, santifica al pueblo” (Josué 7:10,12,13).

No era el tiempo de orar. Era el tiempo de actuar en la dirección dada en oración. Algunas personas usan la oración como una excusa para evitar comprometerse y actuar en función de lo que Dios les ha dicho que hagan.

Otros continúan orando cuando Dios ya ha respondido, pero no les gusta la respuesta. Repasa la historia de Balaam en Números 22. Ten en cuenta especialmente los versículos 18-19. Balaam no tenía derecho de ir a Dios con el mismo asunto porque Dios le había claramente prohibido tener algo que ver con él (ver Versículo 12).

La oración es hablar con Dios

Dios siempre quiere escucharles cuando usted ora. Usted puede hablarle en oración como si está conversando con un buen amigo personal, usando su vocabulario diario. No es necesario usar palabras especiales. Dios le entiende y se preocupa por usted, por sus sentimientos y por lo que ocurre en su vida. Él tiene contado hasta el cabello (que tiene o se le ha caído) de su cabeza; si Él ve a cada ave que cae al suelo ¿cuánto más valor tiene usted para Él?

Dios le ama y quiere que usted hable con Él. Él le escucha cuando usted ora. Dios se interesa por el más complejo detalle de su vida. Aunque Dios ya sabe lo que está ocurriendo en su vida, a Él le da gran placer cuando usted decide compartir sus sentimientos, pensamientos y problemas. Él no solamente quiere escucharle, sino que usted le escuche a Él también.

Jesús no pretendía que nosotros usáramos exactamente las mismas palabras de esta oración, Él nos la dió como una pauta, modelo o guía de oración.

Esta oración incluye muchos elementos. Honra a Dios, y muestra reverencia a Su nombre. Expresa nuestro deseo de que Su voluntad sea hecha en vez de la nuestra. La oración también conlleva la provisión a nuestras necesidades, y reconoce que necesitamos el pedir perdón y para poder recibirlo debemos perdonar a los otros. Esta oración reconoce la existencia del mal, y pide por nuestra liberación. Concluye con alabanza y adoración a Dios.



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Adoración

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