*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
viernes, 23 de septiembre de 2011
CÓMO PODEMOS AYUDAR A NUESTROS HIJOS A SER MEJORES
Entre las distintas definiciones de educación que existen, tal vez la de enseñar a nuestros hijos la responsabilidad personal de valerse por sí mismos en todos los terrenos sea la más completa.
Es una actividad en la que existen muchos intermediarios y que cada uno de nosotros tiene que llevar a cabo en la medida de sus circunstancias (madre, padre, hermanos, tíos, abuelos, profesores, amigos, etc.) pero de la que nadie se puede sentir excluida.
Es cierto que la educación no acaba nunca: siempre podemos seguir desarrollándonos y mejorar.
La primera idea que me gustaría dejar clara es que tratar de educación es cuestión de amor. No nos podemos quedar con la simple instrucción, es mucho más.
Algunos pensamientos que me han parecido importantes y que a lo mejor por obvias os parecen insignificantes son:
1.- La misión de educar es orientar, esclarecer, incentivar, hacer reflexionar, comprender, incentivar...
2.-El ejemplo es la mejor escuela.
3.-Tenemos que aprender a dosificar nuestros consejos, a veces podemos llegar a apabullar. Hay cosas que son opinables y como tal las tenemos que presentar, sin embargo hay otras que no lo son y así lo debemos explicar. Las prohibiciones hay que limitarlas a las cosas verdaderamente importantes.
4.-Enseña a renunciar, a elegir entre dos cosas buenas, a decir que no.
5.-El corregir no tiene por qué ser reñir: la cólera, la falta de dominio de uno mismo no es una buena consejera. Cuando estés enfadada di, luego hablamos de esto.
6.-Educa siempre en positivo ya que es inculcar el bien, y el bien siempre es positivo.
7.-Aprende a escuchar: el silencio también enseña.
8.-Deja que hablen, pero que también hablen de cómo se sienten, qué sienten delante de las distintas circunstancias.
9.-Olvida los errores: no los saques continuamente cuando hacen algo mal, o no están de acuerdo contigo en algo.
10.- Pide perdón si te has equivocado o cuando tengas que rectificar.
La familia es el ámbito más natural en donde los hijos crecen y se desarrollan, es el medio que debe cumplir todas las condiciones para que se produzca ese crecimiento. Por eso los padres son los primeros educadores y es muy importante que los dos ejerzan esa acción, porque desde pequeños aprendemos a ser varón o mujer en función de la presencia de esos dos modelos. Tenemos que educar, no en valores, sino en virtudes. El valor por sí solo no mueve a actuar, puede cambiar una actitud, pero no un hábito, un comportamiento. Sin embargo, la virtud va más allá, va a la consecución de hábitos buenos. Por eso en nuestra sociedad no se avanza, porque no se insiste en la consecución de las virtudes y con los valores nos quedamos cortos.
La educación también se debe adaptar a la época o edad de cada persona. No es lo mismo educar en la primera infancia que en la adolescencia. Aunque los padres que tienen niños pequeños se sienten un poco perdidos y dicen como una amiga mía me dijo en una ocasión: estos niños tendrían que venir con un manual de instrucciones. La educación en la edad temprana es relativamente sencilla. Se trata de que conozcan unos cuantos límites, que siempre son los mismos, para que se sientan seguros y darles mucho cariño, aunque evidentemente el cariño no está reñido con la firmeza o autoridad.
Es una época en la que se puede insistir en el cariño y por lo tanto el respeto entre unos y otros (riñas, peleas, etc.) en el orden (a su nivel) y en la limpieza (lavado de manos, etc). Es muy importante aunque os parezca que no os entienden que les expliquéis el por qué de las cosas, que no les pongáis castigos sin razón. Desde pequeños hacerles reflexionar en voz baja en el por qué de su comportamiento. Y si cogen una rabieta y con esas industrias no se les pasa, dejarlos, ya se les pasará. Ayudarles a ser pacientes, no todo lo que os piden se les da y sobretodo no se les da inmediatamente, que sepan esperar si no es el momento oportuno.
Por otro lado también es muy importante, a medida que van creciendo, conocer quienes son sus amigos, en qué emplean el tiempo libre y por ello hay que hablar de las distintas aficiones, amigos, ver el uso que hacen de las nuevas tecnologías: videojuegos, Internet , chats , etc. Y de las viejas: como las revistas y libros que leen.
Hay que aprovechar toda ocasión para mostrar que todas estas cosas son educativas en la medida que les ayuda a mejorar como personas y a ser mejor amigos de sus amigos.
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