*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
martes, 11 de febrero de 2014
Una Sola Carne
Si uno sostiene en una mano un trozo de arcilla verde oscuro y en la otra un trozo de arcilla verde claro, se puede identificar enseguida los dos matices de color. No obstante, si uno amasa ambos trozos juntos hasta que queden bien mezclados, se verá un trozo de arcilla verde... al menos a simple vista. Al observarlo con atención, se logran percibir trazas de arcilla verde oscuro y claro, pero ya no es posible volver a separarla en dos masas de color diferente.
Esa es una imagen de lo que significa que un esposo y su esposa se conviertan en una carne: el amor une a la pareja, en especial cuando amalgaman algunas de sus diferencias y desarrollan una vida de objetivos, actividades y relaciones en común.
Una abuela le anunció a su pequeña nieta que Juan y Carmen vendrían de visita. Con ansiosa expectación prepararon un festín y limpiaron con esmero a la espera de los invitados. Cuando llegaron, la pequeña exclamó con los ojos llenos de asombro: Abuela llegaron dos personas. ¡Alguien vino con Juanicarmen!.
Cuando el nombre de uno se asocia de manera tan estrecha con el otro... ¡la arcilla está mezclada a la perfección!
La familia comienza con un compromiso de amor.
Efesios 5:31
Por esto dejará a su padre y a su madre
y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario