Adoración Al
Santísimo Sacramento,
para
celebrar en comunidad
con
motivaciones del Documento de Aparecida
A.- PREPARACIÓN DE LA ADORACIÓN
Materiales:
·
Hojas
de canto
·
Custodia
Ambientación:
·
Es
necesario poner las bancas o sillas de frente al altar y no alrededor. La idea
es poder mirar y contemplar al Santísimo Sacramento.
·
Conviene
que las luces de la capilla estén bajas para destacar la custodia y los cirios encendidos sobre el altar.
Personas:
·
Un
animador(a)
·
Celebrante.
B.- DESARROLLO DE LA ADORACIÓN
HIMNO: Cristo ayer y
Cristo hoy
SALUDO Y PALABRAS DEL CELEBRANTE
V/ La
gracia y la Paz del Señor Jesucristo esté con todos ustedes
R/ Y con tu Espíritu
Nos hemos reunidos porque
queremos contemplar a Jesús en la Eucaristía y pedirle a él en esta mañana que
nos ayude a ser los discípulos misioneros que nuestra Iglesia necesita.
Discípulos misioneros centrados
en la Eucaristía, que se dejan iluminar por la Palabra del Señor, viviendo la
espiritualidad del Buen Samaritano y
acogiendo la invitación de nuestro Maestro, el Señor Jesús, de ir y anunciar la
Buena Noticia de la Salvación a nuestro Pueblo para que en Él tenga vida. Adoremos a Jesús el Señor, en su presencia
Eucarística.
EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO
Se lleva al altar la Hostia Consagrada para ser expuesta en la
Custodia.
CANTO: Señor te Adoramos
MOTIVACIÓN: La alegría que hemos recibido en el encuentro con Jesucristo, a quien
reconocemos como el Hijo de Dios encarnado y redentor, deseamos que llegue a
todos los hombres y mujeres heridos por las adversidades; deseamos que la
alegría de la buena noticia del Reino de Dios, de Jesucristo vencedor del
pecado y de la muerte, llegue a todos cuantos yacen al borde del camino,
pidiendo limosna y compasión (cf. Lc 10, 29-37; 18, 25-43). La alegría del
discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado
por la violencia y el odio. La alegría del discípulo no es un sentimiento de
bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fe, que serena el corazón y
capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios. Conocer a Jesús es el
mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros
es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra
palabra y obras es nuestro gozo.
(D.A.
29)
SILENCIO
CANTO: Te
adoramos Señor
LA EUCARISTÍA
El discípulo
misionero, es aquél que ha hecho de la Eucaristía el centro de su vida.
1 Cor 11,23-26 / De la Carta de San Pablo a los Corintios
Porque yo recibí
del Señor lo que os transmití: que el Señor Jesús, la noche en que era
entregado, tomó pan, dando gracias, lo partió y dijo: “Este es mi cuerpo que se
entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.” Asimismo tomó el cáliz
después de cenar, diciendo: “Esta copa es la nueva Alianza de mi sangre. Cuantas
veces la bebiereis, hacedlo en memoria
mía.” Pues cada vez que comáis este pan
y bebáis de este cáliz, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga.
Palabra de Dios.
SILENCIO
ORACIÓN
CANTO: Oh Cristo Señor Jesús
Lector 1: del Documento de Aparecida
Encontramos a Jesucristo,
de modo admirable, en la Sagrada Liturgia. Al vivirla, celebrando el misterio
pascual, los discípulos de Cristo penetran más en los misterios del Reino y
expresan de modo sacramental su vocación de discípulos y misioneros. La
Constitución sobre la Sagrada Liturgia del Vaticano II nos muestra el lugar y
la función de la liturgia en el seguimiento de Cristo, en la acción misionera
de los cristianos, en la vida nueva en Cristo, y en la vida de nuestros pueblos
en Él.
La Eucaristía es el lugar
privilegiado del encuentro del discípulo con Jesucristo. Con este Sacramento
Jesús nos atrae hacia sí y nos hace entrar en su dinamismo hacia Dios y hacia
el prójimo. Hay un estrecho vínculo entre las tres dimensiones de la vocación
cristiana: creer, celebrar y vivir el misterio de Jesucristo, de tal modo, que
la existencia cristiana adquiera verdaderamente una forma eucarística. En cada
Eucaristía los cristianos celebran y asumen el misterio pascual, participando
en él. Por tanto, los fieles deben vivir su fe en la centralidad del misterio
pascual de Cristo a través de la Eucaristía, de modo que toda su vida sea cada
vez más vida eucarística. La Eucaristía, fuente inagotable de la vocación
cristiana es, al mismo tiempo, fuente inextinguible del impulso misionero. Allí
el Espíritu Santo fortalece la identidad del discípulo y despierta en él la
decidida voluntad de anunciar con audacia a los demás lo que ha escuchado y
vivido. (D.A. 250-251)
SILENCIO
ORACIÓN
CANTO: Ven Oh Santo Espíritu
LA PALABRA
El discípulo
misionero también hace de la palabra de Dios luz para sus pasos
2 Cor. 4,1-9 / De la Carta de San Pablo a los Corintios
Por esto, misericordiosamente
investidos de este ministerio, no desfallecemos. Antes bien, hemos
repudiado el silencio vergonzoso no procediendo con astucia, ni falseando la
Palabra de Dios; al contrario, mediante la manifestación de la verdad nos
recomendamos a nosotros mismos a toda conciencia humana delante de Dios. Y
si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden,
para los incrédulos, cuyo
entendimiento cegó el dios de este mundo para impedir que vean brillar el
resplandor del Evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios. No nos
predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como
siervos vuestros por Jesús. Pues el mismo Dios que dijo: De las
tinieblas brille la luz, ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para
irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo.
Pero llevamos este tesoro en
recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de
Dios y no de nosotros. Atribulados en todo, mas no aplastados;
perplejos, mas no desesperados; perseguidos, mas no abandonados;
derribados, mas no aniquilados.
Palabra de Dios.
SILENCIO
CANTO: Alaben al Señor
Lector 2: Del Documento de Aparecida
Se
hace, pues, necesario proponer a los fieles la Palabra de Dios como don del Padre para el
encuentro con Jesucristo vivo, camino de “auténtica conversión y de renovada
comunión y solidaridad”. Esta propuesta será mediación de encuentro con el
Señor si se presenta la Palabra revelada, contenida en la Escritura, como
fuente de evangelización. Los discípulos de Jesús anhelan nutrirse con el Pan
de la Palabra: quieren acceder a la interpretación adecuada de los textos
bíblicos, a emplearlos como mediación de diálogo con Jesucristo, y a que sean
alma de la propia evangelización y del anuncio de Jesús a todos. Por esto, la
importancia de una “pastoral bíblica”, entendida como animación bíblica de la
pastoral, que sea escuela de interpretación o conocimiento de la Palabra, de
comunión con Jesús u oración con la Palabra, y de evangelización inculturada o
de proclamación de la Palabra. Esto exige, por parte de obispos, presbíteros,
diáconos y ministros laicos de la Palabra, un acercamiento a la Sagrada
Escritura que no sea sólo intelectual e instrumental, sino con un corazón
“hambriento de oír la Palabra del Señor” (Am 8,11).
SILENCIO
ORACIÓN
CANTO:
Tengo sed de
Ti
LA MISIÓN
El discípulo misionero acoge la
invitación de su Señor y sale para hacer discípulos de Jesucristo y Bautizarlos
en el Nombre del Padre y del Hijo
Mt. 28,16-20 / Del Evangelio de San Mateo
Por su parte, los once discípulos
marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo
dudaron. Jesús se acercó a
ellos y les habló así: « Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
Id, pues, y haced discípulos a
todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles a
guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos
los días hasta el fin del mundo. »
Palabra de Dios.
SILENCIO
CANTO: Cristo Jesús, fuego de abraza
Lector 3: Del Documento de Aparecida
En el encuentro con Cristo queremos expresar
la alegría de ser discípulos del Señor y de haber sido enviados con el tesoro
del Evangelio. Ser cristiano no es una
carga sino un don: Dios Padre nos a bendecido en Jesucristo su Hijo, salvador
del mundo. (D.A. 28)
Anunciamos a nuestros pueblos que Dios nos
ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre, que está cerca con el
poder salvador y liberador de su Reino, que nos acompaña en la tribulación, que
alienta incesantemente nuestra esperanza en medio de todas las pruebas. Los
cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad y no profetas
de desventuras (D.A. 30)
En la generosidad de los misioneros se
manifiesta la generosidad de Dios, en la gratuidad de los apóstoles aparece la
gratuidad del Evangelio. (D.A. 31)
SILENCIO
ORACIÓN
CANTO: De noche iremos de noche
LA SOLIDARIDAD
El discípulo
misionero vive en la Espiritualidad del Buen Samaritano
Lc. 10,25-37 /Del
Evangelio de San Lucas
Se levantó un
legista, y dijo para ponerle a prueba: « Maestro, ¿que he de hacer para tener
en herencia vida eterna? » El
le dijo: « ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees? » Respondió: « Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu
prójimo como a ti mismo. » Díjole entonces: « Bien has respondido. Haz
eso y vivirás. » Pero él,
queriendo justificarse, dijo a Jesús: « Y ¿quién es mi prójimo? » Jesús respondió: « Bajaba un hombre de Jerusalén
a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y
golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un
sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel
sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó
junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en
ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una
posada y cuidó de él. Al día
siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de
él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva." ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo
del que cayó en manos de los salteadores? » El dijo: « El que practicó la misericordia con
él. » Díjole Jesús: « Vete y haz tú lo mismo. »
Palabra de Dios
SILENCIO
CANTO: Misericordias
Lector 4: Del
Documento de Aparecida
Nuestra fe proclama que “Jesucristo es el rostro humano de Dios y el
rostro divino del hombre”. Por eso “la opción preferencial por los pobres está
implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por
nosotros, para enriquecernos con su pobreza. Esta opción nace de nuestra fe en
Jesucristo, el Dios hecho hombre, que se ha hecho nuestro hermano (cf. Hb 2,
11-12). Ella, sin embargo, no es ni exclusiva, ni excluyente.
Si esta opción está implícita en la fe cristológica, los cristianos como
discípulos y misioneros estamos llamados a contemplar en los rostros sufrientes
de nuestros hermanos, el rostro de Cristo que nos llama a servirlo en ellos:
“Los rostros sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo”. Ellos
interpelan el núcleo del obrar de la Iglesia, de la pastoral y de nuestras
actitudes cristianas. Todo lo que tenga que ver con Cristo, tiene que ver con
los pobres y todo lo relacionado con los pobres reclama a Jesucristo: “Cuanto
lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron”
(Mt 25, 40). Juan Pablo II destacó que este texto bíblico “ilumina el misterio
de Cristo”. Porque en Cristo el grande se hizo pequeño, el fuerte se hizo
frágil, el rico se hizo pobre. (D.A. 392, 393)
SILENCIO
ORACIÓN
CANTO
HIMNO
Adoremos,
reverentes,
Al Señor
Sacramentado,
Cante el rito del
presente,
superior al del pasado.
Nuestros ojos lo
contemplan.
Con filial, humilde
fe.
Gloria al Padre,
gloria al Hijo
y al Espíritu Santo
Al Dios Santo, uno
y trino
alabanza y
bendición.
Suba al cielo en
testimonio,
el incienso del
amor. Amén
ORACIÓN
V/ Les
diste Pan del cielo
R/ Que contiene en sí todo deleite
Oremos:
Dios, que bajo este
sacramento admirable
nos dejaste el
memorial de tu Pasión:
Te pedimos nos
concedas venerar de tal modo
los sagrados
misterios de tu Cuerpo y de su Sangre,
que experimentemos
constantemente en nosotros el fruto de tu redención.
Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.
R/ Amén
Alabanzas de Desagravio
Bendito seas Dios.
Bendito sea su
Santo Nombre…
Bendito sea
Jesucristo, Verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el nombre
de Jesús.
Bendito sea su
Sagrado Corazón.
Bendita sea su
Preciosa Sangre.
Bendito sea Jesús
en el Santísimo Sacramento del Altar
Bendito sea el
Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la
incomparable Madre de Dios, la Santísima Virgen María.
Bendita sea su
gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San
José su casto Esposo.
Bendito sea Dios en
sus Ángeles y en sus Santos.
O bien:
V/ Señor de
la Paz
R/ Bendito
seas Señor
Jesucristo,
verdadero Dios
Pan vivo bajado del
cielo
Hijo revelador del
Padre
Luz del mundo
Cabeza del Cuerpo
de la Iglesia
Maestro único
Pastor único
Pastor bueno que
das la vida por nosotros
Sacerdote eterno
Rey de las naciones
Señor de los
señores
Ascendido a los
cielos
Sentado a la
derecha del Padre
Sumo sacerdote de
los bienes futuros.
RESERVA
CANTO: Venid
Exultemos
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