miércoles, 24 de julio de 2013

Joaquín y Ana, Santos

Abuelos de Jesús, 26 de Julio
 
Joaquín y Ana, Santos
Joaquín y Ana, Santos

Abuelos de Jesús


Martirologio Romano: Memoria de san Joaquín y santa Ana, padres de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, cuyos nombres se conservaron gracias a tradición de los cristianos


Una antigua tradición, datada ya en el siglo II, atribuye los nombres de Joaquín y Ana a los padres de la Virgen María. El culto aparece para Santa Ana ya en el siglo VI y para San Joaquín un poco más tarde. La devoción a los abuelos de Jesús es una prolongación natural al cariño y veneración que los cristianos demostraron siempre a la Madre de Dios.
La antífona de la misa de hoy dice: "Alabemos a Joaquin y Ana por su hija; en ella les dio el Señor la bendición de todos los pueblos".

La madre de nuestra Señora, la Virgen Maria, nació en Belén. El culto de sus padres le está muy unido. El nombre Ana significa "gracia, amor, plegaria". La Sagrada Escritura nada nos dice de la santa. Todo lo que sabemos es legendario y se encuentra en el evangelio apócrifo de Santiago, según el cual a los veinticuatro años de edad se casó con un propietario rural llamado Joaquín, galileo, de la ciudad de Nazaret. Su nombre significa "el hombre a quien Dios levanta", y, según san Epifanio, "preparación del Señor". Descendía de la familia real de David.

Moraban en Nazaret y, según la tradición, dividían sus rentas anuales, una de cuyas partes dedicaban a los gastos de la familia, otra al templo y la tercera a los más necesitados.

Llevaban ya veinte años de matrimonio y el hijo tan ansiado no llegaba. Los hebreos consideraban la esterilidad como algo oprobioso y un castigo del cielo. Se los menospreciaba y en la calle se les negaba el saludo. En el templo, Joaquin oía murmurar sobre ellos, como indignos de entrar en la casa de Dios.

Joaquín, muy dolorido, se retira al desierto, para obtener con penitencias y oraciones la ansiada paternidad Ana intensificó sus ruegos, implorando como otras veces la gracia de un hijo. Recordó a la otra Ana de las Escrituras, cuya historia se refiere en el libro de los Reyes: habiendo orado tanto al Señor, fue escuchada, y asi llegó su hijo Samuel, quien más tarde seria un gran profeta.

Y así también Joaquín y Ana vieron premiada su constante oración con el advenimiento de una hija singular, Maria. Esta niña, que había sido concebida sin pecado original, estaba destinada a ser la madre de Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado.

Desde los primeros tiempos de la Iglesia ambos fueron honrados en Oriente; después se les rindió culto en toda la cristiandad, donde se levantaron templos bajo su advocación.

Aunque el culto de la madre de la santísima Virgen Maria se había difundido en Occidente, especialmente desde el siglo XlI, su fiesta comenzó a celebrarse en el siglo siguiente
Más sobre Santa Ana
 






La oración de Sta. Ana

 
Santa AnaMadre de la Santísima Virgen María
Fiesta (con
San Joaquín): 26 de Julio

Ana (Hebreo, Hannah, significa gracia) 
Una antigua tradición, que arranca del siglo II, atribuye los nombres San Joaquín y Santa Ana a los padres de la Santísima Virgen María. El culto a santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente. Ver: Por sus frutos los conoceréis de San Juan Damasceno.
Todo lo que se conoce de ellos, incluso sus nombres, procede de literatura apócrifa: el Evangelio de la Natividad de María, el Evangelio apócrifo de Mateo y el Protoevangelium de Santiago. El mas antiguo de estos se remonta alrededor del 150 ad.  En el Oriente el Protoevangelium gozaba de gran autoridad, algunas porciones se leían en las fiestas de la Virgen María. En el Occidente, sin embargo, fue rechazado por los Padres de la Iglesia. En el siglo XIII, partes del Protoevangelium de Santiago fue incorporado por Jacobus de Vorágine en su "Leyenda Dorada".  Desde entonces la historia de Santa Ana se propagó por el Occidente hasta convertirse en una de las santas mas populares de la Iglesia latina.
Los escritos llamados "apócrifos" no fueron aceptados por la Iglesia como parte del canon de las Sagradas Escrituras porque contienen muchos datos que no son confiables.  Pero si contienen  algunos datos de documentos históricos. Lo difícil es distinguir en ellos el grano bueno de la paja. 
El Protoevangelium nos ofrece la siguiente historia: En Nazaret vivían Joaquín y Ana, una pareja rica y piadosa pero que no tenía hijos. Cuando en una fiesta Joaquín se presentó para ofrecer sacrificio en el Templo, fue rechazado por un tal Ruben, bajo el pretexto de que hombres sin descendencia no eran dignos de ser admitidos.  Joaquín, cargado de pena, no volvió a su casa sino que se fue a las montañas a presentarse ante Dios en soledad. También Ana, habiendo conocido la razón de la prolongada ausencia de su esposo, clamó al Señor pidiéndole que retirase de ella la maldición de la esterilidad y prometiéndole dedicar su descendencia a Su servicio.
Sus oraciones fueron escuchadas; un ángel visitó a Ana y le dijo: "Ana, el Señor ha mirado tus lágrimas; concebirás y darás a luz y el fruto de tu vientre será bendecido por todo el mundo". El ángel hizo la misma promesa a Joaquín, quién volvió a donde su esposa.  Ana dio a luz una hija a quien llamó Miriam (María).  Esta historia se parece a la de la concepción de Samuel en las Sagradas Escrituras, cuya madre se llamaba también Ana (1 Re 1).
Según una tradición antigua, los padres de la Stma. Virgen, siendo Galileos, se mudaron a Jerusalén.  Allí, según la misma tradición, nació y se crió la Virgen Santísima. Allí también murieron estos venerables santos. Una iglesia, conocida en diferentes épocas como Santa María, Santa María ubi nata est, Santa María en Probatica, Santa Probatica y Santa Ana, fue construida en el siglo IV, posiblemente por Santa Elena (madre del emperador Constantino), sobre el lugar de la casa de San Joaquín y Ana.  Sus tumbas fueron honradas hasta el final del siglo IX, cuando los invasores musulmanes la convirtieron en una escuela.  La cripta, que originalmente contenía las santas tumbas, fue descubierta el 18 de marzo de 1889.
Muchas leyendas han sido escritas sobre las vidas de San Joaquín y Santa Ana, causando gran confusión entre los fieles. Según una de ellas, Santa Ana concibió a la Virgen Santísima sin concurso de varón, permaneciendo así virgen. Este error fue condenado por la Santa Sede en 1677 (Benedicto XIV, De Festis, II, 9). 
Veneración a Santa Ana
En la Iglesia del Oriente ya se veneraba a Santa Ana en el siglo IV.  La mejor prueba de ello es que el emperador Justino I (+565) le dedicó una iglesia.  La devoción a Santa Ana se encuentra en los mas antiguos documentos litúrgicos de la Iglesia griega.  En el Occidente no se venera a Santa Ana, excepto quizás en el sur de Francia, hasta el siglo XIII.  Su imagen, pintada en el siglo VIII en estilo Bizantino, fue mas tarde encontrada en la iglesia de Santa María Antiqua en Roma. Su fiesta, bajo la influencia de la "Leyenda Dorada", aparece en el siglo XIII donde se celebraba el 26 Julio.
En 1382, Urbano VI publicó el primer decreto pontificio referente a Santa Ana, concediendo la celebración de la fiesta de la santa a los obispos de Inglaterra exclusivamente, tal como se lo habían pedido algunos ingleses. Muy probablemente la ocasión de dicho decreto fue el matrimonio del rey Ricardo II con Ana de Bohemia, que tuvo lugar en ese año. La fiesta fue extendida a toda la Iglesia de Occidente en 1584.
Las Reliquias de Santa Ana
Se dice que las reliquias atribuidas a Santa Ana fueron traídas de la Tierra Santa a Constantinopla en el 710. Allí estaban en la iglesia de Santa Sofía en 1333. La tradición de la Iglesia de Apt, en el sur de Francia dice que el cuerpo de Santa Ana fue llevado a Apt por San Lázaro, el amigo de Jesucristo, fue escondido por San Auspicio (+398) y vuelto a encontrar durante el reino de Carlomagno. La cabeza de Santa Ana se mantuvo en Mainz hasta el 1510, cuando fue robada y llevada a Düren, Alemania. Lamentablemente, no hay sólidos fundamentos para asegurar la autenticidad de estas reliquias.
Veneración de Santa Ana hoy
Su imagen milagrosa es venerada en Notre Dame D'Auray, en la diócesis de Vannes. También en Canada, donde es la principal patrona de la provincia de Quebec, el santuario de Santa Ana de Beaupré es bien conocido. Santa Ana es patrona de las mujeres en parto. También es patrona de los mineros, Cristo siendo el oro y María la plata

Más sobre San Joaquín
 
 

San Joaquín
Padre de la Santísima Virgen María.


Fiesta (con Santa Ana, su esposa): 26 de julio Por sus frutos los conoceréis, Juan Damasceno
Joaquín (significa Yahweh prepara).
Una antigua tradición, que arranca del siglo II, atribuye los nombres San Joaquín y Santa Ana a los padres de la Santísima Virgen María. El culto a santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente.
No conocemos de Joaquín y Ana con certeza mas que sus nombres y el hecho de que fueron los santos padres de la Madre de Dios. Lo que relatan sobre ellos los libros apócrifos no es todo confiable y es difícil distinguir lo cierto de la leyenda.
San Joaquín era venerado por los griegos desde muy temprano. En el Occidente su fiesta fue admitida al calendario mas tarde, algunas veces el 16 de septiembre, otras el 9 de diciembre. Julius II la puso en el 20 de marzo; mas tarde suprimida fue restaurada por Gregorio XV (1622). Clemente XII (1738) la fijó en el Domingo después de la Asunción. Con la reforma del calendario después del Concilio Vat II, San Joaquín se celebra junto con su esposa, Santa Ana, el 26 de Julio. Ellos son los patrones de los abuelos


Oración
Glorioso San Joaquín,
me pongo bajo vuestra protección.
Ayúdame a imitar en todo a vuestra gloriosa hija,
La Santísima Virgen María, Madre de Dios y madre nuestra.
Que, imitándola a ella, llegue yo a conocer, amar y servir a Dios
con todo mi corazón hasta mi último suspiro.
Te lo pido por Jesucristo, Nuestro Señor.
 
Amén

 

También recomendamos leer el artículo: San Joaquín y Santa Ana, Los padres de la Virgen María: un matrimonio santo.
 
San Joaquín y Santa Ana
Los padres de la Virgen María: un matrimonio santo.
 
San Joaquín y Santa Ana
San Joaquín y Santa Ana
San Joaquín

Joaquín (Yahvé prepara) fue el padre de la Virgen María, madre de Dios. Según San Pedro Damián, deberíamos tener por curiosidad censurable e innecesaria el inquirir sobre cuestiones que los evangelistas no tuvieron a bien relatar, y, en particular, acerca de los padres de la Virgen.

Con todo, la tradición, basándose en testimonios antiquísimos y muy tempranamente, saludó a los santos esposos Joaquín y Ana como padre y madre de la Madre de Dios.

Ciertamente, esta tradición parece tener su fundamento último en el llamado Protoevangelio de Santiago, en el Evangelio de la Natividad de Santa María y el Pseudomateo o Libro de la Natividad de Santa María la Virgen y de la infancia del Salvador; este origen es normal que levantara sospechas bastante fundadas.

No debería olvidarse, sin embargo, que el carácter apócrifo de tales escritos, es decir, su exclusión del canon y su falta de autenticidad no conlleva el prescindir totalmente de sus aportaciones.

En efecto, a la par que hechos poco fiables y legendarios, estas obras contienen datos históricos tomados de tradiciones o documentos fidedignos; y aunque no es fácil separar el grano de la paja, sería poco prudente y acrítico rechazar el conjunto indiscrimadamente.

Algunos comentaristas, que opinan que la genealogía aportada por San Lucas es la de la Virgen, hallan la mención de Joaquín en Helí (Lucas, 3, 23; Eliachim, es decir, Jeho-achim), y explican que José se había convertido a los ojos de la ley, a fuer de su matrimonio, en el hijo de Joaquín. Que esa sea el propósito y la intención del evangelista es más que dudoso, lo mismo que la identificación propuesta entre los dos nombres Helí y Joaquín.

Tampoco se puede afirmar con certeza, a pesar de la autoridad de los Bollandistas, que Joaquín fuera hijo de Helí y hermano de José; ni tampoco, como en ocasiones se dice a partir de fuentes de muy dudoso valor, que era propietario de innumerables cabezas de ganado y vastos rebaños.

Más interesantes son las bellas líneas en las que el Evangelio de Santiago describe, cómo, en su edad provecta, Joaquín y Ana hallaron respuesta a sus oraciones en favor de tener descendencia.

Es tradición que los padres de Santa María, que aparentemente vivieron primero en Galilea, se instalaron después en Jerusalén; donde nació y creció Nuestra Señora; allí también murieron y fueron enterrados.

Una iglesia, conocida en distintas épocas como Santa María, Santa María ubi nata est, Santa María in Probática, Sagrada Probática y Santa Ana fue edificada en el siglo IV, posiblemente por Santa Elena, en el lugar de la casa de San Joaquín y Santa Ana, y sus tumbas fueron allí veneradas hasta finales del siglo IX, en que fue convertida en una escuela musulmana.

La cripta que contenía en otro tiempo las sagradas tumbas fue redescubierta en 1889. San Joaquín fue honrado muy pronto por los griegos, que celebran su fiesta al día siguiente de la de la Natividad de Ntra. Señora. Los latinos tardaron en incluirlo en su calendario, donde le correspondió unas veces el 16 de septiembre y otras el 9 de diciembre.

Asociado por Julio II [el de la capilla Sixtina] al 20 de marzo, la solemnidad fue suprimida unos cinco años después, restaurada por Gregorio XV (1622), fijada por Clemente XII (1738) en el domingo posterior a la Asunción, y fue finalmente León XIII [el de la Rerum Novarum] quien, el 1 de agosto de 1879, dignificó la fiesta de estos esposos que se celebró por separado hasta la última reforma litúrgica.

Santa Ana

Ana (del hebreo Hannah, gracia) es el nombre que la tradición ha señalado para la madre de la Virgen. Las fuentes son las mismas que en el caso de San Joaquín. Aunque la versión más antigua de estas fuentes apócrifas se remonta al año 150 d.C., difícilmente podemos admitir como fuera de toda duda sus variopintas afirmaciones con fundamento en su sola autoridad.

En Oriente, el Protoevangelio gozó de gran autoridad y de él se leían pasajes en las fiestas marianas entre los griegos, los coptos y los árabes. En Occidente, sin embargo, como ya te adelanté con San Joaquín, fue rechazado por los Padres de la Iglesia hasta que su contenido fue incorporado por San Jacobo de Vorágine a su Leyenda Áurea en el siglo XIII.

A partir de entonces, la historia de Santa Ana se divulgó en Occidente y tuvo un considerable desarrollo, hasta que Santa Ana llegó a convertirse en uno de los santos más populares también para los cristianos de rito latino.

El Protoevangelio aporta la siguiente relación: En Nazaret vivía una pareja rica y piadosa, Joaquín y Ana. No tenían hijos. Cuando con
ocasión de cierto día festivo Joaquín se presentó a ofrecer un sacrificio en el templo, fue arrojado de él por un tal Rubén, porque los varones sin descendencia eran indignos de ser admitidos.

Joaquín entonces, transido de dolor, no regresó a su casa, sino que se dirigió a las montañas para manifestar su sentimiento a Dios en soledad. También Ana, puesta ya al tanto de la prolongada ausencia de su marido, dirigió lastimeras súplicas a Dios para que le levantara la maldición de la esterilidad, prometiendo dedicar el hijo a su servicio.

Sus plegarias fueron oídas; un ángel se presentó ante Ana y le dijo: "Ana, el Señor ha visto tus lágrimas; concebirás y darás a luz, y el fruto de tu seno será bendecido por todo el mundo". El ángel hizo la misma promesa a Joaquín, que volvió al lado de su esposa. Ana dio a luz una hija, a la que llamó Miriam.

Dado que esta narración parece reproducir el relato bíblico de la concepción del profeta Samuel, cuya madre también se llamaba Hannah, la sombra de la duda se proyecta hasta en el nombre de la madre de María.

El célebre Padre John de Eck de Ingolstadt, en un sermón dedicado a Santa Ana (pronunciado en París en 1579), aparenta conocer hasta los nombres de los padres de Santa Ana. Los llama Estolano (Stollanus) y Emerencia (Emerentia).

Afirma que la santa nació después de que Estolano y Emerencia pasaran veinte años sin descendencia; que San Joaquín murió poco después de la presentación de María en el templo; que Santa Ana casó después con Cleofás, del cual tuvo a María de Cleofás; la mujer de Alfeo y madre de los apóstoles Santiago el Menor, Simón y Judas Tadeo, así como de José el Justo.

Después de la muerte de Cleofás, se dijo que casó con Salomas, de quien trajo al mundo a María Salomé (la mujer de Zebedeo y madre de los apóstoles Juan y Santiago el Mayor).

La misma leyenda espuria se halla en los textos de Gerson y en los de muchos otros. Allí surgió en el siglo XVI una animada controversia sobre los matrimonios de Santa Ana, en la que Baronio y Belarmino defendieron su monogamia.

En Oriente, al culto a Santa Ana se le puede seguir la pista hasta el siglo IV. Justiniano I hizo que se le dedicara una iglesia. El canon del oficio griego de Santa Ana fue compuesto por San Teófanes, pero partes aún más antiguas del oficio son atribuidas a Anatolio de Bizancio.

Su fiesta se celebra en Oriente el 25 de julio, que podría ser el día de la dedicación de su
primera iglesia en Constantinopla o el aniversario de la llegada de sus supuestas reliquias a esta ciudad (710).

Aparece ya en el más antiguo documento litúrgico de la Iglesia Griega, el Calendario de
Constantinopla (primera mitad del siglo VIII). Los griegos conservan una fiesta común de San Joaquín y Santa Ana el 9 de septiembre.

En la Iglesia Latina, Santa Ana no fue venerada, salvo, quizás, en el sur de Francia, antes del siglo XIII. Su imagen, pintada en el siglo
VIII y hallada más tarde en la Iglesia de Santa María la Antigua de Roma, acusa la influencia bizantina.

Su fiesta, bajo la influencia de la Leyenda Áurea, se puede ya rastrear (26 de julio) en el siglo XIII, en Douai. Fue introducida en Inglaterra por Urbano VI el 21 de noviembre de 1378, y a partir de entonces se extendió a toda la Iglesia occidental. Pasó a la Iglesia Latina universal en 1584.

Santa Ana es la patrona de Bretaña. Su imagen milagrosa (fiesta, 7 de marzo) es venerada en Notre Dame d´Auray, en la diócesis de Vannes.
También en Canadá -donde es la patrona principal de la provincia de Québec- el santuario de Santa Ana de Beaupré es muy famoso.

Santa Ana es patrona de las mujeres trabajadoras; se la representa con la Virgen María en su regazo, que también lleva en brazos al Niño Jesús. Es además la patrona de los mineros, que comparan a Cristo con el oro y con la plata a María.


Santos Joaquín y Ana Padres de la Santísima Virgen
26 de Julio
SANTOS JOAQUIN Y ANA Padres de la Santísima Virgen
El protoevangelio de Santiago cuenta que los vecinos de Joaquín se burlaban de él porque no tenía hijos. Entonces, el santo se retiró cuarenta días al desierto a orar y ayunar, en tanto que Ana (cuyo nombre significa Gracia) "se quejaba en dos quejas y se lamentaba en dos lamentaciones". Un ángel se le apareció y le dijo: "Ana, el Señor ha escuchado tu oración: concebirás y darás a luz. Del fruto de tu vientre se hablará en todo el mundo". A su debido tiempo nació María, quien sería la Madre de Dios. Esta narración se parece mucho a la de la concepción y el nacimiento de Samuel, cuya madre se llamaba también Ana ( I Reyes, I ). Los primeros Padres de la Iglesia oriental veían en ello un paralelismo. En realidad, se puede hablar de paralelismo entre la narración de la concepción de Samuel y la de Juan Bautista, pero en el caso presente la semejanza es tal, que se trata claramente de una imitación. La mejor prueba de la antiguedad al culto a Santa Ana en Constantinopla es que, a mediados del siglo VI, el emperador Justiniano le dedicó un santuario. En Santa María la Antigua hay dos frescos que representan a Santa Ana y datan del siglo VIII. En 1382, Urbano VI publicó el primer decreto pontificio referente a Santa Ana; por él concedía la celebración de la fiesta de la santa a los obispos de Inglaterra exclusivamente. La fiesta fue extendida a toda la Iglesia de occidente en 1584.

Joaquín (padre de María)

 
Joaquín
Giotto - Scrovegni - -04- - Joachim's Sacrificial Offering.jpg
El sacrificio de Joaquín, pintura de Giotto, primera década del siglo XIV. Capilla de los Scrovegni (Padua).
Festividad26 de julio, San Joaquín y Santa Ana, padres de la santísima Virgen
San Joaquín, según la tradición católica y ortodoxa, fue el padre de la Virgen María y marido de Santa Ana y por lo tanto abuelo materno de Jesucristo .
De san Joaquín se sabe que era natural de Nazaret y que sus padres fueron Matat y Estha.[cita requerida] La geneología que presenta san Lucas en su evangelio es la de él, ya que los nombres Heli y Joaquín son equivalentes.[cita requerida]
Los evangelios canónicos del Nuevo Testamento no dan cuenta del nombre de los padres de María. La historia de los mismos aparece en el Protoevangelio de Santiago, un texto apócrifo; allí, Joaquín es descrito como un hombre rico y piadoso que donaba bienes regularmente a los pobres del templo de Jerusalén. Como su esposa era estéril, las autoridades religiosas ordenan sacrificios a Joaquín, al considerar que la esterilidad es un signo de descontento de Dios.
Joaquín entonces decide retirarse al desierto, donde practica penitencia durante cuarenta días. Después de ese tiempo, unos ángeles se aparecen ante Joaquín y Ana -quien se encontraba en Jerusalén- y les prometen el nacimiento de un hijo. Entonces Joaquín regresa con su esposa.
La historia de Joaquín y Ana se encuentra también en la Leyenda dorada, hagiografía muy popular en la Edad Media, y ha sido muy representada en el arte cristiano, incluso cuando el Concilio de Trento limitó la representación de los evangelios apócrifos. La devoción a san Joaquín es moderna, mientras que la de santa Ana es más antigua, al menos data del siglo VI. También hay escritos de Sor María de Jesús de Ágreda y la Beata Ana Catalina Emmerich (1774-1824)que hablan sobre Joaquín y Ana, aportando detalles que no están en los Evangelios Canónicos.
San Joaquín es el santo patrón de numerosos pueblos en Hispanoamérica, España y las Filipinas. Su festividad, junto a la de su esposa Santa Ana, se celebra el 26 de julio, tras la reforma del calendario litúrgico. Algunos lo siguen celebrando el 16 de agosto, ya que el cambio no le vino bien a muchas familias por celebrar el santo con otros familiares de más edad.

 
Estatua representativa de San Joaquín, ubicada en la comuna que lleva su nombre en Santiago de Chile.

Patronazgo

De los abuelos (por ser el abuelo de Jesucristo) y los mineros (analogía a Cristo como oro y María como plata, que proceden de Joaquín).

Enlaces externos


Ana (madre de María)

   
Santa Ana
(madre de María)
Leonardo da Vinci 021.jpg
Santa Ana y María, detalle de una pintura de Leonardo da Vinci.
Santa
NacimientoBelén
PadresMathan
Emerenciana
Festividad26 de julio
PatronazgoGran Canaria, Mainar, Triana (Sevilla) (España), entre muchos otros

 
Icono de Santa Ana y San Joaquín con la pequeña María.
La tradición cristiana dice que Santa Ana o Ana, casada con Joaquín, fue la madre de María y por tanto la abuela de Jesús de Nazaret.
Ana es patrona de Bretaña y de muchas ciudades en diversos países, así como patrona de las mujeres trabajadoras y de los mineros, pues se considera a Jesús el oro y María la plata. También es patrona de las mujeres embarazadas a la hora del parto. Su fiesta es el 26 de julio.

 

Ana en los evangelios apócrifos

El nombre es conocido en hebreo como Hannah. Todo lo que se conoce sobre su vida, incluso su nombre, está basado en los Evangelios apócrifos, los cuales no fueron admitidos por la Iglesia dentro de sus libros canónicos. Santa Ana era natural de Belén. Sus padres eran Mathan y Emerenciana. Descendía del rey David y de Leví (casta sacerdotal).
Según el Protoevangelio de Santiago, Joaquín y Ana eran una pareja acomodada, pero estéril. Joaquín fue rechazado al llevar su ofrenda al templo por no tener descendencia. Apenado, Joaquín no volvió a su casa, sino que se dirigió a una montaña, donde rogó a Dios que le diera un hijo ayunando durante 40 días y 40 noches; Ana, mientras tanto, lloraba su dolor. Entonces un ángel se les apareció simultáneamente, anunciando que sus ruegos habían sido escuchados y que concebirían un hijo.
Ana prometió dedicar al niño al servicio de Dios y cumplidos los nueve meses dio a luz a una niña a la que llamó Miriam (María). Al cumplir los tres años, Joaquín y Ana llevaron a María al templo para consagrarla a Dios como habían prometido. María vivió en el templo hasta que cumplió los 12 años, edad en la que fue entregada a José como esposa.

Lugares de los cuales es patrona

Cientos de ciudades y pueblos la tienen como patrona.
PaísProvincia, departamento, etcPoblación-
AlemaniaRenania del Norte-WestfaliaDürendel 26 de julio al 3 de agosto
AustriaInnsbruck
CanadáQuebec
ColombiaDepartamento del AtlánticoBaranoa26 julio
Costa RicaSan JoséSanta Ana26 julio
El SalvadorDepartamento de Santa AnaSanta Anadel 17 al 26 de julio
EspañaValenciaAlbaldel 24 al 28 de julio
EspañaAlicanteCastell de Castells26 de julio
EspañaAlmeriaPuerto de Roquetas de Mardel 23 al 26 de julio
EspañaAsturiasGrado25 y 26 de Julio
EspañaHuelvaGibraleón26 y 27 de Julio
EspañaAsturiasNaves26 de julio
EspañaAsturiasQuerúas26 y 27 de Julio
EspañaBadajozVillanueva de la Serenadel 20 al 26 de julio junto con Santiago
EspañaBurgosFuentecén25 y 26 de Julio
EspañaCáceresAlbalá
EspañaCádizAlgodonales25 y 26 de Julio junto con Santiago
EspañaCastellónZucaina1 de Mayo y 26 de julio
EspañaCórdobaEl Viso26 de Julio
EspañaCuencaCarrascosa del Campodel 21 al 27 de julio
EspañaCuencaEl Pedernosodel 24 al 27 de julio
EspañaCuencaVindel26 de julio
EspañaGironaBlanes26 de julio
EspañaGranadaAtarfe26 de julio
EspañaGranadaMolvízardel 23 al 29 de julio
EspañaGuipúzcoaOrdiziadel 25 al 27 de julio (aprox.)
EspañaJaénPozo Alcóndel 25 al 30 de julio
EspañaLeónOcero, Burbia y Cabañas Rarasdel 24 al 26 de julio
EspañaNavarraTudeladel 24 al 30 de julio
EspañaLa RiojaCervera del Río Alhamadel 24 al 30 de julio
EspañaLas PalmasGran Canaria y Las Palmas de Gran Canaria23 al 26 de julio
EspañaSevillaDos Hermanas26 de julio
EspañaSevillaTriana26 de julio
EspañaSevillaEstepa (municipio)26 de julio
EspañaTenerifeCandelaria26 de julio
EspañaValenciaSenyera25 y 26 de julio
EspañaValenciaBellús26 de julio
EspañaZaragozaUtebodel 21 al 29 de julio
EspañaZaragozaMainar26 de julio
Estados UnidosConnecticutNorwich
Estados UnidosMíchiganDetroit
Estados UnidosNuevo MéxicoSeama
Estados UnidosNuevo MéxicoTaos
FranciaBretaña
GuatemalaChimaltenangoChimaltenango25 de julio al 31 de agosto
ItaliaFlorencia
ItaliaNápoles
MéxicoEstado de GuerreroMochitlándel 25 de julio al 2 de agosto
MéxicoDistrito FederalSanta Ana Tlacotencodel 25 de julio al 4 de agosto
MéxicoDistrito FederalBarrio de Peralvillo26 de julio
MéxicoEstado de MéxicoSanta Ana Tlachiahualpadel 26 de julio
MéxicoPueblaXalmimilulco26 de julio
MéxicoSonoraSanta Ana26 de julio y la semana antes
MéxicoMichoacanSanta Ana Mayadel 25 de julio al 28 de julio
MéxicoTlaxcalaChiautempandel 15 de julio al 3 de agosto
MéxicoVeracruzBoca del Ríodel 22 al 27 de julio
MéxicoSan Luis PotosíRío Verdedel 16 al 25 de julio
MéxicoSan Luis PotosíEl Barrio de Tlaxcaladel 18 al 28 de julio
NicaraguaGranada (Nicaragua)Nandaimedel 15 al 30 de Julio aprox.
NicaraguaChinandegaChinandegadel 15 al 26 de Julio.
PerúJunínTarma26 de julio y en Semana Santa
PerúDepartamento de ÁncashHuaraz-Coyllur1 al 5 de agosto
Puerto RicoAdjuntas
VenezuelaFalcónSanta Ana de Paraguaná25 y 26 de julio

También se la venera en Serradilla,(Cáceres), en una pequeña ermita casi en la sierra, donde los vecinos devotos, la hacen generosas ofrendas, misas, procesiones...

Otros datos

En un pueblo de Albacete, (España), llamado Férez, se venera a santa Ana en una imagen triple, tallada en una pieza (santa Ana, en sus brazos la Virgen María, y en los brazos de ésta el Niño Jesús).
Esta iconografía familiar de la santa con su hija y nieto en una misma imagen fue muy usual durante la Edad Media y la Edad Moderna, siendo repetidas las veces que aparece en esculturas o pinturas; esta tipología se conoce también como Triple santa Ana, o Sagrada Parentela. Leonardo da Vinci o Rafael Sanzio cultivaron este tipo de representaciones, entre otros muchos artistas. en Bolivia- Tarija se hace todo los años una fiesta una ceremonia y una feria con cosas chiquitas

En la religión yoruba


Iconografía


 
Representación copta de santa Ana, siglo VIII.
En la iconografía occidental, Ana puede reconocerse por la larga túnica roja y un manto verde que le cubre la cabeza, a menudo sosteniendo un libro. También pueden encontrarse a Ana acompañada por una pequeña María quien sostiene, a veces, al Niño Jesús en brazos.[1] Tales representaciones trinitarias reflejan de manera especular a representaciones similares de la Trinidad y a veces se producían en parejas.[2]
El tema iconográfico de Joaquín y Ana en la Puerta de Oro aúna ambos puntos de vista, y fue un componente regular de ciclos artísticos de la Vida de la Virgen. La pareja se encuentra en la «Puerta de Oro» de Jerusalén y se abrazan. Son conscientes del embarazo de Ana, del que ya les había informado un arcángel por separado. El nacimiento de la Virgen, la Presentación de María y el Matrimonio de la Virgen eran componentes usuales de ciclos de la Vida de la Virgen en la que se muestra normalmente a Ana.
No se suele mostrar a Ana en el Nacimiento de Cristo, pero frecuentemente se la representa con el Niño Jesús en varios temas. Se cree que se la representa a veces en escenas de la Presentación de Jesús en el Templo y la Circuncisión de Cristo pero en el primer caso esto probablemente sea una identificación errónea por confusión con Ana la Profetisa. Ana no es representada con el Cristo adulto, así que se considera que murió durante la juventud de Jesús. Ana también es mostrada como la matriarca de la Sagrada Familia, la familia amplia de Jesús, un tema popular en la Alemania de la Baja Edad Media.

Referencias

  1. Giorgi, Rosa (2004) (en español). Santos. Barcelona: Electa. pp. 26-32. ISBN 84-8156-337-4. 
  2. Catholic Herald article,ejemplo de emparejamiento en un fresco, Artículo sobre imágenes de embarazo

Enlaces externos





Biografía de Santa Ana y San Joaquín pincha la foto:




Santos Joaquín y Ana Joaquín significa: "Dios dispondrá". Ana quiere decir: "la bienhechora".
San Joaquín y Santa Ana tuvieron el honor de ser los padres de la Santísima Virgen María y los abuelitos de Nuestro Señor Jesucristo. Honor único en el mundo.
Antiguas tradiciones dicen que su hija María se las concedió Dios después de que ellos oraron con mucha fe por años y años.
Un santo de los primeros siglos afirma que Joaquín y Ana dividían los productos de sus campos en tres partes iguales: una para el templo, otra para los pobres y la tercera para los gastos de su hogar.
Escritos muy venerables cuentan que los papas presentaron desde muy pequeña a su hijita en el templo y que la llevaban muy frecuentemente allí para que la instruyeran en la santa religión. Parece que le hicieron aprender muchas frases de la Sagrada Escritura, porque Nuestra Señora en el Cántico que compuso cuando visitó a Isabel, cita varias frases del Libro Sagrado.
Que la familia mil veces bendecida de Joaquín, Ana y la Virgen María, llene de bendiciones y paz a nuestras famlias.-
Joaquín y Ana son dos nombres llenos de grandeza a los ojos de Dios, grandeza que se esconde en la sencillez y la humildad. Dos nombres con un sentido maravilloso y providencial.
Joaquín significa preparación del Señor, trabajo y constancia. La providencia divina mueve los hilos de la historia. Durante largos siglos el Señor preparó, por medio de los profetas y patriarcas, la venida del Deseado de las naciones. Israel deseaba con ansia renovada esta llegada.
La tardanza no ahogaba los anhelos de Joaquín y Ana. Ellos se acercaban al ocaso de la vida sin descendencia. Pero seguían rezando y porfiando al Señor con oración inflamada. Su esperanza se mantuvo incólume.
Ana "la Madre de la Mejor", como la llama Lope de Vega en el título de una comedia, quiere decir amor y plegaria. No era la primera que llevaba este nombre. Una contemporánea suya, la profetisa Ana, también esperaba al Mesías. Y lo encontró cuando Jesús fue presentado en el templo.
En el libro I de Samuel aparece otra Ana, la madre de Samuel, con una historia parecida a la de la madre de la Virgen María. Estaba rezando ante el Señor. Movía los labios, pero no se oía su voz.
Los sacerdotes creen que está borracha. "No he bebido vino, les dice, es que estaba derramando mi alma ante el Señor". Su alma estaba llena de tristeza. Sufre el oprobio de la esterilidad, porque Dios no la ha considerado digna de darle un hijo que pudiera ser el Mesías de Israel. Dios la hizo madre de Samuel.
Por eso reza y llora también la esposa de Joaquín. Presiente que va a llegar el Redentor, ora intensamente para acelerar su venida. Pero está triste, porque se ve envejecer en la esterilidad.
Las oraciones de Ana fueron escuchadas. Un ángel -según algunos el mismo de la Anunciación- se aparece a Ana en la Puerta Dorada del templo y le profetiza el nacimiento de una Niña que se llamará María y será la predilecta del Señor. "Oh bellísima Niña, dice San Juan Damasceno, benditas las entrañas y el vientre de los que saliste".
En el seno estéril de Ana germinó la plenitud de la gracia. En sus entrañas se realizó el sublime misterio de la Concepción Inmaculada de María "prodigio de prodigios y abismo de milagros", dice el Damascebo. "Santa tierra estéril, que al cabo produjo, toda la abundancia, que sustenta el mundo", según se expresa Miguel de Cervantes en "La Gitanilla".
Todos los antiguos anhelos se habían condensado en Joaquín y Ana, en ellos se iban a cumplir las promesas. Fueron los padres dichosos de la niña María, que Dios luego la haría su Madre y nuestra Madre.
De Joaquín y Ana podemos decir que si Dios los escogió para una obra tan admirable, grandes tuvieron que ser aquellos dos corazones. Si habían de educar a la que Dios escogía como Madre de su Hijo, cuánta dulzura, bondad y hermosura habría en aquellas almas. Pues habían sido destinados por Dios para ser los padres de una Niña sin par, no sólo sin mácula, sino llena de gracia "la llena de gracia", la bendita entre las mujeres, la Hermosa, la Agraciada, María "lugar alto en donde habita Dios".
El culto a San Joaquín es más reciente. Pero el culto a Santa Ana es muy antiguo. En Jerusalén está la iglesia de Santa Ana, cerca del templo. Allí vivían, según la tradición, Joaquín y Ana. Y, según la opinión de muchos Padres, ahí nació la Aurora de nuestra salvación, la Virgen María.


SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA
Siglo I
4. NOVENA

Páginas: 1. Oraciones a S. Ana | 2. Rosario y letanías de S. Ana
3.
Oraciones a S. Joaquín y S. Ana | 4. Novena a S. Joaquín y S. Ana

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de S. Joaquín y S. Ana

 

ORACIÓN INICIAL
PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh dignísimos abuelos de Cristo, Joaquín y Ana! Yo, miserable pecador, tengo grandísima confianza en vuestros méritos y seguro amparo, sabiendo que nada os negarán vuestro nieto e hija, Jesús y María. Y pues al presente me hallo con un singular anhelo y grave necesidad, he propuesto eficazmente implorar vuestro patrocinio, durante esta Novena, ofreciendo cada día alguna devoción a honra vuestra, para que por vuestra intercesión consiga yo el consuelo que deseo de la divina misericordia, siendo mi fin principal y lo que sinceramente pretendo, la mayor gloria de Dios y la salvación de mi alma. Quiera Su Divina Majestad, por vuestros altos merecimientos, escuchar piadosa mis ruegos, permitir que después de esta Novena logre yo lo que en ella fervorosamente le pido. Amén.
***

Con humilde y devoto corazón llego hoy por la primera (segunda, tercera etc.) vez a vuestra presencia, ¡oh gloriosísimos abuelos de Jesucristo, Joaquín y Ana: confiado os suplico seáis mis fieles intercesores para con Dios, a fin de que por vuestras heroicas virtudes me conceda lo que tanto deseo y vos no ignoráis. ¡Oh dichosísimo par, Joaquín y Ana, grandísima es la confianza que en vos tengo, creyendo que el clementísimo Dios no podrá negarse a mis instancias si os dignáis de patrocinarlas y recomendarlas con una sola palabra, pues a medida de la soberana honra con que el eterno Padre os ha ensalzado entre todos los demás santos para dignísimos abuelos de su Unigénito, será en el trono de su misericordia poderoso vuestro amparo, y dichosos vuestros devotos! Si el Hijo os aventajó, hasta admitiros por gloriosos padres de su Madre Santísima no puede dejar de escucharos ahora en el cielo, cumpliendo vuestras intercesiones; y si el Espíritu Santo os ha reconocido por tan rectos, que entre todos los justos de la ley antigua os escogió por manantiales de la gracia, ¿cómo os rehusará la que ahora pidiereis para mí, pobre pecador? Y finalmente, si la Santísima Trinidad os ha honrado en la tierra, más que a otros santos, sin duda ahora en el cielo querrá complaceros y acceder a vuestra súplica. Por esto vivo seguro, ¡oh santos protectores míos, Joaquín y Ana! de que rogando vos por mí infaliblemente, seré consolado en mi trabajo. Oidme, piadosos abogados míos, y rogad a Dios por mí. Llegad confiados al trono de la Santísima Trinidad, representando mi aflicción con palabras lastimosas, y lo que merecisteis en la tierra, y pedidle por su infinita bondad que tenga misericordia de mí. ¡Oh amantísimos, benignísimos y clementísimos patronos míos, Joaquín y Ana, oid mi oración, alcanzándome lo que pido; proponed mí necesidad! Os la encomiendo de lo más profundo de mi corazón y ruego que os acordéis piadosísimamente de ella. Hablad a vuestro dulcísimo Nieto una sola palabra cariñosa por mí, diciendo:
Amantísimo Jesús, en nuestra contemplación apiadáos de ese humilde pecador, y concededle lo que tan fielmente solicita. Escuchadle por la mucha confianza que en nosotros tiene puesta, sin permitir que se vaya desconsolado.
Comenzar con la oración inicial para todos los días. Después se meditará cada día uno de los nueve gozos que tuvieron San Joaquín y Santa Ana, diciendo:
DÍAS

DÍA PRIMERO

Comenzar con la oración de todos los días.
Oración. ¡Os recuerdo, ¡oh dichosísimo par, Joaquín y Ana!, el jubilo que sentisteis cuando el arcángel Gabriel os reveló la cercanía del deseado Mesías y de vuestro casamiento; por esto os suplico me alcancéis de Dios lo que pido en esta Novena.
Petición. Tres Padrenuestros y Avemarías.

__________

DÍA SEGUNDO

Comenzar con la oración de todos los días.
Oración. Os recuerdo, ¡oh dichosísimo par, Joaquín y Ana!, el sumo gozo que tuvisteis cuando se cumplió vuestro santo casamiento; y por él os suplico me alcancéis de Dios paciencia en mis aflicciones y sosiego espiritual del alma, con lo que pido en esta Novena.
Petición. Tres Padrenuestros y Avemarías.

__________

DÍA TERCERO

Comenzar con la oración de todos los días.
Oración. Os recuerdo, ¡oh dichosísimo par, Joaquín y Ana!, el consuelo con que oísteis del arcángel Gabriel el término de vuestra esterilidad y la elección para ser padres de María Santísima; por él os suplico alentéis mi triste corazón y me alcancéis piedad de vuestro dulcísimo nieto Jesús, con lo que pido en esta Novena.
Petición. Tres Padrenuestros y Avemarías.

__________

DÍA CUARTO

Comenzar con la oración de todos los días.
Oración. Os recuerdo, ¡oh dichosísimo par, Joaquín y Ana! el regocijo que os causó la Concepción Purísima de María; y por él os suplico me alcancéis de Dios gracias para servirle, según la obligación, de mi estado, y lo que pido en esta Novena.
Petición. Tres Padrenuestros y Avemarías.

__________

DÍA QUINTO

Comenzar con la oración de todos los días.
Oración. Os recuerdo, ¡oh dichosísimo par, Joaquín y Ana!, el contento con que visteis nacida a María Santísima, hija vuestra, y por él os suplico me alcancéis de Dios una perfecta resignación a su divina Providencia, y lo que pido en esta Novena.
Petición. Tres Padrenuestros y Avemarías.

__________

DÍA SEXTO

Comenzar con la oración de todos los días.
Oración. Os recuerdo, ¡oh dichosísimo par, Joaquín y Ana!, el alivio que recibisteis teniendo en vuestros brazos a, María Santísima; y por él os suplico me alcancéis de Dios un verdadero dolor de todas mis culpas, y lo que pido en esta Novena.
Petición. Tres Padrenuestros y Avemarías.

__________

DÍA SÉPTIMO

Comenzar con la oración de todos los días.
Oración. Os recuerdo, ¡oh dichosísimo par, Joaquín y Ana, el gusto con que ofrecisteis a vuestra hija en el Templo al servicio de Dios, y por él os suplico me alcancéis de su Divina. Majestad un sincero amor suyo, y lo que pido en esta Novena.
Petición. Tres Padrenuestros y Avemarías.

__________

DÍA OCTAVO

Comenzar con la oración de todos los días.
Oración. Os recuerdo, ¡oh dichosísimo par, Joaquín y Ana!, la gloria que os colmó cuando el arcángel Gabriel os reveló que de vuestra Hija Santísima nacería el deseado Mesías; por ella os suplico me alcancéis de él una ardiente caridad del prójimo y lo que pido en esta Novena.
Petición. Tres Padrenuestros y Avemarías.

__________

DÍA NOVENO

Comenzar con la oración de todos los días.
Oración. Os recuerdo, ¡ oh dichosísimo par, Joaquín y Ana!, el júbilo, gozo, consuelo, regocijo, contento, alivio, gusto y gloria inefable con que al presente estáis viendo para siempre a sus dulcísimos nieto e hija, Jesús y María; por esta dicha os suplico me alcancéis una muerte feliz en gracia suya, y lo que he pedido en esta Novena.
Petición. Tres Padrenuestros y Avemarías.
 



Santos Ana y Joaquín, padres de la B.V. María
fecha: 26 de julio
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Memoria de san Joaquín y santa Ana, padres de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, cuyos nombres se conservaron gracias a la tradición de los cristianos.
patronazgo: Santa Ana, cuyo culto es más antiguo que el de san Joaquín, es patrona de numerosas ciudades europeas, además de las madres y amas de casa, de los matrimonios; juntos son patronos de los abuelos.
oración:
Señor, Dios de nuestros padres, tú concediste a san Joaquín y a santa Ana la gracia de traer a este mundo a la Madre de tu Hijo; concédenos, por la plegaria de estos santos, la salvación que has prometido a tu pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

San Pedro Damian decía que era una curiosidad vana y culpable tratar de averiguar lo que los Evangelistas no escribieron y ponía precisamente como ejemplo la curiosidad acerca de los padres de la Santísima Virgen. Los únicos escritos que pretenden poseer algunos datos sobre los padres de María son apócrifos, como el «Protoevangelio de Santiago», que -a pesar de su nombre- no tiene nada de la autenticidad de la Sagrada Escritura. En realidad no poseemos ningún dato cierto sobre ellos, pero no es ilícito aceptar las piadosas creencias procedentes de los apócrifos cuando no se oponen a las verdades ciertas.

Aunque la primera redacción del apócrifo de Santiago es muy antigua, no se trata de un documento fidedigno. El protoevangelio cuenta que los parientes de Joaquín se burlaban de él porque no tenía hijos. Entonces, el santo se retiró cuarenta días al desierto a orar y ayunar, en tanto que Ana «se quejaba en dos quejas y se lamentaba en dos lamentaciones» (por su esterilidad y por haberse quedado sin marido). Cuando Ana se hallaba sentada orando bajo un laurel, un ángel se le apareció y le dijo: «Ana, el Señor ha escuchado tu oración: concebirás y darás a luz. Del fruto de tu vientre se hablará en todo el mundo». Ana respondió: «Vive Dios que consagraré el fruto de mi vientre, hombre o mujer, a Dios mi Señor y que le servirá todos los días de su vida». El ángel se apareció también a san Joaquín. A su debido tiempo, nació María, quien sería un día la Madre de Dios. Hagamos notar que esta narración se parece mucho a la de la concepción y el nacimiento de Samuel, cuya madre se llamaba también Ana (1Reyes 1). Los primeros Padres de la Iglesia oriental veían en ello un paralelismo. En realidad, se puede hablar de paralelismo entre la narración de la concepción de Samuel y la de San Juan Bautista, pero en el caso presente la semejanza es tal, que se trata claramente de una imitación.

Sin embargo, el culto a santa Ana se difundió desde la antigüedad: la mejor prueba es que en Constantinopla, ya a mediados del siglo VI, el emperador Justiniano le dedicó un santuario. En Santa María la Antigua hay dos frescos que representan a Santa Ana y datan del siglo VIII. Su nombre aparece también destacadamente en una lista de reliquias que pertenecían a san Angel de Pescheria y sabemos que el papa san León III (795-816), regaló a la iglesia de Santa María la Mayor un ornamento en el que estaban bordadas la escena de la Anunciación y las figuras de san Joaquín y santa Ana.

En Apt, en la Provenza, se guardan supuestas reliquias de santa Ana, sin embargo las pruebas históricas en favor de la autenticidad más bien muestran que carecen absolutamente de valor. La verdad es que antes de mediar el siglo XIV, el culto de santa Ana no era muy popular en Occidente, pero un siglo más tarde se popularizó enormemente, e incluso Lutero lo ridiculizó con acritud y atacó en particular la costumbre de representar juntos á Jesús, María y Ana, como una especie de trinidad. En 1382, Urbano VI publicó el primer decreto pontificio referente a Santa Ana; por él concedía la celebración de la fiesta de la santa a los obispos de Inglaterra exclusivamente, como se lo habían pedido algunos ingleses. Muy probablemente la ocasión de dicho decreto fue el matrimonio del rey Ricardo II con Ana de Bohemia, que tuvo lugar en ese año. La fiesta fue extendida a toda la Iglesia de Occidente recién en 1584, y sólo desde ese tiempo comenzó en Occidente el culto a san Joaquín.

En el Oriente se celebra desde fecha muy antigua la fiesta de san Joaquín y santa Ana el 9 de septiembre. Pero en Occidente, puesto que no había tradición al respecto, las fechas fueron variables, y sólo en 1913 se fijó el 16 de agosto como día de la fiesta de san Joaquín. Sin embargo, los benedictinos y algunos católicos de Oriente celebraban juntos a san Joaquín y santa Ana el 26 de julio, fecha que el nuevo martirologio adoptó para toda la Iglesia.

El Protoevangelio de Santiago es conocido con diversos nombres, y su texto puede leerse en muchas ediciones actuales, incluso populares; una traducción confiable se contiene en «Los Evangelios apócrifos», BAC (2009). Una obra completa sobre santa Ana y su devoción es la del P. B. Kleinschmidt, Die heilige Anna (1930). El presente artículo fusiona (con algunos retoques) los del Butler-Guinea correspondientes a santa Ana del 26 de julio y a san Joaquín del 9 de agosto
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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