viernes, 5 de julio de 2013

Benedicto Xl (Nicolás Boccasini), Beato


CXCIV Papa, Julio 7
 
Benedicto Xl (Nicolás Boccasini), Beato
Benedicto Xl (Nicolás Boccasini), Beato

CXCIV Papa

De nombre Nicolás Boccasini, a los 14 años ingresó en la orden dominica en Venecia. Destacó por su inteligencia como maestro. Fue nombrado prior de la Lombardía y en 1296 el noveno de superior general de la Orden de Predicadores. Por sus cualidades estuvo encargado de una delicada misión diplomática en Flandes, donde obtuvo éxito y a continuación el Papa le nombró cardenal en 1298. Fue obispo de Ostia. En la controversia con el rey Felipe el Hermoso de Francia, es uno de los cardenales que permaneció fiel a Bonifacio VIII, con quien se refugió en el castillo de Anagni, siendo hecho prisionero y forzado sin éxito a abdicar. A la muerte de Bonifacio VIII, fue elegido Papa en 1303.

Mucho más pacífico que su antecesor, su breve pontificado se incio con la absolución de la excomunión dictada contra Felipe el Hermoso de Francia, pero se negó sistemáticamente a perdonar a los autores materiales de la ofensa sufrida por su predecesor en Anagni, excomulgando tanto a Guillermo de Nogaret, consejero del rey francés, como a Sciarra Colonna.

Tras ocho meses de pontificado murió, el 11 de octubre de 1304, al parecer envenenado por orden de Guillermo de Nogaret.

De sus ocho meses de pontificado, se conoce la anécdota de que su madre, pobre y viuda fue a visitarlo, para lo que se le vistió apropiadamente para ser recibida por el Papa. Éste al verla, protestó por no reconocer a la pía dama, humildemente vestida, a quien tanto quería.

Fue beatificado en abril de 1736 por Clemente XII, su nombre se introdujo en el martirologio romano por disposición del Papa Benedicto XIV en 1748. Su festividad se celebra el 7 de julio.


Beato Benedicto XI, papa
fecha: 7 de julio
n.: 1240 - †: 1304 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Clemente XII 24 abr 1736
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Perugia, de la Umbría, tránsito del papa beato Benedicto XI, de la Orden de Predicadores, que, benigno y bondadoso, conciliador y amante de la paz, promovió durante su breve pontificado la concordia en la Iglesia, la renovación de la disciplina y el enaltecimiento de la devoción religiosa.
refieren a este santo: Beato Jacobo Benfatti

Nicolás Boccasini nació en Treviso en 1240. Se educó en su ciudad natal y en Bolonia, donde tomó el hábito de Santo Domingo, a los dieciesiete años. En 1268, fue nombrado profesor y predicador en Venecia y Bolonia. En el ejercicio de su cargo, comunicó a otros las riquezas espirituales que había atesorado en el silencio y el retiro, sin dejar por ello de progresar en la vida interior. El beato compuso un volumen de sermones y escribió varios comentarios sobre la Sagrada Escritura, que se conservan todavía. Fue elegido prior provincial de Lombardía y, en 1296, fue nombrado superior general de la Orden de Predicadores. Dos años más tarde, recibió el capelo cardenalicio y, poco después, fue hecho obispo de Ostia. El Sumo Pontífice le envió a Hungría como legado ad latere para arreglar las diferencias que dividían el país. El cardenal empezaba con éxito su misión, porque su saber, su prudencia y su desinterés, le ganaban el respeto de todos, cuando fue súbitamente llamado de nuevo a Roma.

Desde tiempo atrás, la Santa Sede se hallaba en dificultades con el rey Felipe de Francia, quien había exigido considerables impuestos al clero para poder llevar adelante la guerra contra Inglaterra. Los cardenales Colonna se aliaron con el monarca francés contra Bonifacio VIII. Como el rey de Francia hubiese sustituido por un documento falso, el documento en el que dicho Pontífice afirmaba las prerrogativas pontificias, Bonifacio VIII publicó la famosa bula «Unam Sanctam», en la que determinaba, entre otras cosas, las relaciones entre el poder espiritual y el poder temporal. Al año siguiente, Felipe convocó a un concilio general para que juzgara al Papa de los cargos, tan infames como falsos, presentados por el consejero real, Guillermo de Nogaret, y un caballero, Guillermo du Plessis (estos personajes, muy duchos en esa clase de hazañas, desempeñaron más tarde un papel importante en la supresión de los Templarios, a los que se acusaba de crímenes horribles). Bonifacio tuvo que refugiarse en Agnani, abandonado de todos, excepto del cardenal obispo de Sabina y del cardenal obispo de Ostia, Nicolás Boccasini. Aconsejado y apoyado por ellos, Bonifacio procedió rápidamente y con vigor. Preparó la bula de excomunión contra el rey de Francia, pero la víspera de su promulgación, Nogaret y Sciarra Colonna, uno de los jefes del partido gibelino, irrumpieron en la residencia del Pontífice, a la cabeza de un grupo de esbirros armados y se apoderaron de Bonifacio VIII. Tres días después, el 11 de septiembre, los habitantes de Agnani pusieron en libertad al Papa, quien volvió a Roma. donde murió el 11 de octubre.

El cardenal Nicolás Boccasini se hizo cargo de la difícil situación, pues fue elegido Papa dos semanas después y tomó el nombre de Benedicto XI. Inmediatamente se consagró a resolver el problema, con plena confianza en Dios y de acuerdo con su intachable rectitud. Pero en su breve pontificado apenas tuvo tiempo de dar los primeros pasos para restablecer la paz. La política del nuevo Pontífice fue de paz, sin comprometer por ello la actividad de su predecesor. Benedicto favoreció a los frailes mendicantes. Todos los cardenales nombrados por él eran dominicos; entre ellos se contaba a los ingleses Guillermo Maklesfield, arzobispo de Canterbury, que murió en Lovaina, antes de que llegase la noticia de su elevación al cardenalato y Walter Winterburn, arzobispo de Salisbury. El Papa siguió practicando las mortificaciones y penitencias de un fraile, así como la humildad y moderación que siempre le habían caracterizado. En cierta ocasión, su madre vestida en forma especialmente elegante, fue a visitarle a la corte pontificia pero Benedicto se negó a recibirla hasta que cambió sus vestidos por el modesto atuendo ordinario. Benedicto XI sólo reinó ocho meses y algunos días; sin embargo, en ese breve espacio, como lo dice el Martirologio Romano, «promovió la concordia en la Iglesia, la renovación de la disciplina y el enaltecimiento de la devoción religiosa». Murió súbitamente en Perugia, el 7 de julio de 1304. Su culto fue confirmado en 1736.

En la «Biblioteca Hagiográfica Latina» de los Bolandistas se mencionan varias breves biografías de Benedicto XI (nn. 1090-1094); entre ellas se cuenta un resumen biográfico, debido a la pluma de Bernardo Guy, adoptado por el Líber Pontificalis (vol. II, pp. 471-472). Véase también Mortier, Maitres Généraux O. P., vol. II; H. Finke, Aus den Toden Bonifaz VIII (1902); las Regesta de Benedicto IX, editadas por C. Grandjean; y A. Ferrero, B. Benedetto XI (1934).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI


 

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