miércoles, 15 de mayo de 2013

Juan I Papa, Santo


LIII Papa y Mártir, Mayo 18
 
Juan I, Santo
Juan I, Santo

LIII Papa y Mártir

Era italiano, de Toscana. En 523 fue elegido Sumo Pontífice. En Italia gobernaba el rey Teodorico que apoyaba la herejía de los arrianos. Y sucedió que el emperador Justino de Constantinopla decretó cerrar todos los templos de los arrianos de esa ciudad y prohibió que los que pertenecían a la herejía arriana ocuparan empleos públicos (los arrianos niegan que Jesucristo es Dios y esto es algo muy grave y contrario a la religión Católica). El rey Teodorico obligó entonces al Papa a que fuera a Constantinopla y tratar de obtener que el emperador Justino quitara las leyes que habían dado contra los arrianos. Pero Juan no tenía ningún interés en que apoyaran a los herejes. Y así lo comprendió la gente de esa gran ciudad.

Más de 15,000 fieles salieron en Constantinopla a recibir al Papa Juan, con velas encendidas en las manos, y estandartes. Y lo hicieron presidir muy solemnemente las fiestas de Navidad. Y claro está que el emperador Justino, aunque les devolvió algunas iglesias a los arrianos, no permitió que ninguno de estos herejes ocupara puestos públicos.

Y Teodorico se encendió en furiosa rabia, y al llegar el Santo Padre a Ravena (la ciudad donde el rey vivía) lo hizo encarcelar y fueron tan crueles los malos tratos que en la cárcel recibió, que al poco tiempo murió. Junto con el Papa fueron martirizados también sus dos grandes consejeros, Boecio y Símaco.

Y dicen los historiadores que el rey Teodorico sintió tan grande remordimiento por haber hecho morir a San Juan Primero, que en adelante lo veía hasta en los pescados que le servían en el almuerzo.
San Juan I, papa mártir
fecha: 18 de mayo
fecha en el calendario anterior: 27 de mayo
n.: c. 470 - †: 526 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
San Juan I, papa y mártir, que, habiendo sido enviado por el rey arriano Teodorico en embajada al emperador Justino de Constantinopla, fue el primer pontífice romano que ofreció la Víctima Pascual en aquella Iglesia, pero a su regreso, detenido de manera indigna y aherrojado en la cárcel por el mismo Teodorico, pereció como víctima por Cristo Señor, en Ravena, en la Flaminia.
oración:
Oh Dios, remunerador de las almas fieles, que has consagrado este día con el martirio del papa san Juan primero, escucha las oraciones de tu pueblo y concédenos imitar la constancia en la fe de aquel cuyos méritos veneramos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

Juan I era toscano de nacimiento. Desde muy joven abrazó la carrera eclesiástica en Roma, donde llegó a ser archidiácono. A la muerte de san Hormisdas, el año 523, fue elegido para sucederle en el trono pontificio. Teodorico el godo había gobernado Italia durante treinta años. Aunque era un arriano convencido, siempre trató con respeto a sus subditos católicos. Pero su actitud tolerante cambió por aquella época, en parte porque había descubierto una correspondencia desleal entre los principales miembros del senado romano y Constantinopla, y en parte a causa de las severas medidas que había dictado contra los arrianos el emperador Justino I. Los arrianos de Oriente apelaron a Teodorico, quien decidió enviar una embajada a negociar con el emperador.

El Papa Juan, que dirigía la embajada muy contra su voluntad, fue recibido con entusiasmo en Constantinopla; el Emperador y todo el pueblo salieron a su encuentro, y el Papa ofició en la catedral el día de Pascua. Los relatos sobre la misión de Juan I y la forma en que la desempeñó varían mucho. Sin embargo, parece que el Papa indujo al Emperador a tratar con mayor moderación a los arrianos para evitar la persecución de los católicos en Italia. Pero, durante la ausencia de Juan I, el resentimiento de Teodorico contra los católicos había ido en aumento. El monarca había condenado a muerte al filósofo san Severino Boecio y a su suegro Símaco, que habían sido acusados de alta traición e interpretó la amistad del Papa y el emperador como prueba de que tramaban una conspiración contra él. En cuanto el Papa llegó a Ravena, que era la capital, el emperador le mandó encarcelar. Juan I murió pocos días después en la prisión, a consecuencia de los malos tratos que había recibido.

El texto y las notas de la edición de Duchesne del Líber Pontificalis, vol. I, pp. 275- 278, dicen prácticamente todo lo que se sabe sobre Juan I. Véase Acta Sanctorum, mayo, vol. VI.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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