*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
miércoles, 27 de febrero de 2013
La llamada del desierto
"Como en otro tiempo a Jesús, también hoy elEspíritu de Dios conduce al desierto a quien Él quiere. Las grandes empresas de Dios se han forjado siempre en la soledad. Dios busca unirse al hombre, por eso lo separa de todo"
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