jueves, 17 de enero de 2013

Roselina (Rosalina) de Villeneuve, Santa


Religiosa, 17 de enero
 
Roselina (Rosalina) de Villeneuve, Santa
Roselina (Rosalina) de Villeneuve, Santa

Religiosa

Martirologio Romano: En Fréjus, ciudad de la Provenza, en Francia, santa Roselina, priora de Celle-Roubaud, de la Orden de la Cartuja, que se distinguió por su abnegación y por su austeridad en la comida, el sueño y el ayuno (1329).

Fecha de canonización: Su culto fue confirmado por el Papa Pío IX en 1851.
Virgen y monja de la Orden de la Cartuja que debido a sus magníficas virtudes fue nombrada priora del convento de Celle-Roubaud, en Fréjus, ciudad de la Provenza, en Francia, distinguiéndose además durante toda su vida por su abnegación y por su austeridad en la comida, el sueño y el ayuno.

Nació en Château d´Arcs en Provenza (Francia) el 27 de enero del año 1263, dentro de la nobilísima familia provenzal de los Villeneuve. Sus padres, el barón Arnaldo des Arcs y de Trans, y su madre Sibilla de Sabran, le procuraron una educación cristiana.

Si bien la santidad puede ser evidente en las personas a cualquier edad, pues la Providencia es quien dispone, en Roselina fue verdaderamente precoz. Los biógrafos, amantes de lo maravilloso, relatan que Roselina no sólo comparte el nombre con Santa Rosa de Viterbo, sino también un prodigio... floral. Narran que, mientras llevaba a escondidas pan para dar a los pobres, fue sorprendida por su padre quien le preguntó qué cosa escondía; ella respondió que eran flores, y cuando abrió su delantal, efectivamente, apareció un ramo de rosas. Un prodigio similar es narrado también en la vida de la santa de Viterbo.

Muy joven Roselina -a sus 15 años de edad-, despreciando los bienes del mundo se consagró a Dios en la Orden de la Cartuja, en Bertaud, en la diócesis de Gap, Francia. Pocos años después, debido a su especial dedicación, fortaleza y piedad, fue electa priora de la cartuja de Celle-Roubad, en el Fréjus, también en territorio francés. Su hermano Hélion de Villeneuve fue un gran benefactor de este monasterio, donde a sus expensas hizo construir una iglesia consagrada por el obispo de Digne, Elzeario.

Roselina, tras una vida de intensa oración y disciplina en la que el Señor le concedió el don de varias visiones y experiencias místicas, murió el 17 de enero de 1329. Fue sepultada en el cementerio común de dicho monasterio, pero como fuera tanta la fama de su santidad cinco años más tarde su cuerpo fue transferido a la iglesia que hiciera construir su hermano.

Sobre su sepulcro se verificaron numerosos milagros. Posteriormente sus reliquias fueron trasladadas en varias ocasiones, reposando actualmente en una capilla a ella dedicada en Celle-Roubad. Sus ojos, particularmente brillantes, se conservan en un relicario, y es debido a este prodigio que se la invoca contra las enfermedades de los ojos. Asimismo, en una última traslación efectuada en 1904 para evitar que su cuerpo sufriera mayor descomposición debido a las larvas presentes ya en el viejo relicario, los médicos que participaron pudieron ver las venas, músculos, tendones, intestinos, el pericardio y casi todo el cerebro intactos. Algunas de estas reliquias fueron entregadas a la Gran Cartuja para ser distribuidas, conservadas y veneradas entre los monasterios de la Orden.
Santa Roselina, virgen
fecha: 17 de enero
n.: 1267 - †: 1329 - país: Francia
otras formas del nombre: Rosalina de Villeneuve, Roseline, Roselyne, Rosalinde, Rosalinda
canonización: Conf. Culto: Pío IX 1851
hagiografía: «Vidas de los santos», Alban Butler
En Fréjus, ciudad de la Provenza, santa Roselina, priora de Celle-Roubaud, de la Orden Cartuja, que se distinguió por su abnegación y su austeridad en la comida, el sueño y el ayuno.

Esta santa, religiosa cartuja, llamada Roselina de Villeneuve, pertenecía a una ilustre familia. Su padre era barón de Arcs, y su madre descendía de la familia de Sabrán. Roselina tuvo que vencer la tenaz oposición de sus padres para poder consagrarse a Dios. Había sido educada por las religiosas de Santa Clara, pero encontró su propia vocación en la regla de los cartujos. Parece haber entrado a los veinticinco años en el convento de Bertrand. Doce años más tarde, fue nombrada superiora de Celle Roubaud, en la Provenza, donde murió el 17 de enero de 1329. Algunas veces pasó hasta una semana sin probar alimento. Se castigaba con rudísimas disciplinas, y jamás dormía más de tres o cuatro horas.

Acostumbraba repetir a sus religiosas las terribles palabras del Señor: «No os conozco» ... para que un día fuesen recibidas en el cielo con las palabras: «Venid, benditas de mi Padre». Cuando se preguntaba a Roselina cuál era el medio más seguro para ganar el cielo, replicaba: «El conocimiento de sí mismo». La santa tenía frecuentes visiones y éxtasis, y poseía un don extraordinario para leer en los corazones. Su cuerpo resplandecía con extraordinaria belleza después de su muerte y no presentaba señal alguna de corrupción. Cinco años después, se encontraba todavía en perfecto estado de conservación, y el clérigo que presidió la exhumación, al ver el brillo de los ojos, ordenó que los depositasen en un relicario separado. Cien años más tarde, el cuerpo de la beata seguía incorrupto, y, en 1644, los ojos no habían perdido nada de su brillo. El culto de Roselina fue confirmado en 1851.

Ver Acta Sanctorum, 11 de junio; Le Couteulx, Annales Ordinis Cartusiensis, vol. V, pp. 262-268; Villenueve-Flayose, Histoire de Ste. Roseline de Villenueve (1866).
Nota de ETF: Como en otros casos de confirmación de culto, la tradición es vacilante en cuanto llamarla con el título de «santa» o de «beata», y se la podrá encontrar de las dos maneras; en todo caso, lo seguro es que el Martirologio Romano la proclama santa pero para el culto local (en este caso, de los cartujos), lo que equivale a beata.




BEATA ROSELINA,(*)
Virgen
(1329)
A
   Esta santa, religiosa cartuja, llamada Roselina de Villeneuve, pertenecía a una ilustre familia. Su padre era barón de Arcs, y su madre descendía de la familia de Sabrán. Roselina tuvo que vencer la tenaz oposición de sus padres para poder consagrarse a Dios. Había sido educada por las religiosas de Santa Clara, pero encontró su propia vocación en la regla de los cartujos. Parece haber entrado a los veinticinco años en el convento de Bertrand. Doce años más tarde, fue nombrada superiora de Celle Roubaud, en la Provenza, donde murió el 17 de enero de 1329. Algunas veces pasó hasta una semana sin probar alimento. Se castigaba con rudísimas disciplinas, y jamás dormía más de tres o cuatro horas. Acostumbraba repetir a sus religiosas las terribles palabras del Señor: "No os conozco" ... para que un día fuesen recibidas en el cielo con las palabras: "Venid, benditas de mi Padre". Cuando se preguntaba a Roselina cuál era el medio más seguro para ganar el cielo, replicaba: "El conocimiento de sí mismo". La beata tenía frecuentes visiones y éxtasis, y poseía un don extraordinario para leer en los corazones. Su cuerpo resplandecía con extraordinaria belleza después de su muerte y no presentaba señal alguna de corrupción. Cinco años después, se encontraba todavía en perfecto estado de conservación, y el clérigo que presidió la exhumación, al ver el brillo de los ojos, ordenó que los depositasen en un relicario separado. Cien años más tarde, el cuerpo de la beata seguía incorrupto, y, en 1644, los ojos no habían perdido nada de su brillo. El culto de Roselina fue confirmado en 1851.
   Ver Acta Sanctorum, 11 de junio; Le Couteulx, Annales Ordinis Cartusiensis, vol. V, pp. 262-268; Villenueve-Flayose, Histoire de Ste. Roseline de Villenueve (1866). 
  • * Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I.

 

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